#11
Espero que les guste~
Nota: La verdad es que no tenía planeado llegar a los sucesos de la primer peli
Nota-2: Aunque supongo que en esta linea del tiempo, pudieron haberse encontrado con Poppy mientras ella se dirigía a Pueblo Berteno para salvar a sus amigos y los convencería de alguna manera para que la acompañaran, aunque Branch no quiera. Quizás lo haga como un extra o algo así
Rhonda se detuvo en la playa y cuando la puerta se abrió, John Dory fue el primero en salir, sus ojos brillando con felicidad pura al haber llegado al fin a la isla y sonriendo de oreja a oreja, permitiéndose respirar profundo.
Detrás de él, Clay fue el primero en tropezar y caer, luciendo algo pálido y mareado, apenas evitando vomitar lo que había comido. Floyd lo siguió no mucho después, apoyándose por completo en el costado del vehículo, manteniendo ambas manos sobre su boca por seguridad y deslizándose lentamente para sentarse.
-Eso...fue horrible- jade el de cabello verde, luchando para calmar su pobre estómago que se revolvía y quejaba.
-Todo...me da vueltas- el de cabello rosa se quejo, cerrando los ojos con fuerza, esperando que la sensación de mareo y náuseas desapareciera pronto o no sería nada bonito lo que sucedería después.
-Oh, vamos, tienen que admitir que fue asombroso- el de cabello verde luce tan bien que les da envidia y lo miran con cierto enojo o al menos lo intentan, aun se están recuperando. -Si, supongo que debí decirles que el primer viaje con turbo puede ser...demasiado- a pesar de sus palabras, tiene una gran y casi diabólica sonrisa que ni siquiera se molesta en ocultar. Ríe, desviando la mirada cuando el par le lanza una mirada de muerte. Les da tiempo para recuperarse y en cuanto pueden estar de pie, sin ningún tipo de mareo o nauseas, se disponen a caminar.
Entran al restaurante y mientras los dos menores miran con cierto asombro a su alrededor, obviamente un poco intimidados por los isleños de gran tamaño y aspecto raro, el mayor no tarda mucho en encontrar a quien estaba buscando, la cabellera violeta fácil de ver de lejos.
-¡Bruce!- llama mientras se acerca y tiene toda la intención de abrazarlo, solo para detenerse en seco cuando su hermano se voltea a verlo. Se ve brillante, de una manera muy literal, como si se hubiera sumergido entre un montón de brillantina. -¿Qué te paso?- hizo un gesto, llevando una de sus mano a su boca para cubrirla, resintiendo reírse por el momento.
-También es bueno verte, tonto- Bruce bufo, aunque podía entender la curiosidad ajena. Tiene mucha brillantina encima, la mayor parte en su hermoso y bien peinado cabello, y aunque se había esforzado mucho, aun tenía algo de ese brillo en la piel. -Empecé una guerra que termine perdiendo- se encogió de hombros, luciendo resignado de alguna manera. -Resulta que Branch es un genio caótico de las bromas- hace una mueca. -Teñí sus pantalones de rosa neón y él puso una bomba de brillantina en mi ducha- JD ríe alegremente, orgulloso de la habilidad de su hermanito, ignorando como el otro roda los ojos con ligera molestia. -La peor parte es que esto no va a salir por un tiempo- y la carcajada ajena solo aumenta en volumen, algo viniendo a la mente del segundo mayor. -Al menos dame un abrazo si te vas a reír en mi cara- abre los brazos en un claro gesto, con una sonrisa malvada en su rostro, y el otro no tiene tiempo de alejarse, chillando cuando es abrazado, sabiendo que le brillo se le estaba pegando a la piel.
-No me gusta brillantina- a pesar de sus palabras, corresponde el abrazo, aferrándose a su hermano con fuerza. Esta tan contento de haber vuelto y puede sentir que el sentimiento es mutuo. -Lo mejor de todo...- se separa al recordar que tiene compañía, mostrando una gran y emocionada sonrisa que solo hace que el otro enarque una ceja. -...es que no vine solo- se quita del camino, haciendo un gesto a sus otros dos hermanos, quienes sonríen con cierto nerviosismo.
-¡Clay! ¡Floyd!- Bruce se anima, sonriendo enormemente, contento de ver que ellos estuvieran allí. Se les acerca y los abraza antes de que pudieran huir, pegándole a ellos también un poco del brillo que tenía encima pero ninguno de los dos se queja, solo se aferran de igual manera. -Me gusta lo que hiciste con tu cabello, hermano- mira el cabello verde claro en cuanto los suelta, silbando.
-Gracias- su sonrisa se agranda, pasándose las manos por las mejillas en un triste intento de sacarse el brillo que ahora tenía.
-Y tu...- mira al de cabello rosa, su sonrisa grande y divertida. -...te vez mucho más emo ahora- lo dice en broma y por suerte, el otro parece entenderlo.
-Lo tomare como un cumplido- bufo con diversión. -Es bueno verte, te vez...muy feliz- no puede evitar comentar. Bruce siempre había tenia una cierta tensión, como si hubiera algo pesado sobre sus hombros, preocupado usualmente por su rutina de ejercicio y su apariencia pero ahora, se ve relajado, contento y eso es notable.
-Lo estoy- no duda en decir. Ama la isla, ama a su esposa, ama su nuevo trabajo y no lo cambiaria por nada. -Es muy bueno verlos a ambos- lo dice en serio y espera que las cosas pudieran salir bien, así ya no perderían el contacto.
