Dahyun.

En verdad me encantaba besar a Sana, volví a sentir eso como la primera vez que me beso en esa fiesta pero este era distinto, escuchar decir que era suya simplemente me erizaba la piel, se sentía tan bien ¿Será que podremos estar bien entre ambas ahora? Me preguntaba.

Vi que su expresión se puso sería, no quise preguntarle que sucedía. Un número desconocido me había mandado un enlace de una pagina, junto con una aviso para ir a la fiscalía, entré en ella. Era la noticia de que Tzuyu estaba esperando un hijo con Sana... ¿Cuándo pensaba decírmelo? La madre de Sana salía también diciendo que se casarían, leer aquello solo hizo mi corazón pedazos de nuevo.

  — ¿Cuándo pensabas decirme esto?— Dije mostrándole la noticia en mi celular— Dile a tú madre que yo firmaré sin problemas y que no se preocupe por que no te quitaré nada— Grité. 

Salí de la habitación, no iba armar un escándalo en el cuarto de mi hija por tonterías mías. Salí en la parte de atrás. Momo me siguió sin darme cuenta y sin pensarlo dos veces me lancé para abrazarla lo necesitaba. Entre tantas buenas noticias, tenía que a ver una mala.

  — ¿Qué te pasó? ¿Le paso algo a Senia?— Dijo preocupada.

Le mostré mi celular para que lo pudiera ver y su expresión era rabia. Cuándo llego Sana la situación fue peor. Momo la sujeto de su camisa.

— ¿Por qué tuviste que volver a herirla? ¿No te basto con una vez?— La sacudía, sana no hacía nada para defenderse, solo me miraba a mi— Vamos contesta.

Sana no decía nada, ni siquiera había pestañeado. Cuándo reaccione Momo le había pegado un golpe, cayó al suelo. Corrí porque tenía la intención de darle otro pero la detuve.

  — No te le vuelvas acercar—Dijo molesta la japonesa.

Me jalo del brazo, para llevarme a su oficina. Se lo agradecía, no quería hablar con Sana pero no fue la manera correcta de solucionar las cosas.

— Gracias pero no era necesario golpearla— Por fin logré hablar.

— Ya tenía ganas de hacerlo, disculpa. No suelo ser agresiva— Hizo una pausa— ¿Qué harás? ¿La dejaras ver a Senia?— 

— No sé, si ella quiere por mi no hay problema, al final de cuentas es su hija tiene todo el derecho.

—En eso tienes razón, ve a descansar un rato. Apenas senia despierte te mando un mensaje para que vengas— Me sonrió.

Salí de su oficina, comencé a caminar me alegraba que no hubiera ninguna señal de ella. A veces pensaba que simplemente era mala suerte la mía.

Sana.

Momo me había dado un buen golpe, me lo merecía. ¿Porqué siempre hago tonterías? Mina tenía razón debí decírselo pero la boda no era algo que yo supiera, tanto ella como yo se había enterado de esa manera. Iba a seguir a Dahyun pero Eunha me agarro para que me curara la mejilla.

— Si que te dieron un buen golpe— Sonaba preocupada—  Quién lo hizo si que te tenía ganas. 

— Me duele un poco— Comencé a quejarme un poco.

— ¿Fue la mamá de tú hija?— Preguntó.

— No, fue momo, pero me lo merecía. 

— No sabía que estabas comprometida, pensé que era solo tú novia— Dijo curiosa.

— ¿Me creerías si te dijera que tampoco lo sabía? Recientemente hoy me enteré también.

Termino de curarme, me ofreció un vaso de agua. Le conté el porque momo me había golpeado. Me despedí de ella, para ir a buscarla, tenía que arreglarlo pero primero tenía que hablar con mi madre.

— Hola— Sonó del otro lado de la lineal.    

— ¿Me puedes explicar que demonios te pasa? Yo en ningún momento acepte casarme con Tzuyu— Grité furiosa.

— Es lo mejor que puedes hacer... Nadie sabe de tú otra familia ni quién es ella. Tienes que hacerte responsable de tus actos.

— ¿De mis actos? ¿Y que pasará con mi otra hija? Por si no lo has olvidado. No me casaré con Tzuyu.

 — Sobrevivieron sin ti y lo harán de nuevo. Ya hable con los abogados para que no te pueda quitar nada ni necesites darles dinero, tranquila por eso. No te pregunté es una orden— Grito. 

Le colgué no puedo creer que mi madre sea de tal manera y que siempre me dejará manipular por ella. Tzuyu me comenzó a llamar pero desvié sus llamadas, no sé como diablos no la eche de mi vida hace mucho. Pedí un taxi para ir a casa de Dahyun necesita explicarle las cosas.

Comencé a tocar a su puerta, sabía que ahí se encontraba no podía ir a otro lugar pero no había respuesta de ella. Le tocaba aún más fuerte pero no me abría la puerta. Me había comenzado a cansar.

— Dahyun, por favor, se que estas ahí déjame explicarte como son las cosas— Gritaba desesperada.

Poco me importaba si alguien me escuchará o cualquiera de la prensa me viera. Estaba a punto de rendirme pero del otro lado de la puerta ella hablo.

— Vete Sana, no tenemos nada de que hablar— Dijo.

— Claro que si, las cosas no son como tú crees— Dije desesperada.

— Puedes ver a Senia las veces que tú quieras, no te prohibiera que la veas. Solo evita hablarme o acercarte a mi— Mustió.

— Por favor abre la puerta, déjame explicarte—Sonaba desesperada.

No contesto, pensé que se había ido o simplemente ya no quería pero escuche que había comenzado a llorar, lo había echo de nuevo...

  — Solo vete no quiero saber nada de ti. Tenían razón, tú nunca vas a cambiar seguirás siendo la misma de Japón. Ojala esta vez no cometas el mismo error y estés esta vez para tú hijo y esposa.

Escuche sus pasos alejándose de la puerta, sus palabras me habían terminado de matar...