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Capitulo V

Desperté a eso de las siete y media de la mañana. Abrí los ojos poco a poco, y con torpeza busqué mi celular en el velador

—Demonios, es tarde —exclamé viendo la hora en la pantalla

Me levanté más que rápido, iba en dirección al baño, pero me detuve en seco a la entrada.

Es cierto, estoy suspendida por tres días...

Traté de seguir durmiendo, pero raramente no pude.

Así que tome una relajante ducha de agua caliente, y me vestí. Mi estómago rugía de hambre, así que tuve que bajar, me preparé unos huevos, un café y desayuné sola. El resto de la mañana me la pasé escuchando música en mi habitación hasta que vibró mi celular más a o menos a las once.

Una llamada entrante. Era de Dominik.

—¿Hola? —contesté

—Hola Moni —dijo en tono de burla—. ¿Vienes a mi casa ahora?

—Claro, ¿A que hora?

—Ahora —repuso obvio

—¿Ahora? ¿Así como, ahora mismo? —pregunté graciosa

—Si, ahora ya —rio desde el otro lado de la línea

—Bien, pero, mándame tu dirección en un mensaje

—Ok, entonces te espero

—Si, adiós —respondí y sonó el tono de fin de llamada.

Subí, me arreglé un poco, tomé una pequeña mochila para echar lo necesario, y salí. Tome un autobús que me dejó a una cuadra de la casa de Dominik. Al llegar, él estaba afuera esperándome.

—Te estaba esperando, por si no sabías cual de todas las casas era —me sonrió

—Queda bastante lejos, pero en autobús no molesta eso

—Bien, ¿Entremos?

Entramos, y luego de atravesar un gran jardín, llegamos adentro de la casa. Una señora de cabello corto y negro, estaba en la sala acomodando unos papeles en una carpeta.

—Dominik, ¿Qué haces aquí todavía? Deberías estar en el colegio —habló sin despegar la mirada de sus asuntos—. Ya voy de salida, así que quiero que vayas aunque llegues tarde.

—Hmmm... Mamá —respondió Dominik

—¿Qué? —seguía sin mirarlo, creo que ni sabía que yo estaba ahí presente

—Me suspendieron —soltó sin más

—¡¿Qué?! —alzó la voz, y la mirada también, y miró extrañada —¿Quién es ella?

—Mi compañera, debemos hacer un trabajo

—Está bien, pero... —pausó, miró la hora—. Luego me explicas,voy atrasada, me voy, adiós Dominik, adiós niña —me dirigió la mirada

—Adiós —respondimos al unísono, y se alejó por la puerta

—Es un amor, ¿No? —me dijo sarcástico, y luego sonrió

Subimos, y llegamos a su habitación. Era muy oscura.

—¿Vendrá Janine? —preguntó sentándose en la cama

—Si, dijo que apenas salía del colegio venía —respondí, y me senté a su lado

—Ah, entonces después empezamos —se acomodó el cabello y me miró—. Veronika me bloqueó de facebook —comenzó a reírse

—¿Enserio? —lo miré sorprendida—. Entonces valió la pena el sacrificio —me burlé

—Si, valió la pena —me miró serio, asintiendo

Comenzó a acercarse, podía sentir su respiración tan cerca...Iban a chocar nuestros labios, pero me alejé.

—¿Qué fue eso? —pregunté con la mirada baja

—Bueno, iba a ser un beso, pero lo detuviste —me dijo con tono de burla

—Idiota —comencé a reír y alcé la vista a él—. Me refiero...¿Porqué lo hiciste?

Su expresión cambió a ser seria. Su mirada estaba fija en mis ojos. Iba a decir algo, pero se contuvo y antes de que pudiese cambiar el tema, que es lo más probable que iba a hacer, entró la criada de la casa de repente.

—Dominik, ¿Qué preparo de almuerzo?

—¿Podrías tocar la puerta, siquiera? —preguntó con tono arrogante—. Quiero pizza, tráelas hasta acá.

La señora lo miró, asintió y respondió ''En seguida''. Salió entonces de allí.

El silencio era terrible. Así que decidí romperlo.

—Eh Dominik...podríamos avanzar un poco en el trabajo ¿No?

Dominik me miró con expresión de desanimo y se paró hasta uno de sus muebles, en donde había una radio.

—¿Te gusta esta banda? —preguntó y oprimió un botón.

Comenzó en seguida a sonar una canción, que reconocí de inmediato. Abrí los ojos como platos, lo miré sorprendida, y comencé a cantar.

Night falls, and im running in circles, wuoh -

Wuoh —cantamos al unísono.

