Tomás Smith.

Siento como me han desgarrado el corazón, este era mi mayor miedo, perderla. ¡La perdí joder!, traté de evitar que esto pasara pero tarde o temprano se iba a enterar de toda la mierda que he hecho.

Miro como me abandona dejándome sólo y lo único que siento es el jodido dolor que hay en mi corazón y el cargo de consciencia de haberla lastimado.

Sus palabras me atravesaron como un daga, me estaba matando con cada lágrima que descendía de su rostro. No puedo evitar maldecir ante toda esta mierda que yo mismo he ocasionado.

¡¿Por qué carajos tuve que hacer toda esta mierda?!.

Me estremezco al recordar cada sollozo que salió de ella y sus ojos llenos de decepción y dolor me hacen odiarme aún más. Es insoportable esta tristeza que abunda dentro de mi.

Jamás amé a nadie como la amo a ella, esta es la terrorífica realidad. Me enamoré perdidamente de su alma, de la miel de sus labios, su ojos café inocentes y de su piel blanca perfecta. No hay manera de que la borre de mi mente, nunca ha hecho falta entrar bajo sus bragas para saber que ya estaba loco por ella, por eso nunca permití tener relaciones sexuales con ella... Por que ya estaba jodidamente enamorado de Brina y sé que en este puto momento me estaría colgado del techo, sé que no iba a poder con el cargo de conciencia de destruir a la única persona que amo.

¡Soy un capullo egoísta!.

—¿Que pasó Tomás? ¿Tu princesa te terminó? —la voz arrogante de Kendall me saca de mis pensamiento.

—¡Cállate la maldita boca Kendall!, ¡Todo esto es tu culpa! —acuso poniéndome de pie con los ojos irritados.

—¿Disculpa? Solo tu eres el único responsable de todo, acepta las consecuencias —espeta y la miro con odio.

—No sabes cuanto te estoy odiando —declaro  —. Me pareció extraño que tu último reto para acabar con toda esta mierda fuera tener sexo, y en tu casa —mis ojos se posan en Maritza quien aparece detrás de Kendall —¿Todo esto fue su plan verdad?.

—Brina es mi amiga, ya estaba harta de que le vieras la cara de idiota —comenta y la miro incrédulo.

—No seas hipócrita Maritza. ¡Saben que estoy enamorado de ella! Pero tú— señalo a Kendall con mi dedo índice —Eres una ardida envidiosa. Sabías que tu jamás me llegaste a  importar como ella, que jamás te quise como a ella la amo.

Con mis vaqueros negros puestos y el torso desnudo me doy la vuelta dejándola con las palabras en la boca y salgo de ahí en busca de Brina, pero ya ha sido tarde cuando su auto ya estaba arrancando.

Se ha ido... La he perdido.

                            –*~~*–

Sabrina.

Llego a mi casa después de dejar a Francisco en la suya y directamente corro a mi habitación. Recuerdo que no hay nadie en la casa y dejo escapar ese grito que me está ahogando.

Como puede ser posible que en tan solo un momento se haya arruinado todo lo que se ha construido durante un año, como puede ser posible que esto esté acabando con toda mi alma.

Tal vez fue un error haberme enamorado de el, tal vez lo que vivimos no fue real para el aunque esté muriendo por dentro en este momento pienso que tal vez todo fue una mentira y que todo esto solo es una simple pesadilla del cual deseo desesperadamente despertar. ¿A quien engaño?, desde un principio supe que todo esto era una ilusión solo que jamás pensé que asesinara mi alma al acabarse.

“Sabes que nada dura toda la vida puede que esto sea una ilusión, en cualquier momento desaparecerá y todo volverá a ser igual”.

Recuerdo aquellas palabras dichas por mi misma aquel día a Amelía y a Sthep cuando Tomás y yo nos besamos por primera vez. Mi mente viaja perdidamente en un mar de recuerdos y mi corazón se entristece con cada uno de ello.

Me cuesta creer que todo haya sido una apuesta. Que Tomás haya aceptado apostarme por dinero, pero me ha dolido más verlo ahí con Kendall a punto de follar. Me resigno a perdonar a Tomás después de esto, muy aparte de la apuesta me estaba siendo infiel... ¡Infiel con su ex!.

Me dio coraje que cuando yo quise entregarme a el por plenitud de confianza el me haya rechazado, pero ahora entiendo el por qué de todo, el por qué dijo: "No quiero que hagamos algo de lo cuál te puedas arrepentir luego". Sabía que en algún momento me iba a enterar de toda la verdad y lo iba a odiar,lo iba a odiar con todas mis fuerzas.

Pero detesto que en este momento cuando necesito odiarlo no puedo. No puedo odiar a una persona que todavía amo con todo mi corazón y con toda mi alma, pero que a pesar de eso ha destruido mi estabilidad emocional. 

Con el corazón hecho trizas, el rostro hinchado,  los ojos irritados, con dolor en la garganta y la imagen de Tomás y Kendall semi desnudos caigo inesperadamente en un profundo sueño.