12. Sueños
Disfruten el capítulo.
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Iniciar la universidad no resultó tan caótico como cuando conoció a la madre de su amiga.
Para ser sincera, aún le costaba trabajo creer la pésima suerte que tuvo al empezar con el pie izquierdo en primer lugar.
Se le caía la cara de vergüenza y sólo esperaba que luego de los "pequeños" malentendidos, la relación con la señora Victoria mejorara.
Sino era así, no sabría de que forma cambiar la imagen que esa mujer tenía sobre ella.
Al menos, tendría días de sobra para pensar en algo.
O eso pensaba, hasta recibir un mensaje de su amiga.
Valentina: Ey, ¿Cómo te está llendo en tu primera semana de clases?
Kara: Creo que sobreviviré.
Valentina: Eso espero.
La joven sonrió, retomó su objetivo principal del porque había entablado la conversación.
Valentina: Oye te quería invitar este fin de semana a la playa.
Kara: Suena divertido. Si, acepto.
Valentina: Perfecto. Pasaremos por tí al medio día.
¿Pasaremos? Se cuestionó la rubia.
Kara: ¿Quién más vendrá? ¿Tú novio acaso?
Sonrió por lo último, tal vez existía la posibilidad de que alguien ya estuviera en la vida amorosa de su amiga y se sentía bien por ello.
Valentina: jejeje… no. Mamá nos acompañará. Pero descuida, sólo nos dejara.
Kara: ah, de acuerdo.
Valentina: Okay, nos vemos el sábado.
Su rostro palideció, no estaba lista para volver a encontrarse con ella.
Sería un paseo... interesante.
***
Victoria balanceaba los pies distraídamente mientras la doctora Daysi terminaba de apuntar algunas cosas en su registro médico.
—Tus avances han sido favorables —le informó con seriedad—. No obstante, debes seguir tomando la medicación hasta concluir el tratamiento —mencionó la doctora. Esperó a que Victoria se levantara del sofá, colocara de vuelta el saco negro y las zapatillas para finalizar la sesión.
—¿Cuánto tiempo más seguiré viniendo?
—No sabía que ya no deseabas verme —expresó sarcástica.
—No, no es eso. Es sólo que… se está volviendo algo tedioso y repetitivo. Sabes, ya me siento mucho mejor y creo que sólo te estoy haciendo perder el tiempo.
Su amiga se retiró los lentes observándola fijamente desde el otro lado del sofá.
—Victoria, tú más que nadie sabe que esto no sería fácil. Desde que iniciamos el tratamiento fuí muy clara, esto sería un proceso largo en los que habría momentos donde pensarías que no está funcionando. Pero al final, el concluir: hoy, mañana o dentro de un mes, etc... Dependerá cien porciento de ti.
—Entiendo, no tienes porque repetirlo cada vez que lo pienso —se sentó de vuelta cruzando los brazos. Estaba un poco cansada, tal vez por haber dormido nuevamente hasta tarde leyendo su pequeño cuadernillo.
Claro que ni loca se lo diría a Daysi porque eso implicaba recibir otro regaño por parte de su amiga y, de esos ya tenía un repertorio.
Se levantó hasta ubicarse a un costado de Victoria. Habían terminado ya la sesión que podía volver a su papel de mejor amiga.
—Vicky —le tomó la mano—, estoy haciendo todo lo que esta a mi alcance para ayudarte. Mi mayor deseo es volver a verte llena de luz y juventud. Que dejes el pasado atrás y seas, nuevamente feliz —dijó lo último con ímpetu.
La castaña removió una lágrima que amenazaba con salir. Carraspeó soportando el nudo en la garganta intentando conservar la postura serena y sólo respondió a su amiga con un apretón en la mano ajena que la envolvía.
Nadie dijo más, ambas se quedaron juntas, inmersas en sus propios pensamientos.
...
La doctora acompaño a Victoria a la salida, por ahora era complicado volver a la misma sintonía de antes cuando Victoria no sabía de los intereses amorosos de la otra, ahora no podía hacer pequeñas bromas como si de una pareja de casadas se trataran.
Costaría trabajo pero aceptaba que cometió un error al apresurarse en confesar sus sentimientos.
