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ㅡ San, ¿Puedes dejar de pasearte por la casa en ropa interior? ¿No ves que tenemos visita? ㅡ Dijo Yunho cruzando sus brazos.

ㅡ Llevo una camiseta ㅡ Respondió.

Yunho y San eran hermanos y Mingi había ido a casa de su amigo Yunho a pasar la tarde.

ㅡ No pasa nada ㅡ Mingi rió por la pequeña discusión que veía que estaba por empezar ㅡ ¿Por qué no me enseñas el juego que te has comprado? ㅡ

ㅡ Vale, vamos a mi habitación ㅡ

Cuando ambos se fueron, San se quedó en el salón pensativo ¿Hacerlo o no? Llevaba semanas planteándoselo. Desde que su hermano llevó a Mingi a casa sintió gran atracción por él, joder, es que estaba muy bueno. Pero siempre estaba Yunho y no tenía oportunidad de acercarse más a él.

Más decidido, se acercó al sofá, donde estaba el teléfono de Mingi ya que se lo había dejado y se lo llevó a su propia habitación.

ㅡ Espero que esto te guste ㅡ Susurró quitándose la camiseta, ya que estorbaba para lo que tenia pensado hacer.

Desbloqueó el móvil ajeno y abrió la cámara. No lo pensó demasiado y simplemente se hizo una foto con la parte superior desnuda. Pero no le dejaría una sola foto, para una segunda foto se acomodó en la cama y bajó ligeramente su bóxer dejando ver esa marcada V en dirección a su entrepierna.

No sabía cuánto rato más tardarían en salir, por lo que rápidamente volvió al salón y dejó el teléfono donde estaba por si acaso era descubierto, y esa no era su idea, por el momento. Cuando lo dejó se sentó en el sofá satisfecho.

ㅡ Podrías prestármelo mal amigo ㅡ Se escuchó a Mingi por el pasillo.

ㅡ Lo jugamos aquí, que luego no me lo devuelves ㅡ

📷

Mingi volvió a casa después de pasar toda la tarde en la de Yunho y cuando ya se iba a la cama, como cualquier día tomó su teléfono para revisarlo antes de dormir. Pero vio algo que antes no estaba, unas fotos.

Fotos del cuerpo prácticamente desnudo de un hombre.

ㅡ ¿Qué es esto? No recuerdo que nadie me las haya mandado ㅡ Miró de cuando eran y aún peor, estaban hechas con su propia cámara esa misma tarde.

No era el cuerpo de cualquier hombre, era el hermano menor de su mejor amigo.

Su corazón se aceleró de los nervios y una gota de sudor se deslizaba por su frente ¿Era San? No podía ser... Pero no había más explicación.

Tragó saliva con dificultad después de esas vistas por todo ese cuerpo delgado pero en forma de San. Siempre había pensado que San era un chico cualquiera, no es que destacara por su físico, simplemente era delgado o eso es lo que pensaba antes, su comportamiento lo había hecho ver mucho más sexy.

ㅡ ¿En qué estoy pensando? ㅡ Tiró el móvil a la almohada y arrugó la frente ㅡ Debería borrarlas ㅡ

Pero nunca podría hacer eso. Siguió viendo esas dos fotos fijamente y eso lo excitaba.

Mandíbula. Cuello. Clavículas.

¿Quién no querría perderse en ello? Conforme bajaba la mirada, más se encendía viéndolo.

Torso pálido. Abdominales ligeramente marcados. Esas dos líneas que señalaban el camino que debía seguir sus ojos hasta debajo del bóxer negro que llevaba.

Sí, se había excitado por completo.

📷

Mingi estaba frente la puerta de la casa de su amigo, algo nervioso porque no sabía como debería mirar a San y mucho menos como actuar.

Yunho y él fueron a la habitación del mayor y se dejó el teléfono en el salón, otra vez, solo que esta vez si que fue intencionado.

Y sí, pasó exactamente lo mismo. Cuando salió de la casa de su amigo lo primero que hizo fue revisar si tenia alguna foto nueva y ahí estaban, un par de fotos más de San. Eran incluso mejores, podía ver las ligeras curvas de su cuerpo, de su perfil con ropa interior, como estaba tan duro como él viéndolo. Deseaba poder arrancarle lo poco que llevaba.

Rápidamente bloqueó el móvil, no podía seguir viendo esas fotos en plena calle, pero sabía exactamente qué era lo que iba a hacer nada más llegar a su casa.

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Se había convertido en una rutina.

Ir a casa de su amigo, dejar el teléfono desatendido por un buen rato, revisar las fotos nuevas que San le dejaba y al llegar a casa, masturbarse pensando en él mientras veía las fotos.

