𝗎𝗇𝗈 +18
Gracias BrokenCompass8 por dejarme adaptar tu obra 💋
Hace varias semanas comenzaron a haber robos en el sector donde vivía Jungwon, los vecinos estaban un poco asustados y más atentos de lo normal con respecto a las personas que transitaban sus calles.
Los padres de Jungwon estaban un poco nerviosos. Debian hacer un viaje importante por su trabajo y no podian llevar a su hijo, por lo que reforzaron el sistema de alarmas de su casa para que, en caso de que entraran a su hogar, la policía llegara en tan solo algunos minutos de espera.
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Eran a penas las dos de la madrugada cuando Jungwon sintío ruidos en el piso de abajo, se sacó los audifonos y pausó la serie que estaba viendo en su laptop para verificar que no habia sido su imaginación jugándole una mala pasada.
No podían ser sus padres, ya que ellos habían salido hace algunas horas a un viaje de negocios a Japón y ya debían estar a varios kilómetros de distancia.
Su corazón latió rápidamente cuando escuchó unos pasos subir por las escaleras y se lamentó mentalmente al recordar las palabras de sus padres.
"Jungwonnie, recuerda activar las alarmas de la casa, no queremos que el siguiente robo sea aquí y menos contigo estando solo ¿si? Prométemelo"
Jungwon había asentido sin despegar la vista de su telefono donde sus amigos se peleaban quién tenía el pene más grande, ya saben, discusiones totalmente importantes y con mucho sentido.
Ahora solo queria golpearse contra la pared por no haberlo recordado antes.
Los pasos se acercaron hacia su puerta cuando quiso llamar a la policía, pero entró en pánico y optó por cerrar su laptop, bloquear su teléfono y hacerse el dormido, quizás si el ladrón veía que había alguien ahí se iría
Pero grande fue su sorpresa cuando el extraño entró a su habitación y luego de un largo silencio, sintió un paño mojado de algunas sustancias fuerte siento presionado contra su nariz y boca. Abrio los ojos por instinto y observó los contrarios a través del pasamontañas que ocultaba casi todo su rostro antes de caer inconsciente sobre su colchón.
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Abrio sus ojos lentamente, estaba confundido y desorientado, la cabeza le dio vueltas un par de segundos hasta que pude enfocar bien su vista a su alrededor, aún seguía en su habitación. Cerró sus ojos intentando recordar lo que había pasado hasta que las imágenes llegaron a su mente de golpe, abrió sus ojos como platos rápidamente e intentó moverse, pero no pudo. Quiso gritar pero tampoco pudo.
Movía sus labios y lo sintió tirantes, pudo reconocer de inmediato una cinta adhesiva cubriéndolos. Tenía su pecho pegado hacia el colchón y sus muñecas atadas una contra la otra por su espalda baja con la misma cinta que tenía en los labios.
Intento mover sus piernas también y tampoco tuvo éxito, llevó su vista hacia abajo, viendo cómo las cuerdas mantenido sus piernas separadas y atadas a cada pata trasera de la cama.
No podía moverse...Y eso lo excitaba
Lo que no sabía el ladrón, es que Jungwon tenía una extraña parafilia llamada vincilagnia, es decir, que encontraba excitación sexual al estar amarrado.
Intento liberarse pero en su intento por hacer lo frotó su entrepierna con el colchón, un leve calor recorrió su cuerpo y soltó un pequeño sollozo.
Se odiaba, odiaba las reacciones de su cuerpo y los pensamientos sucios en ese momento tan inoportuno. en cualquier otro día estaría fascinado pidiendo por más.
-No, porfavor - se dijo a sí mismo- no ahora, por favor. No puedes hacerme esto- pensó dirigiéndose hacia su miembro.
Jungwon sabía que no debía, no podía empezar a sentirse caliente en esta situación, pero no podía evitarlo al sentir la fricción del colchón con su entrepierna al intentar liberarse, y además, una persona con parafilias no puede controlar su cuerpo.
A los segundos se encontró frotando su pelvis únicamente por lo bien que se sentía, comenzando a soltar quejidos y gemidos ahogados por la cinta en su boca.
