Espero que les guste~

Nota: ¿Alguno me recomienda alguna canción que estos hermanos puedan cantar todos juntos?

Floyd no puede evitar sentirse un poco intimidado ante el tamaño de Rhonda y aunque duda un poco, nota que sus hermanos se acercan a ella sin problema, así que decide seguirles el paso. Sonríe con cierto nerviosismo cuando ella se voltea a verlo y solo alcanza a cerrar los ojos cuando es lamido, quejándose entre dientes cuando sus pies dejaron de tocar el suelo por un segundo.

-Es encantadora- aunque se siente babeado, no puede evitar reír ligeramente, notando como Rhonda se anima y se mueve cual animal emocionado, su sonrisa grande y contenta. -Muy encantadora- extiende su mano y ella se acerca para aceptar la caricia, soltando un sonido lleno de encanto que lo hace reír una vez más.

-¿Verdad que si?- John Dory parece hincharse de orgullo por sus palabras, adentrándose rapidamente y saliendo con una toalla en mano que no duda tirarle al menor, quien deja su guitarra a un lado a favor de secarse un poco. -Esta muy entusiasmada- cree que ella puede reconocer los rostros que solo vio en fotos, le había hablado de sus hermanos durante años y estaba encantado de verla quererlos.

-Un poco demasiado- bufo Clay, solo para chillar cuando Rhonda se acerco y lo lamio de igual manera, aplanando parte de su cabello. -Awwww, amigo...- se quejo con un puchero, el cual solo se agrando cuando los presentes se rieron.

-No sé que te pones en el cabello...- el mayor se adentro una vez más, sacando otra toalla que le extendió, sonriendo con cierta burla. -...pero creo que ella lo adora-

-Es encanto natural- le saco la lengua en un gesto infantil que solo hizo que la sonrisa ajena se hiciera más grande, aceptando la tela para poder secarse un poco el cabello mientras hace una mueca. Va a necesitar una ducha.

-Aja, lo que tu digas- rodo los ojos pero él sabía la verdad. Su hermano de cabello verde usaba una especie de shampoo que olía a cierta fruta que ella adoraba y la razón por la que lo lamia tanto. Era muy divertido escucharlo quejarse.

-Tengo que decir que es bueno verlos llevarse bien...- Floyd no pudo evitar comentar, sonriendo con encanto ante la escena frente a sus ojos. Le hubiera gustado que se llevaran así cuando eran más jóvenes, con burlas ligeras y sin temor a que cualquier comentario pudiera desatar una pelea a gritos, pero si lo pensaba un poco mejor, cree que la tensión y la presión había hecho que todo se sintiera mal en ese momento. -...aunque nos falta Spruce y Branch- agrega con cierta tristeza.

-En realidad, se llama Bruce ahora y no pude traerlo- el mayor se cruzo de brazos, divertido y orgulloso por la expresión de asombro con la que el troll de cabello rosa lo mira. -Esta casado ahora y tiene un gran restaurante que administrar, así que tuvo que quedarse- además de tener que cuidar de Branch, algo que va a mencionar más tarde.

-¡Eso es maravilloso!- los ojos del menor brillan de solo imaginarlo. -Me alegra mucho de que Spruce...- sacude la cabeza. -...digo, Bruce haya encontrado una pareja- sonrío, sincero, le gustaría poder conocer a la troll que conquisto el corazón del hermano que se llamo a si mismo "rompe corazones" durante años.

-No tienes idea- bufo con diversión, ya quería ver sus rostros al conocer a Brandy, porque verla en persona era mucho más impresionante que en una foto. 

-¡Hey!- se voltearon a ver a Clay, luciendo en guardia, señalando con un dedo acusador a Rhonda, quien parecía entusiasma y dispuesta a lanzársele encima, su lengua afuera con una clara intención. -No soy un dulce para que lamas, soy un troll- hace un gesto a si mismo en una especie de prueba de sus palabras pero a ella no parece importarse, dando un paso lento y tentativo hacia adelante. -¡John Dory!- reclama y el mayor ríe, llevando dos de sus dedos a la boca para silbar.

-Abajo, chica- hace un gesto, sonriendo con cariño al verla obedece, rápida en dejarse caer al suelo y Floyd aplaude ligeramente. -Mejor entremos antes de que quiera comerse a Clay- hace un gesto y el troll de cabello verde es el primero en abalanzarse para entrar, refugiándose. El mayor lo sigue de cerca y el menor se apresura a tomar su guitarra antes de entrar, observando  a su alrededor con curiosidad. Por dentro, se ve más grande, aunque acogedor y con un ligero aire hogareños difícil de explicar pero todo con un aspecto cómodo.

El menor deja su guitarra a un lado, apoyada en una esquina lejana y fuera del camino, y se permite acercarse al muro que llamo su atención. Hay tantas fotos, todas de lugares diferentes, y no puede evitar sonreír. Sabe que JD había soñado toda su vida con ser un viajero, conocer grandes y fantásticos lugares solo por gusto, saborear esa libertad que no había tenido, así que era bueno ver que era bueno ver que había logrado cumplir con eso.

