Omar sujetó a su hijo por la camisa haciendo que levantara la vista y lo mirara directo, su agarre era fuerte.

—Quiero que me expliques... ¡Y quiero la verdad! —exclamó para luego ver a Aisha, advirtiéndole que era mejor que callar.

Fátima le rogó con la mirada y él se fue calmando para ir soltando a su hijo... La joven estaba muy asustada y empezó a llorar.

Aisha habia sabido que Omar tenia un fuerte caracter, pero nunca lo habia visto en ese estado. Suhel estaba avergonzado por haber traicionado la confianza de su padre. Él sabia que Omar era capaz de cualquier cosa por complacerlos y apoyarlo y en el amor no era la excepcion. Pero algo que el nunca había tolerado era la mentira y la falta de moral.

Suhela bajó a ver que pasaba, temia que fuera Aisha, ya que habia recibido su mensaje y la estaba esperando. Los más pequeños estaban ya dormidos y era mejor que no presenciaran tal discusión.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Suhela bajando las escaleras. Por cada escalon que bajaba notaba la tension en el ambiente y se percató de que era algo grave porque era muy raro ver a su padre en ese estado.

—Yo... trató de hablar Aisha, pero no le salia la voz.

Fátima interrumpió y le ordenó a Suhela que se llevara a la joven a su habitacion, quizás era mejor que ella no fuera parte de la discusion ya que alteraba demasiado a Omar.

Omar trató de decir algo pero Fátima le acarició las mejillas y lo miró a los ojos, dandole a entender que era lo mejor.

—Deja que él nos explique —dijo ella volviendo su mirada a su hijo quien permanece en silencio.

Suhel tomó algo de valor y empezó a relatar los hechos como habia sucedido. Mediante  iba hablando Omar se relajó un poco, al fin y al cabo su hijo no hizo nada grave, solo trató de ayudar aunque no supo actuar bien, o simplemente se dejó llevar por sus insitintos.

—Pero, ¿Cómo se que no cometieron nada grave?, Sabes que no era la manera correcta. Debiste avisarme o venir a casa —dijo Omar cuando su hijo finalizó.

—Confía en mi papá —le rogó con la mirada—, jamás traicionaria tu confianza y sé que deseas lo mejor para mi.

—¡Nunca me has mentido hijo!, ¿Porqué ahora sí? —preguntó acercándose a su hijo para darle una palmada en la espalda como gesto de preocupacion.

—Yo, no sé. Tuve miedo quizás —respondió bajando la vista.

—¿Miedo de qué?, ¿Acaso la amas, o estás enamorado de ella?

—¡No!... bueno, no sé lo que siento por ella, es solo que quise ayudar —se apresura en decir,  Suhel estaba un tanto confuso ante tal pregunta.

—Cálmate —interrumpe Fátima notando los nervios en su hijo.

—¿Pero acaso sabes lo que está pasando? Ni siquieras la ama —dijo Omar dirigiéndose a Fátima haciendole sentir su preocupacion, transmitendole sus propios miedos y dudas.

—¿Pero hijo, porqué te metes en problemas?, esas no son formas de ayudar, y pensar que estuvieron a solas en la casa de playa me hace imaginar lo peor —habló ella acercándose a su hijo.

—Mamá, es la hija del señor Abdullah... el está en graves problemas y quise ayudarlo, creeanme que no lo hice pensando en ella.

Omar no puede evitar carraspear y desvia la mirada, siente que la respuesta de su hijo no fue sufucientemente sincera.

—¿Estás seguro hijo? —preguntó Fátima levantando una ceja.

Suhel sabía que cuando su madre hacia ese tipo de muecas era porque no le creía.

—Bien, solo quise ayudar al señor Abdullah, y luego cuando iba a dejarla con su padre ella me rogó que le llevara lejos de ahí por un rato. No podia dejarla sola en la calle, así que se me ocurrio ir a caminar un rato por la playa para relajarnos. pero les juro que no pasó mada, ni siquieras un beso... papá me crees, ¿Verdad? —-dirigió su mirada a su padre para luego mirar a su madre quien le dedicó una sonrisa dulce y afirmó con la cabeza.

—Fátima, por favor, ¿Nos sirves te? creo que hablaremos en mi despacho mejor —cambió de tema para luego señalarle la puerta de su despacho a su hijo—.  ¡Suhel! esperame dentro, enseguida te alcanzo.

Omar y Fátima siguen con la mirada a su hijo y cuando ya estaba dentro se vuelven a mirar.

—Amor, no seas duro. Esas cosas pasan. Debemos confiar en él, es nuestro hijo —dijp Fátima acercándose a su esposo.

—¿ Y si cometí algún error en no criarlo bien, y si esa joven no es buena?... No la conozco —expresó sus preocupciones.

—Se que te preocupa pero debemos darle tiempo... ahora relájate, no me gusta verte así —le puso una mano sobre su pecho para sentir sus latidos—, debes ser más comprensible, quizás te cuente más sobre algo... yo iré a ver a las niñas después de dejarte el te —finaliza para darse la vuelta y buscar el camino hacia la cocina, pero Omar le agarra la mano atrayendola, buscando su mirada.

—¿Crees que debo darle la charla de mi padre?, ¿Ya es hora?...

—Ellos ya saben, pero no esta demás darles buenos consejos —le orienta.

—Te amo, no sé que haría sin ti.— Omar le dedica una sonrisa y sus ojos empiezan a brillar.

—Yo me moriría si no te tuviera conmigo amor, recuerda que esta familia es nuestra y debemos saber cuidar de ella — finaliza para retirarse, pero Omar sigue sujetandola y la atre más a él.

—Lo sé. Espera, ¿No me das un abrazo?

—Relajete, estas muy tenso.

Fátima apoya su cabeza sobre su pecho sintiendo su calor, levanta su rostro para alcanzar los labios de su esposo y darle un corto beso para luego apoyar su cabeza en la curva de su cuello.
—Ahora —-dice separándose —el deber de padre te llama, anda y no seas duro con él.

Los dos sonríen para luego dirigirse a sus destinos.

Padre e hijo tienen una larga charla sobre el tema y quedan de acuerdo con buscar apoyo en cualquier situacion. la discusión finaliza con un abrazo entre los dos y son sorprendidos por Fátima que bajaba de ver a las chicas.

Aisha había quedado rendida ante el cansancio y luego de disfrutar de una taza de te con gengibre de las manos de Fátima, se dispone a dormir. Fátima no pide detalles, solo buscaba ver si ella sentia algo profundo por su hijo o solo estaba vulnerable por la situacion.

Fue difícil notar el brillo del amor en sus ojos, pero lo sintió, aunque no tan profundo. Quizás el tiempo iba a definir el amor entre ellos o simplemente iba a ser un capitulo en la vida de todos.

Omar le dio riendas a su hijo y le propuso trabajar medio tiempo con él para adquirir conocimientos y ser parte de las empresas familiares.

Gustavo y Anastasia habian comentado sobre Ángel y la linea de sus empresas, ellos pensaban que ya era hora de que sus hijos formaran parte de sus negocios familiares.

¡Hola!

Que lo disfruten y nos leemos hasta el próximo capitulo!