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𝖽𝗈𝗌


Jungwon despertó a la mañana siguiente. Abrió los ojos parpadeando e intentando enfocar su vista en algún lado, estiró sus brazos soltando un quejido y suspiró mirando el techo. Extrañamente se sentía más cansado que de costumbre.

Imágenes borrosas llegaron a su mente de manera rápida y abriendo sus ojos como platos se sentó de golpe.

Recordaba todo, los pasos fuera de su habitación, un extraño entrando y poniendo una tela en su nariz, él
despertando amarrado a la cama y oh...
Ese fantástico sexo que tuvo después de
mucho tiempo. El solo recordarlo casi le
causa una ereccion.

Miró a su alrededor, su laptop estaba
abierta con sus audifonos conectados a
ella y colocados en sus oídos. Pensó que
era extraño, él la había cerrado y se había quitados los audifonos antes de todo...

Sus cosas estaban intactas en su lugar. Se levantó e hizo un rápido recorrido por su casa. Nada faltaba y cuando fue a ver el sistema de alarmas, vio que esta estaba activada.

¿Había sido todo un sueño húmedo?

Pero se sintió tan real....

Caminó al baño de su habitación y al
verse al espejo pudo notar que tenía
ligeras marcas rojas en su cuello. Miró
sus muñecas y estas tenían un ligero color rojo, claro signo de forcejeo. Salió de allí y caminó hacia su mesita de noche, abrió el cajón y revisó su billetera. Le faltaba un condón.

Imposible que fuera un sueño ¿Verdad?

Se sentó en su cama mirando a la
nada, pero pensando en infinidad de
posibilidades.

Si no fue un sueño, entonces si tuvo sexo con un desconocido, y no solo eso. Tuvo sexo con un ladrón, un caliente y sexy ladrón que lo hizo gemir y gritar mientras lo embestía con vehemencia, teniendo las manos y pies atados.

Realmente tendría una erección si seguía pensando en eso.

Repasó en su mente todo lo que hablaron y recordó que le dijo que lo esperaría el sábado en un restaurante a las dos de la tarde.

Se recostó en su cama suspirando. Algo
en ese chico le dijo que había una historia detrás de todo. Que no era solo un ladrón buscando dinero o cosas para vender y asi tener la vida solucionada. Algo le decía que debía ayudarlo.

Su mente viajó rápido haciendo que
recordara el momento exacto donde el
extraño tocó su punto dulce, ese punto
que lo hizo gemir y gritar agudo segundos antes de correrse entre ambos cuerpos.

¡Mierda!

Se levantó camino a la ducha, tenía que
sacarse el olor a sexo de encima y de paso bajar la erección que se había causado de tanto recordar la noche anterior

➤➣➢

Eventuamente el sábado llegó. Jake
había despertado temprano para hacer sus cosas en la casa, limpiar, ordenar y ver si algo faltaba para comprar en caso de que tuviera algo de dinero sobrante.

Mientras guardaba los pocos juguetes en el piso de la sala, recordó el encuentro que tenía pendiente ese día a las dos, o sea, en una hora más.

Sacudió la cabeza borrando los pensamientos y volviendo en sí. Se prometió que no iría, que seguiría con su vida como si nada hubiese pasado...

Pero el rostro de ese chico gimiendo por
lo que él le causaba a su cuerpo lo dejó
pensando ¿Se vería igual de lindo que esa noche?

Aún recuerda que después de dormirlo la segunda vez, ordenótodo lo que movió, abrió su laptop y colocó los audífonos en sus orejas, le soltó los pies y muñecas, lo limpió y acomodó su ropa poniéndole una camiseta nueva de su armario ya que había roto la otra, la cual se llevo para botarla a la basura. Antes de salir de la lujosa casa, activó la alarma con el código que estaba anotado en un papel en la nevera de la cocina y se fue. Tontos, no deberían poner esas cosas a simple vista.

Al siguiente dia se quedó pensando si
quizás había tenido suerte y ese chico
había pensado que todo había sido un
sueño.