—¿Te gusta Alesana? —le pregunté alegre

Se acercó a su closet, sacó una remera negra, con el logo de Alesana, la lanzó en el aire en dirección a mí.

—¿Eso te responde?

Era una remera preciosa. Con el logo de uno de mis álbunes preferidos de la banda. ''The emptiness''

—¡Maldición Dominik! ¡The emptiness! ¡Es mi álbum favorito! —exclamé contemplando la prenda

—Sip —bajó el volumen, y se acercó a donde estaba yo—. Y es toda tuya

—¿Bromeas? —lo miré atónita

—No, es enserio, pontela

—Pero... ¿Encima? —llevaba una camisa bastante ancha, si hubiese llevado puesto alguna cosa más ajustada habría sido más fácil.

—Si, obvio, y así te abrigas en este inmenso calor que hace —dijo sarcástico—. Debes quitarte la camisa ¿No crees?

—Claro, es cierto —reí—. ¿Dónde hay un baño?

—¿Porqué no aquí mismo? —me miró enarcando una ceja, sonriendo

—Si por supuesto —dije sarcástica—. ¿Dónde está el baño?

—Por allá —señaló

Me dirigí hasta el baño, me cambié y salí. Al parecer me demoré un poco, pues habían unas bandejas allí con pizza y soda. No sentí cuando las trajeron. Comimos entonces, y conversamos un buen rato.

—¿Ésta es tu favorita? —le pregunté, refieriendome a la pizza

—Sip, napolitana —respondió—. ¿La tuya?

—Qué copión —exclamé riendo—. También amo la napolitana

—Tenemos muchas cosas en común, niña grinch —sonrió mientras tomaba de su soda

—Si pero hay una gran diferencia —hablé con superioridad—. Yo soy más inteligente

—Si como no —contestó—. Veremos más tarde, quién estará preguntándome como hacer todo en el informe

—¡Claro que no! —le desordené el cabello

—¡No me desordenes el cabello! —me tomó el cabello, y lo desordenó de peor manera

—¡Esto es guerra! —exclamé, y me abalancé encima de él, haciéndole cosquillas, pero era realmente mala en eso, nunca hacía reír a nadie.

—¡Uh! ¡Mira cómo me meo de la risa! No sabes hacer cosquillas, Moni —me tomó de la cintura, y me dejó contra el suelo, quedando él encima de mí—. Espero que lleves pañales —comenzó a hacerme cosquillas.

Realmente casi me meo. Casi me ahogo de la risa, no podía respirar.

—¡Ya suéltame! —dije a risitas—. ¡Por favor! —me retorcía en el piso, hasta que paró.

Se quedó inmóvil mirándome. No me gustó el ambiente que había, en esos segundos, así que fui y le tomé las mejillas y se las apreté.

—¡Mmmm! —gruñó—. Suéltame, duele—dijo con dificultad

Comencé a reír como loca, hasta que le solté.

—¿Podrías salir de encima? No es agradable tener un chicle en la boca y estar de espaldas en el suelo —le reclamé y se levantó. Hice lo mismo.

—¿En qué momento sacaste chicle? —me preguntó—. ¡Dame!

Comencé a reír, y me saqué el chicle de la boca y se lo ofrecí. Claramente eso es asqueroso, y estaba bromeando.

—¡Nika, eres asquerosa! —dijo riéndose

—Tengo más en el bolsillo —le respondí, y se acercó como loco a mí, y comenzó a revisar en mis bolsillos

—¡No están! ¿Dónde los escondiste?

—Están en los bolsillos de atrás de mi pantalón, esp... —antes de que pudiera terminar, metió como si nada la mano al bolsillo que se encontraba en mi trasero, y comenzó a buscar el chicle

—Ok, ¿Qué está pasando aquí? —una voz femenina hizo que nos quedáramos quietos

Ambos volteamos, Janine estaba en la puerta mirándonos espantada.

Dominik me miró, y comenzó a reír, hice lo mismo.

—¡No me quería dar chicle! —exclamó, con el sobrecito de chicle en la mano, y le lanzó uno a Janine en el aire. Ella lo tomó, y se lo echó a la boca.

—Estaban en el trasero de Monika, bueno en el bolsillo trasero de su pantalón —habló Dominik

Janine puso expresión de asco y luego hizo señas de no importarle.

—Aun así saben bien —reí con su comentario

—¿Hagamos el trabajo? —pregunté

—Claro —respondió Janine—. Pero antes debo contarles algo

—¿Qué? —preguntó seco Dominik, mientras se levantaba del suelo

—Llegó alguien nuevo a la escuela

—¿A estas alturas? —pregunté confusa

—Si, es una chica —cuando Janine dijo esto, como que me sentí extraña, mi corazón se aceleró, y sentí haberme puesto pálida—. Es así como... tú, de hecho bien parecida a ti, se viste con converse, jeans rotos, y poleras anchas, es como si hubiese copiado tu estilo, pero claro es nueva no sabe ni que existes —sonrió—. Se llama Danielle.

