
Capitulo 07
Francisco.
Sigue igual como la última vez que la vi el año pasado, los únicos cambios han sido su cabello que ahora es más largo llegando ya a su cintura y que ahora se nota que ha estado haciendo ejercicios últimamente, se ve mucho más hermosa. Pero eso no cuestiona que esté con Vicent y aquellas palabras después del concierto.
En el momento que sus labios se unieron mi pecho se apretó como si me estuvieran cortando la respiración, mi cuerpo se tensó y entre la multitud de personas quise salir hasta que las palabras del famosito me hicieron detener.
—Sthep, ¿Quieres ser mi novia? —propuso el hablando a través del micrófono. Mi mundo se detuvo un momento, mis ojos buscaron con desesperación los de Sthep pero fue en vano por que ella miraba los de Vicent.
—¡Si, si quiero! —afirmó y con solo eso mi corazón se detuvo.
Era tan jodidamente el inexplicable sentimiento que recorrió mi cuerpo, mis ojos comenzaron a arder como nunca, sentí mi cuerpo debilitarse al ver lo contenta que estaba con el. No habían pasado más de un mes de nuestra separación y ya ella al parecer me estaba superando, cuando yo todas las noches me la pasaba pensando en como arreglar el puto mal entendido.
Traté de salir lo más rápido que pude de ahí y al momento de ya no estar entre la aglomeración de personas tomé un profundo respiro desesperado.
Necesito despejarme, esto me está matando.
No puedo.
Entré a mi auto y con mi mano golpeé el volante para después dejar caer mi frente sobre el junto a mis sollozos. Cada momento con Sthep pasó por mi mente torturando aún más mi ser.
Es increíble como te esfuerzas tanto por una persona, para hacerla feliz aún así tu vida sea una mierda, todavía en el momento que acabó traté de recuperarla, porque la verdad, yo me enamoré de Sthep y solamente quería ser de ella.
Después de un largo rato las personas comenzaron a irse y pude entender que el concierto había terminado pude ver a Tomás quien supuse que reconoció mi auto y se acercó.
—¡Hey, fran! —dijo a través del vidrio.
Abrió la puerta del copiloto, se subió y cerró la puerta nuevamente.
—Menuda mierda —bufé.
—Lo sé, tampoco me esperaba eso —comentó con semblante serio.
—Y yo tratando de arreglar todo el desastre —murmuro.
—Ni me lo digas, ahora que me dedicó una canción que es todo lo contrario a lo que siento me hace sentir más mierda por que cree que mis sentimientos jamás fueron sinceros —chasqueó la lengua —. Pero si me llevé sorpresa con lo de Sthep.
—Hasta había olvidado lo de la canción —puse ojos en blanco —. Me siento peor la peor mierda de este mundo por no haber echo nada.
—Venga hermano, Sthep va a volver a ti si o si —aseguró y fruncí el ceño.
—No estoy seguro de eso.
—Yo si. ¿A caso haz notado el brillo de sus ajos al verte?.
—Obviamente, también lo acabo de notar cuando lo miró a el.
Silencio.
Cerré los ojos dejando escapar un suspiro lleno de emociones encontradas.
—La verdad se me da de la mierda consolarte, pero sé que Jaden y Dylan no están ahora mismo y sé que soy el peor para decirte algo cuando estoy igual de roto en este momento como tu —me dio una palmada en el hombro —. ¿Pero ves a aquel solecito que está allá? —señaló a Brina quien estaba saliendo del concierto entre las pocas personas que quedaban en busca de su auto —. Ella es la mejor precisamente para este momento —dijo con una sonrisa triste.
—No puedo creer como la pudistes hacer mierda, eres realmente un capullo —solté inmediatamente.
—Tendremos tiempo luego para hablar de eso, realmente me importa Brina más que alguna otra persona.
Me bajé de mi auto y dejé solo a Tomás en el, me dirigí a Brina quien me vio al instante y la abracé, como nunca la abracé. Ella recibió mi abrazo y murmuró algo mientras mis lágrimas caían en su hombro, Brina es una de las pocas personas con las que puedo mostrarme tal y como soy.