Terminó de recoger todo y se dispuso a ir a la cocina a ver si tenían comida suficiente al menos para ese día.

Revisó toda la pequeña habitación y
solo se encontró con algunos fideos
instantáneos del día anterior y con una
caja casi vacía de jugo.

Tomó un lápiz y un papel y escribió que
saldria a comprar comida, lo dejó en la
mesa del comedor y salió.

Quizás la tienda le quedara algo lejos, pero Si caminaba rapido, podria llegar en unos veinte minutos.

Caminó varios minutos en silencio, no era una opción gastar dinero en el transporte público, ni hablar, no gastaría lo poco que tenía en algo tan banal como no caminar, además le servía como ejercicio para mantener su cuerpo en forma. No todo era tan malo, o eso le gustaba pensar.

Pero antes de llegar a la tienda volvió a
recordar su encuentro, miró la hora y tan solo quedaban diez minutos para las dos. Se detuvo y miró en dirección a la calle que lo llevaria al centro comercial y se imaginó que el chico ya podría estar ahi.

Iba a seguir su camino, pero se detuvo.
¿Dar un vistazo no lo mataría cierto? Solo iría y vería por la ventana, miraría su rostro unos minutos y ya.

Llegó a la calle concurrida fuera del
centro comercial y se dirigió al pequeño restaurante que estaba fuera. El cartel de "Gaven-Taken" llegó a su vista y se detuvo frente al gran ventanal que dejaba ver a las parejas y familias disfrutando un lindo fin de semana.

Recorrió cada mesa con sus ojos, pero solo una llamó su atención cuando vio una mesa para dos personas siendo ocupada por un chico de lindas mejillas, este le sonreía a su teléfono, seguramente alguien le había dicho algo gracioso y gracias a eso pudo ver su hermosa sonrisa una vez más.

Se encontró sonriendo también por lo
contagiosa que era. Se miró a sí mismo en el reflejo del vidrio y borró su sonrisa.

¿Por qué alguien como el contrario querría verlo de nuevo? Llevaba un pantalón de buzo gastado, zapatillas de segunda mano, un hoodie negro holgado también gastado con las mangas levantadas en sus codos y un gorro negro que tapaba hasta sus cejas.

Entró al lugar, la campanita de la entrada sonó llamando la atención de algunas personas que lo miraron mal, seguramente por como vestía.

Se encogió en su hoodie y caminó dentro hasta una mesa vacía cerca de la del contrario, quien lo miró un pequeño segundo antes de volver la vista a su.teléfono.

El chico vestía maravillosamente,
pantalones jeans que se apegaban a sus piernas, camiseta de buena marca,
zapatillas que solo había visto a famosos usarlas, joyas como anillos y collares luciendo relucientes en su cuerpo y por su puesto una mochila lujosa con detalles brillantes en ella.

Jake tomó el menú de la mesa empezando a leer los precios de los diferentes platillos ¿De verdad había gente que pagaba tanto por un solo plato? El precio del más barato era fácil el triple de lo que él podía gastar en una semana.

Negó con su cabeza cerrando el menú y
dispuesto a salir de ahí, pero..

-Sabía que no había sido un sueño..

Jake escuchó al chico hablar, pero no
levantó la mirada, solo se quedó en
su lugar rezando porque no lo haya
reconocido.

-Podría reconocer esos ojos y labios
donde fuera - siguió y porfin llevó su vista al menor, quien tenía su cabeza apoyada en una de sus manos con el codo en la mesa y una sonrisa en sus labios - ¿Te quedarás ahí? ¿Deberías venir a mi mesa no?

Jake sintió un escalofrío recorrer su
cuerpo. No debía reconocerlo, solo quería verlo una segunda vez, pero como el dicho dice: la curiosidad mató al gato.

-Ok, entonces voy yo - dijo el menor
sentándose frente a él luego de no obtener ninguna respuesta del mayor - Espero me disculpes, pero pedí algo de comida en lo que llegabas, muero de hambre y espero que tu también - dijo intentando aliviar el ambiente tenso que se notaba que cargaba el mayor.

