No pudo evitar abrir ambos ojos con sorpresa una vez estuvo frente a la entrada de la residencia de los Uchiha, las luces de las casas estaban encendidas, al igual que unas cuantas linternas. Podía ver a todos los miembros del clan caminar tranquilamente, con el símbolo que los caracteriza en su espalda. La pelinegra entró un poco dudosa, sabía que todo era una ilusión provocada por Madara, pero se sentía tan real...

—¡Ah, ____! Qué alegría verte. —dirigió su mirada en dirección a esa voz, era la tía de Sasuke, cuando era niña más de una vez estuvo con ella, no podría olvidarle.

Aún un poco conmocionada, siguió caminando observando todo a su alrededor. Poco a poco, empezó a correr sabiendo perfectamente cómo llegar a su casa, a pesar de que desde los 13 años ya no vivía allí. Delante de la puerta la abrió con fuerza, topando de frente con aquella persona que siempre admiró y amó.

—¿Ocurre algo? —preguntó confundido 

—Shi-Shisui... —bajó su mirada mordiendo su labio, apretó con fuerza sus puños sintiendo como su corazón se estrujaba 

—Vienes muy alterada. —sintió su mano sobre su cabeza, al como lo hacía cuando era niña

—¿Es ____? —preguntó otra voz femenina detrás de su hermano, miró sobre el hombro de este, haciendo contacto con ese par de ojos de la miraban con amor y preocupación —Qué alivio que estés de vuelta, estaba muy preocupada.

—Te dije que volvería. —habló el varón brindándole una sonrisa.

—¿Ocurre algo, cariño? —una lágrima escapó cuando su madre tomó sus dos mejillas, el contacto era el mismo. No pudo aguantarlo más y la abrazó con fuerza, sorprendiéndola en el acto.

No importaba si todo se trataba de un Genjutsu, al menos quería aprovechar el tiempo que fuera. Estaba en casa, ¡su familia a su lado! ¿Qué más podía pedir?

—¿___? —se separó de su madre y se adentró en la casa, directo a los brazos de su padre.

—¡Papá!

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A la siguiente mañana, estaban reunidos en la entrada de la aldea. La Uchiha no podía disimular su sonrisa, y sus compañeros de equipo no se animaban a preguntar.

—¡Muy bien todos, actívense! —les dijo su sensei con el pulgar en alto

—Ya estoy cansado, no quiero seguir haciendo misiones. Ya no somos jóvenes.—habló el de ropas verdes al lado de él sentado en el suelo

—Se invirtieron los papeles. —comentó la pelirosa, notando a Naruto más aparte de todos ellos. Kushina se acercó a su hijo con una sonrisa.

—¿Por qué esa cara tan larga? ¿Actúas así para llamar la atención de la hija del Héroe? —lo golpeaba suavemente con el codo mientras lo miraba de forma pícara

—¡No me toques! —se apartó de ella con molestia

—¿Qué le pasa? Se ha vuelto rebelde. —cruzó sus brazos frunciendo el ceño

Naruto se apoyó en una de las puertas de la aldea, a la espera de que la misión empezara. Sakura y ___ se acercaron a él, algo sorprendidas por su actitud. Se veía notoriamente molesto, algo raro en él.

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—El Sello de la Luna Roja debe estar por aquí. El sensei debió esconderlo bien. —hablaba el Namikaze mientras los demás veías la zona desde su posición. —Kakashi, inspecciona el área con tu Sharingan.

—Sí señor, pero primero le diré algo... he utilizado mucho mi Sharingan en misiones anteriores.

—Entonces no servirás para esta misión tan importante.

—Lo haré yo... —la pelinegra activó su Sharingan observando el área a sus pies sin perderse detalle alguno.

—¿Dónde está Menma? —preguntó la Uzumaki mirando a su alrededor, ____ tuvo un tic en su ojo cuando lo localizó justo donde debían de buscar con cautela en sello

—Lo enconté...

