Advertencia

Esta historia está bajo todos los derechos reservados de la autor, ósea los míos. Fue una historia inspirada en hechos ficticios, cualquier coincidencia con alguna otra historia es pura casualidad. La historia está en proceso por ahora y tiene contenido adulto. Si leyeron todo esto y les valió madres ya pueden seguir con su lectura.

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PRÓLOGO

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Tal vez muchos estén en mi contra, tal vez lo que diré ni siquiera lo puedan entender, pero a mí corta edad de 25 años había entendido algo que le dio un nuevo sentido a mi vida desde que era apenas un adolescente luego de ver como el novio que más amaba me traicionó con quien decía ser mi mejor amiga, llevándome a la conclusión de que el Amor solo era una pérdida de tiempo y Dinero.

Por lo que los únicos hombres que me habían enamorado eran aquellos que apreciaban en los papeles con cifras extremadamente altas. Sin retrasos de tiempo me dediqué a estudiar una buena carrera que me llevara a la cima del mundo y ahora estaba aquí en Japón en una de las mejores empresas como gerente.

Bañándome en millones de Yenes de mí cuenta bancaria. Había nacido en estados unidos países donde viví hasta graduarme en una de sus mejores universidades, mi madre era americana y mi padre Japonés. Un día simplemente se vieron se enamoraron y se casaron, luego de ahí nací yo. Tenía una carrera exitosa y un futuro por delante, era la perdición de los hombros y la envidia de muchas.

Pero aun así mis padres no estaban conformes y era lo que más me molestaba, les incomodaba el tema de que nunca había traído un novio a casa, e incluso llegaron a pensar una vez que me gustaban las mujeres y no es que tuvieran algo en contra a las personas de la comunidad LGBT+, yo tampoco, pero me molestaba la idea de que no entendieran que no necesitaran de una pareja para ser feliz.

En mi oficina sentada con las piernas cruzadas me encontré en un vídeo llamada junto a ellos, era increíble como aquí ya estaba anocheciendo y allá apenas acababa de salir el sol.

— ¿Qué tal todo por allá preciosa? Ya es tarde ¿No irás a dormir un rato a casa?

—Ma no puedo descansar hoy, mañana habrá una junta con nuevos inversionistas debo dejarlo preparado todo para la reunión —Dije mientras encendía un cigarrillo poniéndolo en mis labios para fumarlo.

—Bueno pero al menos comerás algo, ¿verdad?

—Justo iba a ir al restaurante de al frente a cenar.

—Sakura ¿No ha conocido a nadie? —Pregunto y yo arrugue mis cejas.

—Creo que hemos hablado de esto antes.

—Sakura eres hermosa, seguro que tienes varios pretendientes —mi madre había comenzado con el mismo tema.

—Madre ¿Sabes? Creo que me están llamando —dije para ignorarla

— ¿Qué? Pero Sakura por favor, yo no he oído a nadie...

—Lo siento ma, debo irme —dije rápido

—Sakura ni se te sale col...

Cerré la laptop cortando la video llamada y caí recostada a la silla suspirando. Mi oficina era algo grande y la mayoría del espacio estaba decorado con mucha vegetación, sentí que el aire era más puro y me relajaba el color verde tan bonito que lucían. Justo detrás de mí había un gran ventanal que daba a las hermosas vistas de la ciudad de Tokio y el gran cielo azul oscuro lleno de estrellas, pero al voltear a verlo algo se me hizo extraño.

— ¿Por qué la luna está roja? —Me levanté de forma precipitada y caminé hacia los cristales apoyando una de mis manos sobre el para verla mejor, era una luna muy hermosa y al mismo tiempo

¿UN ECLIPSE?

Era extraño, nada en el pronóstico del tiempo había dicho algo sobre una elipse, sin embargo un escalofrío había recorrido mi columna vertebral como una caricia de unos de las yemas de unos dedos

El sonido de la puerta al abrirse me sacó de mis pensamientos y volteé a ver a mi asistente personal, Siu.

—Joder me asustaste.

—Lo siento señorita, no era mi intención —El hizo una reverencia y luego volvió a mirarme —venía a recordarle su reservación para el restaurante de al frente.

—Si ya iba —dije y fui a mi escritorio para buscar en mi bolso mi tarjeta de crédito y mi teléfono celular —Oye Siu...

— ¿Sí, señorita?

— ¿Has visto la luna que bella está teñida en rojo?

—A si —dijo y se acercó al ventanal — Es extraño pero muy hermoso.

—Si... —termine de agarrar mis cosas y lo mire —Anda vamos.