Jake mantenía su vista baja o hacia la
ventana, alternándola de vez en cuando para no ver su rostro por la incomodidad que sentía en ese momento.

Jungwon sintió lo tenso que estaba, y solo pensaba en qué debía decir para comenzar una conversación sobre lo sucedido entre ellos.

-Debe haber sido difícil para ti decidir si venir o no, el no saber si contacté a la
policía para que te arrestaran hoy - Dijo
despacio y cuidadosamente. Jake lo miró aterrado y listo para correr- ¡No lo hice! En serio no - el mayor pareció relajarse solo un poco, pero aún así seguía atento a todo - Mira... Sé que debes sentirte mal y confundido, pero quiero ayudarte. Yo.. Ese dia pude ver que no eres mala persona, quizás soy muy iluso o algo así, pero siento que hay una razón por la que haces lo que haces, siento que algo fuerte te hizo tomar malas decisiones o decisiones apresuradas, y de verdad estoy dispuesto a ayudarte, pero solo si me cuentas que pasa, necesito entender y quizás pueda hacer algo para ayudarte a salir de esto. No es por el sexo, aunque debo admitir que fue el mejor que he tenido en mi vida..- Soltó con una pequeña risa. Jake se sonrojó levemente. Eso había aumentado su autoestima un poquito más - Solo.. Déjame ayudarte, conocerte y quizás así pueda ayudar a una persona inocente...

Jake sintió como sus ojos se llenaban de
lágrimas y lo miró con una cayendo por su mejilla. Había dado en el clavo.

Un chico llegó y dejó dos platos de
carne para cada uno y uego dejó otros
platos más pequeños con distintos
acompañamientos antes de alejarse.

-Lo siento, no puedo pagarlo - Fue lo
primero que salió en un susurro de sus
labios mientras limpiaba su mejilla.

-Yo invito, por favor.

Jake asintió y tomó un sorbo de su jugo
para intentar calmarse, finalmente había llegado al punto de robar casas, llámenlo tonto, pero quería creer que ese chico lo ayudaría. Y haría lo que fuera por ella.

El menor tomó sus palillos y comió
algunos pedazos de carne mientras lo
incitaba a hacer lo mismo. Jake tomó sus palillos y lo imitó, después de todo, era comida gratis, por lo tanto, menos dinero que gastar por ese día.

Cuando ya habían comido por lo menos la mitad de sus platos, Jake decidió, luego de pensarlo mucho, que confiaría en él. Le contaría su situación para por lo menos obtener su perdón por entrar en su casa.

-M-mi mamá...- suspiró tomando fuerzas para seguir, pero su teléfono comenzó a sonar. Jake lo sacó de su bolsillo y atendió la llamada al ver el nombre del remitente.

Jungwon pudo notar que el teléfono era
antiguo, quizás solo funcionaría para
llamar y recibir llamadas, tal vez poder
mandar mensajes, todo lo contrario a su teléfono último modelo comprado hace a penas unas semanas. Jungwon se sintió un poco avergonzado por eso.

-¡¿Que él qué?! Escucha Bahiyyih quiero que cierres todas las puertas y ventanas y te quedes con Kai ¿si? Voy en camino.

Jungwon lo miró preocupado mientras el mayor cortaba la llamada y se levantaba apresurado.

-¿Qué ocurre?- preguntó el menor
levantándose igualmente.

-Lo siento, debo irme.

-Voy contigo.

-N-no.

-Si.

-Mierda, no tengo tiempo para esto.

Jake comenzó a salir del restaurante
siendo seguido por Jungwon luego de que arrojara unos billetes a la mesa y avisara apresurado al chico que llevó la comida que el dinero estaba ahi y que se quedara con el cambio.

Llegaron apresurados hacia la calle donde la gente caminaba animada y automóviles iban y venían por las calles.

-¿Todo bien? - preguntó el menor
mientras lo seguía por detrás.

