Una mañana soleada, con un cielo despejado y el canto de los pájaros. Dos amigos que se encontraban cada uno en su habitación fueron levantados por el sonido que provenía desde afuera del departamento, al parecer alguien se estaba mudando al departamento de enfrente.

Jimin con un poco de pereza se enderezó en su cómoda cama y se levantó refregando sus ojos para quitar todo rastro de sueño; mientras que en la habitación de al lado aún yacía Taehyung envuelto en su cómoda frazada.

Luego de una ducha Jimin salió de su habitación y despertó a su mejor amigo porque si no llegaran tarde a la pastelería y seguramente su jefe los mataría.

Preparo el desayuno mientras esperaba a que su soulmate saliera de su habitación; el ajetreo que provenía de afuera se detuvo luego de unos minutos donde festejó que su amigo ya se encontraba despierto.

— Por Dios, ¿Quién se muda tan temprano? — se quejó el de cabello rojizo.

— No es tan malo, nosotros nos mudamos un día a esta misma hora — El peli rosa le dijo a su amigo aún comiendo su desayuno.

— Oh, joder es cierto — sonrió apenado el chico — Pero no hicimos tanto bullicio como ese — tomo su jugo de naranja aún observando a su amigo.

— Deja de quejarte y date prisa o llegaremos tarde— el más pequeño de estatura se puso de pie y sujetó su plato para lavarlo.

Tae solo bufo en resignación pero hizo lo que su soulmate le pidió, dando a terminar su plato.

Luego de dejar el departamento, tomaron el colectivo que los dejaría cerca de la pastelería, luego de unos minutos bajaron del transporte y caminaron hacia el local, encontrándose con su jefe en la entrada a punto de abrirlo.

— Jimin, Taehyung— hizo una reverencia saludando a los dos jóvenes.

— Buenos días señor Choi— dijeron al unísono, el hombre mayor abrió las puertas del local dejando entrar a sus dos empleados.

— Jimin, vendrá un nuevo repostero para ayudarte— le mencionó al chico de cabello rosa.

— Está bien señor Choi y gracias, necesitaba otra mano en la cocina— le sonrió amablemente el chico, el hombre asintió y se retiró dejando a los dos chicos solos.

— Ese viejo debería de pensar que necesitamos más personal, nosotros dos no podemos solos— El pelirrojo se quejó mientras se ponía la gabacha de el local en su cuerpo.

— No seas exagerado, casi ni tenemos clientes, además quién necesita ayuda de los dos soy yo— le respondió Jimin mientras se ponía la gabacha de igual forma al igual que el sombrero de repostero que tenía.

La campana sonó dando a entender que había llegado una persona al local, los dos chicos miraron a el joven de cabello azabache que acaba de entrar.

— Buenos días, me dijeron que aquí podría encontrar al encargado de este lugar, un tal Park Jimin— aquella voz más la mención de su persona lo alertó.

— Soy yo— el chico se presentó ante él— Hola, soy Park Jimin, el repostero de esta pastelería y él es Taehyung el mesero y cajero— el chico les sonrió a los dos chicos y estrechó su mano con los dos.

— Mucho gusto soy Jeon Jungkook — el chico sonrió hacia Jimin quien se desconcertó por la sonrisa que estaba recibiendo por parte de ese chico y no se diga de Tae quien estaba embobado con la presencia del mencionado.

— Bien, Jungkook, me ayudarás en la cocina y tú, Tae limpia las mesas, si se llena este lugar te tocará ayudarlo a atender mientras yo estoy en la cocina— el chico asintió y se dirigió a la parte de atrás del lugar para alistar su vestimenta.

El día transcurrió con normalidad, los tres chicos aprovecharon sus descansos para conocerse aunque no fue el tiempo suficiente. Los tres se estaban alistando para concluir su día de trabajo por lo que estaban arreglando sus cosas.

— ¿Y si vamos al bar que está cerca de aquí para celebrar el primer día de trabajo de Kook?— Tae les preguntó a los dos chicos frente a él quienes asintieron con una sonrisa.

Cerraron el lugar y caminaron a aquel bar, al llegar entraron sin problema ya que a los soulmate los conocían desde que ellos pisaron Seúl.

— Jiminie, TaeTae, ¿Qué les puedo servir esta noche?— les pregunto el chico detrás de la barra.

— Lo mismo para mi Nam— le respondió el chico de piel de porcelana.

— Igual para mi— le respondió el de piel más oscura— y para nuestro invitado...— miraron al chico quien sonrió y se dirigió a el chico detrás de la barra.

— Un "Long Island Iced Tea"— le respondió.

— Bien, salen dos "Long Island Iced Tea" y un "Tequila Sunrise"— repite Mangón quien estaba sorprendido por el pedido del nuevo chico.

— No sabía que te gustaba el Long Island— Jilin sonrió en dirección al chico quien asintió.

— Cuando visitaba el bar más famoso en Busan siempre pedía lo mismo.

— ¿Eres de Busan?— Tae le preguntó a el chico quien asintió— Jimin también es de ahí, pero se mudó a Daegu.

— Si, he tenido que mudarme muchas veces— Nam hizo acto de presencia dejando las dos bebidas del azabache y del peli rosa quienes agradecieron en un asentimiento para luego ver a otro chico con la bebida de Tae.

— Gracias Jin.

Esa noche fue una para conocerse, una noche en la cual empezaría una gran amistad y quien sabe y de aquí salga algún amor.

[Seis meses después]

Los tres chicos se encontraban aún en la pastelería, la cual por ser diciembre estaba repleta de clientes.

— Un pastel de chocolate con detalles de copos de nieve— llegó a dejar la orden el de ahora cabello castaño.

— Joder si sigo así moriré— se quejó ahora el peli morado.

— Descansa un momento— le dijo el ahora el de cabellos café con mechas rosas.

— No, no puedo dejarte todo el trabajo, mejor ve y ayúdale a Tae— le quito la mezcla y empezó a preparar todo para aquel dichoso pastel.

— Ni de loco— Se negó el chico— No puedo dejarte aquí, Tae esta bien solo— el chico fue a preparar la mezcla para un nuevo postre el cual era más sencillo que el pastel que estaba preparando el de pelo morado.

Jimin se acerco a el estante que se encontraba al lado del más alto y trato de alcanzar aquel molde para poner la mezcla, pero tanto fue el esfuerzo que trastabilló hacia adelante perdiendo el equilibrio pero justamente unos grandes brazos lo sostuvieron de la cintura.

— Ten más cuidado— le dijo el chico cerca de su oído; Jimin se apartó y solo vio como el chico alcanzaba aquel molde y se lo entregaba con una sonrisa que quedó grabada en su mente y en su desenfrenado corazón que latía con extremada velocidad.

El chico se apartó y siguió con su labor, mientras que el peli morado salió de su trance y se dirigió a la mezcla para poder empezar a hornear el pan para el pastel.

El día corrió con naturalidad, entre el ajetreo de las personas y el pensamiento de Jimin el cual aún seguía con un presente sentimiento en su pecho.

En el local mientras uno estaba limpiando su lugar de trabajo dos chicos estaban en el extremo opuesto limpiando las pocas mesas que habían.

— Este día ha sido un caos— río Tae viendo el perfil serio de Jungkook, aquel que desde hace unos meses hacía que su corazón se acelerara— ¿Qué te parece si vamos a el bar para celebrar que es nuestro último día de trabajo por las fiestas?

Jungkook le miro y embozo una sonrisa en su rostro— Me parece genial.

— ¿Qué parece genial?— Hace acto de presencia el otro chico.

— Chimmy — Tae se acercó a su amigo y tomó sus manos— ¿Te parece bien si vamos a el bar?

— No Tae, lo siento pero estoy muy cansado y no tengo muchas ganas de salir, solo quiero llegar a casa, cambiarme de ropa y acostarme en mi cama— los dos chicos asintieron— Vayan ustedes, de todos modos podrán irse juntos ya que somos vecinos.

Los dos chicos acompañaron su sonrisa para luego terminar de limpiar aquel local y salir de el.

Jimin camino por las oscuras calles de Seúl hasta llegar a su departamento, donde se cambió de ropa por una pijama que consistía de un pantalón de chándal junto con una camiseta que no le pertenecía, y es que aquella camiseta era unas tallas más grande

que su cuerpo y dejaba en claro de quién era. Le pertenecía al pelí café quien había dormido en su habitación y había dejado su camiseta desde aquella pijamada que tuvieron los tres juntos.

A Jimin le sorprendió que aún conservaba el aroma del chico en ella.

Mientras que al otro lado de la ciudad se encontraban dos chicos aun conscientes pero con unas cuantas copas encima bailando extremadamente pegados.

— Jungkook, tengo algo que decirte— medio grito Tae para que el chico lograra escucharle.

— Te escucho— le respondió el chico.

— Soy homosexual y me gustas mucho, me gustas desde que te vi entrar a la pastelería— miro directamente a esos oscuros ojos que lo observaban directamente pero con una pizca de felicidad y emoción.

— A mi también me gustas, Tae— los dos chicos sonrieron y se besaron acercando sus cuerpos, el de cabello café cargó a el castaño y lo sacó de aquel agobiante lugar.

Tomaron un taxi y se dirigieron a el departamento de el de sonrisa de conejo. Por qué así era como lo tenía apodado el otro, como su chico de sonrisa de conejo.

Llegaron al departamento y entre tropezones ingresaron al lugar, Jungkook cerró la puerta y cargo a Tae hasta la habitación donde dejó al chico recostado sobre el colchón y se posicionó sobre su cuerpo, dando pequeños besos húmedos en su cuello.

— ¿Estás seguro?— Jungkook se distanció con la respiración agitada y observó el bello rostro de su chico bajo él, por que si ahora ese chico le pertenecía.

— Estoy más que seguro, mi chico— Tae tomó su rostro y estampó sus labios con los del contrario.

La ropa empezó a sobrar, el calor aumento en la habitación y los pequeños jadeos y gemidos eran poco notables fuera de la habitación.

Ese día comenzaría una nueva relación y dentro de unas horas un corazón roto que apenas acababa de asumir que estaba enamorado de ese chico que ahora estaba con su mejor amigo.

A la mañana siguiente el peli morado despertó y entró a la habitación de su amigo la cual estaba vacía.

— ¿Qué extraño?— camino hacia la cocina y escucho la puerta ser abierta para luego distinguir la presencia de Taehyung en la habitación— Kim Taehyung, ¿Dónde estabas?

— Tranquilo, estaba en el departamento de Kook, anoche estaba demasiado borracho que termine desmayándome — le dijo claramente con una mentira entre la oración.

— Está bien— le respondió Jimin ingresando a la cocina— Hoy es navidad y tenemos que preparar todo ya que Jungkook, Yoongi, Hoseok, Jin y Nam vendrán para pasarla con nosotros— mencionó con una sonrisa en el rostro.

— Está bien, me daré un baño para luego desayunar y después empezamos a preparar todo — el de cabello castaño se alejó e ingresó con una sonrisa en el rostro, la noche anterior había sido la mejor para él.

Enfrente estaba un castaño de igual forma, con una sonrisa en el rostro que no podía creer que el chico por el cual moría le correspondiera y es que antes de que se fuera le pidió ser su novio formalmente.

En la noche ya se encontraban dos de los cinco invitados, Nam se encontraba con Tae en la sala mientras que Jimin y Jin preparaban la cena.

— Jimin, ¿No vendrá nadie para pasar contigo esta navidad?— Jimin sonrió y negó.

— No hyung, pero si hay alguien en mi corazón, una persona que no sabía que amaba hasta ayer— le respondió con una sonrisa.

— Ah sí, ¿Quién es?— se acercó hacia el otro chico y lo sentó en el comedor para ponerse frente a él.

— Es Jungkook, me gusta; no, no me gusta, creo que me he enamorado de él — sus ojos mostraron un brillo que para Jin fue lo más bello que había visto en la vida.

— Confiésalo, esta noche, tal vez la magia de la navidad ayudé — el chico asintió y prosiguieron preparando lo que restaba para la cena.

En la sala había una conversación igual que en la cocina, pero esta vez se encontraba un Taehyung en un sueño que no podía ser realidad.

— ¿Y esa sonrisa?— Nam le preguntó a su menor quien solo ensanchó su cuadrada sonrisa.

— No es nada— le respondió y siguió pellizcando aquellos aperitivos que estaban en medio de la sala.

— Eso mismo le dijo Pedro a Juan— le respondió— Anda, ¿Es por un chico, no?— esta vez el chico asintió.

— Si, más bien es por mi novio, se los presentaré esta noche— el mayor asintió y miró expectante a el chico frente a él.

Dentro de unos minutos los demás empezaron a llegar y empezaron a cenar aún siendo temprano para luego comenzar una verdadera fiesta en la que dos chicos se encontraban en una de las habitaciones solo ellos.

Yoongi quien los estaba buscando los encontró y los sacó literalmente de la habitación a patadas, se sentaron en la sala y cada quien tomó su lata de cerveza.

— Hay algo que quiero decir— el primero en tomar la iniciativa de la joven pareja fue Tae quien se puso de pie— Este año me he enamorado de un chico, ese chico al cual amo con toda mi vida, desde que lo vi no pude contener a mi loco corazón, ahora estoy más que emocionado por que ese chico es uno de nuestro grupo de amigos— Jimin miro como su soulmate tomaba la mano de su enamorado para que este se pusiera a su lado— Quería presentarles a mi novio Jeon JungKook.

¿Escucharon eso? ¿Sí?, bueno ese fue el débil corazón de Jimin que se partió en miles de pedazos al ver a su mejor amigo junto a el chico que le había robado cada suspiro.

¿Qué podría hacer ahora?, él no tenía idea, pero quería salir de aquel lugar.

— Wow, Tae, felicidades— Nam fue el primero en felicitar a la joven pareja seguido por los otros excepto Jin, quien se encontraba observando a Jimin con un desdén de preocupación.

— Felicidades Tae, Jeon— los abrazo a los dos y el peli castaño miró a su amigo que se encontraba aún perplejo con la noticia.

— ¿No nos felicitas Chimmy?— el chico se puso de pie y abrazó a su amigo para luego abrazar a aquel chico que le sonrió tan hermosamente.

Fue entonces cuando Jungkook le abrazo que Jimin soltó un lastimero suspiró.

Se dirigió a la cocina después de eso y tomó un vaso de agua para tratar de tranquilizar sus nervios y su corazón partido.

— Jiminie — Hoseok se acercó a él y lo abrazo— Tranquilo, está bien, tranquilo.

— ¿Por qué Hobi?— se quejó y no evitó que una traicionera lágrima abandonara sus ojos y descansará en sus mejillas.

— Porque lastimosamente solo somos títeres de este sentimiento llamado amor y no tenemos control de ello— le respondió susurrando en el oído del más bajo.

Esa navidad precisamente no fue una de sus favoritas.

[Tres años después]

Y ahí se encontraba sonriendo a todos los que entraban a aquel local esperando a que el novio llegara.

Porque así es, Tae y Kook se casarán y tendrán una hermosa familia, mientras Jimin aún ocultaba sus sentimientos por aquel ahora castaño.

Miro a Jin y Nam con un pequeño niño en brazos y a Yoongi con Hoseok igual solo que ellos decidieron tener una hermosa niña.

Miró en dirección a el castaño, el cual se encontraba arreglando su saco en un claro nerviosismo, Jimin se puso de pie y caminó hacia él para ayudarlo.

Tomó las mangas de su camisa e hizo un dobles abotonando luego — Gracias — la grave voz del chico hizo que levantara su mirada.

— Solo te ayudo como un buen amigo — le respondió dejando sus manos a cada lado de su cuerpo — Tranquilo, todo saldrá bien — Le animó.

— Eso espero — sonrió — Gracias por todo Jimin, por estar cuando nos peleábamos y cuando estábamos más que bien, eres una parte fundamental para Tae y para mí y que estés aquí a nuestro lado solo nos hace más felices.

— Mi felicidad también es la de ustedes, así de simple— le sonrió y volvió a su lugar.

Y era si, por que la felicidad de su amigo era ese castaño y ver a Jungkook feliz al lado de Tae lo hacía feliz.

Jimin se había resignado, no podía tener a quien amaba, pero tendría la felicidad al ver a las dos personas que más quería y amaba juntas y felices, Jungkook no lo había elegido a él, en cambio eligió a su mejor amigo.

