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ㅡ Joder ㅡ El más alto maldijo de nuevo, con una mano se bajó el bóxer y con la otra rodeó la nuca de San para "obligarle" o "forzarle" a que le hiciera sexo oral, el cual no se negó y comenzó a hacérselo ya que era lo que más deseaba, sentir esa longitud caliente en su boca ㅡ Calla tu maldita boca de una vez y hazlo ㅡ
Y no se quejó, era exactamente lo que quería.
Mingi se introducía bruscamente en la boca de San mientras le dedicaba sus mejores y graves gemidos.
ㅡ Enséñame como lo haces, ¿Es todo lo que tienes? ㅡ Dijo Song mordiendo su labio inferior con fuerza ㅡ El que me tiene que recompensar eres tú por calentarme y no poder hacerte nada estos días, cobarde ㅡ
Ante aquello, San se separó unos escasos segundos para respirar, sus labios estaban llenos de saliva y liquido preseminal del más alto. Con su muñeca quiso limpiar sus labios.
Pero ahora le enseñaría como lo podía hacer. Con su lengua lamía toda la longitud con necesidad mientras que con su mano lo estimulaba, variando entre su miembro y sus testículos.
ㅡ Eres delicioso, Mingi ㅡ
ㅡ Y tú no lo haces tan mal, bonito ㅡ Dijo como cumplido.
ㅡ Bésame ㅡ Pidió San levantándose después de estar de rodillas.
ㅡ ¿Crees que mereces algo como eso? Alguien tan desesperado por que se lo follen como tú ㅡ Agarró el cuello de su camiseta y a pesar de haber dicho eso, unió sus labios con los ajenos. Un beso donde predominaban sus lenguas y unas agresivas mordidas.
Estaban tan calientes que aun seguían frente la puerta pero ya era momento de cambiar de lugar. Mientras se besaban y Mingi agarró a San en brazos, caminaron hasta el sofá, que por suerte no estaba demasiado alejado.
Se pararon frente a él y Mingi lo dejó ahí para quitarse la camisa, al igual que San se retiró la suya.
ㅡ He deseado tocar tu cuerpo durante estos días, ¿Por qué has hecho eso? ㅡ Dijo Mingi.
ㅡ ¿Las fotos? Porque me pones, estás muy bueno, quería jugar contigo ㅡ
ㅡ Pues vamos a jugar juntos entonces ㅡ Arqueó una ceja.
El más bajo se puso de rodillas sobre el sofá, dándole la espalda y levantando sus caderas para darle más disponibilidad de su trasero.
ㅡ Fóllame Mingi, por favor ㅡ
ㅡ Antes voy a tocarte, que es lo que he querido ㅡ Y así lo hizo. Se puso en su espalda y con las manos comenzó a tantear sus hombros, bajando por sus brazos con calma. Delineando su espalda y los costados de su cintura, a pesar de su necesidad y excitación, no tenía ninguna prisa si podía apreciar y tocar aquel cuerpo.
La piel de San se erizaba además de que le provocaban pequeños espasmos del placer que empezaba a sentir aunque fueran unas simples caricias, su cuerpo estaba muy receptivo y sensible y las manos de Mingi tan grandes sobre él lo volvían cada vez más demente.
Bajó hasta sus nalgas y al instante, el más bajo levantó su trasero aun más, impaciente por sentir mucho más en él y en su interior.
ㅡ Mingi por favor... ㅡ
ㅡ ¿Qué pasa, Sannie? ㅡ
ㅡ Vamos, quiero sentirte dentro de mí ㅡ
Mingi alzó una ceja y sonrió, nunca pensó en una situación así con el hermano menor de su mejor amigo pero no negaría que le encantaba y era excitante. Después de desprenderse de su vaquero y de la ropa interior, se arrimó a su oreja y le mordió el lóbulo. San sentía la ajena respiración caliente en su oído y jadeaba en voz baja por el momento. Las manos de Song no cesaron en caricias hasta que llevó dos dedos a los labios del pasivo, que entendiendo la referencia los lamió como a un delicioso dulce.
ㅡ Eres tan caliente, tu boca es tan caliente ㅡ Susurró Mingi.
Después de sentir la lengua y la saliva de San fluir entre sus dedos los llevó hasta la entrada de éste y acarició con suavidad. El más bajo se retorcía y gemía.
ㅡ Si ya estás así con solo tocarte ¿Cómo estarás cuando de verdad te de placer? ㅡ Volvió a murmurar el más alto.
ㅡ C-Compruébalo ㅡ Dijo de forma entrecortada retándole.