-Vamos Jungwon, detente ahora, maldita sea- pero se sentía tan bien...
Escuchó un ruido desde su baño personal, al parecer el ladrón aun no se iba.
La figura del extraño salió de la habitación en la que estaba, encontrándose al chico despierto y soltando quejidos que lo hizo pensar que está llorando por el miedo.
Jake se sintió culpable, apenas debía estar en sus veintes y él ya lo había traumado entrando a su casa en medio de la noche. No era una mala persona, es sólo que las circunstancias y la desesperación por obtener dinero rápido pudieron con él.
Se acercó a él con la intención de calmarlo un poco y decirle que no le haría daño, que sólo necesitaba llevarse unas cosas y la dejaría en paz, pero al acercarse pudo notar como éste se removía y se quejaba. Pensó que se quería soltar, pero apenas hacía fuerza para hacerlo.
Jake se asustó ¿y si hiperventilaba y lo terminaba matando por falta de aire? Él no era un asesino.
-Oye ¿estás bien? No tengas miedo, no te haré daño.
Pero el chico no lo escuchó y continúo removiendose.
-Oye, en serio no te haré nada.
Jake empezaba a asustarse al escuchar la respiración del chico aumentar y sin saber bien cómo detenerlo, se subió a la cama por detrás de él y lo presionó contra el colchón en un intento para que dejará de moverse.
Jungwon gimió contra la cinta, sentía su entrepierna sensible y ahora algo más le impedía moverse. Bajo su mirada y rostro sonrojado para ver qué ocurría, en ese momento el tema del robo pasó totalmente a segundo plano, ya luego se preocuparía de eso, pero en ese momento sólo necesitaba una cosa, y es extraño lo tenía entre las piernas y además era el único que podía aliviarlo.
El ladrón pareció calmarse al verlo más relajado y soltó un poco la presión que tenía sobre el, pero le duró poco cuando el chico debajo suyo se removió doblando sus rodillas levantando su pomposo trasero, dejando su mejilla contra la cama.
El corazón de Jake dio un vuelvo y su respiración se cortó cuando Jungwon pegó el trasero a su entrepierna y comenzó a frotarse contra él.
-H-hey ¿Que haces?- no entendía nada ¿sería una táctica para distraerlo e impedir que escape? pero no parecía fingir sus expresiones y mucho menos el bulto que podía notar en los pantalones de pijama del chico.
-Mmh~.
Cerró sus ojos fuertemente, su mente no procesada lo que estaba pasando
¿Quién en su sano juicio haría eso?
Sentía como comenzaba a ponerse duro, la vista del chico gimiendo a través de la cinta lo dejó hipnotizado.
No se alejó, Por más que su mente se lo gritaba a todo pulmón no se alejó y al contrario, cómo se sentía tan bién, se presionó ligeramente hacia adelante sacándole un gemido a ambos.
-Oye...Chico, esto esta mal...No deberiamos hacer esto...
Y a pesar de que lo que decía era cierto, ninguno se detuvo. Jake colocó sus manos en la cadera contraria para ayudarlo con sus movimientos a la par que él también hacia su parte del trabajo meciondose contra su trasero y echando su cabeza hacia atrás cuando la sensación se sentía demasiado abrumadora para su cuerpo.
Jungwon gemía y soltaba quejidos suaves, el extraño se sentía grande a través de sus pantalones y sabía como mover esas caderas, sus manos están firmes en su cuerpo causándole corrientes de placer cada vez que el ladron simulaba una embestida.
-Necesito saber...- habló el extraño mientras suspiraba sin dejar los movimientos- hasta dónde quieres llegar -el chico lo miro confundido- ¿Que? Soy un ladrón, no violador.
Estiró una de sus manos hasta la cinta en su boca y despegó lo suficiente como para que el menor pudiera responder.
-Hasta...¡Mgh!- gimió cuando el mayor finge una embestida más fuerte que las demás, lo había hecho a propósito- Hasta el final...
-Bien- sonrio- pero no te soltaré.