Aunque el pequeño troll de piel gris y cabello negro que aparece en muchas de las fotos llama su atención. Es extrañamente familiar y él no puede evitar mirarlo fijamente. En algunas esta solo, luciendo pequeño y con los ojos opacos bien abiertos, mirando con asombro lo que lo rodea. En otras esta con John Dory, posando con cierta torpeza pero con una pequeña sonrisa en su rostro, al lado del sonriente troll que luce orgulloso y alegre. Hay también con Bruce y con alguien que cree que puede ser su esposa, luciendo contento de estar incluido, todos con sonrisa notables en sus rostros. En cada una, el color gris parece hacerse más claro, con tonos de cian manchando su piel y notable azul en las raíces de su cabello.

Jadea, porque tiene la sensación de que sabe quien es, pero lo que termina por convencerlo del todo es la prenda muy particular que hace que una ola fría de horror recorra su cuerpo entero.

-¿Branch?- siente que su corazón se estremece. Reconoce ese chaleco, él se lo había dejado en modo de consuelo, con la promesa de volver alguna vez. Voltea lentamente a ver a sus hermanos, notando sus expresiones, y sintiéndose confundido. -¿Es...?- su voz muere, sintiendo sus ojos arder por las lagrimas que aun no permite derramar.

-Si, sobre eso...- Clay hace un gesto vago, luciendo incomodo, como si quisiera saltar por la puerta y escapar pero manteniéndose estático en su lugar.

-...sucedieron cosas- John Dory hace una mueca, aunque el termino "cosas" no se siente del todo correcto. 

-¿Qué cosas?- la realización lo golpea de lleno y retrocede con pasos torpes para sentarse en el sillón, sintiendo sus piernas temblar. La repentina presencia de sus hermanos tiene más sentido ahora, la razón por la que lo buscaban, algo malo había sucedido y tiene la sensación de que Branch a sido el más herido.

-Bueno, veras...- y al mayor no le queda de otra más que contar una vez más la historia completa, con el tercer mayor parado a su lado, en silencio.

Floyd, a diferencia de los demás, no tiene problemas para llorar. Deja caer las lagrimas con total libertad, sollozando, acurrucado y con todo el cuerpo temblando. Se ve devastado y eso rompe el corazón de sus hermanos, quienes lo miran con tristeza.

John Dory se lo había esperado, se mentalizo para eso todo el camino, y es por eso que puede reaccionar, levantándose para sentarse a su lado y abrazarlo, aferrándose a su tembloroso hermano que deja salir su dolor y tristeza en sus lagrimas. Clay duda un poco al principio pero termina por armarse de valor y acercarse de igual manera, sentándose del otro lado de su lloroso hermano, tomando su mano y dándole un apretón en señal de compañía, entendiendo lo que estaba sintiendo.

-¿D-Donde...?- lucha por recomponerse y odia el hecho de que no puede detener las lagrimas, la culpa inundándolo rapidamente. Había prometido volver y lo había estado atrasando durante años, dejando a su hermanito solo para lidiar. Lo había abandonado, que mal hermano se sentía.

-Esta con Bruce, disfrutando de la playa, hasta hizo amigos- no hay nada que el mayor pueda decir que para calmar la culpa o el dolor pero va a intentarlo aunque sea. -Él...solo quería volver a vernos a todos...- saca las ultimas cartas que había estado guardando y las empuja contra la mano libre del menor, nuevas lagrimas empezando a salir ante su nombre en los sobres, sus labios temblando mientras pasaba sus dedos por la letra infantil y escrito con crayón. -No te estoy pidiendo que dejes toda tu vida atrás, sé que tienes tu carrera como solista y estas muy ocupado ahora pero...- hace un gesto ligero, sintiendo que esta suplicando de alguna manera pero no lo suficientemente avergonzado como para detenerse ahora. Llego hasta allí, va a terminarlo.

-¿Estás bromeando?- lo interrumpe bruscamente, luciendo casi ofendido y el par levanta las manos en señal de inocencia, algo nerviosos. Molestar a alguien como Floyd siempre había sido algo difícil, porque él siempre mantenía la calma y decidía ser la voz de la razón pero en esos momentos, esta molesto y ninguno quiere empeorarlo. -Buscare mis cosas, denme una hora- declaro con seriedad, levantándose de un salto, a lo que ellos parpadearon.

-¿Eh?- se miraron entre ellos por unos segundos.

-¿Vendrás con nosotros?- el de cabello verde se anima visiblemente.

-¡Por supuesto que voy!- se voltea para mirarlos y aunque sus ojos brillan en señal de que aun tiene lagrimas para derramar, se mantiene serio. Puede llorar libremente más tarde, ahora tiene cosas que hacer. -Nunca debía haberme ido en primer lugar y para colmo, atrase mi regreso lo suficiente- hay culpa allí y sabe que no le sirven de nada. Lo que sucedió ya no puede cambiarse. -Branch nos necesita- y ellos le sonriera enormemente.

-¡Bien dicho, hermano!- el mayor infla el pecho con orgullo, emocionado. Solo faltaba volver a casa y para ello, tenía el botón turbo que había estado preparando para presionar.

-¿Tienes tus cosas en un hotel?- el tercer mayor levanta la mano, a lo que le menor asiente. -¿Podemos darnos una ducha mientras guardas tus cosas?- lo miro con suplica.

-Por supuesto, vamos- hace un gesto y los mayores se apresuran a tomar lo que necesitan antes de seguir al menor, dispuesto a prepararse para un largo viaje.