
¿Que hago por amor? #39
Capítulo 39
¿Qué hago por amor?
Brandon
Era difícil saber qué pasaba por la cabeza de Freddy, pero seguro nada bueno cuando se le ocurrió que sería una idea grandiosa entrar al local que ya estaba cerrado, pero que por desgracia él tenía un par de llaves.
—Bien, no tenemos pastel, pero los tacos son ricos —se sentó en la tarima a mi lado y mordió uno.
No era la mejor cita que te podía tener para celebrar este primer día de novios, según él. Tacos y cervezas en un club de stripper.
—¿Qué harás con este trabajo? —me sentía curioso.
No habíamos hablado mucho desde que fue el nuevo dueño del club Golden Dark.
Él le dio un gran trago a su cerveza y suspiró —Sinceramente creo que se lo devolveré a mi padre —respondió bastante seguro.
—¿En serio? Entonces ya decidiste que te quedarías a bailar aquí.
Ahora que lo pienso nunca me incomodo el trabajo de Freddy como bailarín en este sitio lo había visto muchas veces bailar, el problema es que en esas situaciones él solo me miraba a mí. Podría pasar el tiempo, nuestra relación ya no sería la misma y habrá cientos de mujeres con las garras afiladas para quitarme a mi caramelito. Cuando lo pensaba así, me sentía celoso.
Él pellizcó, mi mejilla —No quieres tener un novio que baile en un club.
Rodé mis ojos y solo llené mi boca con comida.
—No me importa —casi no se me entendía al hablar, tenía un buen trozo de taco en la boca.
Freddy empezó a reír como el loco que era —Churri, no volveré a bailar nuevamente para otras personas que no seas tú...
—¿Por qué no estudias danza? —lo interrumpí.
—¿Qué?
—Ser bailarín profesional, estarías haciendo lo que te gusta para personas que realmente valoren el arte y no solo tú... —lo miré de arriba abajo.
—¿Mi cuerpo de Dios griego super sexi? —pregunto con una sonrisita burlona.
—Sí, eso —me reí—. ¿Qué dices? Podríamos investigar sobre algunas academias de baile.
Él mordió su labio —No lo sé.
—Yo creo que sería estupendo —lo anime.
El que encogió de hombros —Nunca he sentido que soy lo suficientemente bueno para nada de eso..., para nada, en general.
Era encantador, carismático, hermoso y talentoso, un buen hijo y una buena persona. Él no podía dudar de sus capacidades, porque era perfecto para mí y lo sería para muchas más personas. Acune su mejilla y me senté a horcajadas sobre sus piernas, dejé un beso en sus labios y otro en su mandíbula.
—Feliz primer día de novios —susurré contra sus labios—. Te amo Freddy y tú eres grandioso, te amo por eso.
Él me rodeó con sus brazos —Quiero que pasen diez años.
Alce una ceja —¿Para qué quieres algo así?
—Quiero sabes que todo el tiempo que espere por alguien que se quedara a mi lado, valió la pena —susurro contra mis labios antes de besarme.
Valdrá la pena, yo lo quería de todas las maneras humanamente posibles.
Dos semanas después:
¿Por qué carajos me está pasando esto a mí? Había enviado mi denuncia a la fiscalía, hace dos semanas lo hice, hace dos semanas expuse el caso y estaba siendo completamente ignorado ¿Qué carajos estaba ocurriendo?
Nada estaba saliendo bien, todo se había detenido y había demasiada tranquilidad. Mis nervios no dejaban de torturarme, tenía esa sensación que me ahogaba, me apretaba el pecho y no me dejaba pensar con claridad. Tanta paz no podía ser posible, había algo más, esta situación con el club no se pudo resolver sola.
—¿Por qué tienes esa cara? —pregunto Freddy mientras llevaba a la mesa la comida.
