Amistad quebrada
—Furi ya está saint seiya— gritó niño de cabello castaño oscuro.
—Voy, Fukuda-kun.
——————
—Inscríbete. Así no estaré solo.
—No.
—Por favor, Fukuda-kun. No conozco a nadie más, además hay pocos donceles— miró a su amigo de forma suplicante.
—Aghh Está bien. Me inscribiré contigo en el básquet.
—¡Gracias Fukuda-kun!
—————
—¿Son novios?— pregunto un chico pelinegro que usaba lentes.
—¡No, Hyūga-sempai! Fukuda-kun es mi mejor amigo — aseguro con puchero.
—————
—Tengo miedo.
—Es normal ¿Cómo se le ocurrió a la entrenadora enviarte con Kuroko?
—Da mucho miedo. Akashi quiso matar a Kagami-kun ¡No lo quiero volver a ver!
—————
—¡Qué patético!— el pelirrojo de ojo rojo y un ojo dorado lo veía desde arriba con superioridad.
—¿Furi estás bien?— cuestionó Fukuda.
Negó.
——————
Estaba concentrado viendo el partido cuando ya había dejado de jugar y escucho a la entrenadora.
—¿Quién es él?
—¿A qué se refiere Sempai?— cuestionó.
—¿No lo ves? No es el mismo Akashi que enfrentaste.
—¿Eh?— miró al pelirrojo y lo vio. Su semblante lucía completamente diferente, más relajado; cuando se aproximó al lado de donde estaba se percató de que tenía los dos ojos rojos, y una sonrisa se marcaba en sus labios. —Akashi...
—————
Había olvidado su de trate de limones y regresó a la cancha. Antes de entrar se percató de que había alguien más. El pelirrojo estaba llorando mientras sonreía. Su corazón latió rápidamente al ver aquella escena.
—Furi. Vamos.
Se giró y dejó abandonado aquel traste, de seguro su madre lo regañaba. Pero aquello era lo que menos le preocupaba; lo que sí le preocupaba era haber dejado solo al pelirrojo.
———————
—Hola. Furihata-kun. Lamento haberte asustado. Soy Akashi Seijūrō— decía mientras le tendía la mano para que la tomara.
—H-Hola... a-akashi-san. N-no se preocupe... M-me sorprendí e-eso es todo— los nervios recorrieron su cuerpo y sintió las mejillas sonrojadas al ver la sonrisa del pelirrojo.
—Furihata-kun. Akashi-kun. Vengan— les dijo un pelo celeste.
—Ya vamos Kuroko. Está ansioso por la foto, vamos.
—¿Qué haces con él? No te le acerques— dijo Fukuda jalándolo del brazo.
—Peroo Akashi-kun es muy amable.
—¿Te gusta?
Su corazón saltó por la pregunta y sintió como su cara se calentaba —C-claro qué no.
——————
—¿Para qué me llamaste? Últimamente no te juntas conmigo, y ya estamos por graduarnos de seirin. Pronto iremos a la universidad M.
—¿No te lo había dicho? Iré a la universidad T.
—¿Qué?
—A papá lo ascendieron y cómo tiene que vivir cerca de la nueva sucursales nos mudaremos al centro. Por eso aplique a la universidad T y quedé. Mi hermano ya hizo su cambio. En dos meses nos mudamos.
—¿Por qué no me habías dicho?— gritó Fukuda.
—Lo siento. Lo olvidé— soltó un suspiro.
—¿Hay algo más que olvidarás decirme?
—A eso venía... verás...
—Ya dilo de una vez.
—¡Tengo novio!
—¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo?
—Cuatro meses. No había dicho nada por si no funcionaba. Pero estoy completamente enamorado de Akashi-kun.
—¿cuatro meses? ¿Akashi? ¿Ese Akashi?
—Sí. Ese Akashi. Eres el primero en saberlo. Cómo eres mi mejor amigo quise que lo supieras primero.
—Estas cometiendo un error. Akashi no te conviene. Te utilizará.
—¡Es mentira! Sei me quiere— se soltó a llorar y salió corriendo.
—¡Furi!
———————
—Lo siento, Furi. Nunca debí decir eso. ¿Me perdonas?
—SÏ. Sei y yo, vamos a ver a los chicos ¿Nos acompañas?
—Claro...
———————
—Bienvenido— saludo a su mejor amigo.
—Hola— entro a la casa —¿Furihata-san?
—Salieron. Regresan más tarde.
— Toma— le entrego su caja de chocolates favoritos.
—Gracias— abrió el paquete y comenzó a comer los chocolates.
—¿Para qué me llamaste?
—Para saber cómo has estado. Este semestre no nos hemos visto. Además...
—Bien, he estado muy bien y estaré mejor. ¿Cómo te sientes?
—Bien. Estoy muy bien ¡Tengo que decirte algo!
—¿Qué? ¿Terminaste con Akashi?
—jaja ¿Qué dices? ¡Claro que no! Amo a Sei.
—... Entonces
—¡Nos vamos a casar!- mostro su anillo —Me ha pedido matrimonio hace dos semanas.
—¿Casarte?
—Sí. Nos casamos en...— se sostuvo la cabeza.
—¿Qué pasa?
—No me siento bien...
—¿Enserio?
—Sí...
—Perfecto.
—¿Eh?...
Fukuda se acercó y lo tiro sobre el sillón —Al fin serás mío.
—¡No! ¡Suéltame! —intento forcejear pero no podía quitárselo de encima. No sentía fuerza alguna, como si su cuerpo se estuviera durmiendo.
—Nadie nos separar. Ni el maldito de Akashi.
—¡NO! AUXILIO. AYUDA. NO. NO. Suéltame.
—Kōki ¡Suéltalo maldito!
—————————————
—NO. NO. ¡Suéltame!
—Kōki. Kōki. Despierta— los gritos del castaño lo habían despertado y trataba de despertarlo sin éxito alguno.
—¿Qué sucede?- Aimi escucho los gritos de su hijo.
—Creo que tiene una pesadilla— dijo moviendo al castaño —Kōki. Despierta.
Abrió los ojos asustado Su corazón latía rápidamente. Miró el gesto preocupado de Seijūrō y se abrazó a él —Sei...
—¿Qué sucede? ¿Qué pasa? — sentía los espasmos provocados por el llanto.
—Lo recordé...
—¿Qué recordaste? ¿Qué te tiene así?
—Fukuda...
—Cariño —Aimi se aproximó y abrazo a ambos —.Está bien. Estas seguro. No paso a mayores, Seijūrō-kun llego a tiempo.
Asintió y siguió llorando en los brazos del pelirrojo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro