este no es él fin de nuestra historia
Cuatro de la mañana...
En él Castillo.
Habían corrido a ocultarse en la habitación de Camus, todos estaban alerta, él espíritu había atacado en múltiples ocasiones y según palabras de Dégel lo único que podían hacer era guardar la calma, tratar de permanecer con vida hasta las seis de la mañana que sería fin del juego y Milo regresaría al mundo de los muertos por su cuenta.
Dégel: ¿ambos están Bien? - pregunto a los heridos - hemos corrido por casi todo él Castillo, ya casi se nos acaban los escondites.
Camus: Si gracias - respondió triste, sabía que si Milo lograba él objetivo cuando regresará era posible que jamás se perdonará por lo que hizo, quitarle la vida a otro ser humano.
Aspros: Perdón todo fue culpa mía...
Kanón: no creo que haya sido por tú culpa Aspros - susurró.
Aspros: Pero si yo fui esa tercera persona que...
Saga: tú no fuiste la tercer persona, tú fuiste la cuarta Aspros...
Aspros: ¿Qué?
Saga: alguien más lo vio en cuanto se encontró con sus hijos, porque se supone que desde que ellos se durmieron debió haber vuelto, más no lo hizo, eso significa que alguien más estaba con ustedes... - dijo viendo a Sus sobrinos.
Camilo: ahora que lo menciona tío... sí, pude percibir él aroma de sangre fresca muy cerca de nosotros
Aspros: ¿podría ser él granjero Surt?
Shura: ¿él granjero?
Aspros: Si poco antes de que Milo me atacará lo vi a él huir despavorido del lugar, para seguidamente ver cómo Milo empezó a atacarme.
Aurora: entonces fue ese sujeto... - escucharon él sonido de la puerta.
Afuera
Tocaron una vez...
Dos veces...
Y
Tres veces...
Escucharon atentamente, y volvieron a escuchar su voz...
Milo: Por favor... que alguien lo pare... - susurró con voz quebrada, mientras lloraba - no quiero lastimar a nadie, ya acepté mí destino... pero él no. Él nunca lo aceptó...
Silencio...
Milo: Shhssss... silencio, él está aquí... me está observando, pronto volveremos a hablarnos... - río para después ya no escuchar más.
En él cuarto.
Dégel: ¿Qué le pasa? - pregunto.
Dohko: está en un estado indeciso - dijo detrás de ellos.
Los demás: ¡aaaaaaaah!... - retrocedieron.
Dohko: que groseros - dijo molestó y de brazos cruzados.
Saga: ¿cómo entraron aquí?
Dohko: con magia...
Saga: ¿Porque dice que está en un estado indeciso?...
Dohko: Milo no es un espíritu maligno, por lo cuál él llora y suplica que lo detengan, para cumplir con la penitencia uno de los jueces lo está controlando cómo marioneta para que cumpla con él objetivo, por cierto, Milo está detrás suyo - susurró para después ver cómo Milo tomó a Aspros y desapareció con él - esto es malo.
Camus: ¡¿Qué hacemos?!
Dohko: Por él momento buscarlo y no dejar que Milo lo mate, de lo contrario, ya sabes lo que pasará ¿verdad Camus?
Camus: - asintió-
Dohko: se que quieres tenerlo de nuevo contigo hijo - le dijo tomandolo por los hombros - pero sabes, que si Milo llega a revivir a costa de la vida de Aspros, jamás va a perdonarselo y tampoco va a perdonartelo a ti ¿entiendes?...
Camus: - asintió -
Dohko: bien... ¿alguna idea de a donde pudo habérselo llevado?
Dégel: sólo hay una... - dijo mientras veía hacia él techo.
Camus: en la torre... - mencionó y todos empezaron a correr hacia haya.
En la torre.
Aspros sé encontraba abriendo los ojos, encontrándose aparentemente sólo en una habitación oscuridad, vio hacia todos lados, en la esquina de aquel cuarto una silueta, una que después de diez minutos inmóvil, empezó a caminar en su dirección, rápidamente se dirigió a la puerta eh intento abrirla pero por más que trató no pudo, parecía que la puerta estaba cerrada por afuera, de un momento a otro sintió que tenía alguien detrás de él, lentamente se dio la vuelta, la silueta que había visto hace tiempo atrás ya no estaba. Vio hacia todos lados pero nada... más tranquilo suspiró y derrepente sintió cómo lo empujaron con tal fuerza que casi sé golpeaba con la esquina de la puerta.
Rápidamente sé giró sólo para ver a Milo parado en frente suyo, sus ojos parecían inexpresivos y fríos, en sus manos tenía una venda la cual le lanzó a Aspros, para lentamente empezar a alejarse hasta la penumbra de la habitación donde se quedó ahí por breves momentos. Al salir de ahí traía con sigo aquel cuchillo apuntandolo hacia él para seguidamente correr con aquella cosa en sus manos eh intentar clavarsela pero Aspros pudo agarrarlo y forcejear un poco con él. No se dio cuenta cuando fue que abrieron la puerta, Pero Dohko le colocó una sábana encima y lo alejó en lo que Saga y Kanón lo ponían de pie y se hacían hacia atrás los demás llegaron, entonces Dohko.