Naruto iba corriendo lo más rápido que podía directo a un pequeño cúmulo de árboles frente a él, creyendo que el sello que buscaban se encontraba allí. Corrió sin fijarse que pasó al lado de un sello blanco oculto en el césped, que al activarse, una nube de humo se hizo presente frente a él dejando ver a tres sapos gigante una vez se disipó el humo. El resto del equipo llegó unos pasos más atrás de él.

—Menma, ¿qué estabas pensado? —le recriminó Kushina una vez llegó a su lado

—Eso no importa, la función debe continuar. —intervino Minato, miró al jefe sapo, Gamabunta, con la esperanza de poder razonar. —¡Somos shinobis de Konoha! Vinimos a recuperar el sello escondido de Jiraiya-sensei.

 —Él no menciono nada al respecto. Solo pidió que lo protegiéramos. 

—¡Jefe Sapo! Debemos hablar. —le dijo Naruto mirándolo directamente

—¡Silencio! —gritó a la vez que lanzaba hacia ellos el cigarrillo que anteriormente tenía en su boca.

—Esto será difícil. Pero siempre hay manera de llegar a un acuerdo. —Minato, junto a los demás del equipo, se dirigieron hacia los tres sapos. Sin contar con que varios sapos del un tamaño más pequeño, casi que el de ellos, se les lanzarían encima para atraparlos entre todos.

Sus movimientos estaban limitados, ____ estuvo a punto de usar su Chidori Nagashi, pero al pensar que la situación podía ponerse peor, además de herir a sus compañeros, se contuvo. Solo intentaba moverse en medio de todos los sapos con la esperanza de poder liberarse, lo cual, Naruto había logrado. Este iba a atacar al Jefe Sapo cayendo en cuenta que incluso él era diferente en esa dimensión, sabía que no podría razonar y llegar aun acuerdo por el medio pacífico. Activó su modo Sabio, pero Gamabunta lanzó una burbuja de veneno hacia él. Iba a esquivarla, sin embargo su intento cayó cuando fue empujado por el cuerpo de Kushina, recibiendo ella una gota del veneno en su pie.

Estando la pelirroja a salvo, Minato se escabulló entre los sapos grandes con ayuda de sus kunais para poder adentrarse en el cúmulo de arboles donde se guardaba el sello, que estaba protegido por otro sello que solo él y Jiraiya sabrían liberar. Una ves con el Sello de la Luna Roja en sus manos, los sapos desaparecieron, poniendo fin a su misión.

Ya más relajados y con la tranquilidad de tener el sello en sus manos, se adentraron al bosque a descansar un poco. Sakura aprovechó y sanó el pie de Kushina con su Ninjutsu Médico, ___ se limitaba a observarla apoyada en un árbol, también teniendo de frente a Minato y a Naruto discutiendo de algo, no lograba escucharlos. En el fondo sabía que el Uzumaki no aceptaba a sus padres en ese plano, siempre se mostraba molesto cuando estaba con ellos, al menos él trataba de tener presente que todo se trataba de una ilusión. A cambio de ella, que se dejó llevar por sus sentimientos cuando estuvo frente a su familia, sabía que no era correcto ser feliz con algo falso... solo se lastimaría más.

Con todos renovados, volvieron a la aldea. Donde el sello fue guardado en una bóveda de alta seguridad. Debían de esperar a que la luna roja apareciera.   

Los tres miembros más jóvenes del reciente equipo, caminaban con tranquilidad en las calles de la aldea, con dos de ellos pensando en otras cosas similares. 

—Es muy complicado, ir corriendo por él, y ahora no poder abrirlo... —comentó Sakura haciendo referencia al sello

—Sí. —respondió el rubio mirando al cielo con sus manos detrás de su nuca

—Ni siquiera sé cuando es la luna roja, deberíamos preguntarle a Tsunade-sama...

—Sakura-chan, discúlpame, tengo que irme ahora. ¡Adios, __-chan! —lo vieron alejarse a paso apresurado de ellas, ambas quedaron en silencio

—Yo también me voy, nos vemos. —se despidió la pelinegra con el plan de ir al barrio Uchiha, sabiendo en su mente que probablemente Naruto iría con sus padres

Sakura terminó por irse a su casa, aprovechando que en ese plano ella estaba sola y podía hacer lo que quisiera. Sin embargo, extrañaba los ruidos en la casa, apenas si se escuchaban la manecillas del reloj, podía decir que comprendía un poco la soledad que Naruto vivió en su verdadero mundo, incluso podía decir lo mismo por ____. 

