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Fin

Capitulo 46

Brandon

Fin

-¿Ya estoy perdonado? -pregunto pos milesima vez Freddy.

Suspiré -No.

Estaba llamando a Max y el muy idiota no respondía, había dejado al menos unas cincuenta llamadas.

Quería saber que tanto le había hecho Freddy y se que era arriesgado llamar y exponerme, pero de solo mirar la cara juguetona de mi novio..., futuro esposo, me imaginaba lo peor. Lo conocí bien, se que una de las cosas que más disfrutaba era molestar a otros, si esos otros no eran de su agrado lo disfrutaba aun mas, ademas el ya le tenía ganas y no de las que dice tener hacía mi.

El se removió incómodo en la silla -Te juro que no lo mate.

Espere una respuesta en la llamada -Eso quiero comprobar.

-Pero le dije que no te hablara así que si te habla dalo por muerto -me amenazó.

Termine con las llamadas y me gire hacia él. Se agito en la silla donde había atado sus manos para que no se volviera a mover de casa sin permiso, estás eran las medidas que debía tomar con una persona como el.

-Cierra la boca -me senté a horcajadas en sus piernas-. ¿Que le hiciste?

Rodo los ojos -Nada, solo le dije que se largar y tome esas cosas -señalo la mesa-. Oye, puedes sentarte al menos como una persona decente, se me pone dura por esta así contigo encima.

Tome si mejilla -Jura que está vivo.

-Juro -dijo con dificultad porque sus labios habían quedado apretados.

Los bese, era mucha la tentación -Jura que no harás más nada sin mi...

Bufo -Pero es que está era la única solución.

-Juralo -insisti-. Tengo los mismos miedos que tu, me da miedo perderte.

Mostró una sonrisa picara -Yo jamás me alejaré de ti, te amo churri.

Me iré -Te amo caramelito.

-Ahora porque mejor no aprovechamos está situación, te pones de rodillas y me haces un favor ahí abajo -mostro esa sonrisa traviesa-. Prometo que te recompensare con intereses extras.

«Vulgar.»

El siempre arruinaba los momentos románticos con alguna frase vulgar, pero como no amarlo cuando me miraba y sonreí así, además también podría molestarlo un poquito. Me quite de encima de el, abrí sus piernas y me puse de rodillas entre ellas.

Humedecio sus labios y sus ojos se pusieron brillantes, sabía cuánto adoraba esto, pero le costaría mucho lo que hizo sin mi permiso.

Restregue mi mejilla contra su entrepierna y pase la palma de mi manos por si muslo, sentí como soltó un suspiro y se acomodó en la silla, con sus ojos oscuros pendientes a cada movimiento mío.

-No debería premiar un mal acto con esto -recorde.

El jadeo -Te prometo que estoy arrepentido y aprendí la lección, solo dame tu boca.

Sonríe -Por supuesto.

Me levanté y me acerque a sus labios lata besarlo aunque eso no fuera lo que había pedido. Relamio mis labios y yo mordí los suyos antes de separamos con la respiración agitada y el cuerpo caliente. El tenía razón, todo esto lo había provocado a tener una erección, pero yo no estaba muy diferente.

Me aleje de él -Mira la hora, le dije a mi papá que iría a verlo hoy así que te quedas aquí.

-¡¿Que?!

Espero que no pensará que se libraria tan rápido. Estaba muy castigado por salir de casa a las tantas de la noche, hacer lo que ni Dios sabe que hizo y venir a pretender pedir perdón con unas flores hermosas y una poco creativa tarjeta.

Si cada vez que haga algo malo me trae rosas se quedará pobre y el mundo sin rosas, porque hacer un desastre de todo ya formaba parte de su personalidad.

-No te vas a liberar tan fácil, estás muy castigado -finalice.

Tome mi bolso y camine hacia la puerta pero el comenzó a patear el suelo como un loco, fue un intento fallido para liberarse de la silla y la corbata que sujetaba sus manos.

-No me puedes dejar aquí y así -se quejo-. Imagína que de pronto a la vecina se le quede la estufa encendida y revienta el edificio, yo estaré atado en una silla.

Alce una ceja -Los bomberos te encontrarán a tiempo.

Puse mi mano en la puerta.

-¡Brandon, espera! En el dado caso de que me encuentren vivo y no calcinado se llevarán una fea impresión, estoy en calzones, atado a una silla y con una erección..., solo imagina lo que pensarían de ti -puso ojitos.

-¿Secuestro? -para mi eso era lógico.

