—Estoy confundida —logró apartarse y recojer su hijab para ponérselo.

—Déjame demostrarte lo que soy capas de hacerte sentir —insistió tratando de acercarse a ella.

—Yo... —dudó y empezó a caminar rumbo a la casa.

—No digas nada de lo sucedido, dejemos que el tiempo aclare las dudas, perdoname por comportarme así, pero solo de pensar que me vas a dejar me pone como loco —dijo alcanzadola.

—¡Sólo estamos comprometidos,  no soy de tu propiedad! —le aclaró deteniéndose. Mirándolo fijamente.

—Lo serás pronto. Yo te voy a demostrar que somos el uno para el otro —la tomó de los brazos pero ella se soltó del agarre y trató de acomodarse mejor el velo. Luego empezó a caminar.

—Te voy a dejar a tu casa —dijo rendido ante la situación—. ¿Nos podemos despedir de estos viejos? —le rogó con la mirada. 

—Está bien —accedió.

—Vamos —dijo y sorprendió a Suhela dejándole un beso en la mejilla para tomar su mano.

—Hay mucho amor entre ustedes —habló el padre al verlos entrar sujetados de manos.

—Por supuesto, mi nieto es perfecto en todo momento. Sabe destacarse y hace destacar a todos los que lo rodean —dijo la abuela mirando fijamente a Suhela. Ella optó por ignorarla y tratar de disimular su prisa para retirarse.
Se despidieron y tomaron rumbo a casa de Suhela.

Él se estacionó y se acomodó para besarla, pero ella lo detuvo.

—No es correcto —se apresuró en salir del auto.

—Esta bien. Te daré tiempo. ¡Que tengas lindos sueños! —se rindió ante el rechazo.

—Cuídate y me escribes cuando llegas a casa —cerró la puerta para caminar hasta la entrada de su casa. Sacó las llaves de su bolso y se volteo para despedirse con las manos.

—¡Bien!  —gritó Samir antes de arrancar y salir a velocidad.

Ella subió a su habitación, agradeciendo no haberse encontrado con su madre, lo mejor era que Suhana se  encontraba dormida en un sueño profundo. Lo último que deseaba era mentirle a sus seres queridos para que no se preocuparan.

Se dio un baño largo para relajarse. Mientras, pensaba en lo sucedido. 

《Samir sabe como seducirme, estoy muy segura de que no tengo sentimientos hacia él.  Pero... ¿Porqué siento una atracción física?, acaso estoy tan nesesitada.
... Creo que en realidad sabe como manipularme y manejarme a su antojo.》

—Tengo que estar mas atenta, lograr evadirlo. Soy una estúpida por meterme en este lío yo sola.

Salió de la ducha y revisó su celular para verificar si Samir dejó algún mensaje.

《Creo que fui muy grosera con él.  Debo llamarlo y preguntar si llegó bien》pensó mientras buscaba en contactos su numero.

Al marcar esperó a que le contestara, pero tardó un poco.

—¡Hola?...

—¿Llegaste a casa? —preguntó Suhela.

—¿Quién habla? —dijo un tanto confuso.

¡Amor, no te detengas!  —se pudo oír al fondo.

—¿Quién es esa mujer? —preguntó exaltada.

—¿Suhela?, ¿Porqué me llamas? —reaccionó al reconocer la voz de su prometida.

—Respondeme primero —exigió.

—Es la tele (televisión)  que se me quedó encendida, llegué y me quedé dormido.

—Esta bien —dijo aún confusa.

—Estás dudando de mí —suena un tanto ofendido.

—No, sólo preguntaba. Es raro oír a una mujer cerca de ti.

—No debes dudar de mi amor, me ofendes...

—Lo siento, perdoname.

—Sólo si me dices que me amas y no me vas a dejar —insistió.

—Mejor descansa, mañana hablamos de esto.

—Ok... no me llames, yo te llamo.

—Ok —dice no muy convensida.

—Es porque tengo dolor de cabeza y voy a dormir hasta tarde, te marco en cuanto me despierte —se excusó.

—No te preocupes. Descansa.

—Sueña conmigo princesa, que tengas buenas noches... —cuelga. Pero Suhela logra oír una risita al fondo. Algo muy raro podía estar pasando.
《Uff, puede ser la novela》. Pensó ella tratando de conciliar el sueño.