Yo la tenía llena de documentos, libros e informes. Encima me habían asignado otro caso. Él apartó algunos documentos y puso el tazón con crema de calabaza que había preparado, su nueva obra maestra, llevaba dos semanas practicando mucho sus habilidades en la cocina.
—Me están ignorando —cerré un libro con fuerza—. La fiscalía debe haber sido sobornado, de otra manera no ignoraría un caso como este.
Freddy lamió uno de dos dedos para limpiar la crema, ¿Me estaba escuchando? Lo mire a los ojos y mire cruce de brazos a la espera de una respuesta el noto mi incomodidad.
Aclaro su garganta —Se te va a enfriar la crema.
—Freddy...
—¿Brandon?
Era idiota.
—¿En serio no te preocupa nada? El club aún es tuyo, si algo sucede tú estarás en problemas —no sé cuántas veces le había hecho la misma historia.
Rodó los ojos y se sentó frente a mí —Brandon, lo tengo todo controlado, hiciste un buen trabajo con todo esto y estamos preparados por si ocurre algo..., que no ocurrirá.
—¡¿Qué no ocurrirá?! —este me iba a escuchar—. Freddy estás..., oh.
Me había metido una cucharada de crema a la boca.
—Caliente sabe mejor —limpio la comisura de mis labios con su dedo—. ¿Está rico, churri? Tienes que comer, me gustas que seas grande, si no comes te dejaré por algún futbolista forrado, así que come, ahora.
Trague, si estaba rico, pero solo por eso y por su tonta amenaza, no dejaría este tema a un lado.
—Freddy, no podemos bajar la guardia, tienen pruebas para acusarnos —volví a explicar.
Él suspiró y tecleo su teléfono celular después de recibir un par de notificaciones.
—Y nosotros tenemos pruebas que nos protegen de cualquier amenaza y todo gracias a ti, has hecho un gran trabajo... —se quedó en silencio de pronto—. ¿Qué es eso?
Su cara había palidecido.
Me metí otra cucharada a la boca —¿Qué pasa? ¿Superaron tu récord del juego ese que te gusta?
—Brandon... —él no podía hablar.
Tampoco me dejaba ver lo que ocurría, se aferraba al teléfono celular como si su vida dependiera de ello. Recibí una notificación yo también.
Mi corazón se detuvo y sentí náuseas por lo que estaba corriendo. Nuestro video teniendo sexo, alguien acababa de enviarme ese vídeo, por su cara sabía que él había recibido lo mismo.
—¿Qué mierda es esta? —no puede ser posible.
«Será público a menos que pagues cincuenta mil dólares.»
No había más información.
—¿Cómo carajos tienen ese vídeo? —Freddy se levantó y camino desesperado por el salón —. ¡Joder!
—Estaba en mi laptop y en la tuya también, pero nadie tuvo acceso a ellas — intenté hacer memoria.
Que yo recordara ese vídeo estaba seguro, incluso yo había borrado ya el mío. Nadie tuvo acceso a mi equipo o al de Freddy, la mayoría de las veces siempre lo tenía conmigo encima o lo dejaba en casa, incluso la oficina siempre la dejaba cerrada con llave. Era imposible que alguien más ajeno a nosotros lo consiguiera.
Me quería volver loco.
—¡Maldición! Nuestros padres nos van a matar —se cubrió el rostro.
—Cálmate —necesitaba pensar.
—Tu papá aún no sabe nada y mi papá aún no en habla del todo, oh Dios, ya mátame con un rayo —se lanzó al sofá.
—¡Cálmate! —le volví a gritar.
—¿Te parece esta la situación para estar calmados? No tengo esa cantidad y dudo que tú lo tengas.
Tenía razón, ninguno de los dos teníamos ese dinero, seguramente podríamos pedírselo a nuestros padres, pero eso sería causar que sospecharan o hicieran preguntas. Además, no había más datos en el mensaje, suponía que enviarían más información, de momento solo nos querían poner nerviosa y asustarnos hasta llevarnos al límite.