Además dudo que la erección se le mantenga tanto tiempo si lo dejo solo y suceden todas esas desgracias que solo en su mente loca pueden pasar.

-Fetichismo -corrigio-, pero si eso también puede ser.

Suspiré -Bien, pero no puedes salir de casa hasta que me asegure que lo que sea que hayas hecho no fue tan grande no tendra repercusiones en unos días o para el caso, ¿entendido?

Asintió -Si señor, entendido.

Libere sus manos -Bien ya me...

Solté un jadeo. Él tomo mi cuello y presionó su erección contra mi trasero, no me podía mover porque me había inmovilizado contra la mesa y seamos sinceros, me daba curiosidad saber que haría y me gusta su parte intensa y posesiva.

Mi cuerpo se erizo cuando lamió mi cuello -No le hice todo el daño que me hubiese gustado, pero ya te digo que bien no quedó, eso sí, no te molestará mas...

Gemi -Entonces está vivo y sano.

-Esta vivo que es lo importante, pero tú... -mordio mi cuello-. Diablos todo esto que hiciste me dejó muy caliente, hazte responsable churri.

Apreté mis dientes, era tentador y podría hacerme caer rápidamente.

-Tengo cosas que hacer...

Su mano atravesó mi camisa e hizo un camino desde mi abdomen hasta mi pecho.

-Lo se, conmigo tienes muchas cosas que hacer -susurro en mi oído-. Mira como estás ya...

Tocó mi entrepierna. Mire sus ojos, recorri sus labios con al mirada y lo bese, el respondo con dureza, me dió la vuelta e hizo que me sentará en la mesa.

-Que sea rápido -me quite la camisa con prisas.

El sonrio, tiro de ella y desabrochó mis pantalones para acostarme en la mesa, sus labios cubrieron mi pecho, me miró a los ojos, lamió y descendió por mi abdomen.

-Vamos a desayunar, no se puede hacer ejercicio con el estómago vacío...

¡Mi espalda! Me dolía todo el cuerpo, tenía hambre, mis ojos no se querían abrir y no sabía que hora era exactamente. Eso no fue nada rápido, la mesa, el sofá, la cama, incluso contra la puerta cuando intenté irme por segunda vez, luego en la ducha y por último sexo demasiado romántico y perezoso en la cama. Al fin se había quedado dormido.

Me estire en la cama -Mi columna está torcida.

El abrió los ojos -Mi culo desapareció -hablo contra la cama.

-¡Freddy! No seas vulgar.

Todos sabemos que jamás dejaría de serlo.

Se apoyo en sus codos -Ire a por helado, lo necesito...

-¡Freddy!

Era un cerdo.

-Para comer, ¿Fresa y chocolate? -ofrecio.

-Ah si, es mi favorito -me senté en la cama.

-Lo se -se levantó para vestirse-. Se todo sobre ti.

Alce una ceja -¿Todo?

Eso es imposible, el tiempo que hemos pasado juntos aún no cuenta como un año, hemos estado más tiempo separados que juntos.

Tomo mi mentón y me beso -Pase un año leyendo tu diario y analizando hasta el más mínimo detalle de tu persona..., me enamore cada dia más de ti, de tu amor por el rosa, el helado y esa carne poco hecha, se que amas a todos por como odias a los gatos y aun así cuidas a los de Susan o como odias el tofu y pasas tiempo aprendiendo recetas veganas con Mel, el valor que le das a tu familia y odio que te pongas en segundo plano, pero decidi que yo estaría ahí para volverte una prioridad. Adorabas comprar flores para ti mismo y deseabas que alguien más te las comprara y yo me jodia imaginando que tú ya habías conseguido a ese alguien..., quería ser yo.

Acune sus mejillas y lo mire a los ojos -Eres tu, lo serás siempre.

Me dió un pequeño beso -Llena la bañera, ya vendré.

El se marcho y yo en quede con una sonrisa estúpida en la cara. Amaba a ese hombre. Me levanté de la cama, tome algo de ropa, no quería estar tan expuesto, no tenía esa habilidad de Freddy de andar desnudo sin problema por casa.

Busque debajo de la cama, sabía que lo había metido en alguna caja cuando me lo devolvió, no lo había vuelto a tocar porque me sentía molesto con él y con lo ingenuo que fui en el pasado. Me di cuenta que me eqe entonces era los más sincero que podía conmigo mismo, tenía un poco más de esperanzas, el las alimento, el las abandonó y el volvió para hacerlas aún más fuerte.

¿Solo seríamos yo y Freddy siempre? Es lo que quería, ahora estaba más seguro que antes y eso también había cambiado. Ambos habíamos cambiado.

Tome el diario en mis manos -Todo empezó desde que él abrió esto y decidió ser cupido.

Camine hacia la ventana y me senté para leer mi propio diario, pero cuando lo abrí me sorprendió ver la caligrafía de Freddy en casa espacio que había dejado disponible.

Me rei -Estas loco...

Me tense al escuchar los gritos en la calle, mi piel se erizo y mi corazón latio con fuerza. Un coche derrapó y lo ví alejarse rápidamente, pero las personas que estaban pasando corrieron hacia el hombre que estaba tendido en el suelo.

No es el...

Él fue a comprar helado...

No debe ser el...

Salí corriendo escaleras abajo..., que no sea él por favor.

Salí corriendo a la calle, me ardía el pecho y la garganta, me acerque a la multitud empujando a todos y logré llegar a él.

-No, no Freddy -no sabía cómo tocarlo.

El solo estaba tendido, con el rostro tranquilo y los ojos cerrados. Acune su mejilla, y uni mi frente con la suya.

-Por favor, no me dejes solo.

No sé cuántas veces lo pedí, no me separé de él hasta que ya no me impidieron verlo más. Para mí todo estaba pensando en camara lenta aunque todos a mi al rededor fueran rápidos.

Me quedé sentado sin mover ni un solo músculo, solo pensando y a la vez no tenía nada en lo que pensar, porque mi cuerpo se sentía tan incómodo e inútil. No viviría si el no estaba conmigo, fue la unica solución que paso por mi mente.

Un año sin el fue suficiente, no quería sentirme igual.

-¿Eres el familiar de Kang Leon? -pregunto una doctora acercándose a mi.

-El está bien -no era una pregunta, tenía que estarlo.

Él prometió que se quedaría conmigo.

Ella apretó sus labios -Sufrio un trauma, de momento está estable solo queda esperar a que despierte....

¿Cuando lo hará?

¿Estará bien?

¿Despertara?

Ningún pregunta tenía respuesta y yo solo podía quedarme a mi lado seguro de que el volvería. Pasaron tres días y yo seguía aquí, a penas comía, a penas iba a casa a ducharme, dormida sentado a su lado. No importaban las veces que sus padres me pidieron que descansara o las numerosas llamadas de mi padre después de enterarse del accidente. La noticia corrió rápido y alegro a unos cuantos.

Camine por el pasillo con Kevin a mi lado.

-¿Entonces dejo el país? -pregunte por segunda vez.

Kevin suspiró -Justo cuando sucedió todo el desapareció, no sabemos dónde está y si familia ya lo ha estado buscando...

-¿Crees que el tuvo que ver? -yo sentía que todo esto tenía que ver con el club y las acusaciones.

Si Freddy moría todo se solucionaría.

Kevin miró al suelo -No lo sé, creo que tenías razón, quien sea que le hiciera eso a Freddy también le hizo algo a Max, el no sabía a dónde ir, le tenia miedo a Freddy la última vez que hablé con el, pero habia algo mas que lo aterraba y le impedía irse.

-Tengo que ir con el, gracias por estar aquí...

El me detuvo -¿El viviré? Tu necesitas que despierte, estás..., mal.

Asentí -Prometio despertar, el siempre regresa.

Volví a la habitación, tome su mano y beso sus nudillos. Sus ojos según cerrados, un moretón en su mandíbula, los labios rector y secos, su piel estaba pálida, pero seguía caliente.

Sentí como sus dedos de movieron suavemente en la palma de mi mano, abrí mis ojos y lo mire atentamente, esperaba que sonriera y dijera «estoy bien» aunque sabía que era algo imposible. La doctora me dijo que el movimiento de sus dedos y ojos podría ser involuntario.

Volví a besarlo -Te estoy esperando..., ya regresa caramelito.

Sus ojos se movieron y otra vez sus dedos rozaron mi palma. Lo está intentando, mi pecho se apretó con la esperanza de que esto no sea una falsa alarma.

Bese su hombro y susurré en su oído -Vamos Freddy, no me hagas esperar toda la vida..., si quieres lo hago, pero por favor, ven conmigo.

Sentí un gruñido y me incorpore, sus ojos se movieron y está vez los abrió muy lentamente, apretó mi mano un poco más fuerte aunque aún seguía muy débil.