Optó por dar un corto paseo, no tenía nada que hacer de todos modos. Su mente pensaba en todo que lo había ocurrido desde que están ahí, sintió nostalgia al pasar al lado de familias con sus hijos o grupos de amigos, todos riendo. A lo lejos divisó una cabellera negra que supo reconocer al instante, quiso acercarse con una sonrisa y sintiendo su corazón latir con fuerza, pero cuando un grupo de persona la dejó ver con más claridad a esa persona... se dio cuenta que no estaba solo, Sasuke estaba acompañado de más chicas, coqueteando con ellas. 

Bajó su mirada con tristeza, y dando media vuelta, corrió.

Saltaba por los techos con dirección a la casa de Naruto, decidida de que deberían de regresar a su plano. No quería estar en un lugar donde no tiene a sus padres, y que el hombre que ama no es más que un mujeriego. Aceptaba que estaba equivocada con creer que allí podría ser feliz.

Cuando llegó a la casa del rubio, se acercó a una de las ventanas. Antes de poder decir palabra alguna, abrió sus ojos con sorpresa al verlo reír a carcajadas con sus padres. No tuvo el valor para arruinarle ese momento, por lo que dio media vuelta con dirección al Barrio de los Uchiha. Sabía que no podría entrar fácilmente si no era miembro del clan, evidentemente, así que aprovechando que todo estaba oscuro se escabulló por los laterales del barrió, topando con la suerte de encontrar la casa de la pelinegra. La vio con familia reunidos en una animada cena, ella también se veía feliz... como nunca antes la había visto. Tampoco tuvo el valor de arruinarle ese momento. ____ miró por la ventana sabiendo que Sakura estuvo allí, en un momento saldría de su casa.

 Cuando la gran mayoría de aldeanos y ninjas estaban en sus casas, los tres se reunieron en un punto cualquiera, apoyados en una cerca más alta de ellos. Naruto y ___ de un lado, y Sakura del otro.

—¿Qué querías decirnos? —preguntó el Uzumaki —He estado algo ocupado. —dijo con una pequeña risa

—Se nota.

—Yo... opino que quizá deberíamos esperar a que aparezca la luna roja.

—¡Sí! Apoyo a ____-chan, podríamos tomarnos un tiempo extra.

—Me he dado cuenta de que ustedes dos son felices en este mundo... —dijo con voz baja, sabiendo que la escucharían.

Los tres quedaron en un incómodo silencio, y sin pretender decir algo, cada uno tomó rumbo a su respectivo hogar. Dando por finalizada la pequeña reunión. Detuvieron su andar de forma abrupta cuando escucharon una fuerte explosión en la aldea, más específicamente en la Torre de la Hokage.

No dudan en dirigirse a ese lugar, se pararon sobre lo poco que quedaba de un tejado, viendo lo delicada que estaba la situación. Los cuerpos de sus aliados estaban encerrados por una energía morada que le extraía el chakra, dejándolos poco a poco débiles. Vieron a un chico que medio de toda la conmoción, su rostro estaba cubierto por una máscara, similar a la de las personas y animales que estaban junto a él.

—Ese no es Madara. —dijo Sakura llamando la atención del otro, quien se volteó hacia su dirección

—¿Conocen a Madara? —les preguntó dando a entender que él sí lo conocía

—¿Dónde está? —la Uchiha lo miró con enojo

—No les diré, ustedes no parecen ser amigos de él.

—Entonces te obligaré a hablar. —amenazó Sakura lanzándose hacia el enmascarado con su puño en alto, enfocada en atacarlo, no puso mayor atención en el tigre blanco que corrió hacia ella con intención de golpearla, logrando su objetivo.

