_ ¿Oto-san? - escuchó Fugaku, quién lentamente despertó y recordó todo lo que había pasado.

_ Tu amigo, ¿dónde está? - y el rubio apareció en la sala con un trapo húmedo.

_ Aquí está, para que se lo pongas en la frente - se quedó callado al ver como Fugaku lo miraba de pies a cabeza, y entonces el Uchiha soltó una risa Uchiha, pero verdadera.

_ Eres... idéntico a tus padres, con esos ojos y ese cabello te pareces mucho a Minato, pero con esos rasgos eres la viva imagen de Kushina - se levantó.

_ Conoció a mis padres - no era una pregunta.

_ Eran muy buenas personas, amables y leales. Minato fue mi único amigo en el mundo, me comprendía mejor que nadie, gracias a él conocí a Mikoto, mi esposa, después yo le presenté a Kushina, quién era demasiado violenta e impulsiva pero una gran mujer - sonrió ante el recuerdo de Kushina pero luego se entristeció - El día en el que ellos murieron, fue uno de los más tristes para Mikoto y para mí... E imagino que para ti debió haber sido muy duro pero puedes contar con nosotros para lo que quieras - sonrió al estilo Uchiha pero, por favor,señores, SONRIÓ.

_ Gracias, señor Uchiha - agradeció el rubio como si fuera una persona educada y no la bestia que Sasuke sabía que era. ¡¿A quién pretende engañar?! Lo peor de todo es que su padre se la tragó todita.

Después, el respetable y autoritario (Sasu-chan: Respetable y autoritario mis pelotas! N/A: Que boca tan sucia ù.ú) Fugaku invitó al rubio a quedarse a cenar.

"Ya nada más falta que lo adopte y le de el apellido" refunfuñó Sasuke en sus pensamientos.

Más tarde, el Uzumaki tuvo que irse.

Cuando llegó, encontró a Jiraiya.

Quién, obviamente no estaba enojado por la hora en la que llegó el maldito de Naruto... estaba encabronado. A más no poder.

Y le dio una buena tunda, para que a la próxima la pensará mejor antes de irse de vago.

Y con un chipote, un dolor de cabeza y un puchero el rubio se fue a dormir muy calientito.

««Ya vendrá pronto el amor para nuestros sexys protagonistas. Actualizo en unos minutos.»»