Por encima de su hombro pude sentir la mirada de alguien sobre mi, cuando abrí mis ojos pude verla ahí parada con los ojos llenos lágrimas. Me separé de Brina, me enderecé y limpié mis lágrimas. Brina estaba un poco mareada pero le pedí que se fuera para luego hablar con ella abiertamente.
—F-francis... —empezó Sthep.
—No digas nada Sthep —espeté —. Ya veo que no perdiste tiempo.
—¡No es así! —exclamó.
—¿Y entonces como es? —abrió la boca para hablar pero la volvió a cerrar —. Soy un idiota por seguir enamorado de una persona que ya me quiere sacar de su vida.
—Yo también lo soy por no haberme dado cuenta que me estabas engañando con Ivanna —atacó ella.
—¿Te das cuenta de las necedad que dices?, ¡¿Por lo menos me dejaste explicarte que mierda fue lo que pasó?!.
—¿¡Que me ibas a explicar!?, que te revolcabas con Ivanna mientras me veías la cara de estúpida —contra atacó y cerré los ojos en frustración.
—¿Sabes qué? No, no me he revolcado con ella desde hace más de tres años. ¿Qué fue lo que pasó?, me besó en el centro comercial pero ni siquiera le respondí el beso y aún así Brina es testigo que es una Jodida loca. Y si algún día quieres saber más sobre lo que realmente sucedió pregúntale a Brina quien si me escuchó —escupí molesto.
—¿Y quieres que me crea eso?.
—Ahora que me haz echo mierda puedes creer lo que te de la gana. No sé como puedes fiarte primero de lo que se te pasa por la mente en vez de lo que en realidad es.
—¿Y ahora es que lo vas a decir?.
—Traté mil veces de explicarte las cosas, pero te dejaste cegar por tus pensamientos. Me dueles Stephany Vance, pero te deseo lo mejor en tu nueva relación —dije para darle la espalda y volver a mi auto con todo el dolor del mundo.
—Espera Francisco —se atravesó en mi camino —. Por favor.
—Es momento que empieces a ser feliz con tu parejita, estrella. Yo intentaré ser feliz por ti, por mi y por el mar si es que llegó a guardar nuestros nombres.
—Francisco, te amo —dijo en un sollozo.
—Yo también lo hago, Sthep. Pero ahora guarda ese amor para alguien que lo necesita —Y con eso finalmente la aparté y volví a mi auto entrando en cuenta que Tomás todavía estaba en el.
—No me gustó ese abrazo tan profundo con Brina —aclaró Tomás y le di una mirada asesina.
—No seas ridículo —espeté.
—¿Estás bien? —preguntó sincero cuando en eso mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas.
—Creo que no estaré bien durante un buen tiempo.
Recuerdo aquel día y algo dentro de mi se remueve. Observo la casa de Sthep y luego miro la de Brina y Amelía para dirigirme a ella pero mis ojos captan a la pelinegra salir de su casa y nuestras miradas se encuentran.
No sé si hablar con ella o simplemente ignorarla. Creo que ha pasado suficiente tiempo, la verdad todavía la extraño. Decido ignorarla y seguir caminando a la casa de Brina y Amelía pero una voz me detiene... Su voz me detiene.
—Francisco —llama dirigiéndose a mi y la miro por encima de mi hombro —. ¿Como has estado?
—Bien, ¿Por qué?.
—Disculpa, solo quería saber como estabas —dijo con un tono de voz tímido.
—Estoy bien.
—Me alegro —me da una sonrisa amable.
—¿Y tu?.
—Bien, igual —responde.
—¿Igual con Vicent? —las palabras salieron de mi boca inconsciente y maldigo por dentro.
—Terminamos —contesta y mi cara de sorpresa es muy notoria.
—¿Y eso es bueno o es malo? —pregunté sarcásticamente.
—Un amor a medias jamás será suficiente para un corazón entero —dice y la miro con el ceño fruncido.
—¿A caso no te amó como debía?.
—La verdad es que lo digo por el, no por mi.
Entendí la referencia.
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