Sin que sus otros dos compañeros de equipo se pudieran acercar a ella por culpa de una serpiente, también con máscara, el chico de cabello negro apareció detrás de ellos. y sin necesidad de tocarlos, los empujó al cuerpo duro del animal sacandoles sangre de la boca. Seguidamente los lanzó al aire, ___ vio los animales que se acercaban a ellos peligrosamente, acercó su cuerpo al de Naruto y activó al Susano'o logrando proteger a ambos. Cayeron al suelo intactos, el enmascarado y otra persona, que tenía a Sakura envuelta en una tela blanca, aparecieron frente a ellos.

—Entréguenme el Sello de Luna Roja, o ella morirá. —tan rápido como les dio la amenaza, desapareció junto a los demás. Volvió a reaparecer varios metros de altura sobre la altura, y sobre esta, dejó caer una bola de chakra pequeña. Cuando esta impactó contra el suelo se generó una pequeña explosión que se fue expandiendo rápidamente hasta destruir por completo la aldea, dejando un gran cráter en el centro.

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—¡..._-chan! ¡____-chan! 

Sus ojos se fueron abriendo lentamente, topando con el par de ojos azules frente a ella. Se sentó algo aturdida, recordó que había cubierto a los que tenía más cerca con el Susano'o, haciendo uso de toda su fuerza para que las capas de este resistieran. Sintió al sangre seca en su ojo, prueba de lo que había hecho. 

—Sakura... —miró a su alrededor, en busca de su compañera

—Tenemos que ir por ella. —le dijo el rubio con una mirada decidida.

—No podemos entregar el Sello y ponernos en riesgo solo por salvarla. —dijo el Namikaze cerca de su hijo. 

—¿Qué dices?

—Como tus padres, nos preocupa. Nosotros no podemos ir, Menma.

El rubio se sorprende ante esas palabras, lo cual provocó que pensara en sus verdaderos padres, sintiendo que debía de hacer lo contrario. 

"Tengo fe en ti. Salva a Konoha, Naruto."

Ayudó a la Uchiha a levantarse del suelo y tomó uno de los kunai de Minato enterrado en el suelo.

—Nos tenemos que ir.

—¡No pueden ir! Ustedes no son héroes. 

—¡Tengo que decirles algo!  Yo no soy de este mundo. Perdón por mentirles, pero no soy Menma.

—¡No digas ridiculeces! —dijo Kushina con una mano en su pecho

—Mi verdadero padre es el Cuarto Hokage, y mi madre fue la Jinchuriki del Kyubi. Ellos murieron en el mundo real para salvar a las personas. Por salvar la aldea y por salvarme a mí. —los miró con una pequeña sonrisa

—¡Menma, por favor no vayas! —la pelirroja lo tomó de un brazo, los cuales fueron retirados con delicadeza por parte de rubio 

—Tenemos que irnos.

—¡Menma!

Dio media vuelta y corrió hacia una de las mochilas que yacían tiradas en el suelo, de la cual sacó la capa con la inscripción de "Yondaime" en la espalda. Se la pudo sin dudarlo, y miró a aquellas dos personas por sobre su hombro.

—Yo... ¡soy el hijo de dos héroes! —e ignorando a los que dejaba atrás, corrió al lado de la Uchiha en busca de su compañera. 

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Corrieron a través de un puente de un lugar desconocido para ellos, pero sabían que su compañera se encontraba allí. La vieron a lo lejos con sus manos atadas a dos columnas, con el enmascarado que los había llevado a ese mundo falso detrás de ella. Antes de poder atacarlo, el otro enmascarado los atacó por su izquierda, lo cual lograron esquivar al descender del puente y pararse sobre el agua.

—¡Regrésenme el pergamino de la Luna Roja ahora! —les dijo mirándolos desde arriba

—¡No lo haré a menos que liberes a Sakura-chan antes!

—No lo haré, te mataré, de todos modos quiero luchar contigo. Puedo sentir que tienes algo maldito dentro de ti. No puedo dejar con vida a alguien que provoque tal sensación.

Cuando el pelinegro se lanzó hacia ellos, con su objetivo fijado en el rubio, este sintió un fuerte dolor en su vientre, lo cual lo imposibilitaba de poder defenderse. ___ se adelantó, con un kunai en su mano izquierda y el Sharingan activo. El pelinegro logró pasar de ella y asestar una patada contra Naruto, lanzándolo lejos de ambos.  La Uchiha miró a sus espaladas sorprendida de la velocidad del enemigo, la estaba ignorando por completo.

