Capitulo 31
Sabrina.
Llegué a la universidad muy temprano el día de hoy, me desperté a las 4:00A.M. ¿Que podía esperar?. Anoche fue un día increíble con los chicos, contando el hermoso gesto y detalle que tuvo Jaden con eso de las pulseras.
No hay nadie en el salón, miro el reloj para fijarme de la hora y son las 6:30A.M. Las clases comienzan a las 8:00A.M. ¿En qué estaba pensando al venir tan temprano?
Saco mis libros y cuaderno, comienzo a realizar unos apuntes pendientes mientras llegan los compañeros de clases. Le envié un mensaje a Tomás hace unos veinte minutos pero todavía no me ha contestado y de los chicos solo Jaden estaba activo.
—Señorita Tiffin —dice una voz masculina espeluznante me hace brincar de un susto, hasta ha logrado poner mi piel de gallina.
—Buenos días profesor Richard.
—¿Qué hace aquí tan temprano, y... Sola? —pregunta y hace que me ponga un poco nerviosa.
—Me desperté temprano, nada fuera de lo común —digo dando una bofetada al aire.
El profesor Richard me causa terror, no sé si es por lo siniestro y psicópata que parece o por lo siniestro y psicópata que me sigue pareciendo.
—La puedo ayudar en algo —dispone.
—No gracias —miro el reloj y ya son las 7:00A.M. —Ya vuelvo —digo e inmediatamente cerró la puerta.
—¡UPS! —suelta y me toma del brazo fuertemente.
—¡¿Qué hace?! —exclamo confundida.
—Algo que he tenido que hacer hace un tiempo —anunció y lo miré aún más confundida.
—¡Me está lastimando! —chillé.
—Le tengo muchas ganas señorita Tiffin — dice tomando mis manos con fuerzas pero ahora estampandolas contra la pared.
—¡Sueltame, es un enfermo! —grito airada y con miedo a la vez mientras el comienza a besar mi cuello de manera desesperada y nada agradable para mi —¡Ayuda!.
—Nadie te va a escuchar niñata, ¡Deja de gritar!—dice fuertemente y me causa pánico.
Le doy unas patadas para librarme de el y me tira al suelo de manera brusca terminando causarme daño contra piso.
—¡Déjame! —protesto —¡Eres un perverso! —grito con lágrimas en los ojos al sentir que comienza a tocarme inadecuadamente —¡Te vas a pudrir en la cárcel! —amenazo solloza y escupo su cara.
—¡Que te calles! —grita y me da dos bofetada.
Mis lagrimas comienzan a descender y el empieza a quitar mi ropa de manera salvaje combatiendo contra mi.
—¡Ayuda! —grito una y otra vez en busca de socorro quedando cada vez más sin fuerzas.
Me siento asqueada al sentir a este animal encima de mi queriendo violarme. Necesito ayuda, no puedo contra el, tiene mucha más fuerza que yo.
—¿Preparada ser mía de una vez por toda Tiffin? —espeta el enfermo del profesor.
—¡Brina?—dice la voz de Tomás al abrir la puerta y el profesor Richard se aparta de mi inmediatamente. Me quedo inmóvil por un momento tratando de asimilar la situación mientras mis lágrimas no cesan y Tomás corre a mi cayendo de rodillas al suelo sosteniendo mi cuerpo.
—¡Me quería violar! —chillo en llanto en tanto el me abraza con fuerzas.
Tomás sin quitar la miranda del Profesor Richard recogió la ropa del piso y me la da mientras me indica que todavía no ha llegado
nadie y que corra a el baño de Damas a colocarme la ropa.
—*~~*—
Tomás.
En lo que Brina deja el salón y va al baño me planto encima del profesor con ira e impotencia. La imagen de Brina en el suelo semi desnuda como una indefensa niña que pedía ayuda pero nadie le oía viene a mi cabeza como una daga.
—¡Degenerado! —insulto y planto mi puño en su nariz y le ofrezco uno y otro puño —¡Te vas a pudrir en una cárcel por tocarla, maldito infeliz! —su nariz comienza a sangrar de manera excesiva y mis nudillos están rojos.
—Si no fueras interrumpido me la habría follado sin piedad —suelta y me lleno aún más de impotencia ¡Que puto enfermo, joder!.
De solo imaginarme a este desgraciado violando a Brina me da náuseas. No imagino a Brina con nadie más, no con alguien que no sea yo, y si no es mía primero tampoco será de ningún otro.
—¡Tomás para! —protesta Brina ingresando al salón sacándome de mis pensamientos haciéndome entrar en cuenta el charco de sangre que hay frente a mi y el rostro del profesor deformado —¡Salgamos de aquí!—dice con lágrima en los ojos lo cual me destroza el alma verla así. Asiento con la cabeza y camino hacía ella saliendo del salón y de la universidad.
—¿Qué fue lo que te hizo?.
—Me dijo que me tenía ganas y ... —responde con voz rota y no puede contener las lágrimas.
—Ven aquí—ordeno para que se refugie en mis brazos y acaricio su cabeza mientras llora—tranquila.
—Llegastes justo a tiempo Tomás, me salvaste de ese infeliz —dice solloza mientras la abrazo.
¡Joder!, que miserable mundo.
–*~~*–
Sabrina.
Llegamos de la comisaría después de presentar la denuncia, Tomás ha estado todo el día conmigo mientras mi mente recordaba lo sucedido, luego llegaron Sthep, Amelia y Jaden brindándome apoyo y por último llegaron Dylan y Francisco comentando que en toda la universidad ya corrió el rumor.
—Mi papá tomó cartas en el asunto —menciona Dylan finalizando una llamada. El papá de Dylan es el director de la universidad.
—¿Ya dieron de baja al degenerado? —pregunta Tomás.
—Eso creo.
—Lo bueno es que ya todo pasó —comenta Sthep.
—Espero nunca volver a ver a ese ser en mi vida —digo y suelto un suspiro.
—Lo mismo digo —concuerda Tomás dando un beso en mi frente.
—¡¿Cómo esa clase de enfermos pueden ser llamados profesores?! —exclama Jaden aún molesto.
—Cambiemos de tema, ¿si? —propongo un poco abrumada.
—Se me olvidó comentarles —anuncia Amelía —El próximo mes se casa Andrea y todos estamos invitados para su boda.
—¿Andrea?, ¿Andrea Carrison? ¿La que estudió con nosotros en primaria? —encuesta Sthep.
—Si, prima de Jaden y mejor amiga de Dylan.—agrego —¿Donde sera su boda?.
—En Los Angeles.
—¿Iremos? —pregunta Jaden.
—Obvio, los cachorros no pueden faltar —afirma Francisco.
Los Angeles, ¡Allá vamos!.
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N/A: ¡¡Estrellitaass!! Os cuento que he estado un poco mal, pero gracias a Dios ya estoy un poco mejor para actualizar. Os pido una disculpa por el abandono, pero pronto estaré de vuelta al 100%. Los reamo estrellitas💖
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