-Debo llegar a mi casa rápido - respondió sin dejar de caminar.

Jungwon se detuvo y miró a la calle antes de correr para pedir un taxi. A los segundos, uno se detuvo frente al menor.

-¡Espera!

Jake volteó y se hubiera negado al verlo, pero la situación era urgente, ya luego se preocuparía por eso.

Entró rápidamente al taxi seguido de
Jungwon y le dio su dirección al conductor.

La pierna de Jake se movía hacia arriba y abajo rápidamente mientras alternaba su mirada entre la ventana y su teléfono de manera nerviosa.

-Señor, le daré el doble si puede ir mas rapido, por favor - Dijo Jungwon
asomándose entre los asientos delanteros. El conductor lo miró y asintió con una sonrisa antes de esquivar algunos autos y apretar más a fondo el acelerador.

Las miradas de ambos se juntaron y Jake le agradeció silenciosamente antes de volver la mirada a su teléfono una vez más.

En menos de cinco minutos el taxi se
detuvo frente a la casa del mayor.

Jake bajó rápidamente y salió corriendo
mientras Jungwon sacaba el dinero y se lo entregaba a un sonriente conductor,

Para cuando Jungwon bajó, Jake estaba
empujando a un hombre claramente
mayor con cara de pocos amigos.

-¡Aléjate de ellos! - gritó Jake con sus
manos hechas puños por la rabia.

-¡Pues dile a la zorra de tu madre que me pague lo que me debe!

-¡Ella no te debe nada! ¡Era tu
responsabilidad cuidar de nosotros!

-¡Dejaron de ser mi responsabilidad
cuando nos divorciamos!

-¡Eres nuestro padre!

-¡Nadie me asegura eso!

En ese momento Jake vio rojo. Tomó el
cuello de la camisa del hombre y levantó su otra mano en un puño para golpearlo, pero unas manos tomaron su brazo rápidamente para que no lo hiciera.

Miró a su lado encontrándose con la
mirada preocupada de Jungwon, quien aún lo sujetaba.

-¡Jake!- se escuchó una voz femenina
gritar desde el marco de la puerta. El
nombrado sacudió un poco al hombre
frente a él y lo soltó con los dientes y
mandíbula apretados antes de darse la
vuelta e ir hacia la entrada de su casa
donde una adolescente lo esperaba
asustada.

-¡Vuelve aquí maldit..!

-Disculpe, señor - lo interrumpió Jungwon fingiendo una sonrisa y colocándose frente a él para que no se acercara al par detrás de él - Yo no agrandaría este escándalo si fuera usted.

-¿Y tú quién mierda eres?

-Oh, lo siento ¿Dónde están mis modales? Soy quien no le importa, y me complace informarle que mi padre es el jefe de policía de esta parte de la ciudad - dijo agrandando su sonrisa.

-¿Crees que me importa?

-Debería, ya que solo bastaría una
llamada para decirle que un hombre
mayor está acosando, siguiendo y
molestando a su único, querido e inocente hijo para que traiga todas las patrullas disponibles y rescatarlo.

-No voy a caer en tu juego...

Jungwon tomó su teléfono y fingió marcar un número, esperó unos segundos y cambió la expresión de su rostro, como si fuera todo un actor.

-P-papá...Un hombre... Me ha estado siguiendo por un tiempo - fingió sollozar - tengo miedo, por favor... Ayúdame...

El hombre mayor abrió sus ojos y
retrocedió unos pasos.

-Oye...

-Apúrate papá... Ya tienes mi ubicación - terminó de decir y corto la "llamada"
volviendo su expresión y tono de voz a la normalidad - Espero lo piense dos veces antes de molestar a sus hijos la próxima vez

El hombre siguió retrocediendo hasta
darse la vuelta, miró una última vez a dos de sus hijos y se fue a paso apresurado.

Jungwon sonrió guardando su teléfono en su bolsillo y volteó hacia la entrada de la casa justo para ver a Jake entrar y
desaparecer. La adolescente salió al jardín y se acercó a él.

