
My Cookie II
Llegamos a 1K :D
—Furihata-kun ¿Te gusta Akashi-kun?
Su corazón se detuvo, o eso creyó él. Se sonrojo y comenzó a negar —N-no cla-claro que no.
—Furi-chan no sabe mentir— Takao Kazunari sonreía divertido al igual que los demás donceles. Los varones estaban jugando básquet mientras que ellos se sentaron en la sombras a mirarlos.
—Furimin está enamorado de Akashi-kun— Satsuki Momoi estrujo entre sus brazos o más bien pechos al castaño.
—no respiró— trataba de soltarse.
—Lo ahogas, Momoi-san.
—Los siento— Kōki logro respirar tranquilamente.
—Anda ya dinos— decía Kazunari jalándole la mejilla —Me entere de que ambos se escriben mensajes y el otro día los vi junto en el cine.
El color rojo de su cara competía con la melena de Akashi o Kagami —Sí me gusta... ¡Pero no le digan! Él ya está con alguien.
—¿Qué? — gritaron todos atrayendo la atención de los varones.
—Sí... Además, para Akashi-kun no soy solo más que un amigo. Tenemos algunos tópicos en común.
—¿Entonces por qué sales con él? — cuestiono Yukio con el ceño fruncido.
—Creo que soy masoquista— sonrió pero lagrimas comenzaron a surcar su mejilla —Es lo único a lo que puedo aspirar. Me gusta verlo sonreír. Mirarlo enojar...
—Pero tú primer beso fue con él ¿Te gusto por eso? Lo siento— Ryō comenzó a disculparse después de hacer la pregunta.
—No— se limpió las lágrimas —Ya me gustaba...Pero eso no importa ahora, Akashi-kun es mi amigo y debo apoyarlo.
—Chicos les toca a ustedes— Daiki llamaba a todos para cambiar de grupo.
—Vamos...
Se levantó y miro al pelirrojo. Ya habían pasado 8 meses desde la winter cup donde se conocieron. 7 meses desde que se enamoró de Akashi Seijūrō. 6 meses desde que se lo encontró en aquella biblioteca y 6 meses desde que se comenzaron a enviar mensajes "Furihata-kun. Estoy en Tokio ¿Te gustaría ir a tomar un café?" Con ese mensaje comenzaron a encontrarse cada que el pelirrojo venía a Tokio.
—Furi. Te toca— Fukuda le habló sacándolo de sus pensamientos.
—Voy.
—————
Ese día se había reunido en la cancha de básquet ball... solo ellos.
—¿Te gustaría ir a Kioto la próxima semana?
—¿Eh?
—¿Qué si te gustaría ir a Kioto la próxima semana?
—¿Yo?
—Sí ¿Quién más? — resoplo el pelirrojo.
—No sé...
—Anda... Te quedaras en casa, quiero darte un recorrido por la ciudad y mostrarte algo importante.
— Déjeme pedir permiso a mis padres. Aunque posiblemente papá no me deje.
—Vale...
————
—Por favor.
—No.
—Pero papá, es mi amigo.
—¿Fukuda-kun va a ir?
—Fukuda-kun no lo soporta porque es un "niño rico". Por favor.
—Eres un doncel y...
—Lo sé pero eso no tiene nada que ver. Además Akashi-kun ya tiene novio. Quiere que conozca Kioto. Solo será este fin de semana. Su padre estará allí.
—Vale. Solo no me mires así.
—Gracias papá— se abrazó a su padre y a su madre.
——————
—Bienvenido a Kioto— saludo el pelirrojo.
Sintió su corazón desfallecer cuando vio aquella hermosa sonrisa y se sonrojo leventemente —Gracias por invitarme, Akashi-kun.
—Pensé que venias en el tren anterior...
—Lo siento. Mi hermano no quería dejarme venir y discutiendo se me hizo tarde y lo perdí— confeso avergonzado.
—No te preocupes, vamos.
——————
Después de que salieron de la estación del tren recorrieron la ciudad y desayunaron en una cafetería del centro comercial, y luego se dirigieron a los templos y parques de la ciudad.
—Seijūrō-sama todo está listo.