¿Quién pudo ser? Hay alguien conocido que está detrás de esto.
—No entiendo nada —me intenté sentar a su lado, pero él se levantó de golpe.
—Max y Lili, ellos son los sospechosos, son los únicos que podrían sacar algo de esto —se sentó de rodillas frente a mí.
Suspiré —¿Lili? Su prometido tiene una abundante cuenta de banco y Max, él no podría obtener el vídeo porque nuestras relaciones han disminuido incluso estando en el trabajo.
—Max estuvo en casa y está en la oficina —comenzó a sacar pruebas—. Lili, ella estuvo sola por un rato en la oficina, el suficiente para ver y sacar el vídeo.
Cerré mis ojos, solo estaba culpando a las personas que no le agradaba del todo.
—Pudo ser alguien del club —sugerí—. Hacer caer tu reputación sería una buena idea y distracción para luego...
—¿Qué dices? —me interrumpió—. Mi reputación no me interesa, me interesan mis padres y los tuyos.
—Freddy, Max y Lili no necesitan el dinero —aclaré.
—Pero a ambos les gustas tú, es venganza o yo qué sé, ¿por qué te importa tanto que los vea cómo culpables? ¿Te interesa alguno de ellos? Deberías estar igual que yo.
—No me interesan, pero me parece injusto que los acuses solo por un ataque de celos que te entro de pronto.
Discutir entre nosotros tampoco ayudaba. No estábamos haciendo nada útil para solucionar esto.
Él caminó hacia la ventana, saco un cigarrillo y con dificultad intento encenderlo, empezó a toser antes de darle una calada.
—¿Ese no es tu papá? —señalo afuera.
Corrí había la ventana y sí, mi padre estaba bajando de su coche y entrando al edificio.
—¡Maldición!
¿Qué podía hacer? El apartamento era un desastre y lo peor es que Freddy estaba usando mis pantalones de pijama en mi salón.
—¿Qué hace tu padre aquí? Creí que dijiste que no venía sin avisar —hablo él volviendo a palidecer.
Así es, siempre llamaba antes de venir, pero quizás esta vez era importante y por eso lo hizo.
—No lo sé —mis manos estaba tú temblando.
Freddy me dio un apretón en la mano, él estaba frío —¿Habrá visto el vídeo?
Justo eso me estaba preguntando, pero no tenía sentido a no ser que lo chantajearan también a él con mostrar el vídeo de su hijo teniendo sexo, sin duda sería algo que afectaría a mi padre. Tal vez era alguien que tenía problemas con él, mi padre era uno de los abogados más queridos por sus clientes y odiado por las personas que habían perdido la libertad o grandes sumas de dinero por su culpa.
Eso solo lo hacía peor, él entraría por esa puerta y lo haría con la intensión de arrancarme la cabeza.
—Estoy seguro de que no lo ha visto —tome aire—. Tiene que ser otra cosa.
Eso quería creer.
—Parecía enfadado —murmuro Freddy.
Mire a mi alrededor —Maldición, recoge cualquier rastro de tú y no salgas del baño.
—¿Y si quiere ir al baño?
—¡Freddy, solo hazlo!
Tomo su abrigo que había dejado sobre el sofá, los zapatos que tenía en medio del salón y su taza de café. Bueno, el apartamento estaba desordenado, pero no parecía que alguien más, además que yo estuviera viviendo aquí, a no ser que abrieran el armario o entrarán al cuarto de baño.
Me acerqué a puerta y automáticamente mi padre llamo. Abrí la puerta, después de esperar unos segundos, había que aparentar normalidad.
—Papá, no te esperaba...
Paso a mi lado, sin decir ni una palabra, parecía muy molesto.
—Ahora mismo abandonarás el caso de ese club, no te quiero ver afectado por esa familia —ordeno.
—¿Qué?