-¿En serio tu padre es policía?

Jungwon hizo una mueca aún con su sonrisa y negó.

-No, lo siento. Solo fue una pequeña
mentira para que se fuera.

La chica asintió y luego le sonrió de vuelta.

-Gracias...

-Soy Jungwon, linda. Y tú debes ser Bahiyyih ¿no?

-Si ¿Cómo lo sabes?

-Tu hermano habla mucho de ti - mintió.

-Wow, me gustaría decir lo mismo, pero
es la primera vez que escucho tu nombre, y conozcoa todos sus compañeros del trabajo de día. Tu debes ser compañero de Su trabajo nocturno entonces.

Jungwon guardó silencio unos segundos ¿En qué estaba pensando? Claramente Bahiyyih no sabría que su hermano mayor se dedicaba a robar casas en medio de la noche mientras ella dormía.

-¡Exacto! Empecé hace poco, así que él me estuvo ayudando estos días. Nos
encontramos por casualidad poco antes de que lo llamaras, así que vine con él - dijo intentando cambiar el tema de
conversación.

-Que suerte, ya no sabemos como hacer
que se vaya cada vez que ese hombre
viene...- la chica bajó la mirada. Jungwon no sabía que decir en respuesta, hasta que ella se hizo a un lado, dejándole el camino libre - Lo siento ¿Quieres pasar?

-Ah... Claro,- Jungwon entró y se sacó las zapatillas antes de dar los siguientes
pasos hacia la sala - Permiso,- llegó a la
habitación principal donde un pequeño
sofá gastado estaba a la vista, a un lado
había una pequeña mesa redonda con
cuatro sillas un poco rotas, no tenían
televisor y la pintura de las paredes estaba cayéndose a pedazos.

-Disculpa, solo tenemos agua para
ofrecerte.

-Agua está bien, Bahiyyih.

La menor salió camino a otra habitación que creía, era la cocina y luego de un momento volvió con un vaso con agua y se lo entregó.

-Aquí tienes.

-Gracias, linda.

-Iré a ver a Jake.

La chica desapareció por el pasillo del
costado que seguramente conduciría a las habitaciones, dejándolo solo.

Jungwon dio un vistazo a su alrededor luego de tomar un sorbo del agua y dejarlo en una pequeña mesa al centro de la habitación y comenzó a pensar en toda la información que había recolectado hastaese momento.

Una familia de bajos recursos, con
comida y dinero limitados, usaban
ropa de segunda mano, holgada y vieja,
"deben ser Weasleys" pensó y soltó una
risa felicitándose por su broma. Una
familia sin padre, que al parecer los
abandonó y ahora los molesta por dinero regularmente. Una madre soltera con dos hijos que mantener..

-Kai, quédate quieto un segundo - dijo Jake intentando mantener a un niño
pequeño en sus brazos mientras volvía a la sala seguido de la adolescente.

Bueno, tres hijos que mantener.

El niño se removió en sus brazos hasta
que el mayor lo dejó libre en el piso. Se dio media vuelta y se encontró con la mirada amable de Jungwon.

-Hola - saludó el pequeño.

-Hola, peque - saludó de vuelta moviendo su mano.

-¿Eres amigo de Jake? - preguntó con
palabras atropelladas. Quizás debería
tener unos tres o cuatro años.

-Mmm.. Algo así, soy compañero del
trabajo nocturno de tu hermano - terminó de decir y luego levantó su mirada levemente para ver la reacción del mayor. Jake abrió su boca ligeramente con una expresión confundida, pero luego entendió por qué Jungwon había dicho eso.

-Cierto, nunca me dijiste que tenías un nuevo compañero - recordó Bahiyyih a su hermano.

-Ah, si...¿Creo que lo olvidé?

-Eres lindo - siguió el pequeño y estiró
su mano hasta colocarla en la mejilla de Jungwon, quien había bajado su rostro para que el menor lo tocara mejor - suave.

