Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Siempre fue el

Capitulo 27

Siempre fue él

Brandon

¿Que era está sensación? Paz, había conseguido alejar todas las inseguridades y ahora era eso lo que sentía cuando estaba con Freddy. Ya no más preguntas estúpidas que no me dejaban disfrutar a gusto de lo que era el amor, ya no más dudas sobre este complejo sentimiento. Tal vez la misma persona que me quito las ganas de creer en el romance y en las relaciones, era la misma persona que me las podía devolver.

¿Estaba enamorado de Freddy? Si, ya no tenía intensines de mentir, lo que pasó ayer en esa carrera de motos fue tan genuino que hizo desaparecer cualquier duda.

Lo elegiría a él, él me eligiria a mi y todo iría bien.

-Churri -susurro en mi oído-. Churri despierta.

Ya llevaba unos minutos despiertos, pero esta mañana la cama se sentía tan cómoda que ni siquiera quería abrir los ojos. Me estire haciendo un ruido raro y me volví a acurrucar con la manta. Mi caramelito necesitaría mucho más que eso para despertarme, me preguntó, ¿que tan creativo será para lograrlo? No pude ocultar mi sonrisa, estaba siendo tan perverso como él últimamente y no es algo que me saliera tan natural como le salía a Freddy, formaba parte de su personalidad.

-¡Churri! -me grito en el oído.

¡Mierda!

Me senté en la cama tan rápido como pude cubriendo mis oídos. Mis tímpanos reventarían.

-¡Freddy! -lo regañe-. ¿Por qué carajos...?

Llevaba unos pantalones sueltos que caían en su cadera, dónde se marcaban las sexis líneas de su pelvis y ese abdomen tenso y algo bronceado, me encantaba la tinta que cubría la mayor parte de su vientre, pecho y brazos ¿Me estaba seduciendo con esa mirada de niño bueno? Sabía que no tenía nada de bueno, era más bien una mirada pícara con la que proponía muchas cosas.

Relami mis labios -Buenos días.

Él alzo una ceja -¿Por qué tienes esa cara?

-¿No sabes porque? -intente alcanzarlo, pero él se movió y acercó una bandeja con comida.

-¡Sorpresa! Te hice el desayuno -la dejo en mis piernas-. A qué es el gesto más romántico y seguramente soy el primer hombre que te lleva la comida a la cama.

Era eso, yo esperaba desayunar a un asiático tatuado, esto es lo que hay. Por cierto, ¿por qué estaba tan fea está comida? ¿Veneno?

Examine una tostada -En realidad hubo un intenso que me despertó así, es raro porque no lo conocía...

-¿Quien? -se cruzó de brazos.

Maldición. Celos a la vista.

Cambie de tema -¿Por qué está tostada está tan negra?

Me dió un golpe con su codo en la costilla -No está negra, está crujiente.

Le unté bastante mermelada para disimular el sabor a quemado, ayudo un poco, pero aún así esto estaba muy malo. El yogurt tenía trozos de frura que el mismo corto y estaba ácido por alguna razón y..., ¿que era esto? Metí la cuchara en el bol que contenía algo grumoso y lo mire para que me explicará que comida alienígena me había servido y porque estaba tan pálida.

Sonrió -Es avena, receta de mi mamá.

Bueno, había que darle una oportunidad, después de todo era una receta de su mamá, mi suegra y tendría que gustarme.

Tosi cuando sentí la extraña textura en mi boca y ese sabor a algo tan malo, ¿leche cortada? No sabía lo que era, no quería tragarlo, pero mire su cara llena de esperanzas y lo hice.

-Esta muy..., rico -me limpie los labios-. Creo que ya estoy lleno.

Él acercó la bandeja a mi -Dijiste que trabajaras todo el día, alimentate, además quiero experimentar cosas contigo y necesitas estar fuerte.

