–¡Harper! ¡Si no sacas tu culo de la cama voy a irme sin ti!–la voz de Cat consigue sacarme finalmente de las sábanas y bajar a la cocina bostezando.
–Es muy pronto para esto, Cat–murmuro cogiendo los pancakes que me tiende mi amiga.
–Calla y desayuna rápido, luego sube y cámbiate.
–A veces tengo la sensación de que te comportas demasiado como mi madre–me indica que me calle con un gesto y sale de la cocina.
–Buenos días señora Sand–oigo decir a Cat relajadamente.
–Buenos días Cat, dile a Harper que me voy a una reunión.
–¡Lo he oído!–chillo desde la cocina.
Es genial que Cat y mi madre se lleven tan bien y aunque no lo hicieran a Cat las críticas le resbalan e incluso si mi madre la odiase seguiría viniendo a mi casa cada dos por tres. Hemos tenido muchísimas bromas sobre eso y sobre qué ya debería de empezar a pagar alquiler ya que viene por la mañana para recogerme, vuelve conmigo a casa, estudiamos juntas, a veces se queda a cenar...Es casi como si viviera aquí.
–Hola ¿Qué tal por Narnia, Harper? ¡Ya que llevas cuatro horas en la cocina!–me tomo el último pedazo de pancake y corro escaleras arriba para vestirme con el outfit "Harper", como lo llama Cat, sudadera, jeans y mis apreciadas puma rojas.
–¿Que tal voy?–pregunto colocándome mejor la capucha.
–Exactamente igual que ayer–bufa tirando de mi.
El camino al instituto es exactamente igual que todos los días, media hora de andar resoplando y helándonos mientras la gente va en bus nosotras tenemos que ir andando porque, vivir en el campo yay.
–¿Qué tienes ahora?–me pregunta Cat abriendo su taquilla para coger unos cuantos libros, haría lo mismo pero he perdido la llave de la mía.
–Economía–finjo pegarme un tiro en la cabeza y Cat se ríe.
–Yo tengo física, nos vemos luego–luego no nos veremos porque ella tiene arte y yo geografía, pero no me molesto en corregirla.
Cat y yo llevamos desde quinto siendo mejores amigas, lo teníamos todo planeado: Iríamos al mismo instituto, ambas escogeríamos letras, estudiaríamos derecho y viviríamos en un piso cerca de la universidad. Pero su padre la obligo a escoger ciencias aunque no le gusten, por lo demás todos los demás planes siguen en pie. Me dirijo a clase de economía arrastrando los pies y me adentro en mi peor pesadilla, el estúpido del profesor me sonríe siniestramente causando que un escalofrío me recorra aunque le devuelvo la sonrisa ya que necesito aprobar esta asignatura.
–¡Qué sorpresa llegas tarde otra vez!–me susurra Jackson cerniéndose sobre mi.
Lo empujó en broma y el se ríe, Jackson es el novio de Cat y pese a que a veces me siento un poco como la tercera rueda me encanta que mi mejor amiga halla encontrado un chico que la quiere tanto como Jackson lo hace, incluso parecen uno de esos memes de "quédate con quien te mire como x mira a y". Empiezo a notar ligeras patadas en la silla así que me giro para encontrarme con Ethan Wanscher, el más gilipollas del universo.
–¿Puedes dejar de dar pataditas?–le pregunto con la voz algo molesta.
Las patadas empiezan a subir de intensidad hasta que casi estoy saltando en la silla, me giro otra vez con una mirada furibunda y él solo se ríe mientras le da vueltas a su boli.
–Eres exasperante.
–Oh dios, has herido mis sentimientos–dice cogiéndose el pecho dramáticamente, cinco segundos después vuelven a empezar la pataditas.

Jackson y yo salimos de clase y yo me dirijo hacia geografía totalmente sola, Jackson se va a arte con Cat pese a que no sabe ni dibujar un burro pero bueno, el amor señoras y señores y las ganas de potar también. En geografía me relajo un poco mientras subrayo, hago anotaciones en el libro y levanto la mano para contestar, es la única asignatura que se me da bien de manera natural y creo que siempre envidiaré a Cat por la facilidad que tiene de hacer de todo sin casi esforzarse.
–Bueno chicos, mañana veremos un documental sobre el tema 7, pero haré preguntas después–dice el profesor mientras todos recogemos nuestras cosas.
Voy a la cafetería con mi sándwich de chope en la mano y sonrío al cruzarme con algunas personas, al llegar veo a Cat, Jackson y Maddie sentados en una de las mesas, me acerco y levanto la pierna para sentarme en esos incómodas mesas que llevan allí desde hace años.
–Ahora luego tenemos filo–dice Maddie como saludo.
–No está mal, luego tenemos latín–digo mirando a Jackson, el cual simplemente sonríe malignamente–¿Qué pasa?
–Luego Cat y yo vamos a ir al cine, nos pelamos la clase.
–¡Cat!–dice Maddie con una sonrisa bailándole en los labios–¿Quién me va a pasar los apuntes de biología?
–No, yo soy la que más va a sufrir que me aburriré mortalmente en latín–Ambos se ríen pero Maddie y yo sabemos que cada día se alejan un poco más de nosotras.
–¿Has acabado la cuestión de filosofía?–me pregunta Maddie esperando copiarse, por supuesto.
–La tengo en la taquilla de Cat–Cat me lanza la llave con una sonrisa.
–Anda, ve a por ella–me ruega Maddie.
–Está bien–suspiro levantándome y echándome la mochila al hombro.
Salgo de la cafetería y escucho a Maddie gritar "¡Eres la mejor!" Niego con la cabeza entre risas y aprieto el paso para llegar antes y que Maddie tenga tiempo de copiarse. Justo cuando giro la esquina noto un líquido extendiéndose por mi sudadera, miro hacia arriba y veo la cara de Ethan el cual sostiene una botella medio vacía de Fanta.
–¡Mira por dónde vas!–le chillo apartando la sudadera de mi.
–Relájate niña, quizás si dejaras de seguirme– me espeta fríamente.
–No te estoy siguiendo y que sepas que...–me corto de golpe al notar un fuerte olor penetrando en mis fosas nasales–¿Mierda eso es alcohol?
–¿Qué? No–dice pero aparta la mirada.
–¿Me has tirado alcohol encima? ¡Que asco!–lo empujo pero me agarra del brazo.
–No se lo dirás a nadie ¿Verdad?–me suelto y me alejo por el pasillo a la vez que le saco el dedo.