-Ay no - se quejó Bahiyyih y justo
entonces el pequeño se subió al sofá
para sentarse en las piernas de Jungwon y recostar su mejilla en su hombro derecho mientras volvía a colocar la mano en su mejilla izquierda - Lo siento, ama lo suave - se disculpó la chica.

-Kai no, bájate - dijo Jake acercándose a ellos y estirando sus brazos.

-¡No quiero!- exclamó abrazándose más a Jungwon. Jake le dio una mirada de disculpa.

-Kai, no seas maleducado.

-No... Déjalo - Jungwon rodeó el cuerpo
pequeño con sus brazos y lo acurrucó
hacia él - No me incomoda.

Vio como el mayor suspiró asintiendo y
luego se alejó.

-Bien ¿Puedes verlo mientras preparo su comida?

-Claro.

-Gracias - Jake siguió su camino hasta la cocina donde rebuscó entre unos muebles la comida que tenía guardada especialmente para el menor.

Mientras, Jungwon y Bahiyyih hablaban sentados en la sala. Jungwon descubrió que la chica iba a la escuela aún, que el pequeño debería empezar a ir dentro de poco y que Jake ya había salido, pero que decidió buscar trabajo en vez de estudiar algo más, por lo que casi no estaba en casa.

Kai dejó la mejilla de Jungwon cuando algo más llamó su atención. Estiró su brazo y trató de alcanzarlo. El mayor de los tres miró que era lo que quería el pequeño y notó que intentaba tomar el llavero peludo celeste que tenía de adorno en su mochila.

-¿Quieres verlo? - preguntó antes de
soltar al niño y sacar el llavero con sus dos manos para entregárselo.

Kai lo tomó entre sus manos y lo
acarició, lo pasó por su mejilla y sonrió.

-Suave.

-¡Bahiyyih! - llamó Jake desde la cocina.

La chica se levantó del sofá y atravesó la puerta. De verdad Jungwon no quería saber de qué hablaban, pero los lugares estaban muy cerca y además al parecer las paredes eran muy delgadas.

-Dime, Jake.

-Aún no pude comprar nada. Necesito
que veas que Kai coma esto en lo que
voy a la tienda. Quedan unos fideos de
ayer para que comas si te da hambre,
luego puedes comer algo más cuando
regrese ¿si? - dijo claramente en un
volumen de voz más bajo, seguramente
para que Jungwon no lo escuchara.

-Claro, no hay problema.

-Bien - se escucharon algunos ruidos
dentro de la cocina, seguramente era Jake preparando la comida del pequeño.

-No deberías sobre exigirte - volvió a
hablar la chica - Si me dejaras buscar un traba...

-No, Bahiyyih. Ya hablamos de esto. Solo debes concentrarte en la escuela. Tengo todo bajo control. Además, te necesito aquí para ver a Kai.

-Tienes razón, lo siento. Solo... Siento que haces todo por nosotros y yo no puedo ayudarte.

-Lo haces, en serio. Me ayudas mucho sin darte cuenta - dijo suavizando el tono de voz.

Hubo silencio unos segundos.

-¿Volverás de inmediato?

-Claro, no hay otro lugar donde me
gustaría estar más que aquí.

De nuevo silencio.

-..Jungwon es lindo. Nunca habías traído a nadie a casa - dijo y Jake por fin supo su nombre.

-Fue una ocasión especial, nada
importante.

-Pero...

-Bahiyyih, aunque quisiera, que no es el caso, no podria ni si quiera pensar en
tener una relación, aunque sea pasajera. Simplemente no tengo tiempo, ni dinero.

-Lo sé, es solo que siento que te estás
perdiendo cosas que deberías estar
viviendo.

-No es algo de lo que deberías
preocuparte, es lo que nos tocó vivir. A mi no me preocupa - de verdad que no era su mayor preocupación, aunque preferiría que lo fuera y así no tener que pensar en los problemas reales que atormentaban su día a día.

-Está bien... Pero de todas formas, es
lindo - terminó de decir para luego volver a la sala donde Jungwon fingió no haber escuchado nada mientras jugaba con el pequeño y el llavero.

