Me despierto en una habitación conocida pero no es la mía. Dime que no acabo de soñar lo que he soñado...

- Lo has soñado - dice mi conciencia.

- Esto es una pesadilla... - digo cubriéndome con las sábanas.

Es hora de reaccionar...

- ¿Donde estoy? - digo sentándome en la cama y pasándome las manos por la cara.

- Bueno, por fin has despertado - dice un chico entrando en la habitación.

Esa voz... Esto no puede estar pasando.

Está pasando...

Tú callate.

- Que hago yo aquí? - le pregunto, temiendome lo peor...

- Estabas borracha y ninguno de tus amigos podía hacerse cargo de tí, así que como mis padres no están yo me ofrecí voluntario - dice Kilian sentándose conmigo.

- ¿Gracias? Bueno, yo me voy ya, tengo una venganza que planear - le digo.

- Vas a vengarte de mi, oye, que te he ayudado - dice él.

- Voy a vengarme igualmente, ¡prometo no tardar mucho en hacerlo! - le digo bajando al piso de abajo.

- Que graciosa... - dice él siguiéndome.

Llegamos a la puerta de su casa y yo salgo.

- ¡Hasta la vista Walter! - digo.

- ¡Adiós, Wiliams! - dice él.

Entro en mi casa y veo a mi madre sentada en el sofá.

- Hola Mama - la saludo.

- Hija! Podrías haber avisado que te quedabas a dormir en casa de Elena, ella me llamó para decírmelo - me dice ella abrazándome.

- Lo siento mama, se me acabó la batería... - digo.

- Ay... hija mía, eres un caso, como tu padre - dice ella riendo.

- Pero tu nos quieres igual o más por eso, ¿a que si? - digo, poniendo cara de angelito.

- Si cariño, pero ahora ve a bañarte, ¿porque no os bañasteis? - dice mi madre.

- Porque estábamos cansadas y daba pereza - le digo, inventando una excusa rápido.

- Bueno, ve - me dice.

Me baño y me pongo ropa limpia. Luego decido llamar a mi mejor amiga para encontrarme con ella y que me explique lo que pasó.

.....................

Quedé en encontrarme con Elena en mi casa. Ella vino y nos pusimos a hablar, ella me explicó que no podía ir a su casa y que Killian se ofreció para "cuidarme", hasta estar mejor y poder irme a casa.

- Bueno, como ha sido eso de dormir en la cama de tu peor enemigo? - pregunta ella con curiosidad.

- La verdad... - digo intentando explicar el sueño que he tenido - He tenido un sueño... Un sueño...

- Dilo ya, por dios! - exclama Elena, exasperada.

- Espera tengo que cerrar la puerta del balcón, no vaya a ser que me oiga - digo, y voy a cerrarla.

- ¿Me vas a decir ya lo que soñaste? - pregunta impaciente.

- ¡Soñé que lo hacía con él, tuve un sueño erótico con él! - suelto casi sin respirar.

- ¡¿¡¿Que?!?! - exclama sorprendida.

- Yo me quedé igual cuando me desperté y me fui lo más rápido que pude de allí - le explico.

- Es que no me lo creo, ¡¿has tenido un sueño erótico con tu peor enemigo?! - dice mi amiga.

- Si...

- ¡Dios mío! Claro, del odio al amor hay solo un paso... - dice mi mejor amiga.

- La otra, todo el mundo con lo mismo - digo con pesadez, porque es la segunda vez que escucho eso esta semana.

- Bueno, eso es lo que dicen...

- Si, ya me lo ha dicho mi madre... - le digo, poniéndo los ojos en blanco.

- ¿Tu madre? ¡¿Se lo has contado?! - exclama Elena, sorprendida.

- ¡NO! Ni loca le cuento yo esto, se lo diría a la madre de Kilian y como él las oiga hablar... Pues la he liado, por eso no le digo nada - aclaro.

- Bueno... ¿Y qué piensas hacer? - me pregunta Elena.

- ¿Yo? Nada. Absolutamente nada - digo firme.

- Bueno, tú ya verás lo que haces... - me dice ella.