No entendía, parecía que Freddy y su familia estaban relacionados, pero nada tenía que ver con el vídeo, de ser así él hubiese entrado mucho más alterado.
—Los investigué después de escuchar algunas cosas sobre ellos, no entiendo que traman, Jhon siempre fue un prepotente, creído y dejar a su hijo a cargo fue un error —comenzó explicando.
—Papa no estoy entendiendo, ve al punto —le pedí.
—Ese León para el que trabajas contrato a otro bufete que es el que lleva actualmente el caso, pronto harán la denuncia —explico papá—. No tengo ni la menor idea de porque te contrataron a ti y justo para lo mismo, pero de seguro no es bueno, eso de hacerte trabajar en la noche y en el club, hay algo raro con todo eso. Quiero que lo dejes ya.
Me senté en el sofá —¿Otro bufete?
—Así es, pero lo más probable es que abandonen el caso después de que esto saliera a la luz —finalizo papá—. Yo mismo me encargaré de que ningún otro abogado quiera trabajar con ellos.
—Papa...
—Brandon, ahora todos creen que tiene vínculos reales con la mafia y que todo esto es una pantalla, sal antes de que te relacionen como el abogado de unos asesinos —ordeno.
¿No era demasiado todo lo que decía?
Si mi padre tenía razón, Freddy me ha estado utilizando todo este tiempo. Mi trabajo ha sido para nada, porque tenía a un equipo de profesionales encargándose del problema. Dudo siquiera que confiara en mi pata dejarme el caso.
¿Por qué lo hizo?
¿Por qué no fue sincero?
Tome aire —Ya abandone el caso, solo debo informarle a mi jefe —mentí.
—Genial, prepararé una oficina para ti, tienes que trabajar conmigo lo antes posible y...
—Papá, sobre eso, me lo pensaré —pedí.
—¡Brandon!
—Quizás trabaje de manera independiente, si decido que no me va bien iré contigo —finalice.
Él apretó sus labios—Bien. Llámame si necesitas algo más y tu madre quiere que te quedes este verano en casa y que le presentes a tu pareja —miro, hacia la mesa e hizo una mueca—. Ella estaba aquí.
Cerré mis ojos, la mesa estaba servida para dos. Me dolía la cabeza, esto era demasiado.
Negué con la cabeza —Susan estaba aquí y tuvo que irse de urgencia hace unos minutos —mentí.
Él asintió —Bien, dale saludos y no te preocupes más por estas personas, yo me encargaré de ellos.
¿Cómo es posible que este día se torciera tanto?
Mi padre se marchó, no sabía lo que acababa de hacer. La puerta del cuarto de baño se abrió con un incómodo chirrido que interrumpió mis pensamientos. Estaba intentando calmarme, estaba intentando entenderlo antes de hablar, porque sé que esto no terminaría bien.
Él me mintió.
—Puedo explicarlo —fue lo primero que había dicho.
Tome aire, mis labios estaban temblando —Vete de aquí.
—Mi familia no está vinculada con ningún tipo de negocios, mi padre...
Lo interrumpí —¡Vete de aquí!
Freddy se quedó en silencio, si pecho subía y bajaba con rapidez, estaba tan alterado como yo, pero justo ahora no podía hablar de nada.
—Mi padre no podía hacerse cargo y yo como un imbécil estaba más concentrado en perseguir a la mujer que me había abandonado y no evite que otras personas se aprovecharán de su ausencia, cuando regrese intenté buscarte lo juro...
Me levanté, no quería seguir escuchándolo —No tienes que decir nada, este ya no es el momento.
—¿Y cuándo será el momento? —tomo mi brazo—. Por favor, escúchame.
—¡No! El momento ya pasó, tú eres un... —no podía insultarlo.
Insultar al hombre que escogí y en el que confíe sería insultar mi propia inteligencia, por mucho que lo ofendiera a él, yo era el único estúpido en esta habitación.