—De verdad que me pones nervioso con ese chakra que posees.Tengo que eliminarlo rápido.—haciendo un sello con sus manos se abrieron un total de nueve portales, cada uno con un símbolo, de los cuales salieron las mismas criaturas que los habían atacado en la aldea. —¡No quedará ni polvo de ti!

—¡Como si lo fuera a permitir! —antes de que pudiera atacar a las criaturas emergidas de los postales, unos hilos de chakra la tomaron y alejaron de allí junto con el rubio. Aterrizaron frente a más personas, con aquellas capas negras de nubes rojas que los hicieron fruncir el ceño —¿Tiene más aliados?

—Te equivocas. —le dijo el pelinegro que ella ya conocía —Venimos aquí por orden de la Hokage.

—¿Qué? —exclamaron los dos 

—Nos pidió que los ayudáramos con el enmascarado. —les respondió un rubio de cabello largo, y sin más, todos fueron directo a aquellas criaturas de gran poder, cada Akatsuki tenía una criatura con la cual podría luchar. 

Los dos muchachos volvieron al campo de batalla más confiados de tener la victoria. Al menos contaban con la dicha de que los Akatsuki eran aliados en esa dimensión. El enmascarado empezó a correr en dirección opuesta a los dos menores.

—Iré por Sakura, no dejes que se escape. —la Uchiha volvió a retirarse hacia el edificio con las columnas que la tenían atada, pero aquel sujeto que ya conocía se le adelantó en su tarea, ya había liberado a la pelirosa y Madara había desaparecido

Se escucharon fuertes explosiones en el edificio al cual Naruto y el enmascarado habían ido e iniciaron su lucha. Una gran nube de humo se alzó por los aires hasta dejar a la vista un enorme zorro, era el Kyubi, y en su cabeza estaba aquel muchacho que los atacó desde el principio. Las dos muchachas lo miraron con atención notando que era igual a Naruto, con la única diferencia del color de su cabello. El zorro de las nueve colas lo atacaba sin compasión, destruyendo todo a su paso.

Sin dar aviso, e ignorando la petición que anteriormente Naruto les había dado de que se retiraran, ____ se dirigió hacia el zorro de varios saltos sobre las múltiples edificaciones. Sakura iba a seguirla, pero los Aktasuki se retiraron del cambo de batalla junto con ella, obedeciendo así al rubio. 

Siguió todo el desastre ocasionado por el zorro, llegando a una gran cueva llena de agua. Vio como el rubio era lanzado hacia la profundidad, yendo ella también para sacarlo de allí. Lo tomó entre sus brazos, tratando de nadar hacia la superficie, pero la silueta de aquel zorro la detuvo. Sería estúpido salir con un enorme animal que podría aplastarla con solo una pata, y cargar el cuerpo de su compañero no facilitaba las cosas. Pensó en activar el Sasano'o mínimo para poder salir de la cueva. sería más fácil luchar en campo abierto, pero sintió un fuerte impulso que la llevó a la superficie en solo segundos. Cerró sus ojos por la sacudida violenta, y sabiendo que estaba fuera del agua los abrió lentamente dándose cuenta que estaba sobre la cabeza del Kyubi de Naruto, al lado de él. Este había lanzado al zorro enemigo lejos de ellos al tomarlo de una pata con el hocico. Ambos animales corrieron uno contra el otro a toda velocidad, iniciando así una fuerte batalla que sacudía las aguas peligrosamente. 

