Mientras que Kagami y Kuroko comenzaban sus días en la escuela, una pelinegra de ojos celestes recién despertaba después de haber holgazaneado en la cama del rojizo oscuro, sin lugar a dudas la cama de su mejor amigo era la mas blanda y suavecita, además de ser otopedica era el cielo.

Kagami antes de irse a la escuela había dicho que ordenara de nuevo su cama, que no quería tener las pulgas de holgazana. Sin embargo antes de que se marchara, le había dado un beso en la frente.

—Ten buen día, Nova. Nos vemos.

Aunque aquello ahora realmente era un recuerdo de la mañana,  deberían ser al menos las 9:30 de la mañana y ella se encontraba acariciando su frente, donde justamente había podido recibir aquella muestra de cariño. Hace años que no sentía esa calidez,  el único que la besaba así era su difunto padre, y los abrazos que recibía de Noiz no eran iguales a las de su madre.

Suspiró de golpe, y se levantó de la cama de un salto, mareandose. Era hora de hacer algo productivo, no podía permitirse quedarse en el tiempo de penas y tristezas.

Al seguir los procedimientos a estar lista para salir, entre la ducha y el roce del agua contra su cuerpo la hicieron recordar algo del día anterior,  ¿Cómo olvidarlo?

Justamente ayer se suponía que irían tanto ella como Taiga a conocer al rival de la Generación Milagrosa, pero la cosa no terminó siendo eso sino que otra cosa.

Lo recordaba muy bien.

—¿Para que me trajiste al parque Readhead?

Este se había quedado parado frente a mi, mientras que había elegido sentarme en una banca,  este pelirrojo se acuclilla a mi estatura de la banca, mirando serio

—¿Porqué sigues intentando ocultarme tus sentimientos? Kuroko dijo que estabas haciendo, ¿por qué?

Aquellas preguntas me habían tomado por sorpresa, por completo, pero tan solo había hecho una suave mueca en mi rostro. Maldecía que Kuroko no hubiera callado, al menos tendría tiempo para inventarme una excusa viable.

—Porque sencillamente no veo la necesidad de seguir mostrando algo que para mi murieron.

Había dicho claramente, no podía mentirle,  al menos no del todo. La realidad que tenía en mis manos y la razón por la que estaba en Japón era por el motivo de perderme de las chicas y sus novios que mataron todo lo que tenía. Pero tambien estaba la razón mas notable, mi depresión. La depresión que me carcomía por la culpa de haber perdido a mis padres. Mi madre intentó seguir adelante, sonriendo a pesar que no tenía a mi padre como prometieron en su boda,  envejecer juntos. Pero la enfermedad y la tristeza terminaron por desgastarla, dejándome todo un gobierno a mi. Y carga emocional hecha mierda.

—¿Pero porque dices eso? ¿Que diría tu madre si te escuchara? Estoy seguro que me pegaría a mi por creer que soy el culpable. Y...  La señora Aien no es linda cuando se enoja —tiembla un poco al recordarlo pero intenta hacerla recapacitar.

Pero su mirada se ensombrece al notar mi tristeza, y las dagas que había dicho.

—Ella falleció hace tres...ya cuatro meses... Taiga...

Enseguida los labios del pelirrojo temblaron, se abrieron y cerraron como las de un pez con ojos muy abiertos, sin embargo no esperaba que reacciona o bueno que lograra hacer algo ante el shock de la sorpresa triste.

—Lo lamento mucho Nova...

Se levantó y acertó a repetir la acción conmigo, despues atrayendome hacia sus brazos en un abrazo, un reconfortante abrazo que transmitía la calidez y apoyo que sin saber mi cuerpo había estando buscando.

Siendo así como mi mascara se había deslizado tan solo un poco para romperme en llanto en los brazos de Taiga, quien me apretujaba aun mas,  capaz intentando que no me rompiese en mil pedazos. Pero agradecía la intención pero tal vez, ya estaba rota y sin retorno.

Pasó mucho tiempo en que pasamos en ese abrazo pero cuando apenas nos separamos un poco, yo había estornudando dándonos cuenta que ya había casi llegado las doce de la noche y estamos en plena frialdad de la noche. Despues de aquello, Taiga me había escuchado como a través de los sollozos contaba los días contados de mi madre.

Aquella noche no me había despegado de él, habíamos dormido juntos, como dos pequeños hermanos dandose refugio entre sus cuerpos y corazones que estaban sufriendo.

[…]

Sin lugar a dudas Kagami Taiga era el mejor hermano y amigo que pude llegar a conocer. Una vez que se fue a su escuela había recibido un mensaje,  mas lo había ignorado, pero al terminar de ducharse y vestirse, toma su celular.

De: Himuro Tatsuya
Para: Potrov Nova

Hi! My little cloud, I'm in Japan, Akita, I found out that you've retired. I want to see you, if you can come to the Yosên Institute. I'll be waiting for you, I do not want any excuse. (Hola,  mi nubecita, estoy en Japón Akita, me enteré que te has retirado. Quiero verte, estoy en el Instituto Yosên,  te estaré esperando. No quiero ninguna excusa).

I love you, see you. :)

De: Potrov Nova.      
Para: Himuro Tatsuya

I will kill the informant. I'll be around the area for a while. I read there, that the desserts are delicious! Take money. See you, Ice! Rohayhu <3

(Mataré al informante. Estaré un rato por la zona. Leí por allí, ¡que los postres son deliciosos!
Lleva dinero.
¡Nos vemos, Ice! Rohayhu. <3)

Después de contestarle, suspiro y cuento hasta diez para no romper nada,  que estoy en casa ajena.
Sin lugar a dudas Noiz fue quien investigó y contacto con él, le daré un golpe la proxima vez que lo vea.

Agarro la mochila, meto la billetera, celular y me marcho.

[…]

Mientras aquello sucedía Riko había pedido a Kagami y Kuroko que le ayudaran con llevar algunas cajas. Siendo así que el pelirrojo se estuviese quejando.

Estaba muy comodo, comiendo y recobrando vida luego de la noche anterior. Luego de ayudarla con Kuroko se había dirigido para volver a comer. Aunque cuando las clases habian terminado este había ido a los casilleros. Kuroko quien había aparecido y asustado de nuevo habian visto un DVD en la banca, descubriendo que era de Seiho.

Mientras que en otro lado,  un peliverde y un pelinegro, hablaban y mencionaban a Kuroko y Kagami.  Mirando justamente un video del equipo de baloncesto de Seiho. Dando asi que podría ser que Seirin fuera vencido por la buena defensa de ese equipo. Justamente era Shutoku mirando las probabilidades de tenerlos como rivales,  aunque Midorima Shintaro no deseaba enfrentarse a Seiho.

Pero por otro lado,  volviendo con Kagami y el resto del equipo se encontraban mirando el video tambien. El primer rival del Seirin es el Seiho, rey del norte de Tokyo. En el partido, Kagami enfrentará a Tomoki Tsugawa, que contaba con una defensa de nivel nacional. Kagami, hará lo imposible por pasar su defensa y vengar a sus senpai de la humillante derrota del pasado. Mientras aquello pasaba por sus mentes,  otra persona observaba la seriedad de todos. Una persona que ni siquiera nadie se había dado cuenta de su presencia.

Esta tan solo había escuchado todos los comentarios y planes del equipo, pero sin mas se levanta y revuelve el cabello de Kuroko, un tanto resentida por que le había chismeado a Kagami.

—Itte... Potrov-san lo siento, duele —suplica sin mucha expresión el peliceleste.

Siendo asi que todo el equipo se tensa, sorprendiendose pir no haberla notado.

—Te duele un coscorron, ja. A la próxima se silencioso. Porque por tu culpa readhead no durmió. —suspira para luego levantar la mirada—Buenos días. Lamento no haber saludado.

—¡¿En que momento llegaste!? —gritan todos.

—Etto... Hace 55 minutos por ahí. Al parecer ese equipo será intenso,  aunque no se porque sus movimientos me traen la sensación de haber visto en alguna práctica de deporte defensivo, eso como Taekwondo y eso... No se si me entienden. —añade un tanto pensativa.

Por lo que todos se miran entre si,  y la entrenadora es quien, tantea en que podría ser la realidad. Pero evita alarmar a los chicos.

—Me alegra verla por aquí, Nova-senpai pero.. ¿esta vez a que se debe? —pregunta curiosa Riko.

—Ehm... Vengo a avisar a Taiga que iré de viaje. No estoy acostumbrada a usar siempre el celular,  ademas que es muy quisquilloso conmigo —añade rascándose la nuca incomoda.

Mientras que Kagami se voltea y para del asiento sorprendido.

—¡¿Como que te vas!?  Pero si nisiquiera has estado una semana conmigo. —reprocha levantando la voz,  el pelirrojo,  totalmente incrédulo.

—Surgió una reunión de imprevisto,  volveré para el partido de Seirin vs Seiho,  no se preocupen. Podrán pasarlo. —se acerca a Kagami y deja un beso en la frente. —cuídate y no desobedezcas a Riko-san.

—¿De verdad volverás para vernos? ¿Porqué? —pregunta el capitán Junpei Hyuga.

—Sencillamente porque son interesantes. Además, después quiero enfrentarme a vosotros, esto les dará un precalentamiento. Diviértanse y sean unidos. Nos vemos.

Fue asi como vino y se marchó dejando con la boca abierta a muchos pero a una chica castaña emocionada por ver aquello. Con mas razón ganarían el encuentro. Quería aprender de ella.

Siendo así como la pelinegra abandonaba el lugar,  dirigiéndose a un auto negro,  que el chofer era nada mas ni menos que Noiz,  quien traga saliva al verla sonreír con cinismo. Este sería su viaje mas tortuoso del mundo,  de Tokyo a Akita.

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Hola! Aquí esta al fin otro cap, muchas gracias por leer. Espero les haya gustado.

¡Cada vez esta mas cerca que ella se encuentre con Atsushi! ¿Cómo sera? ¿Estan emocionados? ¿Qué pasará? ¡Todo esto y mas...!

¡En el próximo capítulo!

¡Salud y mucha lokura!