📷

ㅡ San, ¿Cuántas veces tengo que decirte que te vistas bien cuando viene alguien a casa? ㅡ Se quejó Yunho.

ㅡ Está en su casa, no pasa nada, hay confianza ㅡ Dijo Mingi.

San le miró con una casi inapreciable sonrisa de lado y se acomodó en el sillón de al lado, sin apartar su mirada de Song. Se subió la camiseta blanca como si fuera a hacerse aire estando un poco acalorado y lo único que hacía era mostrarle un poco más de su cuerpo y ropa interior.

Al principio San estaba algo inseguro de empezar a darle ese tipo de fotos, pero viendo que desde entonces siempre se dejaba el móvil en el salón, pudo saber que él las estaba esperando. Y hoy no era diferente, había vuelto a dejárselo justo encima de la camisa que llevaba puesta sobre una camiseta antes. Agarró el móvil además de la camisa y fue a su habitación.

Para esas nuevas fotos, se quitó toda la ropa y lo único que llevaba puesto era la camisa blanca de Mingi. Está vez le dejaría ver casi todo de él.

Cuando Song regresó a casa y vio esas fotos con su camisa... Recostado sobre la cama, la camisa abierta y él mordiendo la manga de ésta, cubriendo con su mano lo justo de su virilidad.

ㅡ Necesito aire ㅡ Se miró y lo primero que se le ocurrió fue oler su camisa, la cual había acariciado el cuerpo de San en busca de algún rastro de su aroma.

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Otro día, mientras Yunho estaba dándose una ducha, San aprovechó de hablarle a Mingi con el teléfono ajeno.

"Hey Mingi, ¿te vienes a mi casa? A las 5pm está bien".

Y ese mensaje le mandó. Después de tener una respuesta afirmativa, borró el mensaje para que su hermano no pudiera leerlo y después de eso, Yunho se fue con unos amigos y San se quedó solo en casa.

Solo hasta que escuchó el timbre sonar. Inmediatamente fue a la puerta para abrir y recibir a Mingi con la ropa justa, una camiseta de tirantes algo larga que le cubría justo la ropa interior, nada nuevo en él, ni el ajeno se sorprendió. Aunque eso no quitaba que le alterara por lo sexy que se veía.

ㅡ Hola Mingi ㅡ Dijo con una gran sonrisa, como si no tuviera nada "malo" en mente.

ㅡ Hola San ¿Y tu hermano? ㅡ Saludó Mingi sin poder mirarle directamente a los ojos porque lo único que veía en su mente cuando le miraba, era esas fotos semidesnudo.

ㅡ No está ㅡ Reducía cada vez más la distancia entre ambos.

ㅡ ¿Cómo que no está? Él me había dicho que... ㅡ Se detuvo a mitad frase confuso, imaginando lo que había podido pasar ㅡ ¿Has sido tú? ㅡ No lo habría sospechado si no fuera por que llevaba días teniendo fotos suyas en su móvil. Las intenciones le parecían medianamente claras.

La sonrisa de San se agrandó y jaló del cuello de la camisa del más alto para adentrarlo a la casa y cerrar la puerta.

ㅡ Llevo esperando días un momento así, espero que te hayan gustado mis fotos ㅡ Relamió sus propios labios para provocarle mientras se aferraba a su cuello dejando ausente la distancia entre sus cuerpos.

El más alto se quedó callado por unos segundos sin saber que responder, obviamente le habían gustado esas fotos, ¿A quién no le habrían gustado? además seguro que se había dado cuenta de que dejaba intencionadamente su teléfono por si volvía a tener más fotos suyas.

Durante el silencio, San descendió su mano y la colocó en la entrepierna ajena.

ㅡ Quiero que me folles ㅡ

ㅡ Dios San ㅡ Despotricó por dicho atrevimiento de repente.

ㅡ Es momento de que me recompenses por todo lo que he hecho por tí. A ver que escondes ahí abajo ㅡ El más bajo le desabrochó el cinturón y cuando se arrodilló en el suelo le bajó los pantalones. Podía verse la gran erección apesar de que todavía le cubría la ropa interior que estaba apresándola ㅡ Estás muy buen dotado al parecer ㅡ Relamió sus labios como si estuviera hambriento y de cierta forma, lo estaba por él.

ㅡ Eres el hermano de mi amigo, no puedo hacer eso contigo ㅡ

ㅡ ¿No? Yo creo que sí ㅡ Con sus dedos delineaba la silueta del miembro ajeno ㅡ Daría lo que fuera por chuparte la polla ㅡ

Tomó aire por unos segundos, pero ya era imposible, no podía retrasar más lo que era inevitable, estaba sofocado a más no poder y su pulso iba acelerado.

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