La jovén Yuriko se encontraba desayunando tranquilamente, viendo algunas notificaciones en su celular. Cuando paró derrepente al ver sobre un torneo beyblade.

La verdad ella no sabía nada de eso, pero si sabía que su hermanastro practicaba ese "deporte".

Despues de desayunar, recogió su plato y se dirigió a la limosina donde el chofer la esperaba para irse. Lui asistia a otra escuela, así que no se preocupaba ya que el se iba un poco antes.

[...]

Se dirigía a su salón de clases, caminaba mientras estaba a punto de dar vuelta para llegar a su salón, chocó con alguien, vaya deja vú.

Era un chico de su estatura, cabello blanquecino y ojos rojos, algo que le había llamado la atención.

Por suerte ninguno de los dos cayó.

-Disculpa.-Dijeron los dos al unisono, haciendo que los dos soltaran una risita.

Ambos siguieron su camino a su salón de clases.

Las clases pasaban normalmente, hasta que el timbre sono, dando inicio a la hora de receso.

Guardó sus cosas antes de salir y se dirigió a la puerta de salida para poder comer su almuerzo tranquila. Pero antes de cruzar un chico pasó corriendo rápidamente.

-¡Con permiso!- Era el mismo chico que se había topado la primera vez, iba con una cara algo extraña mientras sacaba humos de su nariz, parecia apurado.

"Que extraño" pensó la chica.

[...]

Iba por los pasillos, ya había acabado de comer, hasta que llegó a las escaleras que subian a la azotea de la escuela. Nunca habia ido ahí desde que llego a la escuela, así que decidió ir a dar un vistazo.

Vió que había varios chicos mirando algo, de ahí se dió cuenta que uno de esos chicos era el que había saliendo corriendo. Recordó la cara del chico en ese momento y soltó una risita, algo que hizo que los presentes voltearán a verla. La chica se dió cuenta de esto y se disculpó algo avergonzada.

-Lamento interrumpirlos.-Dió la vuelta para irse avergonzada.

-¡Hey! ¡Tu eres la chica con la que siempre me topo!- Dijo él chico entusiasmado.

-¿Eh?- La chica volteó a verlo. Solo habían sido dos veces que se habian topado.