Narrador

Volkov se fue a dormir con una sonrisa en su rostro, algo extremadamente raro, desde ese primer extraño sueño a estado soñando lo mismo desde hace una semana, en su sueño aparecía en aquel prado con el roble en el centro de todo, y aquel chico el cual lo tenía fascinado, para el de nacionalidad rusa todo era tan real, sus toques, su voz cuando le hablaba al oído, todo.

Volkov al principio no lo entendía, pero en el transcurso de esa semana se relajó al respecto, el lo sentía como un sueño más, el cual lo dejaba con una pequeña sonrisa todo el día, cosa que extrañó a sus compañeros de trabajo, pero al final le restaron importancia y decidieron sentirse felices por el peli plateado por finalmente tener esas felicidad que tanto se merecía.

*En el sueño*

Volkov se encontraba acostado en el suelo con su cabeza recostada en el regazo del moreno, disfrutando los cariños que este esparcía en su rostro y cabello

-Te amo Viktor- Soltó el de piel morena mientras se encorvava un poco para besar la palida frente del contrario

-¿Cómo es posible que me ames?... No soy para nada atractivo... Y mi personalidad es una mierda- Dijo el ruso desviando la mirada

-Otra vez esos comentarios de autodesprecio...- Dijo tomando su rostro para que lo mirará a los ojos -Tu eres la persona más hermosa Viktor, eres fuerte y muy valiente-

Volkov se sentó y miro a esos ojos de distinto color, los cuales, como la primera vez que los vió, seguían cargados de amor y cariño

-Eso lo dices porque no eres real...- Dijo, a pesar de que en ocasiones olvidaba que estaba en un sueño en ocasiones le llegaba ese recuerdo que al despertar todo desaparecería

-Vik, mírame- Ordenó el más bajo y el ruso acató la orden de inmediato

Al instante aquel chico se abalanzó sobre Volkov besándolo al instante siendo correspondido por Viktor, sus anteriores besos eran cortos así que se sorprendió que este durará mucho más, el moreno no se separó del otro sino asta que sintieron que se les acabó el aire, se miraron a los ojos completamente sonrojados

-Cómo se sintió eso?- Pregunto con una sonrisa

-Demaciado real...- Dijo aún recuperando un poco el aliento

-Exacto, Vik, que yo soy real y se que tú también lo eres- Dijo entrelazado los dedos con los largos y delgados del otro -Y créeme cuando te digo que siento aquí...- Señaló a su corazón con su mano libre -El que pronto nos encontremos en el mundo terrenal-

Dicho esto Volkov se sonrojo más y cuando estaba apunto de volver a besar al de cresta todo se volvió negro

*RIIIIINNNN*

El peli-plateado se quejo aún estando con los ojos cerrados, odiaba despertar, pero ya más adelantado el día se podía apreciar aquel efecto que causaban los sueños en Volkov, a pesar de no poder recordar el rostro de aquel hombre al despertar, todo lo demás seguía presente, la sensación de sus toques, su voz e incluso en una ocasión se despertó sintiendo su colonia el resto del día.

Llegó a trabajar temprano, como su primera hora la tenía libre fue directo a la sala de profesores

-Hombre, buenos días Volkov- Saludo su compañero Greco

-Buenas Greco- Dijo para después ir directo a la máquina de café

-Saves, mucho te hemos notado diferente esta semana-

-¿Disculpe?- Dijo en automático mirando al barbas para empezar a preparar su café

-Se te nota más animado, más tranquilo ¿acaso conseguiste una pareja?- Pregunto con curiosidad, era bien sabido que aquel profesor de Artística, al igual que el Sub Director son unos chismosos de primera, así que el ruso solo frunció el seño ante la pregunta -Hombre, tampoco es para que me mates con la mirada, tranquilo-

-Mi vida amorosa no es de su incumbencia Profesor Rodríguez- Dijo para después darle un sorbo a su café

-Otra cosa que he notado es que está durmiendo mejor, ya no se le ven sus típicas ojeras, hasta las alumnos lo notaron- Comento divertido, quería saber que era lo que había ocurrido para que su amigo direa un buen giro a su vida

Volkov dejo de tomar su café y se quedó en silencio un momento, debatiéndose internamente si decirle sobre los sueños o no, pero al final decidió decirle -Pues le voy a ser sincero, si, he estado durmiendo mejor, las pesadillas constantes dejaron de aparecer y ahora solo tengo un sueño el cual me relaja de maravilla- dijo con una sonrisa