Tae ingresó con un traje color crema y su cabello ondulado y castaño, sonrió hacia los invitados e inevitablemente su sonrisa se engrandeció tras ver al amor de su vida.

La boda comenzó y aquel sentimiento en su corazón regresó al escuchar las palabras del castaño.

— Te elijo a ti, como la persona que quiero en mi vida, como el rostro que quiero ver al despertar... — No pudo más y con lágrimas en su rostro salió del lugar acompañado de aquel dolor que creía haber dado por muerto hace dos años atrás.

Y de pronto la imagen se distorsionó, la oscuridad lo cegó y en un hoyo profundo se encontró.

Abrió los ojos de golpe con la respiración agitada y el corazón a mil, aparte de las lágrimas en su rostro; presionó su pecho donde había un dolor intenso y sus latidos estaban a cien por minuto, o bueno eso es lo que él creía.

Miró a su lado y su rostro se extrañó al ver al castaño a su lado con el rostro sereno, bajo su mirada y se encontró con el torso de este al descubierto, miro su propio cuerpo y se dio cuenta de que estaba de igual forma solo con su ropa interior, miro aquellas manchas sobre su pecho aquellas que le decían que había pasado la noche con el chico a su lado.

Y de pronto los recuerdos llegaron a su mente, aquellos donde se veía en la pastelería estrechando la mano del castaño, donde se veían los tres en el bar, y luego meses después en la cocina de la pastelería, donde Jungkook evitó que le cayera encima un molde para hornear, donde se veía en su primera cita con el castaño, su primer beso con él y sobre todo cuando lo presentó aquella navidad como su pareja.

Lo que había visto en el sueño eran sus propios recuerdos distorsionados, sus recuerdos como espectador de un enamoramiento de su mejor amigo y su pareja.

Sonrió y acarició el rostro de esta haciendo que se despertará y lo observará con una sonrisa.

— Buenos días— susurró en saludo.

— Buenos días, amor — el castaño se quejó y le pidió al rubio que se acercara a él, Jimin al hacerlo fue apresado entre los brazos del contrario y besado para luego sentir el corazón desbocado de su pareja, aquel que se ponía como loco solo con su presencia — ¿Qué sucede?

— Tuve un sueño muy raro, uno donde tú te enamorabas de Tae y te casabas con él, yo estaba enamorado de ti pero me rendí al verte al

lado de él — le comentó con lágrimas en los ojos. — Fue tan real el dolor que sentía en mi pecho.

— Shhhh, tranquilo — Jungkook beso sus cabellos y lo apegó más a su cuerpo — fue solo eso, un sueño, porque yo te elijo a ti, te elegí y te elegiría mil veces más. Porque eres el sol de mis mañanas, la luna de mis noches, mi calor en los días fríos y mi sustentó, eres todo y eso más mi Mochi, mi pequeño Mochi.

Jimin sonrió, después de todo recordó que su amigo estaba casado y con una hermosa niña y sobre todo que vivía en el departamento de enfrente, aquel que le pertenecía a los dos, y él, bueno vivía con el amor de su vida en aquel departamento que fue ocupado por el castaño.

Después de todo, Jungkook si lo eligió a él, después de todo si tuvo un final feliz, por que a pesar de las lágrimas que derramó en ese sueño, ahora solo había una sonrisa sobre su rostro.

Fin.



Este es mi primer one-shot y no saben lo asustada que estaba de que no fuera tan bueno, siempre he tenido las ideas para hacerlo pero nunca me había atrevido por que no sabía que tan bien quedaría.

Espero y les haya gustado el resultado así como a mí me gusto, me tomo todo el día pensarlo y tratar de darle vida me tomo cinco horas así que espero y les guste, este es mi regalo de reyes magos para ustedes, aunque aún falte un poco de tiempo para que sea 6 de enero.

Por cierto también es mi primera historia en la que incluyó el kookv y espero que no sea la última también.

Eso es todo los quiero mucho y si les gustó no olviden de regalarme una estrellita y me encantaría también leerlo, saber que les pareció.

Me despido, bye ❤️👋😳💖

I Purple U 💜