Bueno, mirándolo desde el lado positivo mi estómago se volverá a prueba de bombas si sigo comiendo estás cosas.

La fruta, al menos solo era fruta cortaba, no tenía porque tener un mal sabor y me ayudaba a quitarme el desagradable sabor de la avena, el yogurt ácido y las tostadas quemadas. Eso sí, muy mal cortada estaba la fruta.

Me enseñó su dedo tenía una bandita puesta -Me corte haciéndote el desayuno.

Forcé una sonrisa -Pobre mi caramelito.

Había que aprovechar la situación, deje la bandeja a un lado y lo acune en mis brazos, él me miró algo raro, no estaba acostumbrado a que yo lo tratara así. Últimamente no era el hombre más romántico del mundo, pero ya había decidido no dudar más de nuestros sentimientos y disfrutarlo, así que lo cuidaria.

-Te haré la cena también, pase un curso de cocina y quiero sacarle provecho -dejo algunos besos en mi mandíbula.

-¿En serio? -me sorprendía.

¿Que tipo de curso paso? No aprendió nada, aunque en Australia no era muy diferente, lo que mejor le quedaba era la pasta y solo tenía que unir ingredientes que ya venían en latas, aún así, algunas veces no tenía nada de sal y otras tenia demasiada; sin embargo, creo que su pasta era más soportable que esto.

-Si, un curso en linea -me informo-. Es facil estudiar estás cosas mientras viajas.

En línea -Ahora entiendo muchas cosas.

-¿Que?

-Nada, te haré la cena yo, es lo menos que puedo hacer después de que me dieras de comer... -lo acosté en la cama-, ¿me dejas comer?

Me metí entre sus piernas y dejé una pequeña mordida sobre su costilla. El me miró algo confundido o quizás sorprendido por la manera en la que estaba actuando hoy.

-¿Estás en celo o que te pasa? -jadeo cuándo pase mi lengua por su pelvis-. Tu no sueles ser así.

Mordí su mentón -¿No quieres que sea así?

-¿Quien dijo eso? Solo que el pervertido soy yo y tu el romantico, apegate al papel -ordeno.

Tire de sus pantalones -Podemos cambiar, ¿que era eso que querías experimentar?

Coloqué sus piernas en mi hombro y dejé algunos besos en su pantorrilla, ya estaba duro, aún así por su cara sabía que no estaba buscando sexo, aunque aceptaría lo que yo le diera.

-Busque algunas cosas en internet -me informó.

-Freddy, no veas porno gay -me tumbe sobre él para besar sus labios-. Recuerda lo traumado que quedamos la última vez.

-No es eso -tomo mi mandíbula para que lo mirara-. Pero quiero experimentar cosas que antes me gustaban contigo.

Osea, cosas que antes le gustaba hacer con mujeres. Me preocupaba un poco eso, yo era un hombre y mis relaciones sexuales hasta ahora aunque no han sido malas si fueran bastante normales y básicas. Con él siempre he sentido que vamos un poco más lejos, más rudo y con más confianza

Aclare mi garganta -¿Que tipo de cosas?

Sonrió -Que es una sorpresa, pero de momento continúa con lo que querías hacerme.

Alce una ceja y descendi por su cuerpo -Me dan miedo tus sorpresas.

-Te gustará, por cierto, ¿quien es el pasivo aquí?

Me senté en la cama sorprendido con su pregunta, ¿el pasivo?

-¿Tu?

-¡¿Yo?! -se sentó, ofendido-. Yo te doy a ti.

-Yo también te doy a ti -le recordé.

Mordió su labio -En tus anteriores relaciónes tu eras...

Le costaba mucho aceptar que tuve relaciones con otros hombres.

-Nunca fui el pasivo, aunque si me tocaba ahí por mi cuenta -respondi con mucha confianza.

Era mi novio después de todo y el hablaba con naturalidad de esos temas; sin embargo, su cara de volvió muy seria.

