María se levantó del piso, sobresaltada al escuchar el fuerte ruido proveniente de, muy posiblemente, alguna calle cerca de la esquina de su casa.

Sintió su corazón acelerarse cuando un pensamiento invadió su mente.

— Ivo — y sin decir más, agarró una campera de jean y salió corriendo de su cuarto, directo al lugar de donde se escuchó aquel choque.

No pensaba con claridad, sólo quería que ese auto no haya sido el de Khea.

[...]

Ivo veía con los ojos algo cerrados como empezaba un incendio en alguna parte cerca de su auto, o incluso dentro. Y aunque le dolía todo el cuerpo juntó fuerzas e intentó alejarse lo más que pudo, consiguiendo salir por la ventana y apoyar su espalda en el vehículo.

— Mari... — susurró aquel nombre tras ver su figura acercarse a paso rápido, no obstante, para él cada segundo duraba una eternidad.

— ¡Ivo! — la escuchó gritar, antes de cerrar un poco más sus ojos.