—Suéltame ya. —Intentó zafarse pero el menor se aferró más a él—. Felix, los demás están afuera esperándome.

—¿Y qué? —Hizo un pequeño puchero con sus labios— Usted dijo que me quería, ¿no es así? Entonces quédese conmigo.

Minho frunció su ceño y soltó un suspiro intentando controlarse, al final mostró una sonrisa antes de acariciar el cabello del rubio. Se agachó a su altura y lentamente besó su frente.

—Está bien, me quedaré contigo. —Se acostó junto al menor y rodeó la cintura contraria con sus brazos convirtiendo eso en un abrazo que el rubio correspondió.

Ya estaban en el departamento, luego de casi una hora en aquel restaurante, Minho terminó por convencer a Felix de regresar.

—Gracias por todo, hyung. —Sonrió y elevó el rostro hasta poder besar la frente del mayor. Después volvió a abrazarlo fuertemente— Bueno... No por todo, —Corrigió— usted me dejó solo cuando le dije que creía que me gustaba. —Frunció suavemente el ceño.

—Ah, eso... —Hizo una pequeña mueca— No me siento cómodo hablando de eso ahora mismo, Felix —respondió.

—¿Por qué se fue? ¿No sabe que me duele ver a Changbin hyung? Después de todo lo que me dijo ahora quiere actuar como si nada... —murmuró tratando de que su voz no se rompiera—. Además, él nos miraba celoso... Eso fue triste, no quiero lastimarlo. —Inhaló profundamente— ¡Y usted me dejó!

—Felix...

—¿Acaso... —Lo interrumpió— Acaso me rechazó? —Se apartó un poco— Hyung, ¿yo no le gusto? —Enderezó su cuerpo un poco para mirarlo.

Minho suspiró y cerró sus ojos, presionando éstos fuertemente. Realmente se encontraba en una posición difícil, no sabía con exactitud si realmente estaba interesado románticamente en Felix, es decir; sabía que existía un sentimiento, pero eso le aterraba bastante así que trataba de no sentirlo o mejor dicho, negarlo.

Sintió su voz temblar por primera vez antes de responder:

—Felix, tú también me gustas —Subió su mano hasta la mejilla contraria para comenzar a acariciarla suavemente.

Arrepentimiento es algo que sentía, prefería no estar en esa posición, en esa situación. Odió el hecho de tener que "confesarse" ahí, cuando eso que confesó le daba mucho miedo.

—¿D... De verdad? —El menor sintió su rostro calentarse—. ¡M... Muchas gracias, hyung! —Volvió a abrazarlo con fuerza.

Ambos se abrazaron fuertemente antes de decidir dormir. Felix inmediatamente cayó dormido ya que su cuerpo no pudo soportar más los efectos del alcohol. Minho al notar eso, simplemente suspiró. Lo había dicho, ni siquiera estaba seguro de lo que sentía por el menor y ya le había dado una respuesta.

Cuando sentía que quería matarse, esas ganas desaparecieron cuando recordó que sus compañeros vivían con él.

—¡Chan hyung, deje de moverse!

Escuchó a Jeongin.

Minho rió, sintiendo al mismo tiempo como el enojo disminuía. Pensó en ir a golpearlos pero los brazos de Felix rodeándole se lo impidieron.

—¡Hey, ustedes! —Elevó el tono de su voz— ¡Váyanse a otro lado, por dios! —Se escucharon las pisadas llenas de pánico huir en diferentes direcciones y eso bastó para que pudiera sonreír—. Malditos...

A la mañana siguiente, Minho fue el primero que despertó junto a Chan y ambos comenzaron a preparar el desayuno mientras hablaban de la fiesta del día anterior y lo que ocurrió mientras el pelinegro no estaba.

Al parecer hubo una "pequeña" discusión entre Seungmin y Hyunjin, llegando a tal punto en que ambos tuvieron que salir del departamento debido a la seriedad del asunto, pero finalmente cuando volvieron, todo transcurrió con normalidad, aunque se podía sentir la incomodidad entre ambos, dando a entender con eso que la discusión no había terminado bien.