-No quiero que lo hagas...
Jake decidió que tomaría la oportunidad, su situación familiar no le permitía tener tiempo para relaciones sexuales, mucho menos para alguna relación seria, y quitarse el estrés sólo por esta vez podría ser hasta beneficioso para el, además que Jungwon era uno de los chicos más hermosos que había visto en su vida.
Siguio frotándose contra el esta vez con más seguridad, Jungwon ya no tenía la cinta en la boca por lo que ya podía gemir con mayor libertad pero sus piernas y manos seguían atadas y eso era suficiente para mantener su excitacion inicial.
Jungwon tomo con sus manos amarradas el elástico de su pijama y lo movió lo que sus brazos le permitieron (que no fue mucho) para indicarle al contrario que quería que se lo sacara.
Jake no perdió tiempo y le bajó la prenda hasta las rodillas, teniendo su apretado agujero a la vista. Exploro con sus manos el cuerpo del menor levantando su camiseta hasta dónde podía pero no dejaba ver suficiente, así que tomó el extremo entre sus manos y la separó haciendo que la tela se rompiera y así pudiera ver su piel al completo.
Bajo una de sus manos hasta tocar el miembro endurecido y falta de atención del menor. Sintió al chico remover debajo suyo mientras soltaba suspiros y jadeos.
Sus ojos bajaron de vuelta a su agujero y se pasó la lengua por los labios. Acercó su rostro a la separación de sus nalgas, se levantó un poco el pasamontañas y con una larga lamida hizo a Jungwon soltar un fuerte gemido seguido de un jadeo.
Jugó con su lengua alrededor de la hendidura mientras movía su mano en el miembro erecto de su acompañante, que sentía pequeño espasmos y olas de calor cada vez que el tío músculo vocal presionaba y entraba en el antes de moverse dentro.
Jungwon se sentía mal por sentirse tan bién, se sentía sucio y rebelde al hacerlo con un desconocido y con quién hace apenas unos minutos había entrado a robar en su casa. Ni en sus más locos sueños hubiera pensado que eso era posible, pero ahí estaba postrado en la cama con el culo levantado y siendo follado por la lengua experta de un ladrón enmascarado.
Si se lo contara a Sunoo, este jamás le creería.
Salió de sus pensamientos cuando el extraño abandonó su agujero ya ensalivado y lubricado.
Jake chupó tres de sus dedos para llevar uno de ellos al borde de su hendidura, luego bajo la tela de su rostro para volver a cobrirlo en su totalidad y acarició la orilla de su hendidura sintiendo como el menor se retorcía y quejaba en él la espera de sus falanges.
-¿Como te llamas?- preguntó entre jadeos el menor.
-No lo diré
Jake presiono unos de sus dedos hasta el fondo.
-Mgh....Dime
-No lo haré- Suspiro sintiendo como las paredes interiores apretaban su dedo fuertemente e imagino como apretaria su erección.
-Por favor...- pidió moviendo su trasero en busca de más dedos.
-¿Para qué lo quieres?- acarició la orilla con otra vez hace dos antes de introducirlo junto con el primero. Jungwon gimió mordiendo su labio.
-Necesito saber...que nombre voy a gritar.
Y por mucho que Jake le gustaría que ese lindo chico gritara y gimiera su nombre toda la noche, no podía arriesgarse a que a la mañana siguiente fuera corriendo con la policía a delatarlo.
-Lo siento tendrás que conformarte con lo que estoy dispuesto a darte- terminó de decir mientras metía un tercer dedo hasta el fondo.
-C-creo...que puedo hacer eso...
Jake sonrío al escuchar su voz entrecortada y comenzó a mover sus dedos dentro, con cuidado pero a la vez con firmeza y así dilatarlo lo suficiente para él.
Cuando ya sus largos dedos entraban y salían con facilidad, los sacó escuchando un quejido proveniente del chico sonrojado y sudoroso.
El ladrón llevo sus manos hacia su pantalón donde soltó el botón y bajo el cierre rápidamente antes de remover su ropa interior negra.
