🌙☀️🌖Three🌙☀️🌖
—Es que la espera... vale la pena. —sale expedido desde la profundidad de mis labios cuando me inunda la intensidad de su oscurecida mirada.
Y es tan apasionado todo esto que siento, que realmente no encuentro palabras cuando inclina su cabeza como dándome a entender que realmente no entiende el verdadero significado de mis vocablos.
—Hyung ¿Estás bien? —cuestiona aún con su cabeza de lado e inspeccionando cada fracción de mí anonadado rostro.
Y lo único que me sale, es el sonido de la irónica risa que me provoca que me llame como lo hizo... Esa palabra, en este momento y con esa seriedad en su rostro, solo complica las cosas.
—¿Es en serio? —cuestiono sacudiendo mi cabeza en negación sin saber realmente que decir para cambiar la incómoda situación que resulta ser para mí —. ¿Te acuerdas del respeto, justo ahora?
—¡Hey! Mírame... Solo lo dije porque tú insistías. — Emite Jungkook elevando mi rostro desde la suave toma de mi barbilla entre sus dedos.
Y puedo jurar que le digo todo, solo con el brillo de mis acuosos ojos.
Necesito desesperadamente seguir expresando con mi psicomotricidad, lo que no me sale emitir con palabras. Y lanzado a esto que me rebaza desde hace tanto tiempo, me inclino sobre la palma de su mano, cerrando mis ojos y con mi corazón golpeando desesperado dentro de mí pecho...
Y pareciera que los siguientes segundos transcurren a cámara lenta.
Entonces, me dejo llenar por el confortante calor del eximio toque de su suave caricia. Roce que remueve los débiles cimientos de mi pseudo barrera cuando me atrae de un fuerte jalón hacia el lugar donde quiero morar de por vida: su cálido pecho.
Y finalmente lloro...
Lloro, porque todo es tan intenso que solo puedo dejarme ser con todo lo que soy y lo que siento.
Lloro, porque no sé cómo expresar con vocablos que ésto, es la perfecta definición del romántico amor entre nosotros.
Y finalmente lloro, porque son tan escasas las probabilidades de que me pueda ver cómo lo hacen mis ojos.
—Ven vamos, que varios nos están observando y me voy a tener que agarrar a las trompadas si sueltan alguna gilipollez como la del otro día —anuncia conmigo todavía entre sus brazos. Pero de inmediato, me percato de sus dichos.
—¿Qué te han dicho? —cuestiono mientras seco como puedo, las caminos trazados por mi expuesto suplicio.
—Nada importante, no te preocupes. Estás más sensible últimamente. ¿Seguro que está todo bien contigo? —me pregunta.
Y quiero virar. Necesito besarlo suave y profundo hasta que le quede bien claro que, últimamente, nada está bien conmigo.
Pero en realidad, lo que sale de mis labios es: —¿Y contigo?
Efímero lapsus estancado de tiempo y espacio se sucede, cuando justo quedamos mirándonos de cerca y directo a los ojos a medida que marchamos. Hasta que un carraspeo de su parte me devuelve al momento inicial del asunto.
—Ehhh... ¿Por cuánto tiempo piensas venir a buscarme? —suelta de repente. Y tengo que restablecer mi configuración de fábrica para seguir caminando como si nada, hacia su casa, y encima emitir bocado.
Aún así, suelto lo primero que se me viene a la mente: —Te esperaré por siempre...
Y aunque no sea la respuesta correcta a su anterior pregunta, es simplemente todo lo que siento.
Necesito gritarle a la cara que no hay nada que nos separe aunque estemos en distintos niveles académicos y él sea, ese amigo que se siente casi hermano.
JungKook, me observa claramente asombrado durante un buen tiempo, pero luego provoca un desvío del tema al preguntar por mis estudios.
—¿Y... Cómo va esa vida universitaria, señor adulto?
—Aburrida, prefiero los ratos en donde hacíamos guerra de comida en los recreos o escapaba de la escuela ante cada ocurrencia tuya. — Suelto bufando y con mi mirada perdida en cualquier otro lado.
—Se supone que así sea Jimin. Cambio de etapas, crecimiento o sufrimiento para llegar a ser lo que tanto anhelas ser en esta vida ¿No es así?
"Yo anhelo estar siempre a tu lado" retumba en mi desaforada cabeza.
—No deja de ser menos aburrida por pensarlo como claramente lo planteas. — Ahora bufo completamente molesto —. Es que de verdad te extraño JungKook... Y sabes que no estoy mintiendo.
Me animo a clavar mi mirada como daga en el perfil de su agraciado rostro hasta que logro que inevitablemente me observe. Entonces no tarda ni un segundo en regalarme una cálida sonrisa que calienta mi corazón de sobremanera. Y procedo luego a descender mi rostro o me veré enteramente expuesto y explotado en diversos tonos de rojos.
—Yo también te extraño mi tierno pollito —suelta pellizcando mi mejilla y a las risas.
—¡Pero yo te extraño más! Y tú... Tú no lo entiendes JungKook —descargo dejando a cargo de mis actos a la bipolaridad en persona.