—Soy un cobarde y un imbécil, pase mucho tiempo antes de poder encontrarte y la situación se estaba agravando así que tuve que contratar a otros abogados, después apareciste tú, parecía que me habías superado y mi única opción de acercarme a ti sin que huyeras como lo hiciste ese día en el club era acorralarte —se explicó.
—¿Me estás culpando? —lo empujé—. Dices que si te hubiese hecho caso, nada de esto hubiese pasado.
—No, sé que hice mal y tú no tuviste la culpa de nada, yo solo... —él no encontraba las palabras.
Ahora entendía muchas cosas, el porqué no me dejaba trabajar fuera de su vista, como me distraía con cosas estúpidas, la rapidez para encontrar a esa mujer o la razón por la que todo lo que intentaba hacer era detenido sin una causa o razón apropiada. Él estaba detrás de todo, él me había manipulado, aun sabiendo que podía ser despedido, sabiendo que no quería trabajar con mi padre, sabiendo tantas cosas a él, solo le importo tenerme junto a él y sin una jodida escapatoria.
—Tú has arruinado todo lo que he querido hacer, mis investigaciones, tú jodiste, todo —lo empuje contra la pared—. ¡Dímelo! Me tuviste de adorno todo este tiempo, creíste que no podría con este caso, por eso no me lo dejaste a mí y tampoco me dijiste la verdad.
Freddy miró al suelo —Lo siento, yo solo quería recuperarte y... —una lágrima corrió por su mejilla—. Lo siento mucho.
Me aparté de él —¿Por qué?
¿Eso era amar?
—Quería estar cerca de ti y...
—¿Tan incompetente me creíste que pensaste que debías tener a otros abogados?
No confío en mí y no siquiera me dio la oportunidad de ayudarlo.
—No es eso, yo...
Lo interrumpí —Arriesgaste mi carrera, mi reputación y mi trabajo, te pusiste en riesgo a ti y a tu familia, solo por..., ¿por qué lo hiciste?
—¡Porque te amo! —tomo mi mentón—. Estuve un año amándote de lejos y no quería más de eso.
—Esa fue tu decisión —le recordé—. Ahora estamos jodidos, ahora quiero que te largues.
—Brandon, por favor —tomo mis manos—. Podemos arreglar todo esto, lo prometo.
Me solté de si agarre —Solo vete.
Sus hombros cayeron, no levantó la vista y solo entro a la habitación. Me quedé unos minutos en el salón, procesando todo lo que acababa de pasar, había mucha por solucionar, pero no tenía ni la fuerza ni los medios para hacerlo. Mi vida y mi profesión quedarían arruinados, mi padre se olvidaría de mi existencia y yo..., no sé qué hacer si Freddy también se va.
Él atravesó el salón, vestido como era habitual en él, chaqueta y pantalones oscuros. Llevaba su bolso, aparentaba estar lleno de todas sus cosas, tomo las llaves de la moto que siempre dejaba en la mesa y camino sin siquiera voltear a verme hacia la puerta. No dijo ni una palabra hasta que estuvo con un pie afuera.
—¿Que tanto hubieses hecho con tal de recuperarme? —pregunto sin mirar atrás—. Solo piensa en eso.
¿Que hubiese hecho para recuperarlo?
Él se fue y dejo todo atrás, los problemas, las discusiones y todo lo que se estaba destruyendo a mi alrededor, pero él también estaba destruido y yo lo estaba dejando, otra vez nos estábamos abandonando..., yo lo hice esta vez.
¿Qué tanto haría por él? No lo sé.
Holaaaaa espero les guste el capitulo, como me salte un día de actuación mañana probablemente actualice nuevamente.
Déjame saber en comentarios si te gusto este cap, ajusten los cinturones.
¿De quién sospechas? Leo en comentarios
Recuerda votar y sígueme en Instagram @paloma_escritora
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro