Nova se pierde en la oscuridad pensando que ya todo dio por todos y que ya es tiempo de dejarse ir. Tal vez mejorará todo sin ella, será duro pero ya se habia aletargado la situacion.

Toca luchar y solucionar el problema de cara sin huir y sola. Aun asi si fuera su ultima vez vista. La recordaría por huir que por una muerte sin fin.

En cuanto pasa el tiempo, no sabe cuanto tiempo ha estado encerrada con cadenas en los brazos sus muñecas dolían bastante pero en cuanto abre los ojos ampliamente para solo ver a los cinco integrantes de aquel equipo ruso, con poses de superioridad, de asco o satisfacción acercándose el líder a ella, y sin piedad dar un gran golpe en el estómago, el aire se le es arrebatado tan fuerte que tan solo deja que suceda. Mirándolos con gracia, cosa que los enfurece, pero era verdad le daba gracia sarcástica ante la absurda idiotez de la gente por la envidia y rencor que esta padecía, logrando así que la lluvia de sangre, de daños fueran el último lenguaje reconocido en dias, semanas o tal vez meses en aquel lugar frívolo y oscuro.

Tan solo quería cerrar sus ojos y dejarse caer en descanso eterno. La fuerza que disponía para defenderse de los cinco que desquitaban en ella era mínima, la tacharian de cobarde y débil, pero ya no podía ser optimista a su situación. Ella no tenía superpoderes, no era una inmortal, no era nadie para evitar su cruel destino.

Tan sólo deseaba que el futuro de los que alguna vez fueron sus niños y amigos fuera lo que deseaban, que la generación milagrosa ayudase a su chico a superarla y fueran felices como debió ser desde un principio. Su zanahoria seguramente estaría decepcionado de ella, ¿pero que podía hacer? Ya estaba cansada de huir, ya estaba cansada de vivir y que todo a su alrededor muriera.

Y así, el ardor, los dolores, las fracturas en las cosquillas y las lágrimas de amargura al sentir que la tocaban manchando su cuerpo con toda la sangre, rencor y satisfacción de los ingratos, tan sólo se dejó ir en cuanto logró morder a uno con su boca pero este golpeó brutalmente su cabeza y mejilla, llevándola a la inconsciencia sin retorno, tal vez.

[...]

Cinco meses había intentado seguir adelante sin hundirse, ella sola lo había dejado,m, buscaba entretener el vacío que sentía en su departamento con las clases del instituto pero hace una semana en la que el pelimorado se mantenía encerrado y comiendo en su departamento, aunque le doliera que ella hubiera tomado esa decisión sin él, no podía alejarse de su único consuelo. El aroma del perfume y esencia de su Novachin estaba impregnado en su cama.

—Es suficiente, no se que habrá pasado con ustedes dos, pero no voy a dejar que te hundas.

Himuro había llegado a su hogar, entrado por la llave que el tenía para quedarse desde antes, pero en cuando este le quitó la sabana que lo cubría solo le gruñó como un niño pequeño mientras su misma expresión fácil de siempre se observaba tranquila pero sus ojos rojos y con molestia junto con esa pisca de inflamación por tanto llorar, le dolía tanto el corazón y el llanto, tanto como respirar al no tenerla. Se había acostumbrado a sobrellevar el día con Nova que su corazón ya no podía vivir sin ella.

Se había arrepentido a la semana de haberle dicho esa frase.

"Si te vas, no vuelvas nunca más", esa frase la había dicho con tanto dolor y frustración que en cuanto fue pasando los días, parecía crecer en peso de culpabilidad, no entendia el motivo pero algo en sus días parecía decirle la verdad que sus ojos no podían ver. Pero... Sentía más que sus ojos lo veían, su corazón lo sentía pero ya no la escuchaba y eso era su peor miedo y dolor.

—Murochin... Dejame en paz.

—No, no voy a dejar que te derrumbes. Vamos arriba, Atsushi.

Se dá la vuelta con la sabana incluida, dándole la espalda al dichoso, pero este parece haberse ido sin embargo, suelta un gruñido feroz cuando siente el fresco y líquido garrsfon de agua encima suyo.

—Mald-dita sea... Mierda, déjame en paz, no debería ni siquiera hablarte, la trataste mal... Igual que yo...

Murasakibara al ser consciente de su tonteria no pasaba conforme los dias pasarán, algo en el agua lo despertó.

Agarró su celular, mientras era observado por Himuro, pero lo ignora y sólo busca llamarla. Lo intenta varias veces hasta que le dan con el vacío, sin embargo, no se rinde.

—Algo no está bien.

—Y ahora me lo dices. Todo hicimos mal, sé que la lástimamos y...

Cuando vio como la mirada se perdía en sus zapatos, sin dudarlo fue en su búsqueda, algo le gritaba que estaba mal pero en cuanto llega a la puerta se tambalea en mareos, quedando en la pared.

—Ugh...

—¡Atsushi! No puedes levantarte así como si nada, parece que en días no haz comido. Y...

Murasakibara seguía llamando pero Himuro al estar cerca de la puerta empieza a escuchar la canción de la llamada que solía tener el tono de las llamadas de Nova. Su corazón salta sobre sí, y abre la puerta ignorando al alto para buscar el celular, que lo encuentra para su desgracia tirado a un costado de la puerta.

Sentían que el que ella no le contestara el celular era por mal augurio. Mas aun cuando ven la evidencia del celular.

—Nova...

—Noiz.

Las palabras salieron de su mente através de su ronca voz, no podía ni quería aceptar que sus ideas de mal augurio eran ciertas. Murasakibara decide llamar a Noiz sin embargo, en cuanto lo iba a hacer su mano tiembla demasiado, frustrando, y dando con él suelo con enojo, pero una mano y voz seria detienen el camino del puño.

Pero se sorprende al ver a:

—¿Akachin...?

Con solo unas palabras se queda sin aire al tenerlo frente a él, a un tamaño mas cerca y bajo. Después de un momento largo, el pelirrojo con su cara seria parece decir unas palabras pero en cuanto las escucha su cuerpo y sus oídos se enmudecen, nada de él responde, y cuando exhala siente que algo lo consume en un gran pánico más cuando siente la mano en el hombro que lo llaman, al reaccionar se da cuenta que ha caído al suelo de impresión.

Su Novachin había sido secuestrada. Cinco meses de desaparecida. Su corazón late con más dolor pero en cuanto ve entrar al peliverde, solo se rompe en frustración, se deshace de las manos de Himuro rompiendo en enojo y dolor ante las lágrimas de impotencia mientras se muerde el labio inferior, sintiendose como un niño que perdió lo más importante.

Nova... Eres esencial... Que no sea verdad, pensó suplicando Atsushi.

Himuro al notar al pelirrojo con una expresion seria y su compañero destruido tan solo puede esperar lo peor. Pero en cuanto va a preguntar que es lo que sucede, el teléfono del pelirrojo suena y este pide con educación usar la television.

—Usaré su televisión, permiso.

Nota como conecta su móvil al mismo y una cámara errática deja ver lo que hizo caer el alma a sus pies.

Akashi estaba buscando la manera de rescatar a la mujer que tenía un gran aura y era importante para su jugador estrella pero cuando ve lo avanzada que está la situación es cuando les propone ser de su ayuda para rescatarla. Noiz aparece y empieza a notificar donde se encuentra, avisando alarmado sin que si no llegan en tres horas. Nova puede que no soporte más.

Nova en piel y hueso con moratones tan solo mira la cámara con sus ojos vacíos y perdidos, parecía que caa vez que respiraba dolía tanto y pesaba demasiado pero en cuanto da con la cámara, al parecer sólo es capaz de tan solo gesticular una última frase que Murasakibara percibe como un:

Te quiero, Murasakibara-kun...

La transmisión termina de golpe en una oscura pantalla.

Su enojo sube ante el dolor y busca a todo motor ya comenzar . Nervioso.  Enojado y con ganas de llegar a ella.

Ese "te quiero" se sintió a despedida. No quería perderla.

Himuro tan solo se sentía idiota y perdido al ver como en horas podía perder lo que fue su figura materna y que la última vez lo había arruinado.

Sin embargo, todo se vuelve una escena policiaca y drama cuando kensuke fukui aparece con la dirección lista, con el chaleco contra bala puesto. Anunciando a Akashi que ya la localizaron.

Akashi deja palabras seguras y firmes. Odiaria a esa gente si lo hicieran fallar su meta. Los eliminaria si son piedras en su camino.

—Harán lo que yo diga, rescataremos juntos a Potrov. Shintaro, Atsushi pónganse los chalecos y protección, será una larga noche.

Esas palabras sentenciaron el destino, y todos en la sala esperaban que todo saliera como siempre, perfecto ante la orden de su capitán, amigo y líder.

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Este fue el último capítulo, se viene el epílogo, muchas gracias por esta gran compañía. Esperemos que logren llegar a tiempo los chicos, ¿quien sabe que pueda pasar?

¿Se esperaban que Akashi ayudase?

¿Qué midorima apareciera?

¿Qué creen que pasará?

Nos leemos pronto! Saludos, y se los quiere mucho, bye~