Los siguientes metros los transitamos en un incómodo silencio. Cómo si hubieran palabras arrojadas al viento que no logran reconocer del todo el oído humano, o como si quisiera decir algo cada que hace un intento de modular con sus labios.
—Mira... —bufo enojado conmigo mismo por perder el tiempo preciado que tengo a su lado —. No quiero que estemos peleados por una simple tontería.
—Yo no estoy enojado, solo algo pensativo —articula JungKook con su ceño fruncido y dejándome con más dudas todavía.
Entonces, observo hacia el frente y no queda prácticamente nada para llegar al destino de parada. Destino que es su casa para así, nuevamente, despedirnos.
Pareciera que, últimamente, cada uno tiene tiempos diferentes. Y si no es entrenar algún deporte, es juntarse a estudiar o alguna otra excusa impuesta por él, porque así realmente se siente.
Situaciones que salen a último momento para evitar vernos por demasiado tiempo.
—Bueno, aquí estamos. Te dejo y... llámame luego ¿sí? —le suelto nervioso de acercarme a su cuerpo, como si nunca le hubiera dado un abrazo. Pero finalmente, lo hago.
Porque lo único que quiero en este momento, es éste tipo de toque que estremece cada célula de mi cuerpo.
—¡Espera! —me frena mi lanzamiento y despegue veloz de su torso —. No te vayas todavía ¿o tienes algún asunto luego? —cuestiona dubitativo mientras observa más allá de mi alma con sus oscuros ocelos.
Renegrido cielo brilloso, en el cual me pierdo soñando que también puedes ser mío de algún otro modo.
Y me percato de que estoy ahogado en mis crecientes sentimientos, desbordado de añoranza por tocar esos finos labios y que pueda darse cuenta de que lo nuestro podría ser algo más que perfecto.
—¿Pollito? —cuestiona.
Y realmente no puedo... Me dejo llevar por lo que grita cada condenada fibra de mi cuerpo... Cuerpo que reclama que lo marque con el dulce sabor de mis besos. Más tarde, tendré tiempo de sobra para arrepentimientos.
Un toque... Un toque suave, efímero e inocente, se sucede justo en este momento.
Un roce de labios que le dicta a él, el huracán de emociones que pasa por mis adentros cada vez que lo veo.
Solo espero que el golpe de la dura realidad no me pegue demasiado pronto...
Pero para mí mala suerte, la voz de mi condenada conciencia me grita que me aleje. Así que trémulo, de pies a cabeza, y con mi mirada viciada en la forma que adoptaron sus labios cuando lo beso, le suelto: —L-lo s-siento, y-yo... —tratando de alejarme bien lejos.
Pero soy sorprendido con el firme agarre de mi tembleque cuerpo con sus grandes manos, para luego ser atraído en un más que ardoroso roce de labios a medida que me aplasta con su monumental cuerpo.
Pierdo cada neurona funcional en ese preciso momento... En cuanto sus aterciopelados labios atacan a los míos con un ansia que nunca en mi vida me hubiera imaginado. Y preguntándome por dentro, si estoy despierto o soñando.
Y mientras millones de sensaciones me recorren a lo largo de la columna vertebral para finalizar por estallar mi cabeza y provocar el inminente flaqueo de mis débiles piernas, me vuelve loco que sus manos me tomen con tanto apremio. Cuidando, como tantas otras veces, que nada malo me suceda.
Pero esta vez, hay delirio, anhelo, martirio, miedo, pero sobre todo un intenso amor infinito. Eso, es lo que ahora siento.
Y mientras me encuentro perdido en cada movimiento de sus suaves labios contra los míos y en la forma en que su mano se enreda en mi rubios cabellos, percibo como la rueda del destino nos pone a cada uno en el camino del otro para, finalmente, poder ser uno.
Tras intensos segundos dónde me marca con cada latido que percibo de su cálido pecho, finaliza con el agónico beso que puso mi mundo de cabeza. Para luego observarme directo a los ojos y decir lo más hermoso que pude haber escuchado en mi vida.
—No necesitas seguir esperando por mí, mi tierno polito. Porque aquí estoy. Por tí y para tí. Y te puedo asegurar que por siempre, del mismo modo en que tú me quieres a mí... Y no me importa si no podemos etiquetar esto que sentimos. Yo solo sé, que eres el hombre que quiero desde hace mucho tiempo. Así que gracias... Gracias por ser tan valiente. Te amo, y te amaré por siempre...
🌙☀️🌖Fin🌙☀️🌖
Haw😭 ¡¡Porque todo tan bonito!! Me lleno de amor mi corazoncito de pollo. Me declaro eterna enamorada de este par de tórtolos🥺
Premios y menciones:
—Tercer lugar en la categoría romance de la editorial Butterfly.
—Primer lugar en la categoría Jimin, del concurso "Mikrokosmos Awards".
Ahora sí, gracias a cada una de las personitas que le dan una oportunidad a mis letras, leyendo, comentando y regalándome su estrellita♥️
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