Capitulo 3
ADRIEN AGRESTE
Hablar con Marinette, bueno escuchar su voz logró tranquilizarme un poco, los días sin ella comienzan hacer cada vez más difíciles, mi hijo también me hace falta, me enteré apenas hace dos años y algo más que era padre, estuve alejado de él por casi cuatro años, tuve la oportunidad de arreglarlo todo con mi familia y ahora volví a perderlos a ambos por una maldita estupidez que no sé como remediar...
- Señor Agreste - llama desde afuera de mi oficina Rose, mi asistente - ¿Está ocupado?
- Pasa Rose - accedo aún mirando mi computador - ¿Qué tenemos para hoy? ¿Algo nuevo? - pregunto como lo hago todos los días desde que estoy a cargo de la empresa.
- Buenos días Señor Agreste - saluda formalmente, asiento y entonces prosigue - No es han confirmado su reunión con la ejecutiva central de "Camille Fashion House" - indica mirando su libreta misma que señala con una pluma.
- ¿Alguna otra cosa? - pregunto alzando la mirada.
- ¡Sí! - exclama ante mi interrogante, me acomodo en mi lugar esperando que continué - Tiene tres reuniones hoy, señor.
- Creí que le había dicho que cancelara mis reuniones hoy por asuntos personales señorita - digo al mismo tiempo que uno mis manos sobre la mesa.
- Lo sé señor. Cancelé las que tenía programadas desde la semana pasada, pero ha sido imposible cancelar las audiencias que los ejecutivos de la sucursal en Miami pidieron - responde muy rápido.
- ¿Y las otras dos? - cuestiono curioso.
- La segunda es con la señorita Rosie - aprieto la quijada al oír ese apellido - Y la última es con... - me mira y luego vuelve a mirar hacia la libreta aclarándose la garganta - Es con su padre y el abogado de su esposa - mi cuerpo se tensa cuando termina de pronunciar palabra.
- Eso sería todo, ¿Cierto? - ella asiente y se retira dejándome a mi con un mal sabor de boca.
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Sé que mi posición en esta empresa depara estrés, dolores de cabeza y sobre todo paciencia pero creo que he intentado todo aquello con los ejecutivos pero lo único que hacen es hablar sobre lo bien que mi padre manejaba la empresa y sobre que las ventas se están cayendo porque la diseñadora no ha podido crear ni una sola pieza nueva para la colección de invierno y ni se diga para las navidades.
Y ni hablar de mi reunión con Lila, cada vez que la veo siempre hace algo que no debe de hacer, mucho menos en frente de mi empleados. Cualquiera que no la conociera diría que no tiene modales , sin embargo ella se justifica con que estar embarazada es motivo para el humor que tiene todo el tiempo. Y si fuera suficiente les grita o insulta a los empleados diciéndoles que hagan bien su trabajo o ella se encargará de despedirlos.
Ahora en unos diez o cinco minutos es mi siguiente reunión, la cual consta con la presencia de mi padre y del abogado de Marinette, no tengo manera de explicar el porque de la cita con el abogado, pero si puedo imaginarme todo lo que mi padre quiera decirme y lo mucho que va a regañarme como su fuera pequeño aún. La puerta vuelve a ser golpea, solo formulo un diminuto "Pase"...
- Están aquí señor Agreste, ¿Desea que los deje pasar? - cuestiona Rose desde la puerta. Arreglo mi saco y me levanto para hablar.
- Claro déjeles pasar, no hay problema y por favor que nadie nos interrumpa - ella asiente, abre más la puerta, se hace a un lado y deja pasar a los hombres con los que platicaré.
- Señor Agreste - saluda con un apretón de manos el abogado Montoya.
- Abogado - nombro tomando su mano, miro por encima de su hombro y puedo ver a mi padre, camino hasta él y lo saludo de la misma manera - Padre.
- Adrien - pronuncia de forma tétrica, cosa que hace saber que esta realmente enfadado.
- Muy bien, ustedes dirán - digo sentándome en el sillón central de la estancia, con ellos dos delante de mi.