-Hola -acaricie su mejilla-. ¿Estás bien?

El me miró a mi y luego a la habitación, relamio sus labios, pero tenía la boca seca.

-Olvide el helado -hablo en voz baja.

Me rei -Yo iré a comprar después.

Él se intento sentar, pero lo detuve, no tenía fuerza como para moverse tanto. Miró sus piernas y palideció.

-A mierda, ¿estoy cojo? -pregunto.

Me rei -No, tu pierna estara bien, pero tienes una fractura y..., tal vez deba hacerte cirugía y quizás no puedas...

No sabía cómo decirle, aunque faltaba mucho para saber que sucedería el que el no pudiera caminar correctamente en el peor de los casos, si sale bien tal vez no pudiera bailar, no sería el mismo.

Me dió un ligero apretón en la mano -¿Puedo bailar para ti? -pregunto.

Asentí -Puedes hacer lo que quieras para mí.

Suspiró y con una mueca se acomodo -Entonces todo bien, ¿mi polla está en su lugar?

Solté su mano -Si, pero debo avisar que ya despertaste, sufriste un trauma cerebrar y estuviste inconsciente un par de días.

-¿Que? Me quedaré idiota...

Lo mire desde la puerta y rei -No creo que eso sea posible.

Freddy se iba recuperando rápido, era como si su sola presencia ya hiciera que todos nos sintieramos mejor. Volvieron las risas y yo nuevamente me llene de esperanzas, pero seguía sintiéndo miedo, por mucho que nos amaramos ambos sabíamos que la situación era mas grande que nosotros, no podíamos solos y la compañía mutua no era suficiente como para mantenernos a salvo.

¿Que haríamos? Aún no había rastro alguno de Max y ya su desaparición había sido reportada, pero era un alivio que nada apuntará a Freddy, aunque fue peligroso lo que hizo y aún sentía que pronto todo esto podría salpicarnos permanentemente. Seguíamos en la cuerda floja y parecía que esto no acabaría jamás.

Lo deje en compañía de sus padres y salí para tomar un poco de aire, ya llevaba mucho tiempo encerrado en esa habitación junto a él. Solo quería que esto acabará y volver a casa.

La noche estaba algo fría, me senté en las escaleras y decidí cometer homicidio con mis pulmones, encendí el cigarrillo en mis labios y tosi al aspirar el humo, fumo poco y llevaba tiempo sin hacerlo.

-¿Intentas matarte poco a poco? -mi padre estaba frente a mi.

Levanté la mirada -¿Que haces aquí?

No tenía fuerzas ni para preocuparme por qué el estuviera aquí. Llevaba un bastón entra además del que quiere usaba con empuñadura de serpiente y dos ramos de flores.

El se encogió de hombros y se acercó para sentarse a mi lado.

-Hable con el señor León, todos están hablando de lo que sucedió con su hijo y quise mostrar mis respetos y apoyo -comento.

Le di una calada al cigarrillo -¿Apoyo?

Él me lo quito -Lo estás haciendo mal, si quieres joder tus pulmones hazlo bien -le dió una suave calada.

-¿Entonces? -insisti

Suspiró -Le traje unas flores a la familia y este bastón, creo que lo necesitará un tiempo, espero que no por mucho.

Mire el bastón, era elegante como todos los que el usaba, pero está vez había una bola del mundo en su empuñadura y me pareció perfecto para Freddy.

-Le gustará -murmure.

El asintió -El señor León me habló de ti -me tense al escuchar eso-. Dijo que no te habías separado de Kang, que eres un buen hombre..., supongo que aunque no veo tu manera de tratar a los clientes, eres un buen abogado.

-El lo dijo porque...

Me interrumpio -Estoy un poco apurado, llévale mis presentes a la familia León y toma esto -me paso unos documentos.

-¿Que son?

El mordió su labio -Investigue un poco y Tomás es el hijo de un prestamista que se ha apoderado de varios locales de la ciudad con chantajes, su hijo trabaja para el y ahí hay algunas personas afectadas que están dispuestos a testificar.

No entendí -¿Me estás ayudando con el caso?

Fingió mirar la hora, estaba nervioso, reconocería su manera de salir de las situaciones que lo molestan, intentar irse pronto y fingir desinterés.

-Somos compañeros de profesión..., eres mi hijo -fue su respuesta.

Me levanté -¿Puedo pedirte un favor? -el asintió-. Si necesitas un abogado tengo a un amigo al que no he considerado mucho en ayudar, trabaja me mi antiguo bufete y buscando información es el más rápido que conozco, además es inteligente y se que hará lo que sea...

