Género: [♂][-][♀]

Relación: Kris, Frisk & Chara.

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- Ruega por nosotros, ámanos. No necesitas nada de nadie, nunca más. - Hablo con gentileza, Peinando tu desagradable cabellera enmarañada con sus dedos. Tu inhalaste en respuesta, imitando su acción con tus propios dedos sobre la cabeza de tu hermano menor.

- Tu amor nos mantiene unidos, tú amor nos mantiene vivos. Por favor nunca dejes de amarnos.- Continuo, podías escuchar la sonrisa en su voz a pesar de no estarle encarando. Sentiste a Frisk removerse entre tus brazos. Acomodándose mejor mientras este recargaba su cabeza en tu pecho. No dejaste de peinar su cabello.

Mamá no se encontraba en casa esa noche, tenía asuntos pendientes que atender por lo que si no regresaba en la madrugada, entonces seria por la mañana. Chara sonrió ante ese detalle.

Cualquiera que viese esa escena quedaría un poco desconcertado, sin embargo, para ustedes era un momento posiblemente íntimo que brindaba protección y cariño. Tus hermanos te recordaban lo mucho que te apreciaban mientras unos cuantos mimos y palabras eran intercambiadas. Caricias en la cabeza, besos en la frente, palabras profundas y abrazos fuertes. Para ti, esos pequeños detalles mantenían tu mundo en pie.

Recordar ser amado, recordar que no eres lo que otros suelen susurrar de ti. No es que no puedas expresarte correctamente, pues sabes que tus emociones están ahí, pero te cuesta trabajo entender cuando se manifiestan o cómo reaccionar al respecto.

Tu eres humano, no un ser apático. Chara y Frisk siempre te lo dicen; es parte de la naturaleza humana el sentir emociones que persuaden tus acciones. Así que no hay nada de qué preocuparse. Eventualmente encontraras la forma de poder actuar más acorde a tu naturaleza.

'Todo es cuestión de tiempo.' Chara siempre dice.

Siempre estarás bien si te mantienes a su lado, si les sigues amando como ellos piden. Por qué ellos te ayudan, y tú los necesitas. Una débil sonrisa se posa en tus labios, tus ojos siguen cerrados tal y como ellos pidieron.

Y está bien, porque confías en ellos.

Sin embargo, aquella nube de paz y protección que te rodea niebla tu juicio sobre las cosas que no puedes sentir ellos te ocultan.

No te das cuenta es de la inquietante sonrisa que Chara tiene en sus labios. Sus ojos marrones ahora resplandecían en un brillante color escarlata. No puedes ver ni sentir a Frisk, quien sostiene el alma entre sus manos con sus ojos entreabiertos, analizando de arriba a abajo aquel brillante corazón que no estaba destinado a pertenecer ahí.

El alma flota alrededor suyo. Haciendo múltiples intentos desesperados (y fallados) de volver a ti. Pero tú no eres consciente de ello. El alma puede sentir la petrificante mirada de Frisk, la inquietante sonrisa de Chara y la vulnerabilidad de tu cuerpo.

Orbes dorados que no transmiten nada más que una mirada afilada. Sonrisa ancha que no transmite nada más que diversión. La gran sensación de peligro es tan pesada que el alma no puede evitar estremecerse. Ahora más ansiosa de volver dentro tuyo, desea escapar de esa sensación de peligro que ambos humanos le dedican y volver a la seguridad del interior de tu pecho.

Puedes sentir brazos envolver tu cabeza, proporcionándote un afectivo abrazo que no pose ninguna mala intención a pesar de la situación. Puedes sentir como ambos menores te envuelven.

Posesión, así es como lo llama Frisk, Chara por otro lado, prefiere llamarlo Protección.

- Nunca dejes de amarnos, nunca nos dejes.- Chara susurra, su sonrisa se tuerce. La oscuridad de la habitación es lentamente bañada en escarlata y dorado. Frisk aprieta la manga de tu suéter.

- No pidas ayuda,- Chara habla a tus oídos, presionando su mejilla contra tu cabello mientras sus brazos rodean tu cuello en un abrazo. Pero no te das cuenta, ya es muy tarde. Desde ya un tiempo no estabas presente en la conversación.

- Amor.- Frisk dice. No tartamudeos, no dudas. No tienes el lujo de sorprenderte, ahora mismo ya te has ido. Chara abraza tu cuerpo apagado.

-Si,- Responde. - AMOR. - Repite, pero ambos saben que no hablan sobre el mismo tema.

Ambos te aman, no importa que seas su marioneta, ellos en verdad te aman. Así que ámalos de vuelta, ellos hacen su mejor esfuerzo por mantenerte feliz.

Ellos te dieron las emociones que te faltaban, y lentamente te empezaron a moldear a su gusto. Ansiedad para que no puedas actuar, Tristeza para que no puedas estar satisfecho, Miedo para que siempre te escondas. Te dieron todo lo necesario para que dependieras de ellos.

Pero no lo sabes.