El regalo parte 3 +18
Esas palabras hicieron que se formara un nudo en mi estomago, ¿de que clase de castigo estaba hablando? Antes de que pudiera hablar, Severus saco su varita de no-se-donde y apunto a su lengua.
- Serpentipedi Lingua*
De repente, su lengua se alargo como 10 cm o mas, igual que la de una serpiente. Severus sostuvo mis muslos para que mis piernas permanecieran abiertas, se acerco a mi entrepierna y metió su lengua de serpiente en mi entrada. Pegue un salto por la sorpresa y empecé a retorcerme en un vano intento de sacarla, era tan larga que llegaba muy profundo en mi interior.
- ¡Sa-Sácala..! ¡Ahhh! ¡Se-Se siente... ngh... ex-traño! ¡Ahhh!
La lengua de Severus acariciaba mis paredes internas al mismo tiempo que me lubricaba, nuevamente mi pene estaba erecto y necesitando ser atendido. Si tan solo tuviera mis manos libres podría encargarme de eso pero sabia que Severus no me iba a soltar, ¡todo por confesar que deseaba ser atado! Pero antes de que pudiera correrme, Severus saco su lengua y la volvió a la normalidad. Luego, con su varita, uso un hechizo de lubricación en su pene y mi entrada. Su mirada lujuriosa (y de algo que no pude identificar) me hizo saber que estaba listo para dar el siguiente paso, me tense enseguida.
¿Por que siento que me estoy olvidando de algo?
>> N-Ni se te ocurra.
- Relájate - dijo Severus posicionando su pene en mi entrada, yo me puse aun mas nervioso. Una cosa era la fantasía y otra muy diferente era la realidad.
- ¿D-Dolerá? - eso era lo que mas me aterraba. Aun recuerdo cuando Lily y yo consumamos nuestro matrimonio, ella hizo gestos de dolor cada vez que empujaba mi pene en su vagina.
- La primera vez siempre duele - lo sabia, este tipo me va a partir en dos - Pero yo hare todo lo posible para que no sufras tanto.
Yo aun estaba asustado pero al final asentí, sabiendo que nada de lo que dijera lo haría desistir de quitarme la virginidad (en esa parte, al menos). Poco a poco se fue introduciendo en mi, el estiramiento era doloroso pero Severus paraba cada vez que necesitaba acostumbrarme. Cuando finalmente estuvo por completo dentro de mi y yo ya me había acostumbrado, se lo hice saber.
- Muévete.
Severus acato mi orden y empezó a embestirme, primero lento y suave (hasta que el dolor desapareciera por completo) y luego fuerte y rápido, haciendo que gimiera con cada embestida. En cierto momento golpeo un punto en mi interior que me hizo ver estrellas y gritar mas fuerte, estoy seguro de que mi "profesor" tomo nota de eso porque empezó a golpear ese punto con precisión, haciendo que mi mente quedara en blanco. Sin embargo, justo antes de que llegara al orgasmo, Severus se detuvo en seco.
- ¡¿Por-Por que te *glup* detienes?! - le reclame.
- Di que eres mío.
- ¿Que?
- Di que eres mío, que me perteneces... solo así dejare que te corras.
"¡¿Acaso el humo de las pociones nublo su cerebro o que?! ¡No voy a decir eso!" pensé cabreado. Primero me somete contra mi voluntad, luego me hace experimentar placeres que nunca había sentido, ¡¿y ahora esto?! Puede que este expuesto pero aun conservo algo de dignidad, me niego a hacer lo que me pide y se lo hago saber. Severus esbozo una sonrisa maligna, esto no es bueno.
>> Tu lo pediste, mocoso - dijo Severus tomando mis piernas y alzándolas sobre sus hombros - Te hare saber por que esto es un castigo.
No tuve tiempo de responder porque nuevamente empezó a embestirme, siempre en el mismo punto que me hace gemir como si estuviera en celo. Me hizo la misma propuesta un par de veces mas y yo me seguí negando, lo que hizo que se detuviera antes de mi liberación. Ya para la tercera estaba muy cansado y mi pene rebosaba de líquidos.
>> Di que eres mío, James... dilo.
"Ya no puedo mas" pienso antes de responder - S-Soy tuyo.
- ¿Qué cosa? - maldito, se hace el sordo para que lo repita.
- ¡Soy tuyo, maldita sea! ¡Soy tuyo! - exclame desesperado - ¡Por favor! ¡Por favor!
- ¿Por favor que?
- ¡Haz que me corra, lo necesito!
- ¿Qué... exactamente?
- ¡Cógeme, fóllame, como quieras decirle, solo hazlo!
El muy maldito esbozo una sonrisa de suficiencia y me penetro de golpe, haciendo que grite por la sorpresa (y el placer, claro). Las embestidas reanudaron, siempre en el mismo punto pero con cada vez mas intensidad, estoy seguro de que llegare al orgasmo esta vez. Y no me equivoque, unas cuantas embestidas mas y me corrí con tanta intensidad que creo que termine perdiendo el conocimiento porque mi visión se puso negra.
28 de mayo de 1987
Desperté cuando la luz dio de lleno contra mi cara, como odio el sol en estos momentos... un momento, ¡¿el sol?! A tientas busco mis lentes en la mesita de luz y cuando me los pongo, compruebo que, en definitiva, es de día. ¿Cuándo fue que me dormí? Lo ultimo que recuerdo es que yo... y Severus... nosotros... anoche... no, no, no, no, no, no ¡no! ¡Eso no pudo haber pasado! Intento levantarme pero un fuerte dolor en mi parte baja hace que me recueste nuevamente.
- Duele, duele, duele - murmuro para mi mismo con una mano en mi cintura, el sonido de alguien abriendo la puerta hace que levante la vista.
- Buenos días - era Severus, tenia una bandeja en las manos con una poción y el desayuno.
- ¿Es en serio? - digo con un toque de rabia en mi voz - ¡¿Me partiste el culo anoche y solo puedes decir "Buenos días"?!
Severus solo alzo una ceja y dejo la bandeja en la mesita de noche antes de responder - No parecías quejarte mucho anoche cuando te hice el amor y cumplí tu fantasía.
Enmudecí por dos razones: la primera era que tenia razón (aunque no iba a decirlo en voz alta ni loco) y la segunda fue que utilizo las palabras "hice el amor" y no "tuvimos sexo" como yo esperaba. Tampoco cruce palabras con él cuando me dio la poción, ni siquiera cuando me extendió el café y las medialunas y tomo las suyas, solo comimos en silencio. Al finalizar, yo quise taparme la cara con la sabana deseando desaparecer cuando Severus tomo mi mentón y me hizo levantar la mirada.
*Serpentipedi Lingua: significa "Lengua serpentina" en latín.
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