Género: [♂][-][♀]

Relación: Kris, Frisk & Chara.

*Advertencia de violencia y abuso, por favor leer bajo discreción.
*Esto puede ser considerado un DeltaFell!AU.
(((*Escribí esto en lugar de dormir así que es probable que sea maaaalo.)))

~♤◇♡♧~

Cuando tu madre entra al cuarto armando un escándalo mientras su molesta voz alcanza tus oidos deseas ser invisible. Gritando a tu nombre exige que "muevas tu inservible trasero" pues ya es tarde, mas tú por otro lado fingues ignorancia al seguir pretendiendo estar dormido. Te niegas a responder, solo deseas estar solo. Sin embargo ese es tu primer error en el día, pues lo único que recibes por tu inobediencia es el impacto de una botella ser rota contra tu cuerpo, siendo las sabanas que te rodean tu única protección contra el impacto.

Sus gritos desgarran tus oidos, tu cabeza da vueltas, solamente quieres desaparecer.

Para tu suerte, todo acaba al mismo paso que empezó. Los reclamos callan y todo finalmente acaba con el estruendo de la puerta siendo cerrada. Tus ojos arden amenazando con par de lágrimas resbalar por tus mejillas. Bueno, al menos esta vez no uso un cigarrillo para quemar tu piel esta vez.

Te remueves en tu lugar para finalmente reincorporarte. Tu mirada cae sobre los trozos de cristal esparcidos sobre la cama. Clavándose en estos te limitas a admirar como estos tintinean gracias a la luz del sol que logra escabullirse por tu ventana.

Un tembloso suspiro intenta escapar de tus labios mientras observas el desastre que ha creado tu madre. Sientes náuseas pero ¿que puedes hacer al respecto?

Decides moverte de una vez por todas, ya estas tardando demasiado y no estas de ánimos para soportar otra ronda de gritos que sabes es inevitable esta ocurra de todos modos.

Levantas tu camisa, revisando el lugar lastimando.

Morado.

¿Pero de que te sorprendes?

~0~

Tu madre te ha culpado de haber estropeado el carro y por consecuencia te dejo a tu suerte para ir a la escuela. Vives en una pequeña cuidad por lo que trasladarse a pie de un lugar a otro no debería ser problema. La escuela no debería estar a mas de un par de cuadras de tu casa, no hay nada de que preocuparse.

O eso desearías creer, pues aqui el problema es que si hay algo de que preocuparse.

En todo el trascurso puedes sentir múltiples ojos sobre tu persona. Como si estos quemarán tu piel puedes sentirlos sobre ti por mas que intentes ignorarlos e hacer oidos sordos.

Mounstros que no te molestas en observar te juzgan, algunos incluso tirándote piedras mientras que otros susurran a tus espaldas. ¿Pero que esperabas? Nadie en este lugar quiere a un humano viviendo en su territorio.

Porque los humanos son desagradables. Son incorrectos.

Son errores.

Quizá por esa razón Asriel escapo de este infierno en cuando se le dio la oportunidad. Quizá fue por el constante abuso de tu madre, quizá por la negligencia de tu padre, quizá por el ambiente tóxico de esta cuidad o quizá por el simple hecho de no querer soportarte.

Tu mente viaja al distante pasado. A aquel incluso mas lejano del que viviste al llegar aqui. Intentando recolectar los borrosos recuerdos de antiguos momentos que llegaste a compartir con tu familia anterior, los rostros de tus progenitores originales llegan a tu mente, estos llenando tu cabeza.

De repente todo toma sentido. Entonces todo es claro y solo quieres reír.

Los monstruos no se equivocan después de todo.

~0~

Los pasillos de la escuela se encuentran desiertos e internamente te sientes aliviado. A paso intencionalmente lento tomas rumbo a tu salón y sin muchos ánimos abres la puerta de este.

Miradas caen sobre ti, y junto con estas nuevamente aquella sensación regresa, quemando tu piel mientras sientes como es perforado tu ser. Alphys al notar tu presencia después de un rato aun ahogada en lágrimas explica la asignación del día y nerviosamente te pide encontrar una pareja. Resistes la acción de hacer una mueca, aunque honestamente resistes la acción de mostrar emocion alguna en general por lo que sin necesidad de palabras te limitas a asentir.

Intentas probar suerte aun sabiendo que será en vano al final. Tu primera opción es Monster Kid quien con un "¿Porque querría estar con alguien como tu?" te rechaza dándose la vuelta. Pruebas con Temmie quien ignora tu llamado pero apunta a l huevo hervido descansando sobre su pupitre, declarando que no eras necesario. Vas con Jockington quien te observa con desangrado. Catti hace oidos sordos. Snowy ríe en tu cara. Berdly hace una mueca y te sin vacilar dice que te vayas a joder. Tu única opción restante es la tímida chica de Noelle, quien al momento en el que te acercas antes de tener la oportunidad de hablar su gentil rostro se deforma. Ella ríe, pero puedes escuchar su asco por ti en sus palabras "¿contigo? ¿porque perdería mi tiempo contigo? largo de mi vista."