-Esta contratado, solo avísale -acepto-. ¿Que hay de ti?

Mordí mis labios -Quiero abrir mi propio bufete, quizás te lo robe cuando tenga suficiente trabajo.

Sonrió -Ya veremos señor Brandon Capelli -estiro su mano.

La tome -Se lo demostraré señor Mike Capelli, papá.

-Ven a visitarnos, te extrañamos y puedes llevar a..., a la persona que amas -pidio.

Asentí -Lo haré muy pronto.

Un mes después.

Freddy:

Camine por la pequeña oficina, ahora estaba vacía, había humedad en el techo y el luego estaba manchado y rayado, además las vistas no eran las más bonitas, pero la zona muy cebtrina. Me acerque a la ventana, los cristales tenían grietas.

-¿Que te parece? -pregunto Brandon emocionado.

-Es una mierda -fui sincero.

Él rodó los ojos -Solo necesita pintura y una limpieza -me intento convencer.

Rodé los ojos -Oye soy tu novio y tu socio, no acostaré que trabajes en un lugar así, creo que podemos pagar algo mejor con lo que tenemos.

Se cruzó de brazos -No aceptaré más dinero.

Imite su posición -En un año estaremos casados, lo tuyo será mío y lo mío también, así que no le veo lo malo.

Puso su mano frente mi cara -Ya dije.

Tome su mano y bese la palma -Esta bien jefe, te haré caso está vez -mire a mi alrededor-. Creo que tiene potencial para oficina y por la zona se que recibirás muchísimos clientes.

Él acunó mis mejillas -Ves, ya estás viendo con mejores ojos.

Sonreí -Desde que te tengo a ti puedo ver la vida de mejor manera, ya no me escondo ni corro por ahí.

Su teléfono celular comenzó a sonar el reviso los mensajes -Es Mel, tenemos un asunto urgente.

-Pero crei que iríamos a celebrar que ganamos el juicio y que hoy nos mudamos juntos -mostre mis llaves con llavero de cohala.

El mismo me lo había regalado después de pedirme que viviéramos juntos de manera definitiva. Además habíamos ganado el juicio, Tom fue arrestado y su padre un prestamista que había estafado a medio mundo estaba bajo investigación y búsqueda porque había huido, en cuando a Max, creemos y esperamos que esté en cuba tomando un cubata en una tranquila playa..., Brandon lo espera, a mi me importa poco.

-Dejo a su novio, nuestra celebración puede esperar un poco -beso mis labios-, además aún tenemos mucho por hacer.

Chasquee mis dedos -Cuernos, te lo dije, el que busca encuentra.

Él rodo los ojos -Idiota.

-Bien -bufe-. Iré a reunirme con abogado de mi padre para traspasar la propiedad del club y me iré a trabajar -le informe.

-¿Despedida de soltera? -pregunto el muy curioso.

Asentí -Es una cliente habitual, es si tercera despedida de soltera y cada vez son más grandes así que tengo muchas copas que servir -tome el bastón que había dejado en un rincón.

Ahora solo bailaba para mi amorcito, aunque me recupere rápido bailar se volvía doloroso a veces, fue una pena para Brandon, lloro mucho cuando me aceptaron en la academia, pero saben que..., yo soy feliz si solo bailo para las personas que amo y me aman. Mi vida no necesita más. No necesito huir, no necesito ser el centro de atención, no necesito a nadie más en mi vida, el es a quien estuve esperando todo este tiempo.

Él se me quedó mirando -¿Para que usas eso sí ya estás bien?

Mordí mi labio -Me veo interesante y sexi.

Bufo -Vamonos señor interesante y sexi, nuestra vida está empezando justo ahora.

Tome su mano -Siempre será un comienzo.

Fin

Es un final pero no un final porque aún le faltan dos capítulos extras.
Recuerden que Brandon y Freddy siguen apareciendo en "Me enamore de un Stripper" sucesos que comienzan justo después de esto, en ese libro conocimos un poco de su convivencia y complicidad, pero hay cosas que no vimos
Capitulo extra 1 será todo un secreto, pero para el 2..., bueno Brandon aún nos debe algo importante, ¿saben que es?

En quítame lo virgen estos dos amores siguen apareciendo como un feliz matrimonio, lleno de coquetería y momentos felices..., así que estos dos nunca dejaron de ser ellos y de amarse a pesar de los problemas que se presentaban, externos e internos.


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