-Quiero verlo...- murmuro Jungwon lo que el extraño, asintiendo Se movió para que pudiera ver su dura erección gotea -acércate- demandó el menor y Jake como una polilla a la luz electrizante obedeció y fue sin pensarlo dos veces.
Jungwon abrió su boquita cuando el glande humedo acarició sus labios y comenzó a dar pequeños chupones en la zona junto con pequeñas mordidas de labios antes de engullir toda la punta y parte del largo en su boca.
Jake hecho la cabeza hacia atrás soltando respiraciones pesadas con su boca, se sentía abrumado por el calor que recorrió su cuerpo gracias a la mojada abertura que torturaba a su miembro, como intentando ordeñarlo para sacarle hasta la última gota de su esencia.
Lo único que quería era mover sus caderas y follar hasta el fondo esa tierna boquita que lo estaba volviendo loco.
Y lo hizo.
Tomó entre sus manos la nuca del menor y la empujó despacio contra su cuerpo para que tomará más de el, atento a sus reacciones.
Jungwon bajo su lengua y tomó una larga respiración para no atragantarse con ese pedazo de carne duro y caliente que intentaba llegar a su garganta.
-¿E-estas bien?- preguntó con la voz entre cortada el australiano conteniendose de mover su caderas, cosa que sólo hizo para dejarlo hablar.
-Si...De nuevo- dijo después de tragar saliva y volver a abrir su boca para que entrara una vez más.
Jake no podía con tanto, ese chico era caliente, sexy y atrevido a morir, pero debía ser realista y recordar que luego de esa noche no volvería a verlo.
Con eso en mente, decidió que disfrutaría cada maldito segundo.
Tomo entre su puño el sedoso cabello del menor y se guio una vez más a su interior, se deslizó lentamente hasta el fondo mientras Jugwon adaptaba su boca una vez más a su tamaño y espero unos segundos antes de retirarse un poco para luego volver a entrar.
Su caderas se movían lento, pero firmes, sus labios separados dejaban salir pequeños gemidos y gruñidos cuando Jungwon hacía presión demás con sus labios para volverlo loco y llevarlo cada vez más cerca a un abismo de placer.
Jungwon estaba absorto en lo que hacía, le encantó tenerlo en su boca porque a pesar de ser un completo desconocido y criminal, mostró preocupación por él y eso fue un perfecto contraste con la rudeza que aparentaba tener, además de ser un perfecto contraste por estar amarrado sin posibilidad de mover sus manos.
Movió su boca al compás de las caderas del ladrón, abriendo su garganta para que se deslizara con facilidad hasta el fondo.
De la nada la mano del contrario se colocó en su frente y lo obligó a detenerse.
-¡Mierda!- exclamó con los ojos fuertemente cerrados mientras respiraba errático por su boca.
-¿Que ocurre?- se atrevió a preguntar con un hilo de saliva cayendo por la comisura de sus labios, tenía la erección del ladrón sólo a centímetros de su boca, goteante y venosa, tenía toda la punta roja y daba pequeños espasmos hacia delante.
-¡Mierda, mierda, mierda!- Jungwon decidió guardar silencio hasta que el contrario se calmara un poco.
Jake se sentía caliente, sudado y avergonzado, le acaban de dar el mejor sexo oral de su vida y en un intento por no correrse tan rápido decidió detenerse, aún quería probar más de él antes de su orgasmo y si era posible quería caer al abismo de placer junto al chico sexy.
Comenzó a moverse hacia atrás, donde estuvo anteriormente, pero Jungwon lo llamó.
-¡Espera!- El ladrón lo observó esperando a escuchar lo que tenía que decir -aquí- dijo sacando la lengua.
Jake te iba a desmayar en cualquier momento por lo sexy, caliente y desvergonzado que era ese chico adinerado.
-No quiero
-Por favor. Aqui.
-Pero si me corro en tu boca ya no podré hacerlo aquí- dijo metiendo un dedo en su agujero luego de lamerlo rápidamente.
Jungwon gimio, había olvidado lo bien que se sentía tener algo dentro de su trasero luego de haberlo tenido en su boca, pero tenía razón, si se corría en su boca tomaría mucho tiempo tener una erección de nuevo.
