«Hola

EPIFANÍA

«Un momento de sorpresiva revelación».

Omitiré mi nombre.

¿Podrías llegar a conocerme?

Me gustan mucho los libros, por eso mi regalo. Hay libros que me llenan de sabiduría hay otros que me llenan de melancolía. Es increíble el poder de un libro. ¿No?

Tengo una fascinación por las palabras sin traducción, interesantes o más bonitas de un idioma, esas que coloqué al principio de cada libro anterior y este, el último.

Soy muy tímido al momento de conocer personas nuevas y no me considero como los demás adolescentes, prefiero estar todo el día en mi casa, odio ir a fiestas y me encanta estudiar, también leer y escuchar música.

Pienso que todas las personas son estúpidas y me sorprendo cuando conozco a alguien que no lo es.

El negro es mi color favorito, es mi color alegre. Por eso cada libro es de color negro.

Tuve una infancia algo solitaria como sabes, pero a medida que fui creciendo me rodeé de grandes personas. Nunca dije el nombre de nadie para no dar pistas sobre mí.

Actualmente estoy en cuarto año de secundaria y desde hace algunos meses mis compañeros han empezado a tratarme mal sin una razón específica.

Decidí contarte todo esto porque me siento solo. Todos creen conocerme pero no es así, nunca logras conocer a una persona realmente.

En mi instituto todos me odian y últimamente en mi casa ya no se preocupan por mí. Todo cambió de manera repentina, aun no comprendo como todos llegaron a odiarme, pero sé que lo averiguaré.

La adolescencia es una etapa en la que si no eres fuerte estas acabado. Ahora sólo me preocuparé por ser fuerte, aunque sea casi imposible con tantas personas a mí alrededor diciéndome que mi vida no es nada comparada con la suya, lo intentaré.

Por mucho tiempo traté de conseguir amigos, pensaba que eso me vendría bien, eso alegraría a mis padres, pero no fue así, estaba mejor solo y no lo sabía.

Las tres personas que creía nunca me fallarían fueron las primeras en hacerlo. Nada está asegurado, los amigos no son para siempre.

Me di cuenta de que vivo en un estado de ansiedad y sólo se alivia escribiendo. Siempre he creído tener un don para la escritura, aunque nunca le había escrito a alguien.

Faltan muchas cosas por contar, pero no quiero agobiarte más. No creo que la vida de nadie pueda ser contada en tan sólo un libro.

Cuando te comencé a escribir dije que las personas parecen mirarme atentamente y prometí decirte el motivo. Soy el chico que llama la atención por analizar cada aspecto y estar pensando siempre.

No escribí esta historia para que sea de tu agrado y no espero que sea así, sólo quise compartir mi vida, si no te gusta no puedo hacer nada, no puedo cambiarla a tu agrado; pero si te gustó, te felicito, le viste cosas buenas que posiblemente yo no le he visto.

Quizás te preguntes por qué fui hasta tu casa y dejé esta caja con los libros de mi vida, quizás pienses que soy un demente, quizás me odies o quizás me agradezcas por hacerlo, no lo sé. Quizás lo único que pienses es en quien soy, de donde soy, si me conoces o yo te conozco; pero te dejaré pensando. Pensar, pensar es gratis.

He leído más de veinte libros y siempre he querido escribir uno y aquí estoy terminando el primero y es sobre mí, siéntete bien eres el primero que lo lee. Te debes estar preguntando el porqué, pero no te lo diré, que quede a tu imaginación. Algún día, no muy lejano, sabrás quien soy y porqué te elegí.

Y aunque pienso que esta historia fue efímera, no significa que no dejé mi corazón, o lo que quedaba, en cada una de estas palabras. Ahora creo que todo lo que pasamos nos hacen ser quienes somos.

Por ultimo quiero decirte que escribir es la mejor forma de renacer que conozco.

Todavía falta mucho por contar, lo que he vivido y lo que viviré.

Este es el desenlace.

...

¿O un nuevo comienzo?».