Capitulo 66
Sabrina.
Ya ha pasado una semana y lo único que he hecho es estar encerrada en mi habitación intentando no pensar en el pero fallo cada minuto. Si pudiera describir en una sola palabra estos últimos días sería en un infierno.
Francisco y Sthep han estado muy preocupados por mi, todavía no le he contado nada de la tragedia a Amelía ni a Dylan y mucho menos le he contado a Jaden. Conozco a Jaden y sé que vendría de Los Ángeles a agarrarse a golpes con Tomás.
Miro desde mi balcón la casa del árbol que durante estos días no he puesto ni un pie en ella. Solo me trae más recuerdos de Tomás lo cuál me torturan cada vez más.
Todo estos días han sido de lamento y lloro, me cargo unas ojeras aterrorizante y mi celular no ha dejado de sonar con mensajes y llamadas perdida de Tomás, cuales no pienso leer ni responder hasta que me olvide de el de una vez por todas. Lo veo muy difícil... Sé que jamás lo olvidaré. Creo que me acostumbré mucho a el, a sus besos, sus caricias, sus cumplidos y todos esos te amo que decía a pesar que ahora sea todo una mentira.
Me paseo en mi habitación, vueltas en círculos. Mi celular comienza a sonar y miro la pantalla para verificar quien es y me muestra que es Sthep.
—¡Brina! —exclama del otro lado de la linea.
—¿Qué quieres? —mi voz suena perezosa.
—Hoy es el concierto de Vicent, tengo entradas para nosotras dos —informa y no sé que decir.
—No sé Sthep... —Sthep bufa y tengo la sensación de que en este momento pone los ojos en blanco.
—Una jodida semana encerrada por el capullo de Tomás, no vas a pasar toda la vida sufriendo por el, ¿O si? —espeta y guardo silencio —Arreglate y en media hora paso por tu casa para irnos.
Cuelga dejándome con la palabras en la boca.
Sthep tiene razón, debo salir de esta burbuja en la que me encuentro así que no me queda otra opción, iré al concierto de Vicent con ella.
–*~~*–
Sthep.
Me costó un poco sacar a Brina de su agujero negro pero por fin logré que saliera.
Nos encontramos en el concierto de Vicent y nos ubicamos en la fila VIP, si señores somos exclusivas. Desde que llegamos he estado con una sonrisa de oreja a oreja y un par de veces la mirada de Vicent y la mía se han encontrado.
Brina parece disfrutar un poco, se ha tomado unos cuantos tragos y por lo que veo ya le está haciendo efecto. Desde lejos puedo ver el rostro de Tomás entre la multitud y me dan ganas de tomarlo del pelo y pegarle la cabeza contra el piso una y otra vez hasta que quede inconsciente o si es posible muerto.
—Quisiera pedirle a una persona muy especial para mi que suba al escenario en este momento —la voz de Vicent me saca de mis siniestros pensamientos mientras el público enloquece, su mirada se fija en mi y en eso trago grueso.
—Sthep sube —susurra Brina con una sonrisa.
—No está hablando de mi —o eso creo yo.
—¡Sthep ven, sube rápido! —pide con una sonrisa y no puedo evitar tener los nervios de punta. ¿Esto es enserio?.
Camino incrédula al escenario sin perder su mirada, Vicent me ayuda a subir al escenario y prácticamente estoy temblando.
—Hace un par de semanas conocí a esta hermosa chica —no puedo evitar sonrojarme —. Una vez en mi auto la escuché cantar una canción de Olivia Rodrigo, ¿Conocen, traitor? —el público grita: ¡Si!. Y no puedo evitar morirme de vergüenzas —Tiene un hermoso talento para cantar, ¿Que dicen?.
—¡Que cante, que cante! —grita la multitud y yo me niego perdidamente. Siento emoción y miedo a la vez.
—¿Quieres hacerlo? —propone y dudo al principio, pero... Es mi momento. Es el momento de brillar.
Vicent me da el micrófono con una sonrisa victoriosa y satisfecha, miro a la multitud de personas que hay y respiro ondo. No es momento para el pánico escénico.
—¡Hola mi querida gente de Denver! —saludo emocionada pero mis ojos miran a Brina quien me ve muy orgullosa y se me ocurre una grandiosa idea —Quiero invitar a mi mejor amiga que suba al escenario a cantar esta canción que es un himno para ambas —si vamos a hacer el ridículo... Lo hacemos juntas. Brina me da una mirada asesina mientras se dirige al escenario —Venga amiga, que las oportunidades se dan una sola vez —Brina sube con ayuda de Vicent y los de producción y le dan un micrófono mientras se planta a mi lado.
—¡Hola público presente! —saluda brina con una sonrisa emocionada y su mirada vuelve a iluminarse.
—Esta canción va dedicada a ese gran imbécil que acabó con la estabilidad emocional de una de las persona que más amo en esta vida, que logró destrozar su corazón.
—¡Se refiere a mi! —dice orgullosa la sin dignidad de mi mejor amiga.
—Esta canción se llama traitor de Olivia Rodrigo —anuncio.
Ponen la pista y comienzo a cantar acorde va la melodía y Brina me sigue. cierro mis ojos y siento como la canción interpreta nuestras situaciones, tanto la mía como la de Brina.
And isn't it funny?
–*~~*—
Terminamos de cantar y escuchamos esos fuertes aplausos de las personas que me hacen sentir satisfecha y plena. Vicent se dirige a nosotras con una sonrisa muy contagiosa y me da un abrazo. El tiempo se detiene por un momento y lo miro fijamente a los ojos, sus ojos son tan lindos. Mi mirada baja a esos carnosos labios rosados que necesito probar, los voy a probar ¿Como qué no?.
Estampo mis labios contra los suyos, saboreando esos labios tan provocativos que deseaba probar desde hace semanas. Tal vez esté haciendo mal... ¿Es parte del show, no?. Nos separamos y su rostro solo pinta una linda sonrisa, la gente comienza a gritar, pero me encuentro con el rostro de Francisco mirándonos fijamente, vuelvo a mirar a Vicent.
—Sthep, ¿Quieres ser mi novia? —propone Vicent y lo miro sorprendida, no esperaba que me pidiera ser su novia y menos delante un público comprometedor.
Soy sincera, me gusta Vicent y creo que este es el momento para seguir adelante y olvidarme de una vez por todas de Francisco.
—¡Si, si quiero! —afirmo con algunas lágrimas en los ojos por la emoción, pero muy a parte de ello es por el hecho de empezar una nueva relación y darle fin a las posibilidades de volver con Francisco.
Y aunque me guste Vicent digo para mi:
Si Francisco es el indicado... El mar guardará nuestros nombres y los volverá a escribir.
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