-Mierda, bien, tienes razon, te necesito dentro rapido.
-¿Condon?
Jungwon movió su vista hacia su mesita de noche donde el ladrón abrió el cajón y sacó la billetera del chico, la abrió y casi se cae de culo.
¿Cuánto dinero podría cargar alguien con apenas veintiun años? no sabía la edad exacta, pero podría estimar un aproximado.
Por un momento recordó porque estaba ahí, la razón por la que estaba teniendo sexo con un extraño, un desconocido y sexy chico adinerado.
Se quedó pegado viendo la cantidad de monetaria en sus manos y por un segundo penso en salir corriendo con su mochila y la billetera en mano, pero al dar vuelta la mirada se encontró con los ojos del contrario en su persona, con las mejillas sonrojadas y listo para ser follado por él.
Metió la mano a la billetera y sacó el pequeño sobre plateado antes de cerrar la billetera y dejarla donde estaba con el dinero intacto.
Volvió a la cama donde un Jungwon sonriente lo esperaba. Jake se arrodilló detrás de él, donde levantó su torso pegando sus brazos amarrados y espalda al pecho y abdomen del ladrón.
-Sabía elección- susurro cerca de su oído mientras el contrario abría el paquete y deslizaba el condon por su miembro
-Tendría que estar loco para dejarte ir justo en este momento, bonito- murmuró levantando su pasamontañas una vez más hasta dejar sus labios libres y bajo las manos hacia la cadera del menor mientras dirigía su boca a su cuello para besarlo y sacarle algunos suspiros.
Jungwon movió su cabeza hacia un lado para darle mayor accesibilidad mientras sentía en el dorso de su mano la dureza cubierta por el látex del condón y decidió tomarla en su palma, haciendo presión. El ladrón solto un jadeo seguido de un pequeño gruñido en la piel sensible de Jungwon y uso sus dientes para morderlo dejándole una marca.
Jake movió sus caderas dejando su falo se deslizara en la mano del contrario, ya que Jungwon no podía moverla y se masturbo por unos segundos contra su mano.
-¿Estás listo?- pregunto en un susurro al que Jungwon respondió con una asentimiento- bien, aquí voy.
Alejo su cadera de la mano y dirigió su dureza hacia la abertura entre sus nalgas mientras aun besaba su cuello y con cuidado se presionó contra el.
Sentía que se quedaba sin aliento, su agujero lo estaba asfixiando fuertemente y sólo pensaba en que ya quería empezar a moverse con más rapidez ,pero intentó contenerse mientras bajaba la tela del pasamontañas para cubrir su boca.
Entraste el fondo y se detuvo para reponer su respiración. Jungwon respiraba por la boca un poco rápido ya que había pasado tanto tiempo desde que habia tenido sexo por última vez.
Los segundos pasaron rápidos y ambos chicos deseaban más, mucho más y con un gemido de ambas gargantas empezaron los movimientos de cadera.
Jake se retira suavemente para luego entrar con la misma intensidad una y otra vez. Jungwon mordió su labio inferior echando su cabeza hacia atrás y colocándola en el hombro del más alto. Las manos contrarias recorrieron su abdomen y pecho, sus dedos acariciaban su suave piel con delicadeza, rozo sus yemás en la piel sensible de sus pezones y lo escuchó gemir despacio contra su oído.
El menor intentaba mantenerse recto y firme a pesar de que sus sentidos se agudizaban y las sensaciones se volvía más fuertes.
Con un gruñido, Jake lo embistió fuertemente haciendo que Jungwon cayera se adelante con su pecho pegado al colchón, dejando el trasero levantado y dispuesto para el. Los gemidos comenzaron a sonar más fuerte en la habitación, las caderas se golpeaban una contra la otra hasta tres veces por segundo.
Las manos grandes de ladrón recorrieron el trasero de Jungwon y levantó sus manos las dejó caer en cada nalga, dándoles un golpe que si bien no llegaba a ser doloroso, sí hizo a Jugwon soltar un pequeño grito de satisfacción.