ㅡ Y eso es lo que voy a hacer en cuanto estés listo ㅡ Después de unas pocas caricias más, consiguió introducir sus dos dedos con facilidad y rapidez ㅡ Creo que va a ser antes de lo que esperaba ㅡ
Movió mas rápido ambos dedos intrusos en el interior de San mientras éste se encogía y era un desastre de jadeos sin un ritmo específico a seguir. Cuando los sacó, sintió un vacío en él, volteando su cuello para ver a su compañero de juego y cual seria su próxima jugada, no queria perderse nada.
Esta vez Mingi intercambió sus dedos por su erección que se mantenía inmóvil sobre la entrada por el momento. Con sus manos manoseaba aquel trasero frente a él, sin poder contenerse de azotarlo, lo hizo sin mucha fuerza. San jadeó y apoyó su rostro sobre el respaldo. Otro azote fue recibido un poco más fuerte pero sin pasarse de emoción y otro jadeó salió de entre los labios del más bajo, esta vez un poco más elevado a los oídos de Mingi.
ㅡ Dime, ¿Qué es lo que quieres? ㅡ Susurró Mingi moviendo ligeramente su pelvis haciendo que la punta de su miembro rozara la entrada de San.
ㅡ Métemela ㅡ
ㅡ ¿Ya? ㅡ
ㅡ Si... ㅡ
ㅡ ¿Por qué tanta prisa?
ㅡ Mingi por favor... Lo necesito ㅡ
ㅡ No sé si te lo mereces... ㅡ
ㅡ Por favo- ㅡ
Al instante, sintió una gran presión en su interior generando un grito ahogado que resonaba por todo el salón. A penas se había adentrado en él, pero era tan grande que con solo introducir parte de la punta se estaba volviendo loco. Y no era el único, el placer que sentía Mingi era similar en intensidad.
ㅡ Dios Mingi ㅡ Puso sus ojos en blanco por el placer.
ㅡ Relájate, estás muy apretado ㅡ
ㅡ No es que esté apretado, M-Mingi... Nunca había tenido algo así dentro de mí ㅡ
Los labios del más alto formaron una notable curva de lado.
ㅡ Tendrás que acostumbrarte más a mí entonces ㅡ Poco a poco presionaba más, sintiendo como las paredes interiores de San le dejaban entrar y se adaptaba lentamente, era tan deleitoso.
ㅡ Quiero que me folles todas las veces que sean necesarias hasta que me acostumbre a tí ㅡ
ㅡ Buena respuesta, bonito, tengo toda la tarde libre para tí ㅡ Dicho eso, se adentró todavía más profundo, siendo esta vez en toda su totalidad.
San clavaba las uñas en aquel respaldo y mordía su labio inferior, aunque no disimulaba ningún gemido que escapaba de sus labios y aunque quisiera al menos intentar disimularlos, sería incapaz.
Las caderas ajenas cada vez aumentaban más el ritmo del movimiento para penetrarle, embistiendo contra su trasero desencadenando una sonoridad por el choque de sus pieles que, por lo menos al más alto, le encendía.
ㅡ ¡Dios Mingi! ㅡ Repitió San entre gemidos ㅡ Esto es muy bueno ㅡ
Sus labios apenas podían permanecer cerrados, cuando no era por los gemidos que sentía la necesidad de soltar, era porque necesitaba tomar todo el aire posible.
La voz de San se volvía cada vez más aguda y más larga y se notó sobretodo cuando tocó su punto dulce, donde sonó un largo jadeo.
ㅡ S-Si sigues dándome ahí me correré... ㅡ Dijo San con dificultad.
Pero en unos segundos sintió un vacío en su interior, Mingi había salido de él.
ㅡ ¿Qué crees que haces? Sigue lo que estabas haciendo ㅡ Se quejó.
ㅡ Sannie no seas impaciente, solo quiero más fotos tuyas, no sabes las buenas vistas que me das desde aquí ㅡ Explicó Mingi mordiendo su labio inferior, a ver como no lo haría teniendo la preciosa forma de su espalda frente a él, lo quería inmortalizar.
Tomó el teléfono del bolsillo de su pantalón y abrió la aplicación de la cámara. San a penas estaba girado para verle, todo colorado y y con una brillosidad en su piel.
ㅡ Date prisa... ㅡ Suplicó San.
Una foto, otra foto y lo lanzó al otro lado del sofá para continuar con lo que había dejado a medias. Colocó sus manos en ambos lados de la cintura de San y volvió a introducirse, no le había costado prácticamente nada.
ㅡ ¿Seguirás dándome esas fotos? ㅡ Susurró contra la columna vertebral del contrario, donde se apoyaba para mantener la compostura.
Pero San no respondió, estaba demasiado concentrado en lo que sentía dentro de él. Mingi no tardó en volver a "acariciar" bruscamente la próstata de su acompañante con su miembro, le encantaba la forma que tenía San de darle a entender lo que más le gustaba con su preciosa voz.
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