Minutos más tarde, cuando había quedado dormida llegó a su mente el recuerdo de la noche anterior.

Puede verse a ella misma en el mismo lugar y a un hombre. No puede distinguirlo muy bien y lleva un traje diferente al de Samir.

—¿Quien es? —se pregunta así misma en el sueño, pero parece que la Suhela de sus sueños no se a dado cuenta de su presencia.

Algo muy raro estaba sucediendo, el hombre empieza a tocarla con delicadeza, la atrae a él y empieza a juntar sus labios con los de ella. Los dos se unen en uno y puede oírse a ella misma susurrandole un "te amo" al hombre que tiene frente a ella.

—Pero, ¿Quién eres?, vuelve a preguntar a los dos, pero la imagen de ella y la de aquel hombre le hacen sentir diferente.

La forma en que se besan es tan apasionada e íntima que su intimidad empieza a palpitar y algo húmedo empieza a bajar.
Luego sin poder comunicarse con su imagen y aquel hombre decide seguir viendo lo que sucede o si de casualidad logra ver el rostro de aquel joven, aunque puede estar casi segura que no es Samir.

A continuación los dos se separan por falta de aire y el joven no se detiene, continúa bajando por la curva de su cuello dejando besos para luego apoyarse sobre su hombro. Al fin aquel joven logra hablar... "—No sabes lo feliz que me hace poder oír esas palabras de tu boca" —dice para luego continuar besandola con más pasión. Casi pareciera que el hombre está desesperado para poseerla y no quiere perder más tiempo. La forma en que sus cuerpos se juntan y el sonido que hacen al besarse es como un baile y su música en armonía total.

—detente —gritó Suhela despertándose del sueño.

Suhana la miró raro y esperó a que Suhela se diera cuenta de su presencia —¿Estás bien? Estas sudando —dijo acercándose para ofrecerle la botella de agua.

—Sí, es solo un mal sueño —respondió sintiendo calor—, casi podría decir que lo sentí tan real.

—¿Qué soñaste?  —preguntó Suhana viendo como Suhela tomaba agua de la botella.

—Nada, olvídalo —se levantó de prisa para evadir más preguntas y tomó su toalla para entrar a ducharse.

Suhana no le dio importancia y bajó a toda prisa para desayunar ya que se le hacía un poco tarde para ir al colegio.

Mientras, Suhela se toma un baño frío y baja a desayunar. Cuando termina ayuda a preparar el almuerzo  ya que no tenia que asistir a la universidad y su mejor amiga iba a ir al aeropuerto a buscar a su hermano.

Después de las doce de la tarde ella sube a la habitación y revisa su celular. No encuentra ninguna llamada, ni de Samir, ni de Aisha.
Piensa en marcarle a Samir o dejarlo pasar.

Al fin marca y él le contesta enseguida.
—¡Hola Amor!, ¿Cómo amaneciste hermosa? —preguntó desde el otro lado de la linea, pero no le dejó responder, se excusó— No creas que se me olvidó llamarte. Estoy en la cama aún y tenía el celular descargado.

—Ok, no te preocupes. Sólo quería saber como terminó la novela.

—¿Estás celosa? —rió—, no sabes lo feliz que me hace saber que me celas.

—No son celos, en realidad se oía muy interesante la novela, ¿De qué trataba?

—No lo sé amor, me quedé dormido y la tele quedó encendida. Luego de colgar la apagué.

—Ok, ¿Entonces como amaneciste? —preguntó desinteresada.

—Bien, gracias por preocuparte.

—Hummm —se puede oír al fondo.

—¿Estás bien?  Tu voz suena mal.

—Estoy bien, solo fue un bostezo,  luego te llamo amor, me tengo que levantar antes de que mi padre toque la puerta.

—Pee... —escuchó el tono de apagado.

—¡Estúpido me colgó!  Siento que algo anda mal, pero que puede ser...

¡Hola!

Dejen sus votos y comentarios.  ¡Gracias!  No saben lo feliz que me hace poder leer sus opiniones.

Aquí les dejo a Ariel, descripción del personaje en capítulo anterior.

¿Recuerdan los hijos de Ana y Andrés?, pues aquí Ariel y Anabel.

En el siguiente capítulo continuó con dos que me faltan. 😉