—Diríjase a casa...— después de varios minutos hablo —¿Así que ese chico, Fukuda es tu novio?
—¿Eh? Claro que no. Es mi mejor amigo ¿Por qué todos piensan eso?
—Tal vez por qué siempre están juntos...
—Somos vecinos y desde el preescolar hemos estado juntos. Es como un hermano para mí.
—¿De verdad?
—Sí. Además, Fukuda-kun está enamorado de alguien. Me dijo que es una persona muy linda y amable, y que tienen los mismos gustos. Supongo que habla de Kitikawa, él es doncel o tal vez nuestra vecina yuri-chan, ella es muy bonita.
—Ya ve...
—Llegamos Seijūrō-sama.
Kōki observo la entrada. El estómago se contrajo al ver la casa —Es hermosa...
—Sí, aunque muy grande para dos personas...
Asintió, no sabía que decir. Nunca había perdido a nadie.
—Vamos. Te daré un recorrido por la casa —El pelirrojo cumplió su palabra y recorrieron cada rincón— Aquí dormirás. Aquella puerta es la de mi habitación. Te espero en media hora en la sala para cenar..
—Sí...
————
—¿A dónde vamos? — tenían 10 minutos caminando y él tenía los ojos vendados.
—Ya lo veras... Llegamos— retiro la venda.
—Wooohhh— se alzaba entre los árboles, mejor dicho, estaba construida sobre ellos.
—Mamá mando a construirla. Veníamos por las tardes y a veces papá nos alcanzaba para jugar...
—Es hermosa...
—Sí, vamos— tomo la mano del castaño y subieron los peldaños hasta llegar a la entrada de la casa.
—Es preciosa. Qué bueno que no se ha caído.
—Cada año se le hace mantenimiento. El año pasado fueron tres gracias a al viento arranco el techo.
—OH...
—Vamos. Cenaremos aquí y luego te le mostrare.
El pequeño comedor estaba bellamente arreglado, sino supiera que Akashi estaba en una relación, juraría que todo aquello parecía que era una cita. Negó sus pensamientos y se sentaron a cenar tranquilamente...
————
Akashi le había mostrado la casa, era hermosa. En esos momentos estaban en la parte superior. La puerta de la izquierda había una recamara completa, y ahora iban a la izquierda...
Una pequeña azotea llena de rosas rojas y veladoras. Su corazón salto al sentir que su mano era sujetada. El pelirrojo lo guio a la mitad de la azotea —¿Qué su...
—Furihata-kun. Te mentí.
—¿Me mintió?
—Sí. Aquella vez que nos encontramos en la librería y te pedí que me ayudaras para buscar un regalo... Era mentira.
—¿Qué?
—Mi propósito fue acercarme a ti, pero eres muy tímido y luego con lo del besó huiste. Así que se me hizo fácil mentirte. Ese doncel importante eras tú. Tú me gustas, Furihata-kun. ¿Quieres ser mi novio?
—...— ¿Él le gustaba a Seijūrō? ¿Nunca hubo alguien? Todo este tiempo...
—Entiendo sí no quieres...— el pelirrojo desvió la mirada —Podemos seguir siendo ami...
—¡Me gustas!- interrumpió al pelirrojo —¡Todo este tiempo me has gustado, Akashi-kun!
—Furi— el castaño le cubrió la boca para que no siguiera hablando.
—Creí que siempre me mirarías como amigo...— comenzó a sollozar — Creí que siempre te vería ser feliz con otro doncel... yo.
—Lo siento— abrazó al castaño —No me di cuenta de que te estaba haciendo daño. Te quiero, Furihata-kun.
—Akashi-kun...
El pelirrojo buscó los labios del castaño y lo besó. Kōki tímidamente respondió al beso. Al final el besó ambos se quedaron mirando...
—Sí quiero ser tú novio, Akashi-kun.
——————
—Kōki... Kōki... Despierta se hace tarde— aimi jalo las sabanas y destapo a su hijo.
—Mamá...
—Arriba. Tenemos que ir con Midorima-sensei...
—Ya voy— miró a su madre salir, se dejó caer la cama y toco sus labios. Al fin había recordado una parte de su noviazgo —Sei...
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