Empieza el juego.
Samir se había levantado de su lugar cuando escuchó un auto llegar. Eran las ocho de la noche y por ser un pueblo alejado los lugareños habían desolado las calles.
Abrió un pequeño bolso que llevaba con él siempre y buscó su arma, cosa que no encontró y se tornó un tanto molesto.
—Levántate, dime donde guardaste mi arma —movió bruscamente a Suhela que se apresuró en sentarse en su lugar y responder.
—Yo no tomé nada, ni siquieras sabía que la llevabas contigo —dijo sin aparente miedo.
—Creo que llegó la hora. Mi padre no se saldrá con la suya.
—¿Qué dijiste? —preguntó confusa.
—Nada, solo sígueme los pasos, si me desobedeces algo malo te puede pasar y hablo muy en serio.
—Me van a matar —dijo con la voz apagada dejando asomarse algunas lágrimas.
—No lo voy a permitir —finalizó. Luego abrió la puerta de la habitación y salió al lugar acordado.
Caminó adentrándose hacia un costado del hotel. Las hierbas hacían un sonido escalofriante mientras chocaban con los pies y los insectos no paraban de chillar. Desde lejos Suhela pudo distinguir el auto de su hermano y pudo ver que bajaba Omar para hablar con el guardia del lugar.
Ella estaba apunto de gritar y pedir ayuda cuando unas fuertes manos le cubrieron la boca ahogandola con sus propias palabras. Sintió odio, el corazón le empezaba a palpitar fuerte y ganas no le faltaban de matarlo.
—Descuida, si gritas ahora mi padre les puede hacer daño; debes correr cuando te lo diga, pero recuerda, volveré por ti algún día —dijo Samir a sus espaldas muy cerca de su oído. De espacio le soltó el agarre y le hizo señas para que callara.
Los dos se habían escondido en un arbusto donde podían observar la habitación que habían elegido y la entrada del lugar.
Suhela no entendía nada pero era mejor seguir las ordenes se Samir. No sabia porque, pero empezaba a confiar en él. Era lo único que podía hacer en esos momentos.
El señor Patel se fue acercando a Omar con una sonrisa en el rostro. Luego hablaron un rato sobre el trato que notablemente él no había cumplido.
El señor Patel se excusó de que habia sido Samir quien propuso la mala idea de robarle y huir con Suhela. Omar dudó un momento y le advirtió algo. Los dos que permanecían escondidos apenas podían oír algunas cosas.
—Dame el billete que falta —exigió el señor Patel.
—No te lo daré, no has cumplido con el trato, prometiste entregarme a mi hija —respondió Omar sujetándolo fuerte por la corbata que llevaba puesta. El señor Patel era muy elegante ante todo.
—Yo la iba a llevar, pero Samir deseaba terminar algunos asuntos y le hice creer que esta sería su noche —rió, aunque su risa se esfumó cuando Omar levantó su mano dispuesto a golpearle—, ¿y porqué creen que recibieron la señal de su aparato horas después?, tuve suerte de que se me ponchara una llanta y de ahí descubrí lo que podría haber estropeado mis planes, pero como verán me sirvió para atraerlos nuevamente —Omar iba aflojando el agarre—, todavía están a tiempo. El dinero y les indico el número de la habitación —dijo esta vez muy serio.
—¡Suhel! Entregale la bolsa de dinero —Omar ordenó mientras soltaba al señor Patel.
El guardia del lugar parecía saber del asunto. Estaba tan indiferente a la situación que hizo sospechar.
Suhel apresuró los pasos y le entregó la bolsa sin soltarla completamente.
Desde el arbusto Samir podía ver como su propio padre lo delataba y pedía a sus enemigos matarlo si era necesario.
Samir le había hecho creer a su padre que iba a estar con Suhela cometiendo actos indebidos y fue el plan del señor Patel hacerlo encontrar en una situación desagradable. Sabía que Omar sería capaz de asesinar a cualquiera por hacerle daño a sus hijos y era un punto a su favor.
Omar apresuró el paso hacia la habitación donde se habían hospedado Suhela y Samir. De un arrebato Suhela salió corriendo hacia su padre quien la buscaba con frustración. No permitiría que pasara por lo mismo otra vez.
El señor Patel quien sacaba una suma de dinero del bolso para pagarle al guardia dejó caer todo y apuntó hacia Suhela quien gritaba con todas sus fuerzas. Samir la había sujetado para evitar que huyera y pudo ver desde lejos como el señor Patel apuntaba directo hacia ellos.
Omar vio a Suhela y se dispuso a correr como pudo, Suhel quien permanecía junto a su padre le seguía los pasos, pero el sonido de un disparo hizo que todos se voltearan a ver el origen del mismo.
Estaba el señor Patel asustado por lo que había hecho y de un lado el guardia salía corriendo para guardar el dinero obligando al señor Patel a subir a toda prisa en su auto.
Desde el otro lado se oía a Suhela sollozando y gritando mientras veía como sus manos se llenaban de sangre...
😱😱
¿Qué les a parecido el capítulo?, de seguro están impacientes como yo de saber qué pasará con estos dos chicos.
¡Espero disfruten el capítulo y no olviden votar! Gracias de antemano. 😉😉
Disculpen las esperas y el capítulo que está corto. Pero, la historia va a continuar.
Espero que lo disfruten y tengan un lindo día...
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