Jake vio a su hermana salir de la cocina
antes de murmurar un "ya lo sé" para sí
mismo.

Bahiyyih se sentó nuevamente a un lado de Jungwon y su hermanito.

A los segundos salió el mayor de todos de la cocina viendo la escena frente a é.

-Mmm.. ¿Jungwon?

El nombrado volteó su mirada hacia el
rostro del contrario.

-¿Si?

-Iré a comprar ¿Vienes conmigo?

-Ah, claro - Jungwon tomó su mochila, se levantó con el pequeño en sus brazos y siguió al mayor a la entrada.

-Kai, devuelve el llavero- le dijo su
hermano.

-¡No!

-Pero Kai, es de Jungwon. Tienes que
devolverlo.

-¡No quiero! - el pequeño con el llavero
peludo y suave en sus manos, lo abrazó
haciendo un puchero.

-Kai...

-¿Lo quieres? - preguntó Jungwon.

-Si...- Susurró Kai recostando su
cabeza en el hombro de Jungwon.

-Te lo regalo, pero con una condición. Debes cuidarlo muy bien, no debes
perderlo ¿ok?

-Oye, no es necesario. Debe aprender
que no podrá obtener todo lo que quiere - intentó convencerlo el mayor.

-Está bien. Tengo más, puedo dárselo - Jungwon alejó un poco al pequeño para que lo mirara a los ojos - ¿Lo cuidarás?

Kai asintió enérgicamente.

-¡Si!

-Bien, es tuyo.

Jungwon volteó y dejó al pequeño en el suelo, se quedó de cuclillas y revolvió su cabello. El niño levantó su mirada y sin pensarlo se abalanzó hacia Jungwon para darle un besito todo baboso en su mejilla.

-Adiós, pequeño.

-Adiós - le respondió llevando su mirada de vuelta al llavero.

Bahiyyih se despidió de él también, tomó la manito de su hermano menor y cerró la puerta.

-Ay no, lo siento por eso - dijo Jake
colocando la palma de su mano en el
cuello de Jungwon mientras limpiaba las babas de su hermano con su pulgar,
deslizándolo por su mejilla.

-No es nada...- murmuró el menor
sintiendo su respiración deslizarse por sus labios.

Subió su mano y la colocó en la muñeca de Jake acercando ligeramente su cuerpo al contrario. Con su otra mano guió la que el mayor tenía colgando a su lado hacia su propia cintura.

Jake miró sus labios. No debía dejar que eso pasara, al igual que muchas cosas que pasaron con ese mismo chico, pero esto era diferente, ya no existía la oscura habitación, ni la máscara, o la excitación envolvente sobre sus cuerpos. Ahora solo eran ellos, rostro a rostro a plena luz del día, sin calentura, pero con la tensión atrayente tan viva como esa noche.

Lentamente acercaron sus rostros hasta que sus labios se encontrarona medio camino.

Al principio fue algo pequeño, suave.
Movían sus labios despacio, como
acariciándolos con cuidado. Luego se
intensificó cuando Jungwon usó su lengua para lamer el inferior del mayor, quien lo acepto gustoso.

Se comían la boca del contrario con fuerza, chocando los dientes al no tener cuidado. Jake lo presionó contra su cuerpo una útima vez mientras lo besaba para luego separarse.

Cerró sus ojos dejando que el aire saliera entre sus labios húmedos y rojos mientras conectaban sus frentes.

Jungwon abrió sus ojos lentamente y no pudo contener una pequeña sonrisa al ver las expresiones del mayor, quien se notaba que debatia consigo mismo en su cabeza.

-¿Jake? Yo...

-Debo ir a comprar - dijo rápidamente
mientras lo soltaba.

Jungwon lo notó alejarse de su cuerpo antes de caminar unos pasos. Una nueva sonrisa apareció en sus labios cuando vio las orejas de Jake adoptar un tono rojizo muy fuerte.

-Te acompaño.

Le respondió mientras lo seguia rápidamente.

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