La muchacha se aferró con fuerza al pelaje naranja debajo de ella, las dos bestias se separaron de la batalla física para empezar con ataques de bijudamas, provocando grandes explosiones en el agua. Aún en esa situación, la Uchiha hizo uso de la protección que le brindaba el tórax del Susano'o, protegiendo a la vez al rubio. La superficie de la cueva empezó a sufrir las consecuencias de las explosiones, los dos zorros terminaron de romperla cuando la traspasaron. Nuevamente corrieron hacia el otro, con intención de chocar con la cabeza, ____ formó uno de los brazos del Susano'o con el cual ayudó a impulsar al rubio al aire, dándole la ventaja que al ir con más velocidad que el otro, logró darle un fuerte puñetazo. El zorro del pelinegro desapareció en una nube de humo, seguidamente desapareció el de Naruto y la muchacha cayó con equilibrio al suelo. Elevó su vista al cielo y recibió el fuerte impacto del cuerpo del rubio, al menos logró atraparlo.

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Notó que Naruto empezaba a volver a tener conciencia, había apoyado la cabeza de este sobre sus piernas. El otro cuerpo estaba sobre un puente casi destruido. El enmascarado con la capa de Akatsuki apareció frente a este, llamando la atención de los otros dos muchachos.

—Ya sabía esto, desde luego ganarías. Sin embargo, superaste mis expectativas. No pensé que el Kyubi y tú fueran a trabajar juntos.

—Ahora solo falta derrotarte a ti para salir de aquí. —la Uchiha frunció el ceño ayudando al rubio a ponerse de pie.

—Parece que no comprendes lo que sucede, ¿cierto? —su cuerpo se adentró al inconsciente de pelinegro —A través de la resonancia entre los Kyubi, y debido a las peleas no podrán encontrar la salida al mundo real. —el cuerpo del pelinegro volvió a despertar, posicionándose sobre unas tablas del puente. —El sello del kyubi se debilitó considerablemente, sí... exactamente como aquella vez. —la Uchiha vio el Sharingan que se activó en el ojo derecho del pelinegro

—¿Qué sucede? —miró a Naruto, pronto pudo escuchar la voz del Kyubi en su mente

—No me di cuenta, ya que tenía un cuerpo y descubrió otra forma. Con el Sharingan él puede sacarme de tu cuerpo, como pasó con Kushina, si no lo evitamos...

—¡El Kyubi es mío! —el otro los atacó a gran velocidad, con tan solo un kunai, ellos retrocedieron y tomaron posición de defensa

—¡Oye, no se te ocurra mirarlo a los ojos! —le advirtió la muchacha tomando en cuenta lo dicho por el Kyubi. Empezó a luchar contra en el pelinegro en intentos por defender a Naruto, este ya se encontraba bastante débil por la anterior batalla. Estaban casi igualados, pero en un pequeño descuido el varón logró golpearla y alejarla varios metros. —Demonios, debe de haber algo que pueda hacer... —miró al cielo, donde se empezaba a alzar una gran luna de color rojo, vio que Naruto sacó el pergamino pero el otro lo cortó por la mitad con el kunai y a la vez haciendo contacto visual con los ojos azules por unos segundos, el tiempo suficiente para que Naruto cayera al suelo y un chakra rojo empezara a salir de su abdomen

Sakura apareció en el campo de batalla, dando una patada contra el suelo alejando al pelinegro, ___ se levantó rápidamente y corrió hacia Naruto. La extracción del Kyubi se había visto interrumpida

—¡No permitiré que toques a Naruto! —amenazó la pelirosa

____ miró los ojos del rubio, tenía su mirada pérdida. Sus recuerdos se habían visto afectados por aquel contacto visual, sin embargo, no todo estaba perdido. Mientras ella se hacía cargo de la mente del rubio, Sakura luchaba cuerpo a cuerpo con el pelinegro, siendo una batalla con desventaja para ella por la velocidad del otro. 

Cuando el rubio logró reaccionar, ____ saltó en el aire para atrapar el cuerpo de su compañera, el cual había sido lanzado por una patada por culpa del otro. Ambas cayeron al suelo y miraron al rubio poder atacar al enemigo con un rasengan en su espalda, logrando así que Madara saliera del cuerpo de este.

—Han pasado 16 años... desde que vi esa técnica, la última vez. —se elevó en el aire, dejando salir unas cadenas de las mangas de su capa —Pero esta vez, no perderé.

Se lanzó hacia ellos, pero su ataque se vio interrumpido por otras dos personas que llegaron al campo de batalla. 