-Eso es bueno- Dijo el barbas sonriendo -¿Y de que es el sueño?-

-No se lo diré-

-¡Venga ya! ¡Que no me puedes dejar con la intriga!-

-Si puedo, después de todo sigue siendo mi vida privada la cual como dije anteriormente no es de su incumbencia-

El cabello obscuro se iba a quejar, cuando vieron como alguien de cabellera rubia y ojos azules entraba a la sala

-Buenas Profesor Gustabo- Se apresuro a saludar felizmente al hijo del subdirector

-Buenas Greco, buenas niño asustado- Dijo con gracia el profesor de ética, a lo que Volkov le dedicó una maldición en su idioma natal por el insulto, la cual no lo afectó principalmente porque no entendió nada -No se que coño dijiste pero a ti también, vine a buscarlos, la Directora Evans nos espera a todos en la sala de reuniones-

-¿Tan temprano y sin aviso previó?- Pregunto Volkov confundido, a lo que solo recibió en respues un asentamiento

Los tres salieron de la sala en dirección a la sala, en lo que caminaban a Greco se le ocurrió preguntar para que era la reunión a lo que Gustabo contesto que habían contratado a un nuevo profesor de francés

-¿Y usted lo conoce?- Pregunto el ruso

-Por supuesto rusky, estudiamos en la misma universidad el primer año, pero por unos temas tuvo que irse un tiempo a su país natal y allí termino sus estudios- Comento con una sonrisa, estaba feliz de haber recuperado a ese amigo el cual a pesar de haber estado juntos solo un año, se volvieron inseparables

-Supongo que tú ayudaste a su contratación ¿o me equivoco?- Dijo Greco con una sonrisa

-No te equivocas para nada- Dijo orgulloso

Al llegar tomaron asiento, Volkov estaba al distraído, no fue asta que vió por el rabillo del ojo una gran cresta de tres colores que posó su mirada al frente, allí, al lado izquierdo del Sub Director Jack Conway, se encontraba un hombre de unos 1.85m, de tes tostada, con un atuendo formal el cual suponía que era para presentarse ante todos, pero sobre todo, y la característica que más llamaba su atención, aquellos ojos bicolores los cuales sentía ya haber visto antes

El de nacionalidad francesa al sentir la mirada también miro a Volkov, y al igual que el sintió ya haberlo visto antes, pero no sabía de dónde exactamente.

Estuvieron sosteniéndose la mirada un buen rato, haciéndose preguntas silenciosas, no fue asta que la pelirroja mujer empezó a hablar que dejaron de verse

-Muy bien gente, les presentó al Profesor Horacio Pérez, aunque creo que él hará mejor su presentación- Dijo la mujer dándole la palabra al de cresta

-Hola, mucho gusto, aquí como dijo la Directora, mi Nombre es Horacio Pérez, pueden referirse a mi solo por el nombre, y bueno... Espero haya buen rollo entre todos-

-Una gusto muchacho- Se apresuró a saludar el barbas

-HORACIO, MI NIÑO!!!- Se escuchó gritar al rubio para después avalanzanrse a abrazar al moreno, haciendo que casi se caiga por perder el equilibrio, pero no evitando que este también correspondiera con la misma ilusión al abrazo de su compañero

-Gustabo, compórtate- Regañó el Sub Director

-Dejalo chorbo, que se ve que el muchacho está feliz de ver a su amigo- Dijo con su particular acento el Rector Trucazo

Mientas todos sonreían y le daban la bienvenida al nuevo profesor, cuando llegó el turno de Volkov nadie pudo evitar notar cierta tencion proviniente de ambos profesores

-Привет, me presento, soy el profesor de educación física, Víctor Volkov, es un gusto tenerlo aquí- Saludo lo más formal que pudo el ruso

-El gusto es mío profesor- Saludo de regreso el de ojos bicolor, sin apartar la mirada del más alto -Disculpe la pregunta pero.... De casualidad ya nos conocíamos?... Es que... Siento como si ya nos hubiéramos visto...-

-No... No estoy seguro...- Respondió el peli plata también sin apartar la mirada

-Bueno, después tratan de averiguar eso, ruso, me secuestró al nuevo profesor, quiero darle un tur por el institu- Dijo Gustabo sacando a ambos de su burbuja mientras ponía sus manos en los hombros de Horacio -Vamos Horacio- Sonriendo se llevó sin aviso al de cresta tricolor dejando a un pobre ruso tratando de descifrar que acababa de pasar

Bueno gente, hasta aquí dejo el segundo capítulo, perdón por tardar tanto :'3
Bueno, como dije, espero les haya gustado, y nos leemos luego