Así llegamos aquí.

—¡Te odio Kim Seokjin, esto es tu culpa! —grito a garganta partida.

Tomo su mano y la aprieto con toda la fuerza de la que soy capaz, para que no tenga chance de soltarse de mi agarre y no pueda escapar.

Me mira asustado, como si realmente temiera por su vida.

Noto que le duele lo fuerte que estoy apretando su mano, pero no intenta zafarse.

—Puja cielo, ya falta poco.

—Puja una vez más Soojin —dice a su vez mi obstetra.

—¡AHHH voy a matarte! —grito haciendo fuerza una vez más.

Me mira asustado, pero a la vez con amor.

Le duele, abre grandes los ojos, pero no se suelta.

—No se preocupe, todas gritan más o menos lo mismo —le dice la enfermera al verlo tan asustado.

Y de pronto la escucho gritar.

Su llanto es música para mis oídos. Estoy feliz, agotada pero feliz.

—Es preciosa —me dice la enfermera que me la entrega en brazos.

—Amor mírala, es igual a mí —dice mi guapo marido y me besa la frente sudorosa por el esfuerzo—. ¡Te amo!

—Y yo a ti —le digo mirándolo feliz y viendo su rostro hermoso, también lleno de felicidad.

Lo que son las vueltas de la vida...

Finalmente resultó ser que mi primer beso, sí se lo había dado al que sería el padre de mis hijos.

🌗🌖🌕🌔🌓🌒

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Llegamos al final de esta breve historia de mi bello WWH.

Espero les haya gustado.

Love you

Liz💜