Es una verdad universal en Hogwarts que existe una pequeña división dentro de las cuatro casas que componen el colegio, sin embargo, es aún más cierto que Draco Malfoy (Considerado el epítome de la casa verde y plata conocida como Slytherin) y Harry Potter (El chico que es considerado como la completa representación de la casa dorada y rojo, Gryffindor) son un completo radar del otro, llamados rivales por algunos y por otros más observadores podrán ser llamados "la cara de la misma moneda."

Ron Wesley había notado ya aquella similitud, ahora mismo mientras se encontraba al lado de su nueva novia frente a la chimenea creyó que era un buen momento para darse la oportunidad de expresar en palabras con la chica su nuevo interés en buscar una pequeña felicidad para Harry.

Harry, Harry que siempre ha pasado por momentos tristes y llenos de irá, que siempre los había salvado a todos desde el inicio que marcó su destino, el que quiso arriesgarse desde el primer año contra el Profesor Quirrell que escondía al que-no-debe-ser-nombrado, el que los salvó del basilisco gigante aun cuando fue tachado de ser el heredero y abrir la cámara de los secretos, el que no fue debidamente protegido cuando tenía a Dementores tras de sí.

Merlín, no dejaría de sentirse mal porque fue hasta por su propia culpa que el año pasado Harry había sido dejado sólo, aún le dolía el corazón al recordar lo mal que se había portado culpándolo cuando él más que nadie sabía que lo que el pelinegro necesitaba era alguien que lo acompañara y lo apoyará cuando todo el colegio lo tachaba, hasta Draco Malfoy había sido excesivamente neutral con ello, por más que ahora sepa la razón por la cual había sido tan callado, aún así su "enemigo" había sido un mejor humano al lado de él.

—¿Qué Sucede Ron?—La voz de la castaña le sacó de sus pensamientos, ella acarició suavemente su mano buscando transmitirle calma.—También estás preocupado por Harry ¿Verdad?

Asintió en respuesta cerrando los ojos pensando cómo comenzar la charla que estaba seguro que había un 70% de probabilidad que termine en su primera pelea.

—Herms, necesito que me escuches y no me juzgues por lo que quiero hablar contigo— La morena asintió guardando silencio pero enfocando su vista completamente en el chico.—Tuve una conversación con Malfoy, me atrapo camino a ver a Harry, pero en vez de delatarme que estaba afuera en toque de queda me trajo de vuelta a la torre de Gryffindor, yo no había notado que me traía hasta acá hasta que tuvimos una pequeña discusión que me hizo darme cuenta de que al final el idiota había dejado de ser tan idiota.

—Yo también lo he notado, Ron.— La chica comenzó a juzgar con la mano que sostenía como si se sintiera extraña.—El otro día un chico de sexto estaba molestando a Luna, jalando su cabello y diciéndole tonterías, mira hasta yo sé que alguna vez la llame lunática pero ellos son mayores y eran de su propia casa, ella solo los miraba, yo estaba a punto de acercarme cuando vi a Malfoy que lo petrifico antes de acercarse a ella, Luna lo abrazo agradeciéndole y el solo empujo su cabeza pidiéndole que no hiciera eso ahí.

—Bueno, si ya tiene a Luna ganada creo que entonces acercarlo a Harry no va ser tan difícil. —La mirada de la chica provocó algo de risa en el pelirrojo. —Draco Malfoy no odia a Harry, Herms, solo es un idiota resentido porque no acepto su mano en primer año. —Una risa más fuerte se le escapó, soltando la mano de la chica para proceder a abrazarla y dejar un beso en su frente. —Digamos que Malfollado y yo tuvimos una plática, no es un maldito Mortifago, solo tiene una cuchara de plata metida en el trasero pero puede tenerlo todo y aún así solo espera que Harry le preste atención.

Y entonces Hermione Granger también entendió muchas cosas, las constantes maneras de toparse siempre aun cuando el castillo era infinitamente grande, como entre tantos alumnos dentro del gran comedor eran capaces de mirarse mutuamente, por dios estaban entre dos mesas y a veces Harry recibía pájaros de papiroflexia de parte de Malfoy.

—Ronald ¿Acaso piensas que a Harry le gusta Malfoy? —Ron se le cristalizaron los ojos por tratar de aguantarse la risa, Hermione había pensado que Harry le gustaba Draco y él había pensado que Malfoy le gustaba Harry— ¿Pero Malfoy?

—No sé si le guste, Herms pero a Harry le atrae Malfoy como un imán, lo hemos notado, pero siento que más bien hay algo en el que hace que ambos se llamen la atención, pero si lo pensamos Harry tiene que enfrentarse a un asesino solo por lo que pasó y Draco se portaba como imbécil por cómo fue educado por su padre pero ya es mayor seguramente ya ha cuestionado su entorno y por eso ha cambiado tanto, Harry es un símbolo de la luz porque dejando de lado su personalidad, él sabe que va enfrentarse a Voldemort. — La mirada azul se enfocó en el fuego. —y Malfoy no creo que tenga tanta opción si no quiere traicionar a sus padres, pero ¿Si se sintiera seguro?, ¿Si se diera cuenta que hay otra opción que solo ser lo que esperan de él?

Un beso en su mejilla lo sacó de sus pensamientos, no se había dado cuenta que su mente se perdió y estaba sacando un gran vómito verbal de todo lo que había notado hace unas horas cuando hablo con el rubio.

—Has madurado mucho Ron. —Sonrió hacia la chica abrazándola, permitiendo que su aroma se inunde en su nariz. — Además un nuevo amigo no le vendrá mal a Harry.