—Minato-san, Kushina-san, ¿cómo llegaron aquí? —preguntó Sakura sorprendida

—Por el kunai de Minato. —respondió la pelirroja, siendo este el kunai que Naruto había agarrado antes de irse de la aldea.

—Bien, dejaré que tengas el Kyubi por ahora. —el rubio menor lanzó el kunai que guardaba en su bolsillo, y que había sido mencionado, hacia el enmascarado. Que antes que lo impactara, desapareció.

—¿Quién era ese hombre? —preguntó el Namikaze

—Él tampoco es de aquí. Ese fue el que nos trajo a este extraño mundo y es culpable de todo esto. Todo empezó cuando... —el cuerpo del pelinegro que yacía en el suelo empezó a brotar un aura color verde, Kushina lo miró, y sin pensarlo corrió hacia él para tomarlo entre sus brazos. El cabello negro de este desapareció, volviéndose rubio.

—¡Menma!

Los cuerpos de los tres muchachos también empezó a brillar, pero de un tono blanco. Los dos mayores los miraron.

—Parece que volverán a su mundo.

—Esta es la despedida. —le dijo Kushina al rubio

—¡Gracias por salvarme! —les dijo Naruto, dándoles la espalda y luego de morderse el labio —Estuve con ustedes muy poco, pero estoy agradecido. Realmente será inolvidable. Es la primera vez que pasé mi tiempo en familia, gracias por darme comida caliente, por preocuparse por mí y cuidarme y darme buenos momentos. Sin ustedes, no habría sobrevivido en este mundo. Muchas... gracias...

La luz empezó a ser cada vez más intensa.

—Shisui... al menos pude tener dos noches contigo y nuestros padres. Sin importar que este no haya sido mi mundo, cada minuto juntos será tan real en todo momento. Sé que... volveremos a vernos...

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Al volver a abrir sus ojos, se encontraban en aquel pequeño parque de juegos donde habían sido atacados. Todo a su alrededor seguía en el mismo estado. La capa blanca que tenía Naruto empezó a desaparecer poco a poco.

—Regresamos a salvo a casa.

Antes de pesar en hacer otra cosa, se dirigieron a la torre de la Hokage, donde notificaron con detalle todo lo ocurrido, se sentían aliviados de poder verlos a todos tal cual ellos los conocían. Al final el acuerdo fue mantener el suceso en secreto, al menos hasta que no se supiera de qué se trataba todo, la aldea no debía de saber nada al respecto.

—Qué bueno que la Hokage y Kakashi-sensei estén bien. —dijo Naruto cuando los tres caminaban tranquilos por la aldea, no se escuchaba ni un solo ruido por los alrededores

—Asi es...

—¡Sakura! —detuvieron su andar al escuchar el llamado preocupado, seguido de otro llamado pero de una voz femenina, dos adultos aparecieron de uno de los tantos caminos

—Papá... mamá

—Pensamos que te habías extraviado camino a la casa, porque no apareciste por un buen tiempo. —la pelirosa miró a sus padres y pronto sus ojos se llenaron de lagrimas, corrió hacia ellos y los tomó en un fuerte abrazo

—No puedes imaginar cómo te hemos buscado

Al ver aquella escena familiar la muchacha sintió algo de nostalgia, se despidió de Naruto con una sonrisa y tomó un rumbo opuesto al que estaban llevando. Iría directo a su hogar, ya que no había nada más por hacer. Miró con atención a las personas que pasaban a un lado suyo, los niños riendo o parejas que pasaban unos minutos en la compañía del otro.

De frente a la puerta de su casa, dudó un poco en entrar, pero a final se armó de valor y giró la perilla. Todo estaba oscuro, y no había ruido, solo se escuchaban sus pasos al adentrarse. Encendió las luces, todo estaba tal cual lo había dejado antes de lo sucedido. Se acercó a un mueble con varias fotos, y entre esas estaba la de su equipo. Quizá no tenía a su familia de sangre, pero se había ganado una nueva, y no la cambiaría por nada.

Solo tenía que luchar un poco más para poder tener a su familia completa...

—Sasuke...