Llame su atención y el asintió. Al salir mi mirada se dirigió a todas esas personas en las calles que como yo se vieron asombrados por la extraña luna sobre nosotros, algunas tomadas e incluso periodistas reportaron todo en ese momento.

Iba tan metida en mis pensamientos y en lo que vio que cuando menos lo esperaba la mano de Siu me agarró brillantemente salvando de meter mi cabeza contra un poste de luz.

— ¡Señorita Sakura, cuidado!

—Mierda... —Susurre mientras me alejaba lentamente avergonzada del poste.

—Señorita ¿Se encuentra bien? Tal vez lo mejor es que vaya a casa y descanse.

—Estoy bien solo que creo que ha sido demasiado trabajo por hoy... —Dije y sentí una pequeña caricia en mi cabello que atrajo mi atención haciendo que volteara a ver mi hombro

— ¿Señorita?

—Ehee... vámonos mejor al restaurante —Dije y empecé a caminar nuevamente.

Caminamos hacia las cebras y esperamos la luz verde para cruzar, me muestran con el móvil en las manos escribiéndome con los jefes de la junta de mañana cuando la luz de los peones se puso verde y mis tacones se encontraron a cruzar la calle, pero algo sucedió. Las luces de toda la calle se apagaron incluso la de los semáforos y dos autos perdieron completamente el control el sonido de las gomas de un neumático derrapante me hizo levantar mi mirada hacia dos autos que venían contra mí de ambos lados.

— ¡SAKURA! —Sentí el grito de mi asistente mientras me había quedado completamente en shock.

El teléfono en mis manos cayo reventándose contra el suelo. La luz de los autos me hizo cubrirme los ojos esperando el impacto que acabaría con mi vida. El sonido de ambos autos impactó resonó el lugar pero por algún motivo no sentí dolor, tal vez ya estaba muerta, sentí unos brazos fuertes abrazadome junto a una piel fría y un enorme viento que hizo que mi largo cabello negro se soltara de su moño bien peinado.

Gritos tupieron mis oídos y luego todas las luces volvieron ¿Ya estaba muerta? Con miedo a abrir mis ojos abrace a aquella persona con fuerza sintiendo una larga cabellera ¿Era mujer? No, no tenía pechos. Por el miedo y el abrazo podía sentir su cuerpo pegado al mío, un cuerpo musculoso y atlético.

—Abre los ojos, aún no ha llegado tu hora, Sakura —Una voz desconocida soplo mi oreja junto a una risa burlona que me hizo abrir los parpados rápidamente.

Recostada al poste del otro lado de la calle sin saber cómo había llegado ahí, mi vista borrosa empezaba a divisar a muchas personas que me rodeaban mientras que Siu desesperado llamaba a una ambulancia.

—Por dios, Sakura que bueno que estés bien, la ambulancia ya va a llegar, recite —La voz del chico con gafas y cabello castaño se me hacían cada vez más lejos.

Me había golpeado muy fuerte la cabeza y estaba sangrando mucho por lo que sabía que pronto me desmayaría sin embargo con el rabillo del ojo logre ver una larga cabellera azul desplazándose con elegancia entre los autos destruidos, era muy borroso pero me había parecido ver una sonrisa masculina desaparecer y aparecer ante mis ojos, como si en un momento mi vista hubiera sido interferida por señales de satélite.

El sonido de un metal me hizo ver la guadaña que cargaba en sus manos y como llevaba tras del dos pequeñas luciérnagas que en ese momento no podía saber que eran. Todo empezó a darme vueltas sentí como mi corazón latía acelerado sin saber cómo aún permanecía latiendo con tanta fuerza. Mis ojos empezaron a cerrarse y mis oídos sintieron como Siu me llamaba por mi nombre realmente preocupado, pero yo ya no aguantaba más el sueño.

Cerré mis ojos y esa sonrisa burlona volvió a aparecer en mi mente antes de perder completamente la conciencia. Esa noche fue una que la ciudad de Tokio nunca olvidaría, sobre todo yo, ya que luego de despertar en un hospital después de una semana en coma mi vida se empezó a volver cada vez más loca en el momento en el que empezó a ver cosa que para mí solo eran posibles en las películas de terror y leyendas.

Fantasmas y Shinigamis, los dioses del muerte encargados de llevar nuestra alma una vez que moríamos... No había muerto ese día, pero hubiera preferido haberlo hecho.

A tener que lidiar con él.

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Nota de la autora:

Hola mis cositas bellas, dadora a que Alma está llegando a su etapa final he decidió empezar a escribir esta nueva historia en la que estoy poniendo mucho empeño, espero que como en alma me apoyen con sus votos y comentario. Saben que siempre que se quieran unir al grupo de WhatsApp me pueden escribir al privado 😋💖 las amo.