- Seré breve señor Agreste, su esposa, la señora Marinette desea que el contrato con el que ella acepto convertiste en su conjugue sea anulado - informa colocando un documento en la mesa que separa a los dos sillones donde nos encontramos.
- ¿Disculpe? - pregunto un poco confundido.
- Adrien, deja de actitud de adolescente y actúa como el hombre que eres - reprende mi padre.
- Puede revisar el sobre, en el ya consta la firma de su actual esposa confirmando su requerimiento de anular su contrato con usted - comenta el abogado mirando a mi padre y luego a mí - Cuando su firma este en el documento se comenzara a redactar inmediatamente los papeles correspondientes al divorcio que es lo que más quiere mi representada.
- No lo firmaré, no si eso significaría que estoy dejando ir a mi familia - sentencio frunciendo el ceño - Puede llevarse eso, no recibirá nada de mí - demando cruzándome de brazos.
- Abogado Montoya tenga la amabilidad de esperar un momento a fuera de la oficina - requiere mi padre, el señor Montoya accede y sale.
- Papá - susurro sabiendo lo que me espera - Por favor no digas nada quieres, ya sabré yo como arreglar esto con mi esposa.
- Te equivocas Adrien, esta vez no conseguirás que Marinette y mi nieto regresen a ti tan fácilmente - comenta papá con la misma frialdad con la que me saludo al llegar.
- Lo sé, papá ¡Joder lo sé! - respondo pasándome las manos por el rostro - Es suficiente todo que estoy pasando con mi esposa y con... - me interrumpe.
- Y con tu amante, ¿No es así? - pregunta con una sonrisa irónica.
- Padre, por Dios, creí que al menos te darías cuenta de que no le haría jamás algo así a Marinette - enuncio entre dientes.
- ¿Creerte Adrien? Tengo suficientes motivos para desconfiar de ti - se levanta y toma el sobre de la mesa y me lo lanza - Allí puedes ver algunas pruebas de tu infidelidad a tu familia, Lila mismo se encargo de hacerle llegar esto a tu esposa, para hacer la vida insoportable - revela volviendo a sentarse.
- No abriré ese sobre, lo que sea que haya ahí debe ser falso, completamente falso - refuto dejando el sobre encima de la silla en la que estaba.
- ¿Debe? o ¿Es falso? Adrien ni siquiera tu puedes afirmar que lo que dice esa señorita es verdadero y que dentro de ella crece un descendiente Agreste y si fuese así ese niño no debería de ser hijo de ella sino de tu esposa - argumenta elevando la voz.
- Por favor papá lo sé. No podemos saber si ese niño lleva o no mi sangre hasta que nazca - contesto apretando mis puños.
- Pues Adrien, deberías saber si ese niño es o no tuyo. Es más nunca debiste volver a relacionarte con esa mujer - reprende y con justa razón.
- Amo a mi familia, papá sabes que daría mi vida por Marinette y por mi hijo - digo sintiéndome derrotado.
- Fui testigo de eso hijo - suspira se acerca y palmea mi hombro como consuelo - Sin embargo tu esposa es la más afectada en esto al igual que Luis. Dale tiempo, espera que la bomba de esta noticia se calme un poco - recomienda.
- ¿Por qué todos piensan en mi esposa y no en mí? - cuestiono entre suspiros.
- Porque pongamoslo así, ella y Luis son las victimas. Tu y Lila son los victimarios, esa es la razón por la que la mayoría solo siente lastima o se preocupa por tu familia excepto tu - dice de manera sabia.
- No creí que ella se iría sin escucharme, creí que me escucharía - digo sin pensar.
- No ella tenía que irse. Es tenaz sabes, cuando ama algo lo aprecia con la vida. Su mayor prioridad como madre es Luis, mi nieto es su vida entera - dice me palmea la espalda, para después irse.
Me quedo solo en esa cuatro paredes mirando el documento sobre la silla, lo pienso más de mil veces y llego a la conclusión más sensata. Firmo las tres secciones que necesitan mi firma en los papeles y lo cierro. Tal vez dejar un tiempo que Marinette piense las cosas no es mala idea, no obstante pensará todo llevando aún el titulo de señora Agreste, siendo legalmente mi esposa...
CONTINUARÁ...
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