La chica peli-blanca se encontraba recorriendo los pasillos de su escuela, ya que hasta hace poco se acababa de mudar ahí.

A pesar de que ya llevaba varios días en esa escuela no había logrado hacer nuevos amigos. Por eso en los recesos casi siempre se encontraba merodeando por los pasillos o muchas veces en el salón de clases.

Akane Yuriko, vive con su madre,su padrastro y su hermanastro. Su padre había fallecido cuando ella tenía cinco años, aún así no se acostumbraba a su nueva vida, en un nuevo hogar. Aparte de que no solía llevarse muy bien con su hermanastro.

[...]

Seguía merondeando por los pasillos tranquilamente, cuando estaba por doblar una esquina, sintió un pequeño empujón que casi la hace caer, pero pudo mantener su equilibrio.

-Perdón, no me fije.- El de cabello pincho sonreía avergonzado mientras rascaba su nuca, parecia apurado, luego siguió su camino.

Ella no tuvo tiempo de decir nada, así que solamente siguió su camino igual que el otro chico.

La clase pasaba lentamente, ella solo se dedicaba a observar la ventana, observando los árboles moviendose de un lado al otro, ya que hacia un poco de viento.

Por suerte ella era muy buena en las clases, así que no se preocupaba mucho.

Las clases habían terminado, caminaba hacia la salida con intencion de irse, pero se olvidaba que venían a recogerla. Solo dió un supiro y se dirigió hacia aquella limosina con destino a su hogar.

[...]

Entro a su hogar, abriendo la puerta delicadamente. Una de las empleadas fue a recibirla amablemente.

-Buenas tardes, los señores no se encuentran, me dijeron que llegarian mas tarde, jovén Yuriko.-Dijo ella sonriendo amablemente.

-Oh, muchas gracias...-Dijo de igual manera que la mayor.

-El jovén Lui está en su habitación, por si lo busca.

Ella solo asintió, de igual manera no iría a buscarlo, así que solo le quedaba asentir.