Aunque luego, al parecer hubo una insinuación entre Jeongin y Seungmin, dejando en duda los sentimientos que sentían el uno por el otro.

Después de que terminaron el desayuno, los dos menores no tardaron en despertar al mismo tiempo como usualmente, y a los minutos se escuchó a Felix quejarse por el dolor de cabeza y la resaca que tenía por lo que Minho se acercó a la puerta de su habitación.

—No te quejes, tú fuiste el tonto que decidió beber sin que nadie te cuidara —dijo mirándole desde afuera— Toma una ducha y ven a desayunar, o te pondrás peor... —murmuró antes de regresar a la sala.

Felix ni siquiera le miró luego de sentarse sobre su cama, sólo se extrañó por ese tono tan serio y quizás cruel.

—¿Está enojado conmigo? Ush... —Se dejó caer nuevamente a su cama.

En la sala, Minho se tiró al sofá y tomó su celular, comenzando a revisar los mensajes de Jihyo en el grupo, donde les indicaban los horarios de esa semana, siendo el día jueves la final de fase de grupos.

Los demás lo miraron confundidos ya que habían logrado escuchar el tono molesto que el mayor había usado con Felix, siendo eso extraño debido a lo que sucedió la noche anterior.

—Hyung, ¿todo en orden? —Seungmin se acercó mientras mostraba una sonrisa.

—Sí, todo bien, ¿por qué preguntas? —respondió sin mirar a los menores.

—Es que su tono de voz con Felix hyung fue un poquito alto... Creímos que estaba molesto —habló Jeongin sentándose junto al mayor.

—No lo estoy.

—¿Pasó algo ayer? —Esa fue la pregunta que terminó por desesperar a Minho, así que se puso de pie.

No debía estar enojado con ellos pero, estaba tan molesto consigo mismo que no sabía cómo controlarse o siquiera disimular.

En ese momento estaba por regresar a su habitación pero, entonces el rubio por fin salió salido de su habitación, llevaba una toalla sobre su hombro y ropa suya en sus brazos.

Ignoró completamente a todos y se dirigió al baño, sin embargo, para llegar a este tuvo que sostenerse de los muebles para no caerse ya que aún se sentía mareado.

Al llegar al baño, entró y cerró la puerta con fuerza. Los chicos que estaban en la sala no dijeron nada, Minho sólo regresó a su habitación y se lanzó a su cama.

«No lo recuerda» Pensó Minho.

En el baño, el rubio sintió las calientes gotas de agua deslizarse por su cuerpo; lentamente cerró sus ojos y frunció su ceño ante el dolor de cabeza que tenía en esos momentos. Intentó recordar más de tres veces en vano, sólo recordaba cuando salió del departamento y llegó a ese restaurante.

Soltó un largo suspiró y se relajó nuevamente pero comenzó a recordar algunos momentos con Minho:

—¡No! ¡Quiero que me diga sinceramente porqué le molesta tanto! Es que yo... ¡Me dolió cuando se besó con Hyunjin-ssi, ¿bien!? Le estoy siendo sincero... Así que por favor, usted también sea sincero conmigo, ¡no quiero sufrir más por usted, hyung! ¡Sólo ayúdeme a saber si estoy malinterpretando las cosas!

Elevó un poco el rostro para sentir el agua directamente en su rostro.

—¿Te molesta que nos hayamos besado?

“Sí”, era su respuesta pero no se atrevió a confesarlo ese día.

—Hyung, te quiero. ¿Tú me quieres?

No pudo evitar sonreír suavemente. Descendió su rostro y puso sus propias manos sobre su pecho, sintiendo sus latidos rápidos.

—Felix, tú también me gustas.

Abrió sus ojos rápidamente ante el recuerdo de esas palabras, la sorpresa fue evidente, también la emocion. Su rostro se sonrojó demasiado por lo que llevó sus manos hasta su rostro para cubrir éste.