No te sorprende.

~0~

La puerta es abierta de manera feroz, causando que todos a excepción tuya salten en sus lugares. Deberías estar exaltado, pero ese sonido se volvio tan presente en tus mañanas que lo has considerado algo normal en tu rutina.

Susie, la chica a quien todos saben deben temer y no desafiar, se encuentra parada frente a la puerta. Alphys chilla y ahora siendo un caos intenta justificarse al mismo tiempo que su autoridad en el aula, fallando en el proceso.

Susie no reacciona tan amable al enterarse será tu pareja en el proyecto, tampoco es que esperarás algo positivo viniendo de esto, por lo que cuando tu mente se queda en blanco, no te das cuenta de los lloriqueos e estruendos que resuenan en el aula, estos siendo opacados por los aplausos junto con las risas de tus compañeros mas la estática blanca que resuena dentro de tu cabeza

Cuando vuelves en si, Alphys pide que sigas a Susie para mantener un ojo sobre ella.

Pero no eres tonto, por mas lamentable que se vea, tu sabes la verdadera razón detrás de su pedido. Asientes nuevamente, encaminandote fuera de ese agujero para alcanzar a tu compañera. Quizá estes de espaldas, pero aun así puedes ver la desagradable sonrisa formarse en los labios de tu maestra.

~0~

Cuando tu cuerpo choca contra la superficie de metal detrás tuyo aun te niegas a mostrar reacción alguna. Tu cuerpo cuelga como muñeca sin vida y Susie solo se burla de lo patético que eres.

Cuando amenaza con deshacerse de ti de una vez por todas internamente deseas las cosas fueran así de sencillas. El agudo dolor que se forma en tu cuello te trae devuelta a la realidad. Al momento en que sientes tu piel arder es cuando todo es obvio y entiendes Susie ha enterrado sus colmillos en ti.

Lágrimas resbalan de tus ojos si tu autorización mientras que tu mano viaja al lugar afectado. Siempre te negaste a darles el lujo de verte en momentos de debilidad, sin embargo, tu cuerpo es quien ha hablado y simplemente no puedes ignorar el dolor en este momento por mas que lo intentes.

Con tus ojos bien abiertos observas con sorpresa la sangre que resbala de tus dedos. Nunca habías llegado a este punto, nunca habías sangrado a este grado.

Esto es algo nuevo para ti, sin embargo en lugar de sentir temor solamente observas con sorpresa.

Susie también ha guardado silencio, observando el curioso líquido carmesí que escurre de su mandíbula. Era de esperarse, los mounstros no sangran, esto es algo nuevo para ella también.

Las náuseas vuelven a ti, pero tu mente esta en otro lado como para tomarles importancia. Eventualmente después de un momento de silencio, Susie sale del shock. Gritando a tu nombre ignora lo anteriormente ocurrido para exigirte que te muevas, trayéndote de vuelta. Susie no se toma la molestia de esperarte, dejándote a tu suerte a mitad del pasillo aún con el dolor para lidiar.

Pero no importa.

~0~

Al llegar y no encontrar ni rastro de mas cajas de tiza para traer, vuelves a ignorar tu alrededor.

Cuando Susie se harta de que sigas ignorando sus insultos en respuesta lo único que hace es lanzarte hacia el suelo y encerrarte en el armario, sus pesadas risotadas llegando a tus oidos por mas que la puerta los intente silenciar.

Esta vez no te levantas, en su lugar simplemente decides sentarte, haciéndote un lugar en la oscuridad. ¿Porque haz de volver a un salon donde te desprecian? No es como si tu presencia haga mucha diferencia de todas maneras.

Puedes sentir tu cuerpo arder, siendo tus ojos los principales. Tu cuerpo te pide llorar pero a este punto dudas de si aun tienes lágrimas para derramar.

¿Porque te toco esta vida? ¿Que hiciste para terminar así? ¿Acaso eres una mala persona? Honestamente ya no puedes decir.

Tu solo deseabas ser amado, de poder encontrar un lugar feliz donde poder pasar el resto de tus días. Pero tal parece que incluso ser feliz te ha sido negado, y después de tantos años tal parece que aun eres incapaz de entender el porque.

Acercas tus piernas a tu pecho, para después abrazarlas mientras escondes tu cabeza en tus rodillas.

Solamente deseas desaparecer. Ser olvidado, no dejar rastro.

Estas tan sumido dentro de tu miseria que no notas a un par de infantes detrás de ti.

~0~

Veo que estas perdido, y eso esta bien. Ambos también hemos pasado por eso.

Tristemente aqui no hay montaña para escalar. Pero no te preocupes, siempre existe solución.

Nosotros te guiaremos a un final feliz.

~0~

Tu cuerpo ha dejado de arder, puedes sentir como tus burbujeantes emociones empiezan a enfriarse. Alzas tu cabeza, tu mirada siendo recibida por la gentil sonrisa del infante que viste de azul.

