Varios minutos más transcurrieron y ambos empezaban a debilitarse, sobre todo Mingi, que estaba a punto de alcanzar su orgasmo por no tener mas fuerzas para aguantarlo un poco más. Sin decir mucho más, se vino en su interior, soltando con su esencia un ronco gemido.

Al cabo de unos segundos de recomponerse, el más alto se apartó para sentarse al otro lado del sofá.

ㅡ ¿Vamos a mi habitación? ㅡ Preguntó San sin haberse movido de donde estaba.

ㅡ ¿Qué? ㅡ

ㅡ No sé tú, pero yo no he tenido suficiente ㅡ

Y ahí estaban minutos después, desnudos sobre la cama de San. Mientras descansaban, Mingi volvía a tocar su cuerpo como si fuera lo más delicado del mundo, su cuerpo delgado y piel suave. Pero no fue por mucho tiempo ya que San se levantó de su lugar para sentarse encima del más alto, poniendo justo su trasero en el miembro ajeno, y después movía lentamente las caderas sobre él.

ㅡ Me vas a poner duro otra vez... ㅡ Murmuró Song.

ㅡ ¿Sabes que para eso has venido aquí? ㅡ

Mingi soltó una pequeña risa dándole a entender que sí lo sabía, pero no pensaba que fuera tan rápido. Pero si el pequeño quería más de él, lo tendría sin ninguna queja.

Miró fijamente los finos labios de San antes de lanzarse a besarlos y morderlos mientras su erección iba creciendo, más que rápido ante aquel estímulo que tenía frotándose contra él.

Sonidos obscenos escapaban de los labios de San que iban directos al oído de Mingi.

ㅡ Vamos ya estoy muy duro, quiero meterme en tí ㅡ Susurró Mingi con su temperatura exageradamente elevada.

ㅡ Como digas, Song Mingi ㅡ Después de una sonrisa ladina, levantó su trasero y con ayuda de su propia mano, fue introduciéndose el miembro ajeno en su interior, que fue bastante rápido.

Para controlar su equilibrio, se sostenía de los hombros del más alto, que por la presión que sentía en su zona baja, clavó las uñas sin miramiento alguno.
Subía y bajaba en él, sintiendo cada detalle de la erección que le penetraba por el movimiento lento, que no tardó demasiado en aumentar el ritmo.

ㅡ Follas demasiado bien, mierda ㅡ Dijo Mingi cerrando sus ojos, el no controlar él hacia que se encontrara más cerca de venirse y como no, teniendo a San así de caliente por él sería imposible tener mucho aguante.

Y ahí fue cuando no aguantó más y se corrió pero San seguía moviéndose sin detenerse, con la misma intensidad a pesar de que Mingi ya había alcanzado el clímax e inundado su interior con su esencia.

ㅡ Córrete otra vez ㅡ Exigió San sin dejar de moverse, todo tan resbaladizo que aún daba más placer el sexo y el miembro de Mingi que seguía igual de erecto.

Y antes de que pudiera hablar, comenzó a morder su cuello sin ningún cuidado, dejando marcas bastante notorias mientras seguía gimiendo. Las manos de Mingi se posaron en las caderas de San, levantándolo ligeramente para comenzar a moverse aun más rápido, teniendo más espacio para entrar y salir y eso estaba volviendo loco a San de nuevo.

ㅡ ¡Ah joder Mingi, me muero del gusto, no pares! ㅡ Sentía como golpeaban sus glúteos contra los testículos de Mingi, a la vez que su miembro rozaba contra el abdomen ajeno, todo eran pequeños estímulos que lo volvían todavía más sensible.

Ahora el primero en venirse fue San, ensuciando el abdomen marcado de Mingi. Desde ese momento simplemente se dejó hacer todo lo que fuera, no tenía fuerzas ni para gemir ni seguir maldiciendo como hacia unos minutos atrás.

ㅡ ¿Ya te has agotado, pequeñín? Te voy a dar hasta que te duela todo ㅡ Susurró Song contra su oído suspirándole.

Varios minutos pasaron hasta que el más alto también alcanzó su propio límite y terminó.

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Estaban en la habitación de San descansando después de la tarde que habían pasado, tan exhaustos que ni recordaban que San no vivía solo, hasta que escucharon la puerta de la calle abrirse.

Aceleradamente Mingi se levantó de la cama y se dispuso a buscar su ropa.

ㅡ Mierda ㅡ

ㅡ ¿Qué pasa Min? ㅡ

ㅡ Mi ropa, no está aquí ㅡ

San se levantó de la cama también desnudo con la intención de ayudarle a buscar su ropa pero casi al momento sintió que tenia tan pocas fuerzas como para mantenerse en pie y volvió a sentarse en la cama.

ㅡ El salón... ㅡ Dijo el más bajo haciendo memoria, que pudo recordar donde estaba la ropa.