—Hey, esta Neville aunque el puesto del amigo molesto me lo dieron a mi. — Se relajó al sentir como la chica se acurrucaba en su cuerpo, dormiría en la sala con ella, mañana se encargaría de la noticia de su nuevo noviazgo. 

Harry estaba molesto, lo sabía, lo podía ver, y parte de él lo entendía pero aun así no podía hacer mucho.

—Harry sé que estás molesto, pero Mione está preocupada por ti. — Esta mañana después de darle la noticia de su nueva relación con la chica todo había sido felicidad, claro hasta que la joven bruja notó la marca en la mano de Harry después de salir del entrenamiento del Ejército de Dumbledore, ya había pasado el toque de queda pero no estaban escabulléndose discretamente por el peso de la discusión. —Se fue primero para que podamos hablar pero no puedo hablar si no me dejas razonar ¡Deja de portarte como un imbécil enojado con todos!

—Ahora soy yo el que se porta como un imbécil ¿Qué se siente? — Ron apretó los dientes cuando escuchó lo que el más bajo reclamaba, Harry tenía derecho después de todo, el chico no era un santo para perdonar sin más.

—Lo sé, Harry pero por eso quiero hablar. —iba a continuar cuando los pasos fuertes resonaron en el castillo, no quería que Harry tuviera otro castigo con el sapo rosa, empujo a Harry a la pared dispuesto a salir primero y ser atrapado, así el chico pasaría desapercibido, aun con la negativa de su amigo cuando le explico su plan salió presuroso para doblar la esquina.

—¡Comadreja, otra vez tú, imbécil! —Suspiro de alivio cuando escuchó el tono familiar que le atormentaba la vida. —Estás jugando con mi buena voluntad. —Por el rabillo del ojo vio a Harry levantar su varita por lo que hizo una señal de calma. 

—Vamos Malfoy, yo también soy un prefecto. —Cruzó sus brazos aguantando una risa. Observando como Harry dudaba de sus acciones.

—No traes ni tu placa y si tu estas acá...—Ron aguanto aún más la carcajada cuando vio cómo la mirada de Draco Malfoy cambió al ver a Harry Potter mirarlo— ¿Me estás jodiendo? Vete ahora mismo que si Umbridge ve a Potter—Otro sonido hizo que los tres se tensaran, el rubio tomó de la capa a al pelirrojo y luego se acercó hasta el chico que vivió haciendo lo mismo. —Los dos, callados.

Crabble y Goyle entraron doblando la esquina mientras llamaban al rubio, buscándolo y quedándose quieto al ver al rubio tener a los dos Gryffindor 's.

—¿Elapidae o Lampropeltis? — El rubio susurró rápidamente afianzando el agarre de los dos leones cuando sus serpientes usaron la segunda palabra se relajó considerablemente—Hagan guardia y avísen de cambios.

Los Slytherin grandes asintieron dando vuelta rápidamente y quedándose en la esquina.

—Potter sé que tienes un maldito truco para volverte invisible, así que hazlo y váyanse de aquí, no sé que planea el sapo pero sé que no tienen que beber nada que les dé, el Profesor Snape dijo que faltaba Veritaserum y eso en idioma Snape quiere decir problemas. —Los ojos grises se dirigieron con dureza al pelirrojo— Wesley ve que el idiota de Potter no se meta en problemas.

—Gracias, Malfollado. —El pelirrojo tomó el brazo del chico que vivió, que se encontraba estupefacto del encuentro tan raro que había tenido su mejor amigo y el chico que era su enemigo, siguió el paso de Ron pero no pudo evitar mirar al rubio quedando un poco atontado por el gesto de Malfoy de solo resoplar y acomodar su cabello antes de llamar a sus compañeros para ir al lado contrario de ellos.

—¿Malfoy nos acaba de salvar? —preguntó mientras Ron sacaba la capa de invisibilidad y se las colocaba encima, haciéndolo reaccionar y colocar un hechizo silenciador sobre ellos—¡Ron! ¿Por qué Malfoy nos ayudó? Mejor dicho porque hablaba de forma tan familiar contigo.

El pelirrojo se detuvo en seco al escuchar el tono de voz de su mejor amigo, sonaba molesto, no sabía si eran sus pensamientos más locos pero ¿Eran celos? ¿A Harry si le podría interesar Malfoy? O se sentía traicionado porque hablaba civilizadamente con su enemigo.

—El otro día me ayudó, me sacó de un problema, hablamos y creo que no es tan malo. —Al fin llegaron a la sala común e ingresaron topándose de frente con Hermione, quien los abrazo a ambos, Harry se sintió realmente mal al ver las lágrimas asomándose en los ojos avellana.

Las disculpas sonaron por todos lados terminando con ellos llorando, después con un dolor de cabeza pero juntos rodeando la chimenea de la sala común de Gryffindor.

—Mione tu sabias que Ron se habla con Malfoy. —El moreno preguntó con los ojos entrecerrados y tono acusatorio. — Por alguna razón confía en él.

—Bueno Harry, Ron y yo notamos que Malfoy no ha sido realmente grosero desde el año pasado. — La castaña casi rió al ver el resople del chico de lentes. —Bueno, contigo es más insistente, pero solo ha hecho cosas infantiles para la edad que tenemos, pero Harry hasta yo he notado que evita molestar a los mestizos y a los hijos de Muggle. —La mano de la chica tomó la de piel morena—El otro día lo vi ayudando a Luna y esta lo abrazo, creo que ella lo conoce un poco más ¿Por qué no le preguntas? 

—Lo haré. —La pareja pudo notar como su mejor amigo comenzaba a perderse en sus pensamientos, pero a la vez estaban felices, por verlo más confundido que molesto.