—¿L... Le gusto a Minho hyung? ¡¿Ya me confesé?! —Cerró sus ojos y los presionó ante la vergüenza— ¡Dios, debo estar loco...! —Se golpeó un par de veces en las mejillas, como si tratase de despertar—. No, no, debe ser un error, quizás sólo sean cosas que ni siquiera pasaron, ¡yo no le puedo gustar! Eso sería demasiado hermoso.

Ante la frustración, soltó un fuerte grito de desesperación y tiró las cosas que estaban en la regadera, siendo sólo envases de shampoo y jabones, sin embargo, el ruido no pasó desapercibido ya que pronto escuchó a Seungmin del otro lado de la puerta por lo que suspiró.

—¿¡Qué haga qué?! ¡¿Estás loco?!

Se puso de pie sin dejar de mirarle. Seungmin sólo rió levemente e hizo un ademán con sus hombros.

—¿Qué tan difícil puede ser? Sólo bésalo. —Sonrió con dulzura.

Felix ya había confesado absolutamente todo, por lo que Seungmin llegó a la conclusión de que Felix debía besar a Minho para que finalmente ambos pudieran dar el primer paso.

—Pero... ¿Y si él se aleja? ¿Y si sólo fue algo que no sucedió y no fueron recuerdos de verdad? —Volvió a sentarse frente al castaño.

—Entonces sería una oportunidad para saber si de verdad le gustas —respondió.

El pecoso suspiró. Realmente parecía buena idea, quizás en verdad lo era, pero el simple hecho de imaginarse a sí mismo besando a Minho le provocaba un revoltijo enorme en su estómago, pero éste no era malo, al contrario, se sentía hasta cierto punto bien.

Finalmente y luego de varios minutos de pensarlo, decidió acceder. Era sólo un beso, ¿no? O podía salir muy bien o muy mal, y lo único que podía perder era la amistad que hasta ahora había formado con Minho... Casi nada, ¿cierto?

—No te preocupes, sólo hazlo, todo irá bien, no creo que te golpee, ni que te aparte... —dijo a sí mismo mientras caminaba de un lado a otro afuera de la habitación del pelinegro—. ¡Deja de hablar solo y hazlo! —Se detuvo de golpe.

Levantó su mano para golpear suavemente la puerta pero, al no poder hacerlo descendió la mirada y se dio la vuelta para recargarse en la puerta. Sentía que su corazón se saldría de su pecho debido a lo fuerte que estaba latiendo, su estómago sentía aquellas mariposas que en ese momento de nerviosismo comenzaba a odiar.

Sus sentimientos y emociones estaban hechos un lío y no sabía qué hacer.

Suspiró profundamente.

En ese momento, su cuerpo cayó hacia atrás en el momento en que Minho abrió la puerta. El mayor reaccionó de inmediato por lo que sujetó rápidamente al menor al caer hacía atrás entre sus brazos. Suavemente y con mucho cuidado bajó hasta el suelo, sin dejarlo caer totalmente.

—¿Felix? ¿Qué hacías en...? —Suspiró y negó con la cabeza— Como sea, ten más cuidado.

—¡Pe... Perdón! Es que yo... —Buscó una excusa pero no encontró ninguna, por lo que decidió abrazarlo por el cuello, ocultando su rostro así.

—Eh... —Permaneció quieto unos segundos— ¿Estás bien? —preguntó antes de llevar sus manos a la espalda del rubio para darle suaves palmaditas.

Felix no respondió, primero inhaló y exhaló profundamente antes de alejarse un poco, sólo lo suficiente para mirarle a los ojos, manteniendo cierta cercanía con su rostro. De esa manera, sujetó al mayor por las mejillas de forma sútil, sorprendiendo a Minho ante tal acción.

—Hyung, ¿puedo... —Tragó saliva al estar nervioso— Puedo besarte?

—¿Q... Qué?

• ¡Holi! Espero estén teniendo una linda mañana/tarde/noche y que estén disfrutando de ésta.

Perdonen si tuve algún error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme y lo editare.

Disculpen la demora, ya parezco político, nomás prometo y no cumplo JAJAJA.
Ya tenía el capítulo pero no lo había revisado, finalmente aquí está.

¡Muchas gracias por leer!
¡Hasta luego!
♥︎