-Mentiroso -se cruzó de brazos-. Dame mis pantalones, ahora estoy celosos.

-Freddy, digo la verdad -me rei cuando se levantó de la cama vistiendose muy rápido-. Solo ha sido contigo y yo mismo.

Soltó un suspiro -¡Ya! Me dan ganas de hacer una lista y cortarles la polla a uno por uno.

Rodé los ojos -¿Celoso?

Se cruzó de brazos -Si, mucho.

Le di una palmada a la cama -Ven aquí a comprobar que soy tuyo.

Gateo por la cama hasta llegar a mi lado -Estas un poco salido hoy.

Sonreí contra sus labios antes de besarlo, me encantaba mi caramelito celoso. Mordí sus labios y lo bese con gusto cuando se sentó a horcajadas sobre mi. Metió su mano bajo mi camiseta y jugueteo con uno de mis pezones mientras tiraba de mi cabello para tener acceso a mi cuello. Hundí mis dedos en su ancha espalda y lo apreté aún más contra mi cuerpo.

Por fin iba a tener el desayuno dulce que quería. Aceptar que se quedara un tiempo aquí fue la mejor decisión que tome, era como unas vacaciones con mi caramelito, una luna de miel que no quería que acabará nunca.

Tocaron a la puerta

-Ignoralo -pidio él.

Solté un jadeo cuando se presionó contra mi erección, por supuesto, si hacía esto seria fácil ignorar que alguien estaba llamando a la puerta.

Volvieron a insistir, esta vez un poco más fuerte.

Me separé de él -Tal vez sean las chicas.

Soltó un largo suspiró -No les dijiste que tú madre y tú padre estaban mal y por eso ella estaba aquí.

Lo sé, pero eran Mel y Susan después de todo, tuve que decirles que mi madre se quedaria aquí un tiempo por problemas con mi padre, cosa que les costó creer, porque conociendo a mis padres nunca pelearian a tal grado, después de insistir lo entendieron. Quizás pasaron a ver cómo estaba, era un buen mentiroso, pero no el mejor.

-Lo hice, mejor voy a ver si son ellas antes de que tiren la puerta abajo -le explique.

Ellas se podían imaginar lo peor, si yo era un buen mentiroso, ellas eran las mejores reinas el drama que tenía este mundo y mira que había de esas.

Freddy lloriqueo -Genial, me quedaré aquí solo, abandonado y con una erección.

Otro dramático. Acomode mi ropa para que no se notará la erección que aún mantenía y el aspecto de no haber salido de la cama aún, no era normal que yo fuera tan descuidado, el me contagiaba sus tonterías.

Abrí al puerta y...

-¿Max?

-Hola -saludo algo tímido.

No había hablado con él después de lo que ocurrió en el club, ni siquiera lo intente y él tampoco me llamo así que supuse que no lo vería por un buen tiempo o nunca más. Aunque era abogado no trabajabamos en el mismo bufete, nuestro único amigo en común que me importaba era Kevin y sabía que tenía tacto como para respetar lo que había ocurrido, el resto no me importaba y estando en una relación con Freddy no se me ocurrió ir al club gay dónde me conocían por solo tener sexo una vez y nada más. No imaginé encontrarme en esta situación.

Aclare mi garganta -¿Que estás haciendo aquí?

Tenía que rezarle a Dios y a todos los astros, estrellas y hasta a mí abuela para que Freddy no saliera de esa habitación.

Él miro al suelo algo avergonzado -Te estuve llamando, pero no contestaste.

¿En serio? Tal vez lo hizo, pero estaba demasiado centrado en otra cosa.

¡Maldicion! Eso era muy incómodo. Supongo que él no debería estar tan avergonzado como yo, después de todo si uno de los dos actuó mal fui yo, él solo reaccionó de una manera aunque incorrecta, natural.

Abrí un poco más la puerta -¿Quieres pasar?