-Mmh..¿te gusta?- preguntó Jake con una sonrisa.
-¡Dio, si¡ ¡Mgh! M-más rápido..
Jake no creía haber visto nunca algo tan sexy cómo a ese chico de rostro y cuerpo hermoso rogando por más, con una vista en primera fila de su brillante sudorosa piel que sentía quemar bajo las palmas de sus manos
Llevo su visa a la unión de sus cuerpos, donde el agujero del menor se tragaba su ereccion en su totalidad una y otra vez, con el sonido obseno de sus pieles chocando por toda la habitación y los gemidos ahogados de Jungwon, quién había tomado una almohada entre sus dientes para morderla
Nunca antes había sido un "muerde almohadas" pero ésta fue una ocasión diferente.
Jake sintió sus piernas y caderas un poco entumecidas por lo que decidió salir de su interior. Jungwon tomó esos segundo para recuperar su respiración, tenía la frente sudada y su cabello pegado a su piel, de la nada sintió como las manos contrarias lo levantaban y el extraño se posicióno debajo de el, Jungwon miro sus ojos en el orificio del pasamontañas y pensó que jamás había visto unos orbes tan hermosos e intensos como aquellos.
Las manos pálidas y venosas del ladrón tomaron su cadera y se dejó caer justo en su falo, empalando se asi mismo con un gemido, mordió su labio inferior y se levantó con cuidado antes de volver a bajar viendo como el extraño cerraba sus ojos y echaba la cabeza hacia atrás.
Jungwon se sintio feliz de hacerle sentir bien, se sentía sexy, deseado y lindo. Nada que ver como lo habían hecho sentir algunos chicos anteriormente que solo lo buscaban por el dinero de su familia.
Tomo fuerzas en sus piernas comenzando a rebotar con mayor rapidez, siendo ayudado por los musculosos brazos del mayor, quién lo impulsaba hacia arriba y luego lo empujaba hacia abajo contra su cuerpo.
Siguio saltando lo más rápido que sus piernas le permitían mientras mordía su labio y ponía los ojos en blanco.
Pego un grito agudo cuando el ladrón tocó su punto dulce, ese lugar que lo hacía ver las estrellas, que hacía su cuerpo tensarse y temblar por el placer. Sus piernas perdieron fuerza y se dejó caer en el pecho cubierto por la camiseta negra del contrario.
Jake también se sentía apunto de acabar, por lo que traslado sus manos a los glúteos del chico para mantenerlo firme mientras doblaba sus piernas y comenzaba a impulsarse hacia arriba una y otra vez, escuchando como el menor gemía y sollozaba como loco contra su cuello.
Jungwon sintió pequeñas lágrimas de placer salir de sus ojos, el chico lo tenía en el limbo entre la cordura y la locura, golpeaba a su interior tanto como para hacerlo gritar, pero no lo suficiente aún como para hacerlo correr.
Jake intentaba aguantar, sentía su erección sensible a los roces, sabía que ya no duraría mucho tiempo, pero quería tomar cada segundo posible y aprovecharlo al máximo.
Cuando Jake sintió que ya no podría alargar más orgasmo, golpeó con fuerza el punto dulce del menor para que se corrieran juntos.
Jungwon gritó sintiéndose volar por entre las nubes y estrellas del cielo, su cuerpo tembló y la parte baja de su estómago se tenso antes de liberarse entre ambos abdomenes como nunca antes lo había hecho.
Entre espasmos y temblores, Jungwon fue calmando su respiración mientras el mayor lo seguía penetrando esta vez más lento, al parecer también se había corrido, pero en el interior del condón.
Jake exprimió su dureza lo más que pudo hasta sacar la última gota de su organismo.
Ambos pechos subían y bajaban erraticamente uno contra el otro, Jungwon mantenía su rostro encajado en el cuello del mayor sin ganas de moverse de ahí, su cuerpo era muy cálido y cómodo.
-¿Puedo ver tu rostro?- pregunto cuando ya sus pulmones le permitieron hablar.