-¿Dónde esta Branch?- Clay no quiere ser grosero pero se siente ansioso y por la manera en la que Floyd se remueve a su lado, él también. Querían ver a su hermanito con sus propios ojos, asegurarse de que estuviera bien, y disculparse, también abrazarlos si es que se los permite. No saben si él esta enojado con ellos pero esperan que pudieran solucionarlo, incluso si tiene que rogar.
-Esta con Brandy, ella lo mima- el dueño del restaurante bufo, señalando la puerta de la cocina. -No sé si mi hermano me está robando a mi esposa o si mi esposa se está robando a mi hermano pero al menos, se llevan bien-
-Teniendo en cuenta que la evitaba como la plaga, es un buen cambio- el mayor no puede evitar comentar, a lo que el otro asiente, mientras los dos solo pueden sentir confusión.
Se adentran a la cocina, subiendo por una escalera que los ayuda a subir al mostrador, y entre más avanzan, más clara se vuelve la voz de Branch, algo que acelera los corazones de dos de los hermanos. La ansiedad y los nervios se multiplicando cuando al fin pueden verlo. Esta sentado y dándoles la espalda, mirando a la isleña de cabello rojizo que lo escucha con atención, incluso si aun esta trabajando.
-...y lo escuche gritar super fuerte- Branch hace un gesto, sin notarlos aun, demasiado concentrado en contar su historia. -Salió del baño, cubierto de brillantina, y dejo todo un camino por el suelo- rio, apenas y ligero, sin saber que eso dibuja una sonrisa suave en los rostros ajenos. -¿Lo hice bien?- la mira, luciendo esperezado y muy emocionado por lo que ella podría decirle.
-Eres todo un genio malvado, cariño- Brandy luce encantada y divertida, riendo, tocando la mejilla del menor con uno de sus dedos y logrando que su sonrisa se agrandara. Ella si los nota y tiene que decir que esta emocionada por ver como podrían cambiar las cosas con las repentinas presencias.
-Eres el rey de las bromas ahora, ¿eh?- JD comenta, sonriendo cuando el menor se apresura a voltearse, los ojos bien abiertos y llenos de sorpresa.
-¡John Dory!- Branch parece iluminarse, de la manera más literal posible. Los tonos cían que manchan su piel grisácea se hacen más notables, luciendo brillante, y el color en la raíz de su cabello parece subir, ganando un poco más de terreno. -¡Volviste!- se levanta y tropieza un poco en su apuro pero el mayor se adelanta con grandes pasos y lo levanta con entusiasmo, abrazándolo con fuerza apenas tiene la oportunidad.
-Te dije que volvería- se aferra a su hermano, sintiendo sus pequeñas manos aferrarse a su ropa, y siente alivio puro inundarlo. Lo había extrañado tanto, y había estado tan preocupado, que tenerlo ahora era maravilloso. -Eres mi bebé, siempre volveré por ti- no creía que pudiera volver a irse sin él.
-No soy un bebé- no hay real queja en sus palabras, solo risa y alegría, a lo que él ríe ligeramente. -Mira, mira, mira, mira- Branch suena tan emocionado que el mayor lo separa ligeramente para prestarle atención, notando que esta señalando sus propios ojos con insistencia. -Son azules de vuelta- declara con orgullo y emoción. La sonrisa del mayor se ablanda, tomando el rostro de su hermanito entre sus manos, admirándolo por unos segundos. Los ojos alguna vez opacos y con una profunda tristeza ahora están brillantes, azules como cuando era un bebé, llenos de emoción.
-Eso es fantástico, apuesto a que recuperaras tus colores muy pronto- esta seguro de ellos y no puede negar que esta ansioso por verlo, aunque sus hermanos están más ansiosos por acercarse, puede sentirlo. -Tu...tienes visitas- hace un gesto con la cabeza y solo entonces, Branch los ve, sus ojos abriéndose con asombro
-Hey, Bitty B- Clay se retuerce los dedos, sonriendo con nerviosismo, aliviado de verlo en persona. Se ve mucho mejor de lo que había esperado, incluso si aun hay tonos grises en su piel y la mayor parte de su cabello es negro todavía, se sano y eso es lo que más le importaba.
-Hey, Branch- Floyd sonríe, lloroso, luchando por no sollozar. Hay una gran ola de alivio que opaca por el momento la culpa y sus manos temblando, queriendo abrazarlo, pero sin saber si su gesto seria bienvenido.
Por unos tensos segundos, Branch simplemente los mira con expresión en blanco, como si estuviera intentando asegurarse de que fueran reales y no un producto de su imaginación. Los trolls están preocupados por la falta de reacción, temerosos de haber hecho algo mal, pero justo cuando JD abre la boca, dispuesto a romper la tensión entre ellos, algo sucede. Hay un mar de lagrimas saliendo de los ojos azules.
-¡Si volvieron!- solloza y corre. Los trolls no dudan en caer de rodillas, abrazando a su hermanito en cuanto estuvo cerca, aplastándolo entre ambos. Susurran disculpas y palabras de cariño entre sollozos, intentando calmar al menor que llora y sin importarles que ellos también estuvieran llorando, dejando pequeños besos en su frente en cada oportunidad que tienen. JD y Bruce los observan, sonriendo con alivio, decididos a darles unos segundos antes de unirse.
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