ADRIEN AGRESTE 

En estos instantes el camino a casa se me hace más largo y torturante que de costumbre. Sinceramente ahora no me importa otra cosa que no sea que Marinette se quede a mi lado, junto con Luis. Por el momento ni la empresa es relevante, sé que mi puesto con director de esta requiere de atención, tiempo y responsabilidad, pero mi matrimonio y mi familia son más valiosos que cualquier cosa.
Saber que Marinette esta enterada de todo, que posiblemente cree en lo que la prensa y personas de afuera dicen me preocupa en demasía, aún más después de hablar con ella por teléfono y que la llamada haya sido terminada por Alya no  agrada para nada...

Ciertamente no sé como le explicaré a mi princesa lo que esta pasando o si ella comprenderá. 
Los medios podrán decir lo que quieran pero estos un setenta por ciento seguro de que el bebé que Lila espera no es mío, pero también tengo la duda de que si lo sea, aunque sea o no así; el corazón y la mente de Marinette ya tendrían como titubear de mi fidelidad hacia ella y nuestra familia, no la culpo supongo que en su lugar haría lo mismo.

Tengo en la cabeza tantos posibles escenarios con respecto a la respuesta que mi esposa tome, ella a simple vista es una mujer con sentimientos sensibles, cabe recalcar que el que Lila este embaraza supuestamente de mí no sólo le afecta a Mari, también le afecta a mi hijo, ni los medios de comunicación, ni mi enemigos no desaprovecharan esta oportunidad para intentar hundir mi matrimonio y mi empresa...

Llego a casa, rápidamente aparco el auto a un lado de acera, sin importarme si eso me causará alguna multa o cosa por el estilo, con las manos temblando busco las llaves de la entrada principal de mi hogar, las tomo e ingreso en la estancia. Todo absolutamente todo esta en silencio, el cual no me gusta para nada, entro a la habitación de Luis, que es el lugar donde mi princesa se refugiaba cuando por algún motivo discutíamos sin embargo no la encuentro allí. Entro a la habitación que comporta con ella y hallo todo desordenado, parte de sus pertenencias ya no están, vuelvo al cuarto de mi hijo,  busco que todo este completo que desgraciadamente más de la mitad de las cosas de Luis no están donde deben de estar. Reviso toda la casa pero no lo encuentro, entonces en la mesa que esta ubicada en el centro de la sala de estar esta su anillo de matrimonio sobre un pedazo de papel, con el corazón latiendo a más de diez mil por segundo me acerco, lo tomo, abro el trozo de este y comienzo a leerlo...

Querido Adrien...

Solo quería agradecerte todo, te quería decir que ame todo lo que pasamos. Ame cada mirada, cada beso, cada caricia, ame tus enojos, tus consejos, tu felicidad, tus locuras, tu forma de pensar. Amaba como me hacías sentir, como con sólo una mirada lograbas que me pusiera nerviosa, apreciaba cada una de las sonrisas que en mi provocabas; cuando me hacías enojar, adoraba tus "te amo", "mi amor" o "princesa" que salían de la nada en cualquier conversación, los "salgamos a cenar", atesoraba cuando decías que era hermosa, cuando te preocupabas por mi y nuestra familia, cuando realmente te importamos.
Como con simples sonrisas o abrazos lograbas calmarme, me hacías sentir segura, protegida y amada. Siempre estabas ahí cuando necesité aliento, cuando necesitaba me sostuvieras, confiaste en mi cuando ni yo misma lo hacía, pero los tiempos han cambiado y ya nada es o será igual.
La verdad es que extraño mucho esos momentos...
Creí que esto duraría más, no pensé que se fue a acabar tan pronto, supongo que me equivoqué, porque seguramente es mi culpa, esto lo ocasione yo, habrá sido mi culpa que fuesen a buscar esperanza en otros brazos, tal vez te aburrí o tal vez no fui lo suficientemente clara cuando demostraba lo que sentía. 
Tal vez el destino nos mintió y realmente no estamos hechos para estar juntos, puede que nunca sepamos la respuesta a eso. Lo que vivimos lo adoraré siempre mi amor, eso es lo que tu eres para mi, el gran amor de mi vida. Hoy ya no veremos más, me iré de tu vida, dejaré que seas feliz, que logres tus objetivos y sueños, no te pido que te arrepientas, porque todo en esta vida ocurre por un motivo. Te deseo lo mejor, espero encuentres el amor aunque me duela que sea a mi lado, espero no me odies por no darte la cara, no me busques Adrien, olvidanos.

Att: Marinette...

Me siento en el sillón enfrente de la mesa sin poder creerlo, Marinette se fue sin antes dejar que le explique, sin antes haber escuchado mi versión de los hechos, debió hacerlo pero no la culpo todo lo que se dice apunta que Lila esta esperando un hijo mío, una parte de mí quería que ella se hubiese arrepentido y me escuchase, pero debía pensar en que mi princesa ya no es la misma y no sólo tiene que pensar por ella, también lo hizo pensado en el bienestar de nuestro hijo.

Mi celular empieza a sonar, lo saco de mi bolsillo, en la pantalla donde debería decir el nombre del contacto que intenta contactarse conmigo esta "Numero Desconocido", descuelgo la llamada y respondo...

- Diga - contesto sin ganas.
- ¡Ay! Que manera tan seca de contestar Adrien - regaña con claro sarcasmo en su voz.
- ¿Qué quieres? No tengo tiempo para una de tus escenas Lila - enuncio pasando las manos por el rostro - Habla rápido.
- Tu espocita te dejo ¿No es así? - dice con gracia, para después soltar una risa cargada de satisfacción. 
- Déjate de idioteces y dime que carambas quieres - digo mientras apretó mi móvil ente mi mano.
- Solo quería cerciorarme que ella ya este metida más entre nosotros - esta vez su todo de voz es serio, casi neutral - Pronto seremos una familia Adrien, ellos no están más y lo recomendable es que los olvides y te hagas la idea de que tu único descendiente y heredero será nuestro hijo...
- Nunca, escucha bien Lila, jamás le negaré a Luis lo que le corresponde por mi hijo, que no se te olvide que ese niño es mi primogénito - reprendo levantando la voz - Mientras no sepa quien es el padre del niño que llevas dentro, me encargaré de los gastos médicos, incluso del parto y luego sabremos si lo que aseguras es cierto o no - concluyo con firmeza en mis palabras...

Capitulo con: 1.111

Primer capitulo. ¿Quién más esta feliz? ¿Nadie? ¿Sólo yo? No, yo sé que muchos de ustedes esperaban esto, pues aquí esta disfrútenlo y gracias

Se los quiero, hasta pronto.