Sabía que me estaba arriesgando al dejarlo entrar, Freddy podría atreverse a salir, aunque esperaba que no lo hiciera.

Él me miró a los ojos y yo sentí un golpe en mis costillas al ver el parecido que tenían ambos en la mirada, solo por eso lo mantuve a mi lado, no dejaba de sentirme culpable.

-Si, vine porque necesitaba hablar contigo -respondio.

Lo deje pasar, él se quedó en medio del salón mirando todo con atención.

-Voy a cambiarme un momento -necesitaba avisar a Freddy.

-¿Te estás mudando? -señalo las cajas.

La vida no me lo pone nada fácil.

-Susan, me dejó algunas cosas aquí porque está buscando piso nuevo -menti.

Cómo dije, yo era un gran mentiroso. Cuando entre en la habitación me paralice al escuchar unos gemidos, mis gemidos. Freddy estaba sentado en la cama con la laptop en sus piernas observando algo con las mejillas rojas.

-¿Que carajos? -hable en voz baja y me acerque.

El mostró esa sonrisa picara -Logre rescatar la memoria de la cámara y mira lo que había.

Nuestro video.

Cerré la laptop -Max está aquí.

Su rostro cambio -¿Por qué mierda esta aquí? Ese imbécil, ya verá...

No lo deje levantarse de la cama -Esta aquí para hablar y quiero hacerlo, necesito arreglar las cosas con él.

-¿Arreglar? -se cruzó de brazos-. Yo sé leer a la gente y ese es un hijo de puta que lo que menos quiero es arreglar las cosas, te aseguro que se quiere meter en tu cama otra vez por mucho que le duela que te lo tires pensando en mi.

-Freddy... -aprete mis dientes.

-Ademas los compañeros sexuales no hablan, cuando se termina se termina y ya -finalizo.

-Como tu digas, pero te quedas quieto porque yo iré a hablar con él -asegure antes de girarme

Tome un poco de ropa y me vesti rápido, se supone que a eso habia entrado aquí.

Freddy se sento de rodillas en la cama -¿Entonces no te interesa mi opinión?

-Me interesa, ya se lo que opinas, pero a final decido que hablaré con él -me acerque a la puerta-. No hagas nada estúpido, te lo advierto.

-Asi no funciona una relación...

Quizás esté cometiendo un error o no, lo más probable es que esto sea lo correcto. Una relación como la nuestra aunque solo fuera sexo no debería terminar como termino, había que hacer las cosas de la manera correcta.

Cerré la puerta detrás de mi. Max estaba sentado en el sofá, observando los envoltorios de comida chatarra en la mesa de centro y las malas películas de comedia. Tome todo y lo lleve a la cocina.

-¿Está todo bien? -pregunto él-. Te noto..., diferente.

-No, solo he tenido mucho trabajo -me justifique.

Me senté a su lado algo nervioso, él también estaba igual.

-Y bien... -no sabía cómo empezar.

-Tu y Kang, tu jefe -se aclaro la garganta-, ¿Es el mismo chico de Australia?

-Si -confese.

-Lo note, lo habías descrito una vez y note algo entre ustedes, ¿estan juntos?

Tome aire -Ahora lo estamos, ese día en el bar no estábamos juntos, solo fue difícil entender nuestros sentimientos...

-Y los míos -sonrio-. Se que fuimos claros con nuestra relación y si no dije antes como me sentía era porque no entendía mis sentimientos y sentía que tú tampoco lo notabas.

No, nunca lo noté. Su vida sexual no se resumía solo en mi, ¿cómo iba a saber que tenía intensines románticas si no buscaba exclusividad? Además nuestras citas no tenían nada de romance, eran encuentros que parecían ser los de dos amigos que se sentaban a beber y charlar tranquilamente, era una buena relación, pero no sentí nada más que me advirtiera de sus sentimientos.

