Capitulo 39
Sthep.
Hoy Francisco y yo cumplimos dos meses de novios, sin duda el tiempo está pasando demasiado rápido y yo cada vez estoy más enamorada de el.
Quedamos en ir por unos helados y pasar la noche Juntos viendo Netflix, nada del otro mundo, pero con el hasta los pequeños detalles se vuelven importantes.
Me apresuro a ponerme un short de jeans color negro con una camisa ancha color pastel que llega a cubrir mis muslos y unos converse blancos, mi cabello lo dejo suelto y me pongo una gorra deportiva color blanca. Toda una chica ruda parezco.
Tocan el timbre y no demoro en abrir la puerta; cojo mis llaves y mi monedero junto a mi celular.
—¿Que onda wey? —digo cruzando los brazos y francisco ríe.
—Te vez hermosa —halaga y me ofrece una hermosa rosa blanca y me sonrojo.
—¡Gracias! —digo con una gran sonrisa y le doy un beso corto en sus labios —¿Vamos?—sonreímos y el asienta.
—Son dos meses, luego serán tres, cuatro, un año, cinco años y toda una vida a tu lado —comenta y me muero de ternura.
—¡Te quiero tanto!.
–*~~*–
—¿Que te parece si vemos "A dos metros de ti"? —propongo comiendo un poco de mi helado de chocolate.
—¿Por qué no vemos mejor transformes?—pongo ojos en blanco.
—No me gustan ese tipo de películas... ¿Y si vemos 50 sombras de grey? —comento y el me mira con picardía.
—Yo puedo hacerte las 50 sombras de grey sin necesidad de ver la película —susurra a mi oído y puedo sentir como la sangre corre por mis mejillas.
—Ja ja, que gracioso —digo sarcásticamente y tropiezo con un muro pequeño —. ¡Disculpa! —digo apenada al derramar mi helado a una chica que estaba pasando.
—Está bien, solo ten mas cuidado cuando camines —dice una voz sencilla conocida, alzo mi rostro para ver a la chica y es.
—¿Ivanna? —menciona Francisco.
—¡Fran!, ¿Cómo has estado? —pregunta y me coloco al lado de francisco. Todo iba tan bien... —¡Oh, Sthep eres tú!.
—Ni modo que sea otra —digo con una sonrisa falsa.
—¿Cómo han estado?—pregunta con una leve sonrisa.
—Bien gracias, ¿Y tú?—contesta Francisco.
—También estoy bien gracias —sus ojos se iluminan observando a Francisco —bueno ya me tengo que ir, fue un gusto verlos —se despide con un beso en la mejilla.
—Emm... ¡Ivanna! —voltea a verme —disculpa por lo del helado—digo y ella asienta.
—No te preocupes —dice regalándome una sonrisa honesta.
Esta chica no es tan mala como creía, creo que llegué a pensar muy mal de ella sin siquiera conocerla.
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