El contrario que viste de verde se arrodilla ante ti, ofreciéndote otro pedazo de lo que ambos llaman un Cinnabunny.

Eres incapaz de procesar lo ocurrido, por lo que dejas que el niño de verde abra tu boca y te ayude a masticar mientras el niño de azul acaricia tu cabeza con amor.

Puedes saborear la dulzura del postre, tu estómago rugiendo en respuesta finalmente reclamando por mas comida después de haber estado suprimiendo el hambre en el transcurso de la semana. Una vez terminas de masticar dejas al postre deslizarse por tu garganta, sientiendo tus heridas cerrarse puedes asegurar haber sido completamente sanado una vez el dolor desaparece. El niño de verde parece sonreír satisfecho.

- Saludos - empieza, tu cuerpo tiembla en respuesta, mas es conmovido por el niño de azul. -Mi nombre es Chara, este es mi compañero Frisk. - Señala al contrario, y notoriamente el menor, humano de los tres. Tu mirada viaja fugazmente al contrario por instinto, recibiendo otra silenciosa sonrisa en respuesta. Chara continúa.

-Mi compañero y yo hemos estado al tanto de lo que ocurre y creemos podemos ayudarte. Tenemos entendido que deseas ser amado ¿no es así? - No sabes que hacer, e incluso aún si quisieras responder puedes sentir tu garganta se secarse, bajas tu cabeza. Afortunadamente para ti, ambos parecen comprender.

- Podemos hacer un acuerdo, si eso te hace sentir mas en paz - Chara propone capturando tu atención nuevamente. - Lo único que tienes que hacer es déjalo en nuestras manos, prometemos darte un final feliz.

Tu garganta sigue seca sin embargo logras asientir. Observas como la sonrisa de Chara se expande sobre su rostro.

- Presta atención.

~0~

Las palabras de Chara resuenan en tu cabeza. Con pasos cautelosos te dirigues a la puerta del armario. Estas seguro de que ya deberían haber acabado las clases

Tus manos tiemblan, mas ignoras ese detalle. No te das tiempo de prepararte pues tu cuerpo ya ha actuado. Abres la puerta, la luz del exterior impactando contra tu rostro dejándote incapaz de ver por unos segundos.

Murmuros seguidos de risillas llegan a tus oídos y como balde de agua fría no necesitas mas pistas para entender la situación en la que estás. Susie se posiciona frente tuyo, no necesitas mucho esfuerzo para notar la mueca socarrona en su rostro. Sin embargo, por mas bullicio que se escuché en el fondo, lo único que puedes escuchar es nuevamente aquella estática blanca junto con las palabras que te instruyó Chara.

Por primera vez no sientes miedo, por primera vez te sientes en control. Aprietas el lápiz que se encuentra escondido en el bolsillo de tu pantalón, esperando a que sea el momento.

Las risas a tu alrededor ya no significan nada. Ni siquiera el agarre que Susie ejerce en tu suéter logrando levantarte del suelo hace que tiembles en respuesta como en tiempos anteriores. Puedes ver el rostro de Susie deformarse en rabia ante tu mirada vacía. Pero algo ocurre, su rostro cambia a sorpresa y no lo entiendes.

No puedes escuchar a tu alrededor, siendo lo único que retumba en tus oídos es la estática blanca, las palabras de Chara, la sangre correr por tus venas y el golpeteo de tu alma.

Todo da vueltas, no te sientes como tú, pero eso esta bien, porque el tú anterior nunca tuvo el control y ahora la diferencia es que tu tienes los rieles de la situación.

No sabes como, no sabes cuando, pero de alguna manera has logrado tirar a Susie contra el suelo. Tu notoriamente pequeño cuerpo comparando con el de ella se encuentra encima suyo, sentado sobre su torso. El lápiz que escondías ahora se encuentra frente a sus ojos mientras tu otra mano rodea su cuello ejerciendo presión en tu agarre.

Y de repente, no hay nada. No risas. No murmullos. Silencio y eso es todo. Tus compañeros observan, pero ahora sus miradas no queman. Por primera vez te sientes fuerte.

Te sientes vivo.

- Saludos. - Hablas, tu voz sonando raspoza, débil y quebrada por la falta de uso en todos estos años. Los espectadores retroceden, pero tu no les prestas atención. Susie observa con temor tu rostro y no lo entiendes. Lo consideras absurdo dado que tiene un arma en frente suyo del cual preocuparse mas.

"Los humanos son débiles, pero los mounstros son frágiles." Las palabras de Chara regresan a tu cabeza, repitiendo sin parar. No notas la desconcertante sonrisa que se ha formado en tus labios ni de como tus orbes celestes ahora brillan por separado en dorado y escarlata.

Todos han guardado silencio, esperando lo siguiente a ocurrir. Continúas;

- Soy Kris Dreemurr, el Ángel que liberará a todos los mounstros.