Veo a Naomi desde lejos; su cabello es largo castaño y liso, siento que el día que pueda tocarlo será realmente muy suave, y es que me pierdo viéndola, sus ojos son grandes, profundos y negros; ansío reflejarme en ellos.

Me dirijo a ella con una sonrisa; no quiero que piense que soy algún tipo extraño en el que no pueda confiar. He notado que es muy quisquillosa con las personas a su alrededor, pero muy leal a esos pocos. La vi en la cafetería defendiendo a esa chica, lo que aún no entiendo es que sucedía ahí; pero prometo que cualquiera que insista en dañarte, pagará el precio más caro.

Me siento a su lado y le pregunto:

-¿Sabes quien soy?- lo digo con una esperanza grandísima

-Eres Adrián Martin, estudiante de este colegio y mi compañero.-

Ella no me reconoció, no la culpo, ambos estábamos muy pequeños y creo que yo soy el único que lo recuerda.

No sé que responderle, pensé que quizás me reconocería, que desde ahí tendríamos una aventura juntos, tal vez nos escapariamos y seria algo increíble.

Sin embargo, mi realidad es esta; empezar desde cero nuestra aventura.

-Claro, soy tu compañero- le sonrió algo incomodo- un gusto conocernos, seamos cercanos.- y lo digo en serio, seamos cercanos.

Siento que ella se pone nerviosa, mis palabras logran hacerle efecto; debo seguir así.

-Claro... podemos ser amigos.

¿Amigos?, tendré mucho trabajo que hacer para que me recuerdes, no me rendire; tu vales mucho más que todo el dinero de mi familia; los idiotas de los Quispe no saben tu valor, ni tampoco lo que estoy dispuesto hacer.

- Me alegra tener una amiga- soba su cabeza con su mano- estaba tan nervioso de conocerte- Demasiado nervioso.

Me mira sorprendida, ¿Fui demasiado directo?, lo intento; estoy intentando con todas mis fuerzas no decirte quién soy.

-¿Tenias interés en conocerme?- Dice Naomi

-¿Quien no?- agacho mi cabeza- creo que aun no te has percatado de lo increíble que eres.

Lo he notado, haces tantas cosas por esa familia, y para ese Quispe tu solo eres un adorno bonito que tener en casa.

-Gracias- dice tranquila y rigida- También puedo decir que tenia interés en conocerte.

¿Qué?, me has tomado por sorpresa, así que sabes quién soy; no importa si no conoces nuestra historia, el hecho de que recuerdes mi nombre y rostro para mi es todo un logro.

- Lo siento, me tomaste por sorpresa- no me salen bien las ideas, estoy perdido - o no, no es que sea sorpresa, pero- parpadeo varias veces, los nervios me controlan- se que mucha gente tiene intereses en mi- ¿Porque digo esto?- solamente que tu- me mira fijamente- tu...-titubeo, no me mires así- solamente eres tu y no se, no seria capaz de...-Me interrumpe

- No lo malinterpretes, no es un interés romántico; estoy comprometida.

Mis nervios se van, todo el ambiente desaparece cuando nombra a esa familia y sus lazos con ellos,¿Dices tan orgullosa que estás comprometida?, ¿Acaso no te importa como te trata ese hombre?, agacho mi cabeza y miro al frente como dentra de la mano con aquella mujer que recogió en la cafetería.

-Nunca creí que fuera romántico, no tienes necesidad de decírmelo directamente- digo algo decepcionado, pero sin dejar el espectáculo que esta pasando al frente, se lo restriego sin vergüenza - y lo de tu matrimonio, no se si sea tan estable como parece.

Naomi mira al frente, puede ver como ese tipo toma públicamente la mano de esa chica, realmente no termino de conocer los límites de tu estupidez; Pablo Quispe, ¿Como puedes citar a bailar a esa chica tan simple teniendo a tus alrededores a esta mujer tan increíble como futura esposa?, que no daría para soñarte como señora Martín y cabeza de los negocios familiares.

Porque te he visto con las beneficiencias que has hecho, no hay nadie más ejemplar que tu. Las personas a su alrededor empiezan a mirarla, lo entiendo cuando veo como los mira perpleja, se que ahora estás entre la espada y la pared.

Ni siquiera has percibido que están bailando nuestra canción con esos pasos torpes, lo pienso y suspiro, probablemente no recuerdas que es nuestra ni lo pasos que solo tu y yo sabíamos. ¿Aún los recuerdas?, suspiro y le pido que baile conmigo, por favor, déjame saber que no me has olvidado.

-¿Quieres participar de este juego?- ella asiente

La tomo y empiezo a bailar, no lo puedo creer cuando empezamos a bailar, son... exactamente los mismos pasos que usábamos.

Tu me recuerdas, pero no entiendo porque no me has reconocido, ¿Mi aspecto cambió tanto?, sin embargo... soy el mismo Adrián Martín, o ¿Eres tan torpe que no recuerdas mi nombre?, siento profundas ganas de abrazarla, si lo hago ahora arruinaría todo, debo soportar y construir nuestra aventura.

Porque lo sientes tu, ¿No?, hay magia mientras bailamos, tus pasos no mienten, quieres esto y lo sabes. El baile no dura mucho; ojalá durara más, aunque al resto de las personas les ha gustado.

- Fue increíble!, esto no tiene palabras- dicen emocionados los entrenadores que nos ven- Su baile me inspiro, sentí que había magia en cada paso- Lo sabía, hasta ellos lo vieron-  ¡Estaban tan conectados!, el mundo no existía- sonrio con cierta pena- Necesito eso, con ustedes ganaremos.

No me molestaría estar en un grupo de baile contigo; si puedo ser tu pareja de baile. Les sonrió a ellos y volteó a mirar a Naomi cuando dice "Lo siento" sin que le dejen terminar su frase.

-Tranquilos, pueden pensarlo mejor. Recibiré mañana su respuesta.

¿Porque no quieres estar en el grupo?, recuerdo que siempre te ha gustado bailar, gracias a ese gusto tuyo es que no me volví loco en ese lugar. No me doy de cuenta cuando llega ese Quispe, pero esa actitud impotente no me gusta.

-¿Tienes que ser siempre el centro de atención?-Dice el con disgusto

No es que quiera ser el centro de atención, solo mírala, no es su culpa que su talento brille, no la opaques con tus miserables palabras.

-Era el momento de Roxy, ¿Sabes lo que le costo entrenar para llevar esta coreografía?, quizás a ti ni siquiera te importe- suspira

¿De quién diablos era el momento?, me hierve la sangre.

-Una mujer tan fría como tu no entendería esto- frunce sus cejas- ¿Acaso tienes tiempo para estar haciendo esto?-

No soporto cada palabra que sale de su inútil boca, y ¿Fria?, comprendo, solo eres un pobre estupido dolido al que Naomi no quiso ni tocar.

- Disculpe- interviengo- estas siendo grosero, ¿Dónde esta estipulado que era su momento?- sonrio con ironía- Y ¿Fría?- me le acerca a su oído para provocarlo - Ella esta que arde.

En definitiva Quispe, pagarás por esto y lo que viene.