Jake quería, de verdad quería poder conocer a ese chico y quizás tener un nuevo amigo, pero por la circunstancia en la que estaban era imposible hacerlo.
-No puedo, no me arriesgaré.
-Acabo de tener sexo contigo ¿De verdad crees que haría algo en tu contra ahora?
-No lo sé...
-Esta bien, no voy a insistir, pero en cambio tenemos que vernos algun día.
-¿Te das cuenta que al pedirme eso verás mi rostro de todas formas?
-Ups- Jake puso los ojos en blanco a la par que levantaba ligeramente la comisura de sus labios- vamos, confía en mi
-¿Y como planeas hacerlo?
-¿Conoces el restaurante "Given-Taken" que esta fuera del centro comercial?
-Claro.
-Iré allí el sabado a las dos, y te estaré esperando.
Jake quedó en silencio unos segundos, moría por verlo una vez más.
-Lo pensare, pero no prometo nada.
-Con eso me basta
Jungwon suspiró volviendo a relajarse mientras acariciaba la piel de su cuello con la nariz, pasandola de un lado a otro.
-Me gustaria pedirte otra cosa- dijo luego de varios minutos solo escuchando los latidos de su corazon a travez de su pecho.
-¿Ahora qué?- preguntó Jake acariciando sus glúteos, amasándolos con sus dedos.
-Quiero besarte...- murmuro cerca de su oído
-¿Besarme?
-Claro.
-No lo creo.
-¿Puedes tener sexo con un desconocido, pero no besar a ese desconocido?
Jake susupiro hondo, guardo silencio y luego asintió despacio. De todas formas, ¿Realmente importaba si lo besaba?
Jungwon sonrió al verlo aceptar y dejó unos besos pequeños en su cuello antes de tomar el final del pasamontañas con sus dientes y subirlo hasta dejar solo sus labios a la vista. Estos eran rellenos, rojos y marcados. El menor no había podido ver sus labios antes detenidamente y ahora que lo hacía, solo quería estrellarlos contra los suyos.
Jake notó que Jungwon no quitaba la vista de sus labios y no pudo evitar lamerlos con su lengua al sentir su boca observada.
El menor tomó una profunda respiración antes de rozar sus labios, por alguna razón se sentía más nervioso que hace algunos minutos.
Subió su mirada hasta toparse con la del ladrón, quién estaba casi hipnotizado mirando el rostro de ese chico.
Sin romper contacto visual, Jungwon lo beso por fin. Juntos sus labios con los del contrario sintiendo los suaves que eran y lo húmedos que estaban.
Jake cerró sus ojos dejándose llevar por los labios abultados de Jungwon, dejando que lo guiará en la danza tranquila y coordinada que tenían ambas bocas.
Movió sus manos hacia arriba, justo en su cintura y lo presionó contra su cuerpo cuando sus lenguas se encontraron en la boca del mayor, sintiendo su saliva mezclarse con la del contrario.
Se besaron por segundos eternos para ellos, hasta que Jake recordó dónde estaba. Jungwon lo había hecho olvidarse por completo de la situación en la que se encontraba.
-Es suficiente, debo irme- dijo cortando el beso y alejando al menor.
-¿Irte?
-Si, no se supone que pasaría esto.
-Pero pasó, no puedes irte asi como así.
Jake alejo ambas caderas y sacó su miembro del interior de Jungwon, ya que no lo había hecho anteriormente.
El menor se sintió vacío y más aún cuando el ladrón quito sus tibias manos de su cuerpo. Luego se levantó dejando el menor rescotado hacia abajo en la cama.
Jake se quito el condón usado, le hizo un nudo y lo metió en una bolsa, ya luego lo botaria a la basura.
-Debes ir el sabado- le dijo Jungwon viendo como el extraño acomodaba su ropa y tomaba su mochila. No le respondió -A las dos- le recordo haciendo que lo mirara.
Jake suspiro, tomo el paño que había usado anteriormente y lo volvio a colocar es su nariz y boca.
Jungwon respiró el contenido y poco a poco fue cerrando los ojos hasta ya no ver nada.
Espero que les este gustando <3
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