—Hmmm... con qué Danielle—respondí algo molesta—. ¿Y con quién habló?

—Con Michael, Dustin, Mariana, y bueno conmigo un poco. No es muy pesada, pero tampoco tan agradable —Janine hizo una mueca

—Ok —respondí cortante—. ¿Dominik, qué opinas?

Él me miró sin expresión, y luego habló.

—Nada —se alzó de hombros

—¿Cómo que nada?

—Pues que se yo, no fui hoy para saber cómo es esa tipa—respondió sin darle importancia —¿Empecemos el trabajo?

Estuvimos toda la tarde terminando el trabajo de castellano. No nos resultó difícil, pues trabajábamos bien en equipo a pesar de que peleábamos constantemente con Dominik. Pero esta vez no fue así, si no que supimos trabajar bien juntos.

Lo que era muy extraño, pero tampoco me quejaba.

●●●

El resto de la semana, me la pasé saliendo, o estando en mi casa. Sí, eran tres días, pero el día que volvíamos de la suspensión era Viernes, así que no le encontré gracia ir solo ese día. Esperé hasta la próxima semana. Bueno...esperamos con Dominik.

Todos esos días salíamos juntos por ahí, a un parque de entretenciones, nos subimos a muchos juegos bastante geniales. Fuimos a una tocata de rock que había en la ciudad, y el fin de semana, cada quién se quedó en su casa, y hablamos por skype. Me estaba cayendo mejor este chico, pero aun así nuestras peleas seguían de vez en cuando.

Estúpidas y sin sentido, pero seguían.

El día lunes llegó al fin. Mis padres me fueron a dejar ese día, pues debían hablar con el director, ya que los habían citado por mi suspensión. Claro, que la citación era para la semana pasada, pero con sus trabajos, nunca tienen tiempo para mí.

Llegué, mis padres fueron a la inspectoría, y yo me dirigí a la sala de clases. Dominik no estaba aún allí, y Janine tampoco. Pero... había una chica en mi puesto. ¡Joder, que manía de estar quedándose en mi puesto todos! Me acerqué y le hablé.

—Em... disculpa, pero este es mi puesto —hablé lo más amable posible. Aún que, saliendo de mi boca, todo sonaba arrogante o sarcástico.

—¿Disculpa tú? Este es mi puesto —habló la castaña volteándose a mí. Era una chica, tal cual las características que me había dicho Janine de la tal ''Danielle''.

Sonreí fingida

—Oye, enserio. Este es MI puesto —dije remarcando la palabra

—¿Por qué entonces la semana pasada no te vi aquí? —contraatacó con el peor tono

Que odiosa. Ya la estaba odiando vagamente. No que digo. Ya la odiaba un sesenta por ciento.

Suspiré cabreada

—Estaba suspendida, te sales, es mi puesto —subí el tono

Ya había perdido la poca paciencia que tenía.

Alguien me tomó del hombro, lo que hizo que me tensara. Volteé. Era Dominik.

—¿Qué pasó Nika? —me miró y miró a la chica del puesto.

Esa tal Danielle, no le quitaba los ojos de encima a Dominik. Y la muy... tenía una sonrisa pegada en su rostro desde que este había llegado.

—Nada, que ésta no quiere salir de mi puesto —respondí y la miré con odio.

Me miró de lo más dulce, y me dijo con una voz bastante distinta;

—Disculpa, quizás yo me equivoque, ya me voy —se levantó y antes de irse miró a Dominik—. Por cierto, soy Danielle, llegué la semana pasada —sonrió

—Hola —respondió cortante él

—Adiós Nika, espero nos llevemos bien —sonrió de lo más falsa y se fue al fin de mi puesto

—¿Cómo que Nika? ¿Se cree amiga mía acaso para decirme así? ¡Me llamo Monik... —estaba a punto de subir la voz, claro que ella estaba bastante lejos, y Dominik me tapó la boca con la mano

—Shh, no seas histérica —me soltó—. Aunque me gusta cuando te pones así —sonrió

Lo miré con cara de niña pequeña enfadada, y me senté.

Esta chica me jodería, enserio. Era una maldita odiosa, y resulta que aparece alguien (Y más aún un chico como Dominik) y se hace la víctima.

No nos llevaríamos bien, para nada.

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N/A: Danielle en multimedia

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