—Disculpe Doctora Daysi —habló la secretaria—. El paciente de la sala uno, ha llegado.
—Hágalo pasar, en un momento lo atenderé.
—Y aprovecho para entregarle la correspondencia y sus invitaciones al retiro.
—Ah… si —expresó nerviosa al tener a Victoria cerca—. Creo que está vez, no iré. Puedes cancelar mi reservación.
—Si, doctora.
—Espera —se interesó Victoria, estaba confundida por la decisión de su amiga —. ¿Por qué lo cancelaste?
—¿El retiro? No, descuida. No tiene importancia.
Victoria la tomó del brazo para ir a dónde la secretaria no escuchara.
—¿Qué sucede? —le preguntó sin rodeos. Aquella salida era un evento único en particular, Victoria solía acompañar al menos dos veces al año a su amiga en una especie de viaje a finales de mes para alejarse de todo y reponer energías.
—No, es nada Vicky. Solo creí que tal vez no estabas interesada en asistir. Digo, Valentina está en casa y tal vez quieras pasar tiempo con ella y con justa razón lo entiendo.
—Daysi —la tomó de los hombros, causándole asombro—, si estás haciendo esto porque te me confesaste y dije que no, entonces eres una boba. Antes que sucediera esto, tú ya eras mi mejor amiga. Eres muy importante para mí, y me dolería demasiado perder tu amistad.
—Entonces, eso quiere decir...
—En efecto, estaba esperando su cordial invitación doctora —se ánimo a decir.
Daysi sonrió avergonzada y aliviada. Sabía lo que Victoria intentaba, seguir como si nada hubiera pasado. Era un poco doloroso pero lo aceptaba, ella tampoco estaba dispuesta a terminar una hermosa amistad forjada por años, sólo porque su corazón anhelaba cuidar y amar a la mujer castaña como más que una amiga.
Retomaría su papel y si tocaba esperar más tiempo, lo haría.
Permanecería a su lado incondicionalmente hasta que Victoria se diera cuenta que sus sentimientos eran lo suficientemente fuertes para aceptarla.
—Entonces, deja arreglado tus pendientes para tener libre la última semana del mes.
—Descuida, lo tendré listo —expresó Victoria. Acto seguido, salió del consultorio retomando actividades en el hotel.
Faltaba casi dos semanas, tiempo suficiente para dejar arreglado en la oficina todo y comentar a su hija que estaría fuera unos días.
No estuvo tan segura de aceptar, una parte de ella deseaba salir corriendo del tema "Daysi/Confesión" y por eso, intentó hacer como si nada hubiera ocurrido. Quería demasiado a su amiga, la única persona que estuvo ahí y apoyo cuando más lo necesito. La que conocía lo mucho que sufrió con Elena, su ex esposa, la que se fue de sus vidas para nunca volver.
Era loco decirlo pero la castaña en cada comienzo de día, dirigía la vista al otro lado de la cama, siempre esperanzada de que ella apareciera sin razón ni motivos y se quedara nuevamente a su lado.
Que importaba los errores cometidos, los problemas sin solución y sueños perdidos. La amaba, la amó, con todas sus fuerzas deseaba tenerla a su lado para decirle que la perdonaba y se lamentaba no haberla escuchado cuando se lo pidió.
Porque el enojo que causó sus actos, seguían retumbando en su corazón. Nunca pudo comprender claramente ¿Porqué tomó la decisión de marcharse sin dar explicación?
¿Cuánta presión albergaba su alma para sacar a su familia tan fácil de su vida?
Tan poco le importó todo lo que construyeron juntas, la hija que aprendieron a amar y que fue la fuerza para seguir esforzándose, pudiendo dejar por un tiempo los problemas en el olvido.
Ahora todo eso, era historia.
Aún así, mantenía la ilusa esperanza de que Elena regresara.
Un sueño tan dolorosamente irreal.
…
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Un nuevo encuentro se aproxima entre Kara y Victoria.
Por otra parte, nuestra castaña sigue sufriendo por la ausencia y abandono de su ex. ~_~
Y a la doctora no le quedó más que seguir siendo su amiga. (Que triste no ser correspondida)
Veremos qué trasciende más adelante.
Saquen conclusiones de su encuentro.
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Nos leemos luego.
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