Dohko: es ahora oh nunca. Despidanse de una vez por todas de él - dio la orden y de su cinturón saco un pequeño frasco con un líquido Él cuál lo expulsaria de una vez por todas de ese mundo.
Pero antes de todo, él se levantó del suelo, donde estaba se giró y poco a poco empezó a caminar con la sábana encima acercándose a los más pequeños los cuales sin miedo se pusieron al frente y pronunciaron.
Camilo: muchas gracias por habernos visitado...
Aurora: ahora te pedimos que regreses al mundo de los muertos. Madre... - en ese preciso momento él espectro se detuvo. Por unos instantes para seguidamente empezar a caminar nuevamente en dirección a ellos.
Dohko iba a lanzar aquella agua en cuanto vio que dio un último paso y de un momento a otro la sábana cayó al suelo y Milo apareció delante de Camus, todos se quedaron parados, él se puso de puntitas y le susurró algo al oído a Camus, después se separó para colocar sus brazos al rededor de su cuello y darle un beso en los labios cómo despedida al separarse acarició levemente su rostro y se giró a los demás para después sonreír, los primeros rayos del sol se filtraron por la ventana y su imagen se fue desvaneciendo lentamente, para después no verse más, fue en ese momento que Camus cayó de rodillas y sus hermanos se acercaron rápidamente a él.
Saga: Camus dime que estas bien... - le dijo mientras lo tomaba por los hombros, vieron que Camus empezó a reír- ¿eh?...
Camus: lo prometió...
Shura: ¿de qué hablas?.
Camus: lo prometió para nuestra próxima Vida. Prometió un ¡Te encontraré y no volveré a perderte! - dijo ilusionado.
Todos sólo sonrieron para acercarse y abrazarlo, sintiéndose felices de que todo haya acabado... y Fin... - dijo cerrando él libro.
Para seguidamente volver a colocar aquel libro en él estante...
Hyoga: ¿Hu... y que pasó después? - pregunto ilusionado él niño.
Isaac: ¿cumplieron su promesa de volverse a ver? - pregunto ilusionado mientras su madre se levantaba del asiento.
Milo: no lo sé, aunque él escritor dice que en una vida no muy lejana iban a hacerlo. Ya dejen de moverse tanto me lastiman - le hablo a su pancita de seis meses que no dejaba de moverse.
Hyoga: quiero que me leas otro... - dijo emocionado.
Milo: claro que no, ah dormir que mañana tienen escuela...
Isaac: Ya que... - dijo mientras ambos se acostaban en la cama, su mamá al ver que ya estaba les dio un beso en la frente les deseó feliz noche y los dejo dormir.
Seguidamente salió de la habitación para dirigirse a la sala dónde su esposo se encargaba de escribir otro de sus libros.
Milo: ¿cómo vas Camus? - pregunto mientras se sentaba a su lado.
Camus: sólo una página más y terminó - dijo mientras leía lo escrito, Milo le quitó los lentes de lectura y se los puso él.
Milo: ¿Porque utilizaste nuestros nombres para escribir tú anterior libro? - pregunto en lo que su esposo se acercó y le dio un beso en los labios.
Camus: tú explícame ¿Porque carajos te ves tan sexy embarazado? - le dijo sonriendo mientras lo besaba.
Milo: Calmate Camus los niños están durmiendo, además él doctor dijo que no tenías derecho de tocarme hasta que nazcan y cumpla los cuarenta días después del parto - le dijo separandolo antes que pasará otra cosa, ya conocía los sucios juegos de su pareja.
Camus: Ya qué, al menos lo intenté - dijo sonriendo descaradamente.
Milo: enserio ¿Porque los pusiste?
Camus: no lo sé... siento que, tenemos mucho que ver con todos ellos.
Milo: comprendo...
Camus: además en esa historia refleja que tú me perteneces a Mí...
Milo: ¿y eso quien lo decidió?
Camus: Yo.
Milo: ¿y cómo porque?
Camus: porque yo soy tú amo y señor jovencita - respondió sonriendo.
Milo: no me hagas recordarte él día que nos conocimos, porque aún me duele la cabeza al recordarme las setecientas veces que te dije que era hombre baboso...
Camus: Hm... baboso y todo, pero aún así te casaste conmigo cariño. Ja - río triunfante.
Milo: enserio aveces me pregunto ¿qué carajos te vi? - respondió riendo mientras se levantaba del sillón.
Camus "entendiendo" la indirecta dejó lo que hacía y se fue siguiendolo, apagando todas las luces en él proceso.
Pero ambos tuvieron en cuenta algo, muy dentro de sí, sabían que habían cumplido su promesa de...
Te Encontré Y No Voy A Perderte
Fin...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro