Su cuerpo le dolía, sus ojos se cerraban. Sólo podía escuchar el llanto de la chica y una ambulancia acercarse.

— No te vas a morir... no te vas a morir — repetía ella antes de escuchar aquel ruido dirigiéndose a ellos.

Notó como las manos de María se alejaban de su pecho, intentó abrir los ojos pero simplemente no pudo, el dolor era insoportable.

Lo subieron a una camilla y su ex, después de subir con él, le agradeció a la persona que llamó a la ambulancia.

[...]

María pensaba en todo lo que había pasado con Ivo, más específicamente en las peleas.

No entendía como habían llegado a eso, ambos distanciados, extrañandose cada día, pero sabiendo perfectamente que si volvían las cosas no cambiarían, y seguirían igual que antes.

No supieron llevar esa relación, no se valoraron lo suficiente como para dejar su orgullo atrás e ir por su amor.

Y ahora Ivo estaba en el hospital.

— ¿Familiar de Ivo Serue? — Llamó una enfermera desde la puerta.

Ella asintió lentamente, con la cara empapada en lágrimas y un cuaderno que sostenía como si fuera lo único que le quedaba.

— El paciente... le dejó esta nota.

María la agarró y no supo si abrirla o no, sentía impotencia porque sabía que claramente lo que estaba escrito no reflejaba buenas noticias.

"Nos queríamos tanto que cuando ya no fue así, intentamos forzarlo. Los dos cambiamos, nos sentimos ajenos al sentir que no nos conocíamos.

No quiero que estés triste, te juro que a pesar de todo, no pude dejar de amarte."

María terminó de leerlo y supo lo que temía: Ivo había muerto.

Corrió hacia la camilla en la cual yacía el cuerpo, sin importarle nada más que verlo e intentar despertarlo, en el fondo sabía que era inútil.

Fin.