Pasaron dos semanas después de la visita de aquella noche y al fin se iba a celebrar el compromiso. Aisha había faltado al trabajo junto a su futura cuñada para finalizar con algunos pendientes antes del anochecer, pocas horas faltaban para la celebración.

Omar y Fátima habían querido celebrar el compromiso con los amigos y familiares, no querían que fuera algo apresurado. Yusuf estuvo de acuerdo y la celebración se iba a llevar a cabo en un salón de fiestas.

Ya acabado todo Aisha se devolvió a su casa, Yusuf se quejaba de que ella prefería ayudar más a su amiga antes que a él, y como hermano tenía más derecho. Siempre en tono de broma, pero Aisha comprendió que su hermano más que ayuda necesitaba apoyo y quien mejor que ella.

El reloj marcaba las 7:30 y aun la familia de Omar no llegaba al salón, Yusuf algo nervioso caminaba de un lado a otro.

—¡Calmate hermano, deben estar por llegar, ya sabes que las chicas tomamos más tiempo en arreglarnos! —dijo Aisha haciéndolo sentar.

—Ya lo sé, es solo que me dijo que tienen un contratiempo y no me explicó más—. Sacó su móvil y empezó a teclear algo.

—No deberías estar así, tranquilo. De seguro sólo es algo sin importancia.

—Tienes razón —dijo resignado. El teléfono sonó haciéndole saber que recibió un mensaje—. Mira, ya vienen en camino, están cerca.

—Ya ves, por gusto te pones así —rieron los dos mas relajados.

—Vamos a saludar a algunas personas mientras llegan —dijo ella.

Los dos caminaron a los alrededores y pasados algunos minutos los murmullos se aumentaron. Aisha no le dio importancia ya que se encontraba buscando su pendiente que había caído al suelo. Pero Yusuf clavó su mirada sobre su futura esposa, se veía hermosa, como siempre.

Rápidamente fueron recibidos por sus padres y los futuros novios tomaron su lugar sobre un escenario que habían decorado detalladamente.

Aisha seguía sobre el suelo alargando su mano para poder recoger su pendiente, cosa que le era un tanto difícil. Después de varios intentos logró conseguirlo y se levantó limpiándose el vestido para luego ponerse los pendientes.
Su madre le llamaba para que saludara a Suhela pero ella parecía no oír, sus pies parecían no sostenerla porque sentía que en cualquier momento podía caer, un escalofrío le recorrió el cuerpo al reconocer su perfume, pero aun no lograba verlo. Temía girar porque a sus espaldas se oia su voz, nunca lo olvidó, siempre lo recordó... había pasado tanto tiempo que creía estar soñando. Se abofeteó mentalmente y respiró hondo para relajarse un poco. Giró con cuidado y a pocos centímetros estaba un hombre de espaldas, su perfume, su voz, todo le indicaba que era él, pero ella seguía sin creerlo... no podía creerlo, ¿Cómo?
—Aisha cariño, vamos que tu madre te llama... —dijo Mariam.
El joven que estaba dándole la espalda quizo ver quien estaba detrás de él, ¿Era la misma Aisha que él deseaba ver?

Ella, algo confusa trató de cambiar su rumbo pero una señora gordita no le daba paso, más bien sintió un pequeño empujón tambaleándose por sus altos tacones, sentía que iba a caer pero unos fuertes brazos lograron agarrarle. Su abrazo cálido, sus ojos marrones y una linda sonrisa fue lo primero que vio... ¿Qué coincidencias no?, ¿Justo debía caer en sus brazos?

—Veo que aún nadie se ha tomado las molestias de salvarte... —murmuró, solo ella logró oír.

—Suhel, ven tú también... —interrumpió tía Mariam.

—Gracias... —susurró ella sin darle importancia a lo dicho antes.

—Vamos, parecen los futuros esposos bailando... deberían saber que estamos en público chicos —rió Mariam para tomar a Aisha de las manos y alejarla de su captor. Más bien parecía presa de él. Él sólo le guiñó un ojo acompañando con una sonrisa pícara.

Pasados los rituales y costumbres se tomaron algunas fotos. Las miradas indiscretas entre Aisha y Suhel no faltaban, ella fingía indiferencia pero en el fondo moría de nervios y él se mofaba de eso. Sabía lo que su presencia le causaba.

Después de degustar la comida empezaron a servirse los postres, Aisha estaba junto a su hermano y cuñada.  Los tres reían por un mal chiste, y al parecer alguien se había unido a ellos ya que detrás de Aisha se podía oír su risa.

—¿De qué ríen tanto? —preguntó él.

—Nada que te importe... —respondió Aisha antes de que Yusuf repitiera el chiste.

—¿Enojada por ser yo quién te salvó? —cuestionó levantando una ceja con una pizca de burla.

—Hmm, no fue gran cosa, podía sostenerme de la mesa, de todos modos no iba a caer —respondió.  Suhela y Yusuf observaban a los dos.

—¡Aha y yo te creo! —dijo reprimiendo una carcajada.

—¿La misma frase de años atrás?, se nota que no has cambiado.

—Yo digo lo mismo, el orgullo ante todo, esperaba notar cambios pero sigues igual...

—Eso lo dices porque no sabes —respondió algo frustrada.

—Hey, calmate, ya tendré tiempo para descubrirlo —le guiñó un ojo. Se estaba divirtiendo al verla así, enojada se veia más hermosa.

—¿Seguro?, porque sólo sabes huir.

—Está vez no, vine a acabar con los proyectos que empecé, soy mucho más capaz.

—¿Experiencias?, ya veo...

—¿Celosa? —preguntó analizando cada una de sus facciones, ya se encontraban solos, Suhela y Yusuf no querían ser los violines.

—¿De qué?, me da igual que anduvieras con varias; de seguro eran buena compañía.

—Hablaba de mis estudios, no tenia tiempo para eso, además, no era nada divertido. Noto que estás celosa, mal entiendes las cosas.

—No es que esté celosa, de los hombres cualquier cosa se puede esperar —dijo indignada.

—Ok, como digas —dijo—, pero solo por si te interesa te diré que no estuve con nadie porque en mi cabeza y en mi corazón sólo existe una, pero es difícil de alcanzar... ¿Lástima no?

Sin esperar respuestas se retiró del lugar, había salido por la puerta y no se vio más.

¿Que era eso que había pasado?, ¿Acaso le confesó que seguía enamorado de ella?, muchas preguntas rondaban por su cabeza, pero Fátima la sacó de su trance para llevarla a tomarse más fotos.

NO me maten... sé que tardé demasiado chicas, pero últimamente ando metida en otras cosas. Hehe.

Les dejo un capitulo más para que lo disfruten. Trataré de terminar cuanto antes y tomarme un tiempo libre ya que las ideas no me llegan y si llegan no alcanzo a escribir...

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