Ambos se miraron alterados intentando buscar algo que hacer.

ㅡEscóndete debajo de la cama ㅡ

ㅡ San, que Yunho no es tan tonto, va a ver la ropa por ahí tirada ㅡ

ㅡ Pero no tiene por qué saber que es tuya ㅡ

ㅡ ¿Qué? ¿No te importa que vea que te has follado a algún tío? ㅡ

ㅡ Está acostumbrado ㅡ

Mingi tragó saliva duramente sorprendido y la rabia empezaba a subir por su cuerpo. Eso ya era el colmo, ¿Acostumbrado? ¿Tantos le follaban?

ㅡ Pues dame algo para ponerme al menos, un bóxer ㅡ Dijo Mingi incómodo.

ㅡ Está ahí en ese cajón ㅡ Señaló ㅡ Tómalo tú que yo no puedo... No tengo fuerzas y me duele... ㅡ

Mingi obedeció y buscó entre su ropa interior algo que ponerse pero pasó el tiempo justo para que se lo pusiera y Yunho abrió la puerta.

ㅡ Dios San ¿Puedes dejar de traerte hombres a casa por favor? ㅡ Dijo Yunho sin mirar al frente directamente ya que no quería encontrarse nada desagradable para sus ojos pero quería regañar igual a su hermano menor.

Hasta que no escuchó respuesta y abrió los ojos para mirarles, encontrándose con una escena no esperada. Su hermano menor y su mejor amigo.

ㅡ ¿Que cojones haces con mi hermano? ㅡ

ㅡ Yunho yo- ㅡ Intentó responder cubriendo con sus manos alguna zona de su cuerpo.

ㅡ ¿Estabais saliendo y no me lo habíais dicho? No teníais por qué ocultarlo, me había asustado, pensaba que San volvía a hacer de las suyas ㅡ

ㅡ Yunho que no es- ㅡ Quiso intentar excusarse Mingi de nuevo.

ㅡ Si, eso es, lo siento por no habértelo contado ㅡ Siguió San con una sonrisa tranquila.

Finalmente, con un poco de incomodidad por lo visto, Yunho salió de la habitación, dejando de nuevo a Mingi y San a solas. Conociendo a Mingi, sabia que él no se acostaba con cualquiera si no era que sentía algo por esa persona así que no debería de preocuparse demasiado.

ㅡ ¿Por qué le mientes a tu propio hermano? ㅡ Preguntó el más alto.

ㅡ ¿No quieres intentarlo conmigo? ㅡ

ㅡ No te conozco, solo nos hemos acostado igual que haces con muchos otros ㅡ Dijo con molestia por lo que le había dicho antes.

ㅡ Nunca me acuesto con alguien "cercano" para evitar problemas pero tú me gustas más que los demás ㅡ Confesó San ㅡ Ya hace un tiempo que no... ㅡ

Mingi lo miraba con desconcierto, cuando accedió acostarse con él no le había importado nada más por el calentón, aunque él no fuera así, así que tampoco tenía por qué molestarse por lo que hiciera San con su vida pero de igual modo le molestaba.

ㅡ Vuelvo a decir, no nos conocemos, no sabemos si somos compatibles o si nos podríamos llevar bien ㅡ

ㅡ Al menos sí lo somos en la cama, ¿No? ㅡ Murmuró San con una sonrisa de lado.

ㅡ Sabes que si sales conmigo, no podrás follar con otros ¿Verdad? ㅡ

ㅡ Teniéndote a tí, ¿Para qué voy a querer hacerlo con otros? ㅡ Dijo San con una sonrisa aún más grande y acercándose a él con las pocas fuerzas que le quedaban. Rodeó su cintura con los brazos y su mirada se dirigía hacia la de Mingi.

ㅡ No perdemos nada y lo sabes ㅡ

ㅡ Está bien, pero antes quiero asegurarme del todo de que sí somos compatibles en la cama ㅡ Dijo Mingi mordiendo su labio inferior.

Le dio un empujón que fácilmente San acabó tirado en la cama y se puso sobre él. Ahora sentía más necesidad, el más bajo de verdad habia jugado con él y él también quería pasárselo bien así que no le dejaría salir ileso de esta.

¿Ser novios? Ni se lo había planteado.

Sus labios se paseaban por cada zona del cuello y del pecho, mientras los dedos de San se enredaban entre sus lisos cabellos dejándose hacer.

ㅡ Otra ronda ㅡ Musitó Mingi bajándose la ropa interior prestada.

San solo relamió sus labios y le dedicó una gran sonrisa más que satisfecho. Y así siguieron con una de sus muchas rondas siguientes siendo "pareja".

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En ningún momento dejaron en claro que serían una pareja seria, pero desde entonces lo que sí que tenían claro era que no querían tener sexo con otros, solo serían Mingi y San, y esas nuevas citas fuera de la cama que empezaron a tener.