Tras terminar con aquel día laboral tan inesperado, me senté en el sofá a beber una taza de café. El camión de mudanzas me había traído todos mis muebles y los acomodé al llegar del trabajo, estaba agotado. Mis manos aún temblaban de la ansiedad y el café no ayudaba en nada. Me senté a pensar y replantearme todo lo que había ocurrido en el día. Había visto y hablado con Yoongi, conocí a su hija la cual era un ángel. Por algún motivo, me sentía desestabilizado.
Aproximadamente cinco años me tomó dejar de pensar en aquel rubio, ahora padre de esa pequeña princesa tan adorable y sonriente que había conocido en la tarde.

Cinco años para echarlos a perder en segundos.

Cuando lo tuve en frente volví a ser ese adolescente de catorce años, sentía que mi corazón quería escaparse de mi pecho y enterrarse en el suyo para no poder salir nunca más de allí.

Negué frustrado, enojado.

Más de diez años habían pasado de la última vez en la que nos besamos, que tuvimos un beso de despedida. Más no un último beso.

Debo admitir que imaginé este momento muchas veces, un reencuentro con él, pero jamás pensé que sería así. Tan inesperado.
Esas fantasías siempre eran interrumpidas por dos motivos, el primero es que él tiene una hija y el segundo es que él ya amaba a alguien más, la madre de su hija.

Y espero que ellas lo amen tanto como yo lo extraño.

Por supuesto que lo extraño, lo iba a extrañar por el resto de mi vida. Porque fue mi primer mejor amigo y mi primer amor. Pero eso no significa que yo siga estancado en el pasado, me costó mucho las sesiones con mi terapeuta para dejar ir a aquel rubio de mi adolescencia.

Luego de enterarme que Yoongi iba a ser padre, decidí seguir adelante, aceptando que necesitaba ayuda para hacerlo. Así que fui a varias sesiones de terapia para poder afrontar la vida sabiendo que esa persona ya había decidido seguir su camino, un camino que no lo unía a mi. Las sesiones me ayudaron a soltar los recuerdos del pasado, pero no a olvidarlos. Seguí mi vida, fui a muchas citas, conocí y tuve experiencias con varios chicos.

Pero nunca me enamoré, no veía la necesidad de hacerlo, no tenía ganas de enamorarme.

No tuve ninguna pareja formal, todas las parejas que tuve fueron casuales, aunque también sabía buscar a chicos que querían exactamente lo mismo que yo.
Una de esas parejas casuales terminó convirtiéndose en un gran amigo, aunque ahora no podría verlo tan seguido y tampoco nos habíamos vuelto a acostar por ese mismo motivo, vivíamos en distintas ciudades.

—Mira a la hora que llamas, hombre —Atendí el teléfono con una sonrisa en mis labios, le di un sorbo a mi café y puse el altavoz.

—Tenemos varias horas de diferencia —Escuché su voz al otro lado de la línea —Te extraño Dr. Park, muero por verte pronto.

—¿Dr. Park? ¿Es en serio? —Me reí levemente y luego volví a hablar —Ya quiero tenerte de visita, con todo esto de la mudanza no he podido escribirte ni llamarte seguido.

—Si todo sale bien, te iré a visitar unos días el próximo mes, solo déjame terminar este caso —Pude oír en lo que bebía mi café.

—Tranquilo, no hay apuro —Dejé la taza sobre la mesa —Te estaré esperando cuando llegue el momento, me alegra saber que estas bien.

—Lo mismo digo minnie, nos estamos viendo entonces. Solo llamaba para darte las buenas noches, descansa.

No respondí mucho más que un "tú también, descansa" después de eso, colgué.

[...]

—¿Como es que hace cuatro días ya estás viviendo aquí y no fuiste capaz de visitar a tu querido primo? —Jungkook se encontraba de brazos cruzados en el umbral de la puerta de casa, me había asustado ya que apareció repentinamente mientras yo me colocaba la bata blanca de médico.

—No sabes la semana movida que tengo —Sonreí para ir directo a abrazarlo, lo había extrañado —Viviré aquí nuevamente, no tuve tiempo de avisarte, así que tendrás que acostumbrarte a tenerme como vecino.

—Tú tranquilo, en la tarde yo pensaba en juntarnos a tomar unas cervezas ¿Que opinas? Le diré a Seokjin —Cerré la puerta al salir y luego asentí a la invitación.—Pero nos vemos en Valhalla porque en casa está la vieja y no quiero aguantarla.

—Si mi tía te escuchara ya estaría a los gritos —Solté una risa y luego lo miré— Bien, a las ocho nos vemos en Valhalla, yo ya voy de salida.

Mi reencuentro con Jungkook no fue tan sentimental, de hecho yo no me caracterizaba por ser una persona sentimental. Muchos de los de mi entorno se quejaban porque rara vez recibían un abrazo o palabras afectivas de mi parte. Prefería ser más introvertido en ese sentido, guardarme mis sentimientos, no compartirlos con nadie y demostrar mi afecto de otras formas. A Jungkook lo veía bastante seguido y hablaba con él todas las semanas por mensaje. Él y Taehyung eran las únicas dos personas con las que mantenía contacto mientras estaba en la universidad, tanto él como Taehyung sabían absolutamente todo de mí, eran las dos personas que más me conocían, incluso mucho más que mis padres.

Mis padres vivían en una casa en el campo, a las afueras de la ciudad. Anteriormente ellos eran personas de ciudad, les encantaba el ambiente transitado y por obvias razones cambiar de ambiente fue todo un reto para ellos, pero se mudaron para tener más tranquilidad. Mis padres no eran malas personas, ahora a mis veintisiete años entendía por qué habían hecho muchas cosas de las que hicieron.

Yo nací cuando ellos tenían solo veinte y dieciséis años, eran muy jóvenes, no tenían nada y eran inexpertos en casi todo de lo que trata la vida. Ellos desde abajo, pasaron hambre, a veces no les alcanzaba lo poco que tenían, sin trabajo y sin un techo lograron salir adelante conmigo en brazos. Ellos se preocupan por mí salud y por mi educación, ellos dejaban de lado sus propios sueños con tal de cumplir los míos.

Eso es algo que yo no entendía a los catorce, cuando mi padre me apartó de Yoongi. Cuando tuvimos esa charla de que "era muy jóven" para tener una pareja y para poder afrontar lo dura que era la sociedad cuando amabas a alguien de tu mismo sexo. Eran otros tiempos, si, tiempos horribles que por suerte fueron cambiando y mejorando, fui entendiendo más a mis padres, fui creciendo y volviéndome un adulto responsable que ahora si podía entender y afrontar cualquier problema que la vida me ponga en el camino.

Mientras estaba en el consultorio, aparte mis pensamientos, desde hace mucho que no me sumia en ellos para recordar tantas cosas del pasado. Supongo que tener a Yoongi en frente el día anterior había influido demasiado.

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