-No estaba muy enfocado en eso y lamento que te sintieras utilizado por mi -me disculpe-. No fue algo que busque, pensé que éramos claros y lastimarte no era una opción.

-Lo se, tal vez si él no hubiese aparecido...

Un fuerte ruido en la habitación hizo que nos quedaremos en silencio.

¿Que estás haciendo Freddy?

-¿Que fue eso? -pregunto curioso.

Piensa rapido -Los gatos de Susan.

Él alzo una ceja -Tal vez deberías ver, parece que rompieron algo.

-No, solo estaba jugando -le quite importancia.

Él aclaró su garganta -Como decía, yo pensaba ser sincero antes de que él apareciera, tenía una leve esperanza...

-No hubiese pasado nada -lo interrumpí-. Aún no estaba listo para una relación, porque seguía pensando en él, por eso no hubiese funcionado aunque lo intentaramos.

Mordió su labio -Bien, ¿estas seguro de que está vez él te eligira a ti? Siento que solo es una obsesión que tienen.

Podria verse así desde afuera, las personas tienden a criticar mucho las relaciones solo por lo que ven desde afuera, pero nadie puede ver lo que está en el interior de cada persona, nadie es adivino para saber que puede pasar.

Quizás sea amor, quizás sea falso, ya yo decidí que me arriesgaré.

-Yo lo eligire a él -respondi seguro-. Si el no hace lo mismo, no estoy perdiendo nada.

Max tomo aire -Yo seguiré siendo tu amigo, quiero estar cerca si me necesitas.

-Te lo agradezco.

No fue una charla tan mala, nos discúlpamos, reímos por unos segundos y después de que cerré la puerta y quedé solo en el salón Freddy apareció, no muy contento.

-¿Que rompiste? -primero lo importante.

-Me cai -se quejo-. ¿Amigos? ¿Había necesidad de eso? No lo entiendo.

-No entiendes que yo también lo lastime -le recordé-. Que tiene de malo una amistad

-No entiendo nada -me dió la espalda y se fue a la cocina.

-Es un buen amigo y no es mala persona -intente explicarlo.

-¿Amigo? Te lo follabas a cuatro patas -solto él.

-¡Freddy! -vulgar.

-No me digas que no, se lo mucho que te gusta esa posición.

-Tu trabajas rodeado de mujeres y se que has tenido sexo con muchas -ataque.

Ya que estábamos con los celos, yo también sacaría cositas.

-Es diferente

-¿A si? No me digas, genio

-Ellas son mujeres y yo Brandon-sexual, mi amiguito se despierta solo cuando tú pasas.

Me rei -Bueno, tal vez yo sea Freddy-sexual.

Se lo penso unos segundos -Maldito mentiroso, ¿Con cuántos hombres te acostaste?

Se lanzo hacia mi y pellizco mis mejillas.

-¿A que viene esa pregunta ahora? -caimos al sofá.

-Te daré un azote por cada uno -me amenazó.

Me gustaba la idea.

-¡Cien!

Él se colocó a horcajadas sobre mi, tomo mis brazos y los levantó por encima de mi cabeza, esta vez nada nos iba a interrumpir.

-Enfermo y masoquista, me encanta -atrapo mi labio con sus dientes.

-Me gustaría terminar mi desayuno -recorri su torso con la mirada.

Él sonrió -Me pase toda la mañana cocinando, ni caso le hiciste y ahora quieres comerme a mi, muy mal.

Me reí -¿Muy mal? Yo lo veo muy bien.

Nego con la cabeza -Si alguien tiene derecho de comer soy yo, asi que quieto -descendio por mi cuerpo-. Eso sí, no te quiero calladito.

-Trato hecho.

Disculpen si tiene errores, mañana lo editare. Hoy estuve haciendo Jardinería YO SOLA y no me dió el día. Espero que les guste y recuerden votar y déjarme un comentario.

Sígueme en Instagram @paloma_escritora

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro